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martes, 9 de diciembre de 2008

Generación Maestra

Las Técnicas Corporales Terapéuticas en el Agua:
Una propuesta de actividades acuáticas con los adultos mayores

“No se trata de evadirse, sino de encontrarse”
Santiago Kovadloff

Mi nombre es Mariano Bacchi y estoy a cargo de la cátedra de Natación en la Universidad de Flores y en el Instituto Superior FODEHUM. A través de la misma he buscado mostrarles a mis alumnos una visión más amplia de lo que tradicionalmente se ha entendido por “Natación” en los Institutos de Educación Física.
En primer lugar estoy convencido que el término “Natación” que se utiliza para nombrar a esta cátedra debería cambiarse por el de “Actividades Acuáticas”, ya que pienso que el mundo de las actividades físicas en el agua va mucho más allá de la natación, entendida esta como el aprendizaje de las cuatro técnicas de nado, las salidas y las vueltas.
Considerar que el dominio de los estilos de nado es todo lo que se puede hacer en el agua sería algo similar a plantear que en la vida de una persona con saber andar o correr ya tendría suficientemente desarrollada su capacidad de movimiento.
Este nuevo enfoque toma a la natación como un contenido más de la cátedra, sumando otras posibilidades de actividad física en el agua como ser las actividades para embarazadas, adultos mayores, personas con diferentes patologías, etc.
Es en este marco que junto con la Prof. Teresa Giraldes llevamos adelante la clase que se relata a continuación. En la misma se utilizan las Técnicas Corporales Terapeúticas en el agua como una propuesta de actividad física para los adultos mayores.
Los participantes de la clase fueron alumnos de mi cátedra que compartieron la experiencia con alumnos que asisten regularmente a nuestras clases de Actividades Acuáticas para Adultos Mayores.
Comenzamos el encuentro con el tema de J.M. Serrat “Llegar a Viejo”.

“Si se llegase entrenado” dice el cantautor – “y con animo suficiente…”
“Si se viviese entre amigos y al menos de vez en cuando pasasen una pelota … ay! Si la veterania fuese un grado, y el carnet de jubilado abriese todas las puertas”
“…Si fuesen poniendo luces en el camino a medida que el corazón se acobarda y los ángeles de la guarda diesen señales de vida”
“… Si no estuviera tan oscuro a la vuelta de la esquina o simplemente si todos… entendiésemos que todos llevamos un viejo encima”

Cada uno de nosotros expresó su sentir después de escuchar el tema y comprendimos (así esperamos) que todos participamos del ciclo de la vida, y que cada momento de ese ciclo, ya sea que este próximo al comienzo o al fin, merece ser valorado y; ¿por qué no? ¡celebrado!
Creemos profundamente que la dignidad de una sociedad, entre otros valores que hace a la salud, la educación y la equidad se mide por el trato que le damos a los ancianos. La vida se mantiene, se sostiene, se cultiva y se ejerce.

“La enseñanza es una praxis. La definición clásica de praxis designa una forma de vida humana dedicada a la búsqueda del bien. Tal criterio ubica a la enseñanza. Ella no es mera teoría ni solo acción.
El que enseña, lo sepa o no, demuestra una fuerte decisión personal basada en juicios previos que ha realizado, de dedicarse en una búsqueda que considera valida: la de ayudar a alcanzar una vida plena acorde con las potencialidades de cada individuo” M. Giraldes.

Descubrir las posibilidades de nuestro cuerpo en el agua implica un placentero y profundo ejercicio.
Cuando nos sumergimos en el agua, la disminución del peso corporal es vivida como una liberación.
¡Este ejercicio (en la tierra) no lo puedo hacer! suelen decir nuestros alumnos – De hecho nos sentimos mas livianos, los músculos se relajan. La columna vertebral adquiere una flexibilidad lógica al dejar de ser el soporte obligado y constante de nuestra posturalidad.
Nadar, jugar, expresarse corporalmente, danzar, divertirse en el agua produce efectos positivos sobre todo el organismo. Cuando juego me desestructuro, creo y es este juego, el hilo conductor de todos nuestros encuentros.

Una frase, escrita en un muro del Fogón de los Arrieros, en Resistencia, Chaco reza así “El hombre vive clamando por la inmortalidad y no sabe que hacer en un día de lluvia”

Estos fueron algunos de los planteos que se les presentó a los estudiantes para analizar grupalmente:

· La vida sin juego (sin utopías dice Serrat) es un permanente ensayo para la muerte. ¿Comparten esto?
· ¿Se puede modificar el aislamiento, el sedentarismo, la soledad, la dependencia de los adultos mayores a través de la actividad física?
· La toma de conciencia del propio cuerpo ¿resultaría una forma de trabajo para abordar la reconstrucción de la imagen corporal? ¿Por qué?

La puesta en común los llevó a la comprensión que estar presente en nuestro cuerpo para sí y para los otros es habitarlo… pero previamente admitir que tenemos un cuerpo, que somos un cuerpo e incluso que nuestra verdad objetiva y concreta consiste en ser un cuerpo.
Quizás podamos de a poco entender que no se cambia el cuerpo que se “ve” cambia el cuerpo que se “siente” atravesado por sensaciones, sentimientos, miedos, alegrías…
Nuestro cuerpo no se opone a la inteligencia, al alma. Los incluye y los alberga. Por ello tomar conciencia del propio cuerpo significa abrirse al acceso a la totalidad del propio ser.
Porque el cuerpo y el espíritu, lo físico y lo psíquico incluso la fuerza y la debilidad representan, no la dualidad del ser, sino su unidad.
La vida se vive hacia delante, pero se comprende hacia atrás.

Explicamos a los estudiantes que consideramos algunos ejes fundamentales en las Técnicas Corporales Terapeúticas en el Agua:

a. El juego como incentivador
b. Desarrollo de la investigación y la creación
c. La danza o expresión corporal
d. Eutonía, Gimnasia conciente, Gimnasia localizada
e. Un diferente abordaje de la enseñanza de la natación.

De importancia clave: Apoyar toda esta tarea en el vinculo afectivo.
Se investiga y se juega en el agua con diferentes objetos pelotas, globos, pañuelos, nylon grandes, telas, cintas, trozos de mangueras… en contacto con nuestro propio cuerpo y el de nuestros compañeros.

Es esta una modalidad donde el alumno puede abordar diferentes realidades siempre en el agua, en un continuo proceso de crecimiento y maduración. El coordinador permanece en el agua, no impone consignas, recoge mas bien, aquello que observa realizar genuinamente a los integrantes del grupo, estimula…


Cuando un hacer cualquiera, se transforma en tener que hacer, pierde su esencia.
Creemos que el hombre crece, abandona estereotipos, explora, pierde su rigidez, se inventa un mundo propio cuando recupera su capacidad de ser él mismo.
Nadando, o flotando simplemente, desplazándose o dejándose estar despaciosamente, cerrando los ojos, teniendo conciencia de piel, músculos, articulaciones, órganos internos, escuchando el sonido, el fluir tan distinto del medio liquido se puede llegar a estados muy cercanos a la meditación aunque no sea este el objetivo. La blandura cálida y cristalina del agua actúa no solo a nivel muscular, sino también a nivel psicológico puesto que propone sensación de liviandad, seguridad, tranquilidad gracias a su poder de relajación.

Comentamos algunas situaciones vividas por nuestros alumnos:

Beatriz tiene mas de 60 años, la trae a la pileta una deuda interna: “¡Moverme en el agua sin miedo!...” Nos dirá tiempo después… “¿Vos sabes lo que es disfrutar del agua sin sentirme agarrotada por el pánico? ” Este es el patrón común en muchos de nuestros alumnos: el miedo al agua pero también, la decisión de acercarse, todo un desafío.
- “¡Alguna vez nade! – me dirá Rosario…
¿Qué paso con ese recuerdo? Sumergirnos…
Sumergirnos ¿en qué?... ¿en quién?
Esta es la pregunta frente al miedo.
Les manifestamos a los jóvenes que, en general, nuestras clases no son organizadas previamente.
Muchas veces recojemos las propuestas de actividades de los propios alumnos… coordinamos, animamos…
La música es el disparador del movimiento y la creación… ¿cuál? desde aquella que es cara y entrañable a su época y afectos hasta ritmos modernos, desde música folklórica Argentina hasta de la Chilena isla de Chiloé, tangos, tarantelas, flamenco, guaranias y música griega también forman parte del repertorio.
En otras oportunidades; siguiendo a Maria Fux, sin música, interpretando corporalmente la melodía peculiar de las palabras, escuchando una poesía, el ritmo del corazón o nuestra respiración con una expresividad que maravilla.

Sin lugar a dudas fueron los adultos mayores quienes motivaron la clase, indujeron a los mas jóvenes a los movimientos y a la danza. Crearon juegos, se desplazaron con las telas contactándose y escondiéndose con ellas, arrojaron globos, dibujaron formas con cintas de colores, que las siguieron con brazos y/o piernas, proyectaron la pelvis en ondulaciones oscilantes. Investigaron diferentes tipos de ejercicios respiratorios con sorbetes, nadaron en duplas, tercetos, grupalmente integrando a los jóvenes con quienes se vincularon mas estrechamente en la vuelta a la calma mediante el contacto y el masaje en la espalda, la cabeza, los brazos…
Terminamos después de una hora y media de clase aplaudiendo, salpicándonos y riéndonos.
No pudimos hacer otra cosa que, como lo hacemos siempre, salpicar y emocionarnos con el mismo deseo de los otros… seguir juntos un rato más…

Es, sin lugar a dudas, una prioridad absoluta antes de llevar a cabo cualquier acción ahondar en nuestro personal posicionamiento frente al tema de la vejez. La propia, aunque esta se halle lejana, y la ajena, aquella que es marca diferencial de la población a la que vamos a enfrentarnos.

Es innegable el privilegio de compartir con los viejos la experiencia del mutuo crecimiento.
Es en la inteligencia de este hecho que como docentes deberíamos dejar de lado totalmente la idea de perfectibilidad del modelo de movimiento, renunciando a ser uno mismo el modelo a imitar…
Es así que, propiciando la paulatina autonomía, llegaremos a la vivencia de nuestro genuino movimiento por descubrimiento y exploración conciente del propio cuerpo.

Prof. Teresa Giraldes
Lic. Mariano Bacchi

¿Cuerpos salvajes ó cuerpos domesticados ?

La revista “Cuerpo y Mente en el Deporte” me pidió que escribiese un artículo que tratase sobre la incidencia de la crisis nacional y global que atravesamos, sobre las prácticas corporales que se realizan en los gimnasios. Esto es lo que les envié.


Resulta una obviedad señalar que, en época de crisis, el cambio en el “humor social” se hace evidente. Todos podemos percibirlo. Por eso, ante la consulta de “Cuerpo y Mente”, habría que tratar de evitar los juicios apresurados.
Si pese a todo, se abandona la reflexión sosegada, se puede caer en la tentación de contestar que sí, que ellas, las prácticas corporales que se realizan en ámbitos caracterizados por un servicio que se demanda y se presta, se verán afectadas. ¿ Un ejemplo? Cada siete años- tiempo que tardan en repetirse las crisis económicas y sociales argentinas- la actividad de la mayoría de los gimnasios merma.
Disminuye en aquellos que se manejan con la lógica del consumo. Gimnasios que complacen a sus clientes y sus deseos, que intentan generar deseos nuevos, que no vacilan en ofrecer sus propuestas pensando en consumidores que compran un producto en el gimnasio de la misma manera que lo hacen en la góndola del supermercado: ponen en el changuito unos glúteos bien duros, unos bíceps hipertrofiados, un abdomen chato. Para estos gimnasios, el marketing estratégico es crucial. Hablan de fidelización del cliente y llevan controles de la cantidad de meses que cada usuario concurre. (Antes de la crisis, un gimnasio top de La Plata, mostraba estadísticas catastróficas: un mes de permanencia por año, de promedio. Otras investigaciones argentinas muestran números más alentadores) .
Lo que está pasando con el consumo en la Argentina está a la vista. Ha descendido de manera notable. En consecuencia aquellos gimnasios cuya filosofía es ofrecer un producto para ser consumido, harán bien en preocuparse.
Otra de las preguntas de la revista rezaba:

¿ Qué resultados puede esperar una persona que interrumpe sus prácticas corporales?

Parece claro que la respuesta es una: nefastos. Sin embargo habría que enfocar este interrogante, nuevamente, desde otro ángulo. Veamos un poco: una inmensa cantidad de argentinos se preocupa por su cuerpo con el mismo concepto que usa para iniciar una dieta para bajar de peso. Es decir, con el criterio de algo que comienza y termina.
Empiezan cuando se comienzan a sacar la ropa por la llegada de los calores y la terminan al irse de vacaciones. Huelga decir que tal procedimiento no tiene amparo.
Ni en un caso ni en el otro desarrolla un habito, que signifique comprensión de la importancia de lo corporal como parte de su cultura. Hábito de tal trascendencia personal , que lo lleva a ejercitarse corporalmente y comer -sin suicidarse- durante toda la vida. Habría que pensar entonces en la necesidad de un alguien que transmita para que otros “in corporen” ( se haga cuerpo), un bien de la cultura. Que signifique que cada uno pueda construir un proyecto autogestivo de su propio cuerpo que dure toda la vida. Tal proyecto implica:
a. Prácticas corporales significativas durante toda la vida
b. Alimentación de calidad en aquellos que se pueden dar el lujo de que sea suficiente.
c. Comprender el valor inmenso de aprender a cuidar de sí mismo.
d. Aprender a dejar entrar al otro en el uno. La marcha individualista de las sociedades atenta contra este propósito. Las prácticas corporales no deberían ser prácticas narcisistas y aisladas. Estamos más conectados que nunca de manera virtual y , al mismo tiempo, más desconectados que nunca en los vínculos interpersonales. Habría que pensar entonces, nuestras maneras de pensar lo corporal. Puede llevarnos a conclusiones interesantes. Por ejemplo a aceptar que un cuerpo es, necesariamente, un cuerpo entre otros cuerpos. Este punto tiene que ver con la salud emocional.
e. Tener proyectos y mantener vivos las devociones, los gustos, las pasiones. Uno es tan viejo como sus recuerdos y tan joven como sus proyectos.
Interpreto que un gimnasio o cualquier maestro del cuerpo capaz de transmitir estos conceptos, no se verá afectado por la recesión de la misma manera que aquellos que siguen la lógica de una sociedad de consumidores. Es que habrán enseñado el valor de establecer una relación más inteligente con el propio cuerpo. Dado que mi cuerpo es... la relación que logro establecer con él. Y una vez que la establecí quiero mantenerla, porque yo soy lo que es mi cuerpo.
Si nos olvidamos de las interpretaciones orientales por un momento, podemos decir que las crisis son también momentos de decisión. En tiempos como los actuales, la decisión que debemos tomar aquellos que nos consideramos pensadores de la cultura corporal, ( que a veces debe convertirse en una verdadera contracultura habido cuenta de la estupidización progresiva de los cuerpos que suelen proponerse), consiste en tener claro si lo que ofrezco tiene más que ver con alcanzar el placer por moverse, aprender y relacionarse con otros que mora en cuerpos, en cierto sentido, salvajes o cuerpos domesticados, útiles socialmente, los cuales a medida que aumentan su valor económico disminuyen su valor político.


Mariano Giraldes.

martes, 25 de noviembre de 2008

CONGRESO DE OBESIDAD

En este mes de Noviembre se realizó en Rosario el VII Congreso de Obesidad y Trastornos Alimentarios. En medio de tanta información contradictoria que circula sobre el tema, las conclusiones que sintetizamos destruyen unos cuantos mitos y ayudan a revisar anteriores opiniones científicas.
CONCLUSIONES DEL VII CONGRESO DE OBESIDAD Y TRASTORNOS ALIMENTARIOS.

1. Se entienden cada día mejor los complicados mecanismos de hormonas y neuro- trasmisores que gobiernan nuestros impulsos alimentarios. De ese conocimiento surgen las explicaciones sobre conductas personales que hacen saltar la balanza.
2. Muchos alimentos prohibidos- como la carne de cerdo- podrían no serlo tanto y otros que consumimos con la conciencia tranquila, se han convertido en prohibidos.
3. Si uno se alimentara como en la época de las cavernas, con plantas, frutas y carnes silvestres, no se producirían las conocidas compulsiones por comer.
4. La comida procesada, con altos contenidos de hidratos de carbono y grasas, generan interacciones químicas que son desconocidas para el organismo y “enloquecen” los mecanismos del hambre y de la saciedad.
5. Así, el cuerpo se transforma en un avaro, que pese a que vive en la abundancia, sigue reclamando más y más comida.

¿ QUÉ HAY QUE HACER?

· No hay que restringir la cantidad sino la calidad alimentaria. Hay que dejar de entrar en contacto con los alimentos que perturban. Un esquema terapéutico razonable es aquel que intenta eliminar esas comidas que disparan conductas impulsivas y reemplazarlas por cantidades más libres de alimentos “paleolíticos”, aquellos primeros interlocutores de nuestros genes que aseguraron nuestra vida. Se puede comer todos los tipos de carnes magras hasta quedar saciado. Pero hay que reemplazar las harinas por opciones que pueden ser rollitos de jamón cocido magro y queso, que también son buena fuente de calcio. También se pueden comer frutas y verduras que contienen algunos carbohidratos, en cantidades limitadas.
· Cuando se aprende a manejar la adicción alimentaria que generan los hidratos de carbono, se puede ir incorporando más alimentos.
Lo que más hace bajar de peso es la restricción calórica. Pero si se tiene en cuenta que la mayoría de las personas excedidas de peso, lo recuperan en poco tiempo, la actividad física es clave. Y lo es porque el metabolismo se hace más efectivo. Un músculo entrenado absorbe el 80 % de la glucosa, mientras que un músculo no entrenado desviará el 80 % de la glucosa hacia el tejido adiposo. Se invierte así el patrón de utilización de los azúcares.

ALGUNAS RECOMENDACIONES NOVEDOSAS....

1. No todas las formas de cocinar los alimentos produce los mismos efectos. Cuando superamos los 140 o 150 grados, durante unos quince minutos, se forman productos de glicación avanzada (proceso de endulzar anormalmente las proteínas). Las altas temperaturas generan una costra que despierta mecanismos de inflamación del tejido adiposo y resistencia a la insulina, que es la hormona que le permite a las células disponer de la glucosa. Por eso, se recomiendan cocciones lentas y a bajas temperaturas.
2. Hay alimentos que, por su propia composición tienen productos de glicación, como las grasas, la crema de leche, la manteca y las sometidas a frituras.
3. La flora intestinal cumple un importante papel en el descenso de peso, que se está investigando. Se sabe, por ejemplo, que la de los obesos es distinta de la de los delgados.
4. Cuando se baja de peso, el organismo pone en marcha estrategias para ahorrar energía porque no quiere desnutrirse. Además, cuando hacemos dieta, bajamos nuestra masa muscular, que es el tejido que- como vimos- gasta el 80 % de las calorías. Una nueva razón para hacer actividad física. No para bajar de peso como muchas veces se cree, sino para mantener la masa muscular. Por eso, muchas veces, no se advierte en la balanza el tratamiento que se está haciendo, sino en el cinturón: el músculo pesa más que la grasa pero mide menos.
5. El sabor dulce de los edulcorantes y del azúcar produce los mismos efectos: activar los mecanismos hedonistas del placer, independientemente de cuántas calorías tienen. Por eso hay que ser cuidadoso con su uso. Predisponen a comerse TODO el chocolate.
6. Se ha comenzado a descubrir todo lo que produce el tracto intestinal después de que recibe los alimentos. Algunas sustancias le van indicando al cerebro que no necesita seguir comiendo. Sí, basados en esos estudios de biología molecular, cada persona aprende a controlar el tamaño de la porción que come, se habrá dado en gran paso en el control de esa epidemia que es la obesidad.

Fuente: Diario La Nación, 09/11/08

jueves, 30 de octubre de 2008

PILDORITA

( A partir de hoy, con el nombre de “pildorita”, presentaré algunas observaciones, sugerencias, aprobaciones, rechazos, dudas o comentarios. Ideas o conceptos, en suma, que puedan servir para agudizar la mirada que echamos sobre la realidad.)

El juego deportivo y el deporte, pueden ser excelentes recursos pedagógicos al servicio de una educación corporal que no se agote en lo meramente técnico. Sólo hace falta que los interpretemos adecuadamente.

¿Qué podría hacerse? Sugiero darle un rotundo NO a unos cuantos procedimientos de enseñanza muy extendidos y un gran SI a otras alternativas enriquecedoras. Veamos un poco:

* Hay que decirle no al aprendizaje deportivo tradicional, muy especializado. Aquel que con su discurso y su proceder didáctico está claramente declamando que el juego deportivo, en edad escolar, no es otra cosa más que la antesala del “verdadero” deporte que viene después.
* Hay que decirle no a la pedagogía del modelo técnico, basado en el gesto del campeón. Y aceptar que en la mencionada edad escolar y en cualquier lugar de desempeño, podemos inventar y reinventar la enseñanza con el procedimiento que se nos de la gana. Siempre que respetemos el deseo de jugar de los chicos y no lo ahoguemos con reglas prematuras y, sobre todo, con la “seriedad” de la mirada del adulto.
* Hay que decirle no al aprendizaje de las técnicas deportivas, conseguido a través de bien pensadas metodologías, consideradas la única vía de acceso al dominio del juego.
* Hay que decirle no a la suposición de que la repetición mecánica y la automatización son claves. No hace falta, en cambio la espontaneidad, ni la libertad corporal o lúdica.
* Hay que decirle no a ciertas convicciones sobre la enseñanza del juego deportivo, como base del aprendizaje de los deportes. Por ejemplo:
a) Las renovaciones pedagógicas no tienen nada que ver con el deporte. El deporte se enseña y se aprende siempre de la misma manera.
b) El alumno debe adaptarse al deporte y no el deporte al alumno.
c) Los deportes no tienen ninguna relación entre ellos. No hay principios comunes organizadores de su didáctica.
d) Los padres hacen su aporte genético y allí termina su función. No son fundamentales en al aprendizaje de sus hijos de mil maneras distintas. Ni tampoco hace falta explicarles las implicancias emocionales de la competencia en los chicos y lo negativo de ciertas actitudes de los adultos.
e) Disciplina y sumisión son valores sociales. Sin ellos, no hay sistema, trabajo ni éxito posible. Hace falta seriedad, organización, orden y método. En el único lugar que el éxito aparece primero que estas cuatro últimas palabras es en el diccionario, suelen decir los defensores de estas duras estrategias.
f) En la competencia, el inteligente es el capitán, que cumple órdenes del entrenador que es el más inteligente de todos. No hace falta que todos los chicos aprendan la lógica del juego que es la base del pensamiento táctico.

En cambio:
* Hay que decirle sí a la unidad de cada juego deportivo y de cada deporte. Pero también hay que aceptar la maravillosa diversidad de ese universo. No deberíamos desperdiciar ninguna oportunidad de enseñarla. Ya habrá tiempo de elegir, focalizar y especializar. Esa apertura hacia lo diverso y variado, posibilitará en los chicos, una riqueza motora que será la llave de acceso a los mejores desempeños individuales. Limitados sólo por los aspectos genéticos, culturales, históricos, familiares y sociales. Ciertamente se alejará el fantasma de la torpeza motriz, originada en una propuesta didáctica mal concebida.
* Hay que decirle sí a la ética del juego limpio, en el marco del respeto a la regla, a uno mismo, a los compañeros y los circunstanciales adversarios de juego. Y también sí a la estética encerrada en cada gesto deportivo, gimnástico o de la danza. Lo que significa aumentar la percepción. Vale la pena recordar que, precisamente, el arte trata de eso: de aumentar la percepción.
* Hay que decirle si, al menos para su análisis crítico, a la gran cantidad de prácticas corporales de todo tipo que han surgido en los últimos años. Por ejemplo, los llamados new-games (nuevos juegos), las practicas corporales de aventura en la naturaleza, los antiguos juegos o artes marciales que se fueron transformando en deportes, como el Acro sport, el Tae Kwon Do, la arquería o el tiro y otras igualmente antiguas formas de gimnasia, convertidas en deportivas, como el Yoga o la gimnasia acrobática. Una especial mención merecen los deportes extremos, también en auge, probablemente como reflejo de una sociedad que siente que vive en peligro e inseguridad. Y digo que merecen una especial mención porque, en tanto que maestros del cuerpo, la auto preservación corporal, el cuidado de uno mismo, son aspectos de intervención imprescindible. También merecen particvular consideración todas aquellas prácticas corporales propias de las culturas juveniles, que suelen realizar en calles, parques y plazas, apropiándose de ellas como el Parkour.( Una especie de carrera de obstáculos realizado en esos lugares aprovechando todo tipo de construcciones y elementos para ser sorteados, saltados o escalados).
* Hay que decirle sí a la certidumbre de actividades que permiten, antes de la ejecución, gran programación previa como la gimnasia artística o la rítmica deportiva; pero también sí a la incertidumbre de deportes tales como el básquetbol, el rugby o el fútbol.
* Hay que decirle sí al desafío del enfrentamiento energético propio de las distintas pruebas del atletismo. Pero también sí a las emociones de los deslizamientos, como en el ski y el patinaje. O los vuelos como en los saltos ornamentales y la gimnasia acrobática.
Mariano Giraldes






martes, 21 de octubre de 2008

Acerca de un Blog

Al comenzar el blog les comentaba sus objetivos que sigo manteniendo. Sin embargo, creo que podríamos enriquecerlo, aprovechando algunas alternativas que ofrecen las llamadas redes sociales tales como Facebook, Second Life o My Space.
Pienso que establecer una red de confianza en torno de uno o más temas de interés profesional y personal, puede transformarse en un ejercicio de descubrimiento y contacto que amplía la mirada que podemos dirigir sobre la Educación Física y el Deporte.
Además, el lado obscuro de las redes, aquello que no se ve, un Blog puede evitarlo. Es que las redes representan enormes bases de datos, aptas para ser usadas con fines comerciales. Por lo que las mismas, frecuentemente, incentivan a los usuarios a completar información personal, para poder disponer de perfiles más completos.
Participar más o menos activamente de un blog, puede dar respuesta rápida a las múltiples demandas que plantea el mundo de las actividades corporales, mundo en constante expansión que requiere aprendizaje y reflexión crítica permanente.

Mariano Giraldes

jueves, 16 de octubre de 2008

Educar sin culpa

En todo proyecto educativo, concebido para ayudar a niños y adolescentes en el proyecto de construirse como personas, la trilogía constituida por los maestros, los padres y los alumnos, requiere de un ajustado funcionamiento. Sin embargo, el debilitamiento del Estado y del resto de las instituciones, con la familia y la escuela incluidas, dificulta tal ajuste. El vértice que más parece haberse deteriorado es el de los padres.
En muchos casos, ellos han resignado su rol de tales. No se animan a ejercer la autoridad y piden a la escuela que ejerza un mayor control sobre sus hijos, a los que consideran descarriados. Lo que significa, ni más ni menos, que no se animan a ejercer su autoridad y piden que lo haga el Estado. Dicho de otra manera, le están dando permiso al mismo para que se meta en sus casas. Este fenómeno se advierte no sólo en Latinoamérica, sino también en Europa y los Estados Unidos.
El discurso progre
Por una serie de razones enraizadas en nuestra historia reciente, se ha extendido un discurso aparentemente progresista, que ha llevado a olvidar algunas cuestiones fundamentales. Por ejemplo, que la familia no está pensada para ser democrática. Debe funcionar como un ámbito de autoridad, en el cual los padres establecen los valores primarios.
Sin embargo, muchos de ellos, se niegan a tal ejercicio, frecuentemente por alguna de éstas razones:
  • La generación actual de padres vivieron peleándose con sus propios padres autoritarios. Se prometieron entonces a sí mismos ser más permisivos y “compinches” de sus hijos. El resultado es que hoy, a la hora de ejercer la autoridad, no lo hacen y se han convertido en no padres.
  • Sienten más culpas de las que deberían porque se separaron, porque trabajan mucho y están poco con sus hijos o porque no les compran todo lo que sus hijos demandan. (Lo que en una sociedad de consumidores puede ser muy sano).
  • Los adultos se han identificado con los jóvenes. Los imitan, inclusive, en sus maneras de vestirse, hablar y divertirse. Antes, las madres de chicas de 16 años estaban vestidas de madres y funcionaban con lógicas de madres. Y las adolescentes funcionaban con lógica de adolescentes. O sea: se pasaban el día frente al espejo produciéndose o apretándose los barritos. Ahora hay dos mujeres frente al espejo, preparándose para correr dos carreras semejantes.

¿Cómo puede pelearse un chico con un padre o una madre que busca ser cada vez más parecido a él? Hay que recordar que peleando con los padres construye el límite. Lo que sucede es que muchos padres olvidan es que los límites hacen falta para crecer. Y posiblemente ignoran que para construir una sociedad democrática , primero hay que tener la idea de ley bien construida. Y eso se aprende en casa.

Es cierto que algunas corrientes del psicoanálisis, se manifiestan en contra de los límites. Argumentan, con razón, de que ante el límite impuesto por los adultos, a los adolescentes sólo les resta someterse o transgredir. Sin embargo, existe otra posibilidad: construir un acuerdo acerca de esos límites.

¿Que habrán pensado acerca de los límites y los necesarios ¡NO! que requieren los hijos, los padres de esos chicos de 17 años, del colegio Cardenal Newman, que murieron hace poco tiempo atrás, en un accidente de auto en la Panamericana?. El accidente se produjo por exceso de velocidad, cuando volvían de bailar, conduciendo un auto de alta gama, que les había prestado uno de los padres.

Decir que nada es como antes es una obviedad. Sin embargo, creo que la escuela no está para ordenar, vigilar y castigar. Ni los maestros deben dedicarse a ver si los chicos tienen piojos. Creo que hay que volver a pactar con los padres. Aun cuando estos vivan en situaciones límites, saben que la escuela es una de las pocas posibilidades que una sociedad injusta y desigual va a ofrecerles a sus hijos. Por lo tanto deben comprometerse a que el chico venga abrigado- ni siquiera digo bien comido- con el pelo limpio, con la noción de que tiene que respetar un espacio de orden, donde va a recibir directivas que deberá escuchar y obedecer. Y ellos mismos deben garantizar que van a concurrir a la escuela cuando sean citados. Insisto: la escuela debe acordar ciertas reglas mínimas con los padres y si no están dispuestos, no se inscribe al chico.

Tales afirmaciones no tienen nada que ver con el autoritarismo. Tienen que ver con que el maestro y la misma escuela necesitan ciertas condiciones mínimas para poder contener a los chicos y educar sin culpa.

Mariano Giraldes

viernes, 19 de septiembre de 2008

Nuevos contextos, nuevos discursos, prácticas renovadas


Por Mariano Giraldes

Todo discurso que se refiera a la Educación Física, a la gimnasia o a cualquier otra cosa, interpreta, concibe, ordena y clasifica pretendiendo una verosimilitud lógica. Precisamente por eso, suele tener suficiente fuerza como para lograr que esa interpretación ayude a mejorar la percepción social de esa disciplina, colabore en la estructura de significaciones que posee y ayude a llevar adelante prácticas más sólidas y significativas tanto para el que aprende como para el que enseña.
Dado que parece evidente que somos ineficientes a la hora de planear, conducir y evaluar esa práctica relativamente intencionada sobre el cuerpo que ha dado en llamarse Educación Física, será cuestión de intentar un discurso capaz de mejorar nuestras prácticas, en el marco de demandas sociales y culturales que han cambiado profundamente.

¿Qué hace falta para ello?
Ya hemos aceptado que todo discurso, interpreta. No debería tener pretensiones de verdad (inclusive la verdad científica merece ponerse en duda), pero interpreta. De manera que puede haber otras interpretaciones y pueden elegirse otros abordajes. Pero todos deben ser capaces de ayudar a reflexionar críticamente. Entre otras cosas, sobre la permanencia de tradicionales discursos, por ejemplo los llamados fundacionales, de perdurable presencia en nuestro campo. Sugiero que para mejorar nuestras prácticas hace falta:

1. Un conocimiento específico de la materia que va a enseñarse: Sin duda son imprescindibles aquellos saberes propios de la Educación Física, a cuya búsqueda se han dedicado tantos -entre los que me incluyo- a lo largo de nuestra corta historia como materia escolar primero y como disciplina académica después. Habrá entonces que entrar en diálogo con otras ciencias, disciplinas y teorías; desde un lugar propio y sin dejarse tentar -tal como he expresado otras veces- por tocar de oído en instrumentos prestados.
2. Revisar las actuales estructuras de significado. Lo que implica preguntarse ¿Para qué sirve la Educación Física hoy? ¿A qué se dedica en realidad? ¿A qué cuerpo hace referencia cuando habla de cuerpo?¿Al cuerpo–arte de tatuajes y piercings?¿Al cuerpo-salud y belleza, de tanto vigencia, ayer y hoy en la Educación Física?¿Al cuerpo relacional? ¿Al cuerpo apto para el rendimiento deportivo? ¿Al cuerpo como objeto de consumo? ¿Bajo qué lógicas trata ese cuerpo? ¿Es una materia devaluada en el concepto de los alumnos, de los padres y de los otros maestros o goza de general aceptación?:
3. Aceptar que una educación corporal también se transforma en imprescindible por sus aportes al mundo del conocimiento de las prácticas corporales. Mundo esencialmente complejo, intermediado por la ciencia, las ideologías políticas, los intereses económicos y los medios de comunicación.
Las sociedades actuales, que transitan una etapa llamada posmodernidad o modernidad tardía, han entrado en la lógica de las sociedades de consumo. Inevitablemente, las concepciones sobre el cuerpo son influenciadas por tal lógica. Por lo tanto, todo intento de educación corporal debe, frecuentemente, actuar como una contracultura. Tendrá que mostrarse capaz de rechazar propuestas corporales ofrecidas como mercancías, negarse a aceptar que el cuerpo se transforme en el más bello objeto de consumo, esclarecer y proponer alternativas desafiantes, placenteras, renovadoras. En síntesis: ayudar a pensar nuevas maneras de pensar la corporalidad.
Es que la crisis de la modernidad, que se hace evidente a partir de los años setenta, surge con la pérdida de la credibilidad en las teorías sobre el progreso, con el declinar de los relatos filosóficos y religiosos; por el desencanto, en definitiva, ante nociones como la razón, la historia, el progreso o la emancipación. Los grandes relatos son reemplazados por pequeños relatos tales como la moda, el hedonismo, el culto al cuerpo, el individualismo exacerbado, la adicción por las pantallas, el estar comunicados, y las relaciones amorosas con escaso compromiso.
En lo que respecta a la construcción social de los modelos corporales, la apariencia lo es todo. Proliferan las éticas fundadas en la estética. En las sociedades modernas, los cuidados de la apariencia corporal, indicaban un nuevo estilo de vida y no se difundieron por igual. Significaron un signo de distinción que informaba sobre el grado de riqueza, posición, género, religión, edad, etc. En las sociedades posmodernas puede decirse que se produce un proceso de democratización corporal; cada vez nos identificamos más con esta posesión, nuestro cuerpo, que nos representa y que se convierte en verdadero objeto de culto.
Con todo, nada nos aleja de la construcción de un cuerpo productivo, disciplinado socialmente por un camino algo diferente al señalado por Foucault, pero disciplinado al fin, dócil a dictados ajenos. El nuevo narcisismo hedonista, con el que identificamos el culto al cuerpo marcha también en busca de la excelencia, donde todo signo físico, forma, apariencia, porte postura, moda, nos implica en un juego simbólico hipercompetitivo. La ética de la proeza, del desafío personal, la superación de límites, el riesgo dibuja a la perfección la estética de los comportamientos.
Ante tanta incertidumbre viene bien enseñar que lo corporal es una certeza dentro de un mundo difícil de aprehender. El cuerpo es la inevitable presencia desde la que se opera toda percepción de la realidad.
Se abre para los maestros del cuerpo un comprometido territorio de intervención social, nada parecido al paradigma técnico, que asignaba a la Educación Física, como función más importante, el enseñar las habilidades motrices. El tema -tal como siempre ha sido- es: ¿A quiénes? ¿Cuáles? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Con qué? ¿Partiendo desde dónde? ¿En qué contextos? ¿Qué estrategias de intervención? Sólo que hoy tales preguntas deben ser resignificadas, dado los nuevos contextos sociales y culturales en los que se desarrollan nuestras prácticas. En eso estamos.

4.Ayudar a que los aprendices abandonen las razones de los otros (inclusive las nuestras), que los impulsan y les recomiendan hacer “actividad física”. Habrán de encontrar nuevos y personales argumentos que los impulsen a la búsqueda de un camino, que al ser transitado llevará a una relación más inteligente y significativa con el propio cuerpo. Relación ésta que debería durar toda la vida.
Lo malo es que es imposible dedicarse a esta tarea de imaginar nuevos escenarios de práctica de la Educación Física en la Escuela o de inserción de los maestros del cuerpo, en cualquier lugar de desempeño sin:
* Reconocer las historias que atravesaron y atraviesan las instituciones- del Estado para abajo- los contextos de crisis que no son la excepción sino la regla, la existencia de nuevos y cada vez más dramáticos problemas familiares, sociales y económicos.
Para un profesor de Educación Física, formado en un profesorado en el cual, como decía, sigue predominando el paradigma técnico,(pienso en este momento el caso de muchas cátedras de gimnasia) tales situaciones suelen superar sus saberes y representaciones acerca del rol profesional.

* Comprender que el discurso pedagógico contemporáneo, se ha hecho eco de esa realidad social y ha afianzado y posibilitado la existencia de enfoques y teorías que le resuenan extrañas.
Es que muchos han creído, ingenuamente, el extendido argumento de que “encargarse del cuerpo” es sencillo, dado que a todos los chicos les encanta jugar y practicar deportes.
Estas teorías, enfrentadas muchas veces, introducen de manera diferente las vinculaciones entre la escuela, el conocimiento y el poder. Pero todas ellas resaltan la importancia de lo político en el acontecer educativo. Entre tanto, y para mayor desconcierto de muchos de nosotros que todavía suponemos que los chicos vendrán a la escuela dispuestos a aprender, limpios y bien alimentados, nos encontramos con que la infancia tradicional se ha transformado en un tema de evocación y nostalgia. Hoy, la generación de chicos que están solos en sus casas, cocinan, prenden el televisor o la computadora no es patrimonio de las clases populares. La televisión y los juegos de computadora les permiten pasar el tiempo en que están solos. Esta soledad, esta ausencia de padres, es una realidad cotidiana de la infancia de comienzos del siglo.
Las prácticas de la Educación Física sólo pueden ser entendidas y propuestas en el marco de estos nuevos contextos sociales y culturales. No sorprende entonces la demanda que hacen los padres a las instituciones, conscientes en muchos casos, que han dejado a sus hijos en soledad, “que son padres vivos de hijos huérfanos”. Esa comprensión y consiguiente culpa, puede ser la matriz de la violencia que suelen mostrar muchos de ellos con los maestros de sus propios hijos.
Será cuestión de reconocer el pesimismo instalado en las escuelas que no logran hacer pie frente a las complejas e inequitativas realidades que paralizan toda propuesta de acción.
Que nosotros, los profesores de Educación Física, consideremos que en nuestra clase “está todo bien”, porque los chicos están contentos y entretenidos, nunca fue una buena justificación de nuestra intervención. Menos ahora. Tenemos que reconocer el funcionamiento cotidiano de las escuelas, atravesadas por esas realidades descriptas y deberíamos abocarnos a construir una real educación corporal, en la cual, la gimnasia, el juego, los juegos deportivos, las prácticas corporales en la Naturaleza y los deportes, sean motivo no sólo de enseñanza técnica, sino tema de confrontación, análisis y crítica de la vida cotidiana, tan atravesada, como dijimos, por todo lo referido a lo corporal, en sus distintas manifestaciones.

PUNTO CLAVE: Se requiere urgente un renovado perfil de maestros del cuerpo capaces de elaborar de manera constante, nuevas prácticas más humanas y solidarias.

martes, 9 de septiembre de 2008

UNA BUENA GIMNASIA CEREBRAL: pasar de la curiosidad al asombro.

Los hábitos son algo curioso. Los cumplimos sin pensar en ellos, con el cerebro en piloto automático, inmersos en la comodidad de la rutina. “No es la elección sino el hábito lo que gobierna al rebaño humano irreflexivo”, dijo William Woodworth, en el siglo XIX. En el cambiante siglo XXI, hasta la palabra hábito tiene connotaciones negativas.
Quienes se dedican a las neurociencias, sin embargo, descubrieron que cuando desarrollamos nuevos hábitos de manera consciente, creamos sendas sinápticas paralelas, y hasta células cerebrales nuevas, que pueden “puentear” nuestros esquemas de pensamiento y abordar caminos innovadores. Por lo tanto, cuanto mayor sea el número de cosas nuevas que probemos, cuanto más salgamos de la zona de comodidad de la rutina, más creativos podremos ser, tanto en el trabajo como en la vida personal.
No hay que tratar de eliminar los viejos hábitos: una vez que esas vías de proceder llegan al hipocampo, ahí se quedan. Los nuevos hábitos que incorporamos de manera deliberada crean sendas paralelas que pueden evitar los viejos caminos de resolver las cosas.
Lo que hace falta para la innovación es una fascinación para el asombro. Lo que no es novedoso, porque toda innovación en nuestra conducta, implica un aprendizaje y hace ya tiempo que se sabe que para aprender es necesario ser capaz de maravillarse ante la inmensidad del conocimiento.
Sin embargo, se nos enseña a decidir. Es decir a eliminar todas las posibilidades menos una. Pensar es abordar problemas. Los abordamos de formas de las que no somos conscientes. Los investigadores descubrieron ya a fines de los sesenta, que los seres humanos nacemos con la capacidad de enfrentar los desafíos y los aprendizajes de cuatro maneras básicas:
  • La analítica
  • La práctica
  • La relacional
  • La innovadora

En la pubertad, lamentablemente, el cerebro suele mantener las dos primeras que son las que permiten resolver los problemas más comunes que aparecen en los primeros diez años de vida. La consecuencia es que en la vida adulta, los modos innovadores y relacionales de pensamiento son poco utilizados para aprender. Comprenderlo, permite crear nuestro propio mapa de desarrollo de conductas y habilidades adicionales para el futuro.

Comodidad, tensión y estrés.

Vivimos en estado de comodidad, de tensión razonable y productiva o de estrés. La comodidad es el espacio del hábito existente. El estrés se produce cuando un desafío excede tanto nuestra experiencia que resulta abrumador. Es en la zona de tensión que se ocasiona el verdadero y efectivo cambio, por ejemplo, gracias a dedicarse a actividades difíciles o poco familiares.

Estos aspectos son importantes porque, a menos que sigamos aprendiendo cosas nuevas, que es algo que le plantea al cerebro el desafío de crear caminos nuevos, éste empieza a atrofiarse, lo que puede derivar en demencia, Alzheimer y otros trastornos cerebrales.

Una prueba sencilla: traten de entrecruzar las manos de la manera en que suelen hacer los políticos o los deportistas para saludar a sus públicos, levantando los brazos a la vez. Prueben de hacerlo ahora pero con el otro pulgar arriba. Resulta difícil. Se atraviesa por un momento al que se llama confusión, que sucede cuando se fusiona lo viejo con lo nuevo. Después de la confusión, el cerebro empieza a organizar lo nuevo. Si el proceso se repite, creará nuevas conexiones sinápticas. Pero no se logra sin esfuerzo: el “gran tomador de decisiones” que es el cerebro, protesta antes de seguir el camino desconocido y uno, sin casi darse cuenta, sigue haciendo lo mismo una y otra vez. El asunto es dejar la comodidad y la rutina de lado. Para la salud cardiovascular se ha comprendido desde hace mucho, la importancia del entrenamiento aeróbico. Para la del sistema muscular, óseo y de sostén el entrenamiento muscular: ahora hace falta tomar las riendas en el asunto y hacer ejercicios para la salud del cerebro con la misma intensidad. O, lo que es mejor y propondremos más adelante, realizar un tipo de prácticas corporales tan significativas como para que se estimulen todas las funciones y sistemas al mismo tiempo.

Los cerebros deteriorados, o el daño que generan, han inspirado una mini-industria de productos para la salud cerebral, no sólo suplementos como la co-enzima Q10, el ginseng o la bacopa, sino también productos informáticos para una mayor aptitud cerebral.

Los distribuidores de estos productos están teniendo éxito en las últimas seis décadas a la hora de adivinar los deseos de la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, están ganando dinero con los miedos de esa generación. Es que esa generación tiene sobradas razones para preocuparse. Hasta el momento no existe ningún análisis de laboratorio definitivo capaz de detectar el mal de Alzheimer. Los médicos confían en síntomas para realizar el diagnóstico y la mayoría considera que para cuando aparecen los síntomas, el daño cerebral ya es extenso.

¿Que puede hacerse como “gimnasia cerebral” aparte de dejar la comodidad y la rutina de lado?

Puede intentarse:

  • Memorizar los números que dan vuelta alrededor de la vida cotidiana de cada uno: tarjetas de crédito, PIN y números de teléfono.
  • Inventar ejercicios de nemotecnia para recordar los nombres de las personas que nos rodean.
  • Memorizar sus fechas de cumpleaños.
  • Memorizar poesías o letras de canciones. Tiene la ventaja de que, al hacerlo, uno puede llevarlas consigo. Y todos queremos llevar con nosotros aquello que amamos.
  • Memorizar películas, sus actores y directores. Este suele ser uno de los temas que suelen preocupar a muchos, al no poder recordar esos nombres de actores y directores famosos, por ejemplo.

Hay que tener presente que los especialistas consideran que las personas inteligentes encuentran nuevas formas de ejercitar su cerebro, sin necesidad de comprar software ni hacer talleres caros.

M.G.

Algo para compartir

La Profesora Graciela Allende ha enviado esta respuesta con respecto al artículo publicado más abajo que me pareció muy interesante por eso lo quiero compartir con ustedes:
"Gracias por el mensaje acerca del desafío. A veces, uno inicia una actividad y tarda un tiempo en apropiarse de ese acto. Ya sea por sentirnos más bellos, o por responder a la demanda del médico o de otros, a veces desconocemos nuestro deseo. Hay un tiempo de retorno de eso que hacemos al concurrir al gimnasio para que algo comience a trabajar en nosotros, bajo otras formas que las del aburrimiento. Fatal tapón del deseo que vivifica. En nuestro tiempo, el aburrimiento es pantalla de alguna forma de angustia. Seguramente si prestamos atención al significante "aburrimiento", vamos a darnos cuenta que en la búsqueda de algo que no nos aburra, nos perdemos del encuentro con lo nuevo, con la sorpresa de un desafío que nos ayude a enfrentar de otro modo cualquier circunstancia de la vida. Aceptaré por lo tanto el desafío, para ponerme en movimiento!!"
Lic. Graciela Allende
Psicoanalista
Prof. de Psicología de ISEFI "Hugo Quinn"

jueves, 4 de septiembre de 2008

Me aburro

Este texto lo colocamos en la cartelera del gimnasio para dar respuesta a aquellas situaciones en las que los alumnos manifiestan que se aburren al hacer actividad física.
¡ME ABURRO!

Nos lo dicen todos los días. Algunos de nuestros alumnos nos lo repiten siempre, tan luego les indicamos caminar en la cinta o hacer una serie de abdominales.
En la época en que solía sentirme culpógeno, me preguntaba...Y ahora...¿Cómo hago para entretenerlo?
En general, apelaba a la razón científica; con lo que conseguía dos cosas: aburrirlo con la propuesta y con la explicación.
Hoy, que ya no soy un optimista de ida sino un pesimista de vuelta, suelo contestarles: “Es lógico que te aburras; pero para la próxima vez que vengas te prometo que te traeré un pony con un monito encima; te harán pruebas mientras pedaleas y estarás de lo más divertido”.
Desde luego que la ironía y el humor pueden servir para matizar algunas situaciones. O para ayudar a pensar. Pero no sirven para todas ellas. En este caso, la clave pasa por otro lado. Pasa por ayudar a las personas a que ubiquen aquellos aspectos de su vida a los que han decidido otorgarle significado. El cuerpo puede ser uno de esos territorios.
Analicemos, en primer lugar, las razones más frecuentes que llevan a las personas a hacer actividad física:
· Porque quieren verse espléndidas físicamente, habido cuenta que en la galaxia posmoderna refulgen tres estrellas: estar siempre joven, siempre delgada y siempre bella.
· Porque las manda el médico.
· Porque las manda su pareja.
· Porque las mandan sus padres, preocupados por la postura de sus vástagos o porque se lo pasan frente a las pantallas (de la TV, el celular o la computadora)
· Porque han terminado aceptando que muchas de las dolencias corporales y psíquicas que sufren se deben al sedentarismo y a un estilo de vida tóxico que no atinan a cambiar.
· Porque han comprendido que en el envejecer hay un componente voluntario y otro, inevitable.
· Porque quieren mejorar su eficacia en un deporte.
Así, llegamos al nudo de la cuestión...¿ Quién tiene la culpa de que yo vaya al gimnasio, pague la cuota y me aburra tanto como para no ir más o ir salteado?
NADIE. No es una cuestión de culpas. No es cuestión de aburrirse o no aburrirse. Es cuestión de analizar si uno acepta que “soy porque tengo un cuerpo”. Por lo tanto, lo que decida hacer o no hacer con él, constituye un reto, un desafío. A los desafíos se los puede aceptar o rechazar. Pero a todos nos atraen. De chicos decíamos: - !Te corro hasta la esquina!. O: - !Juguemos a la rayuela!. Hoy sería: ¿Vamos a jugar con la Play?
En un mundo sin valores, muchos pueden aceptar el desafío de triunfar en la lucha contra otros. Sin embargo, no necesitamos más campos de lucha, sino de confraternidad. Esa equivocación puede llevar al sufrimiento.
El cuerpo, en cambio, no tiene ese dramatismo. Plantea el apasionante reto de conseguir aquello que uno mismo se ha propuesto. Significa descubrir lo mejor de sí, el valor de lo aun no logrado, recobrar aquello adormecido por falta de uso, demostrarnos lo que somos capaces de conseguir cuando explotamos al máximo nuestras capacidades.
Puede haber presiones sociales, pero, en definitiva, uno elige. Por eso Sartre decía: “Soy todo aquello que he logrado, con lo que los otros trataron de hacer conmigo” .
Aceptar estos desafíos no tiene porqué significar sufrimiento. Puede ser muy placentero. Puede recuperarse o sentirse por primera vez, esa suerte de placer animal que experimenta el hombre al jugar o relacionarse, de una u otra forma, con ese a veces olvidado propio cuerpo.
M.G.





miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿Como aumentar la intensidad de las caminatas?

Se puede hacer algo simple de diferentes maneras

Si bien la caminata es un excelente ejercicio para la salud, a la hora de incrementar la intensidad de la misma surgen preguntas tales como ¿muevo más los brazos?, ¿camino más rápido?, esta inquietud de escribir este artículo me surgíó tras la pregunta de una alumna, con la cual venía trabajando caminatas con pesas, ya que no quería trotar o correr por el alto impacto y porque tiene antecedentes de várices en su familia, entonces me surgió la idea de caminar con bastones, creyendo que había inventado la pólvora consulté en internet y me encuentro con la noticia de que la Nordic Walking ó caminata con bastones ya estaba inventada:
"El primer tipo de Nordic Walking se remonta a principios de los años 1930 en Finlandia cuando el Equipo local Finlandés de Esquí Nórdico empezó a entrenar con la técnica de esquí nórdico también durante el verano, caminando y corriendo con bastones de esquí".
"Las primeras investigaciones y tests sobre los efectos beneficiosos para la salud del Nordic Walking datan de 1996 en Finlandia".
"El Nordic Walking, en su forma actual se inicia en 1996".
"Exel propone, en 1997, el nombre Nordic Walking para uso internacional, traduciéndose en España como Marcha Nórdica. A su vez se desarrolla el primer palo de fibra de carbono para dicha práctica y se inicia el desarrollo internacional de esta nueva práctica deportiva".
"En el 2000 se constituye en Finlandia la INWA (Asociación Internacional de Nordic Walking), siendo los primeros miembros Finlandia, Austria y Alemania. Actualmente existen 16 países miembros oficiales y se están desarrollando actividades en 40 países".
Después de leer decidí comprar dos bastones comunes, sacar la medida para mi (altura x 0,7) y decidirme a utilizarlos a la orilla del río de mi ciudad.
Una experiencia personal:
En la mañana del día del amigo, me decidí probar los bastones caseros para realizar la caminata, haciéndole caso al dicho popular "en la cancha se ven los pingos".
Al principio me sentí medio desubicado, pero luego comencé a "tomarle" la mano a los bastones, los desplazaba alternamente y en algunos momentos al mismo tiempo y note como, si bien se me facilitaba la caminata, me cansaba más, comencé por un terreno llano y luego por uno con distintas pendientes y realmente me fatigó, sentía que estaba esquiando por el pasto, durante la misma me surgieron posibles aplicaciones, como aplicarla con la alumna que me estimuló a escribir, agregándole los bastones a la caminata con lastre, si es que se anima a superar el prejuicio de hacer algo nuevo sin importar el que dirán, sobre todo un una ciudad chica como en la que yo vivo, y si no realizarla yo porque realmente me gustó mucho….(ja, ja , ja)
Resumiendo:
Algunos datos científicos que fueron publicados en el boletín de la asociación de Nordic walking de España, su autor José Manuel De Mallorca nos dice:
"Las respuestas fisiológicas al caminar con y sin bastones se estudiaron por Hendrinckson (1993) y por Porcari y otros (1997)".
"Se encontró que el uso de bastones aumentó significativamente la absorción de oxígeno, la frecuencia cardíaca y el gasto de energía en aproximadamente un 20% en comparación con los que caminaron sin bastones".
"Caminando con los bastones principalmente mejora la aptitud aeróbica, la resistencia muscular, disminuyen los dolores en la zona del cuello y hombros, puede tener efecto positivo en el estado de ánimo. Caminar con bastones es una actividad física segura y divertida que se ajusta a todas las personas".
Creo que es una interesante actividad para utilizar con alumnos que no desean trotar ni correr y por lo tanto, podemos ir incrementando la intensidad de la caminata común realizándola con bastones comunes y cuando se llega a un estado físico más elevado (no menos de 6 meses) se puede agregar peso en manos y piernas, siempre respetando los principios del entrenamiento (de lo poco a lo mucho) para evitar lesiones.

Néstor Trepode
Prof. en Ed. Física
Personal trainer
e-mail nestor.trepode@gmail.com

jueves, 24 de julio de 2008

Disfunción eréctil, un indicador temprano de afección cardíaca

Su diagnóstico debería motivar la búsqueda de factores de riesgo cardiovascular

El problema no se resuelve sólo con Viagra. O por lo menos a eso no debería limitarse la consulta médica de los varones de entre 35 y 50 años con disfunción eréctil, a quienes les vendría bien aprovechar esa visita para evaluar su salud cardiovascular, ya que cada vez se cuenta con más evidencias de que ese trastorno sexual es un indicador temprano de enfermedad cardiovascular.

"La disfunción eréctil pareciera ser un marcador de disfunción cardiovascular. Hay estudios que muestran que la disfunción eréctil en varones de entre 35 y 50 años de edad precede en 4 o 5 años a los problemas cardiovasculares", dijo a LA NACION el doctor Sidney Glina, jefe del Departamento de Urología del hospital Ipiranga de San Pablo, Brasil.

Eso es lo que demostró un estudio realizado en Estados Unidos, sobre 10.000 varones que fueron seguidos durante siete años. "El estudio encontró una relación lineal entre disfunción eréctil e infarto", comentó el doctor Jay Chang-Hyun Lee, experto en disfunción sexual del hospital Rockyview de Calgary, Canadá.

La disfunción eréctil comparte con las enfermedades cardiovasculares los mismos factores de riesgo: obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol elevado. Y así como el exceso de peso y los niveles altos de glucosa en sangre, tensión arterial y colesterol obstruyen y lesionan progresivamente las arterias cardíacas y acercan a la persona al infarto, ese mismo daño vascular ocurre en el pene y causa disfunción eréctil.

Todos esos factores de riesgo cardíaco, además, minan la producción de la principal hormona masculina, la testosterona, cuya deficiencia se asocia también a la disfunción eréctil. Eso es lo que confirman recientes estudios realizado por investigadores del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Uno de los estudios comparó a varones con disfunción eréctil y sin ella, y halló que, a mayor sobrepeso, menores niveles de testosterona. Respecto de otro estudio, del que participaron varones de entre 20 y 60 años, comentó el doctor León Litwak, jefe de la Sección Diabetes y Metabolismo del Italiano: "Vimos una mayor prevalencia de disfunción eréctil entre quienes tenían dislipemia [trastornos del colesterol] o hipertensión".

"Encontrar disfunción eréctil en una persona joven, que no sea por causa psicológica, nos debe llevar a buscar otros factores de riesgo cardiovascular", opinó Litwak.

El quinto elemento

Obesidad abdominal, hipertensión, resistencia a la insulina y trastornos del colesterol (HDL y triglicéridos). La presencia de al menos tres de esos componentes define el llamado síndrome metabólico (ver ilustración). Y tener síndrome metabólico significa tener riesgo de infarto y de diabetes.

En la actualidad, ya se oyen voces que proponen la disfunción eréctil como el quinto elemento del síndrome metabólico. "Sabemos que los varones con hipertensión, obesidad, colesterol elevado o resistencia a la insulina están en riesgo de desarrollar un infarto, por eso buscamos el síndrome metabólico", dijo Lee.

"Pero también hallamos que esos mismos varones tienen un riesgo mucho más alto de disfunción eréctil -agregó Lee-. De modo que ahora consideramos la disfunción eréctil como la quinta parte del síndrome metabólico. Porque existe un vínculo muy fuerte entre disfunción eréctil y enfermedad cardíaca."

"Como se sabe que la disfunción eréctil puede preceder a un problema cardiovascular -completó Glina-, creo que el médico que recibe a este paciente debe medir su presión arterial, su glucosa en sangre, sus niveles de colesterol. Son medidas simples, que vale la pena realizar."
Todos estos factores de riesgo que comparten la disfunción eréctil -que afecta al 35% de los varones de entre 40 y 70 años- y la enfermedad cardiovascular son prevenibles y, en gran medida, modificables. En muchos casos, un cambio hacia estilos de vida más saludables, lo que es de probada eficacia para reducir el riesgo cardiovascular, puede bastar para revertir la disfunción sexual de los varones con síndrome metabólico.

"Sólo haciendo actividad física y dieta, muchos de estos pacientes, al bajar de peso, pueden mejorar su función sexual", dijo el doctor Pablo Knoblovits, a cargo del Sector Andrología del Hospital Italiano, y coautor, junto con los doctores Costanzo, Rey Valzacchi, Gueglio y Layus, de los citados estudios.

En otros casos, el tratamiento de la disfunción eréctil debe complementarse con el uso de los inhibidores de la fosfodiesterasa-5, familia de fármacos cuyo primer exponente fue el sildenafil (Viagra, según su nombre comercial en EE.UU.), pero que hoy cuenta con otros fármacos como el vardenafil o el tadalafil. "La medicación funciona en entre el 70 y el 90% de los pacientes", precisó Glina.
FUENTE: De la Redacción de LA NACION . Por Sebastián A. Ríos .

martes, 22 de julio de 2008

VIDAS CON SENTIDO

Si queremos vidas largas, con un poco de suerte genética, alimentación razonable, ejercicio y la ayuda de la ciencia, podemos lograrlo. Pero...¿Largas, para qué?
Para muchos la respuesta puede consistir en lograr poder, dinero, reconocimiento social, éxito, acumular objetos o saberes e, inclusive, seguridad. En proporciones difíciles de precisar, tales cosas son admisibles, sobretodo en Occidente. El asunto es que suelen convertirse en fines en sí mismos y no en medios para alcanzar una vida trascendente.
Preguntémoslo otra vez y de manera ligeramente diferente...¿qué es vivir? ¿Cuáles son las cosas de veras preciadas y necesarias? Arriesguemos algunas respuestas: la amistad y su cultivo, las aficiones creativas, el tiempo para la charla y la comunicación con los seres queridos, la atención a la salud corporal y espiritual, el desarrollo del potencial emocional e intelectual.
Mariano Giraldes

martes, 1 de julio de 2008

LA VIDA COTIDIANA

En lo cotidiano, la clave es potenciar los vínculos relacionales, la confianza del uno en el otro porque ahí es dónde el miedo y la desconfianza han golpeado más fuerte. Debería poderse crear proyectos comunes, rescatar el valor de la palabra, desarrollar la empatía con el otro.

jueves, 26 de junio de 2008

ALCOHOL... ¿EL MISMO EFECTO PARA TODOS?

El alcohol no tiene el mismo efecto a cualquier edad. Las razones son las siguientes:
  1. Hasta los 21 años no se desarrolla el sistema oxidativo que permite metabolizarlo o sea "asimilarlo" con mayor o menor propiedad.
  2. Hasta esa edad el sistema neuronal no se termina de desarrollar.
  3. El sistema de desintoxicación tampoco esá maduro en la adolescencia, ya que necesita de la inducción de las hormonas sexuales.

Recordar:

  • Al tomar alcohol, se sepa o no, uno se "mete" adentro del cuerpo un psicofármaco que va a traerle depresión ya que no es un estimulante como se cree, más que en su primera fase.
  • En la segunda etapa es depresora de distintas capas de la corteza cerebral. Por eso los patéticos cuadros de chicos vomitando, tirados por el piso como consecuencia de los excesos.
  • El alcohol no es alimento porque no ingresa energía ni masa al organismo con su ingesta. Lo que ingresan son calorías vacías que engordan, dado que cada gramo de alcohol tiene 7,1 calorías.
  • Una sola dosis excesiva, durante el embarazo, pasa a través de la barrera hematoplacentaria y puede producir malformaciones craneofaciales en el bebé.
  • Ciertos rituales de moda tales como beber, varones y mujeres por separado, antes de ir a bailar, beber luego en la entrada de la disco y, por último, adentro del boliche un "mix" de bebidas, mezcladas en un único recipiente, no son pasaporte a la diversión. Más bien todo lo contrario. Combinar con bebidas energizantes y viagra agrava los cuadros.

martes, 17 de junio de 2008

ACERCA DE LA EVALUACIÓN (continuación)

El currículo por objetivos

Un currículo por objetivos ganó rápidos adeptos en el campo de la Educación Física porque coincide con la racionalidad técnica e instrumental que siempre ha predominado. Con ciertos aspectos de la misma se puede coincidir. En definitiva no creo que muchos duden que los alumnos deben aprender habilidades motrices de validez social y deben poder concretarlas con un mínimo de aptitud. El problema es la exageración y las consecuencias de una errada aplicación de esa racionalidad técnica, una de las cuales es su influencia concreta sobre la elección de los contenidos y la manera en que se trasladan. Se enfatiza la enseñanza de aquellas actividades cuya performance se puede medir o cuantificar su ejecución.
Dicho proceder comenzó en los años 60 y perdura sin dudas hasta nuestros días.
De estas concepciones a que la evaluación en Educación Física se limitase primordialmente a test de condición física y habilidades motrices, hay un solo paso.
Estos procederes han recibido sus críticas. Así, Kirk, D. (1995) en “Educación Física y currículo” dice: “La mayor parte de los tests aplicados en la Educación Física escolar provienen de dos grandes campos de conocimiento, ambos muy cercanos a las ciencias biomédicas (sobretodo de los marcos de pensamiento y racionalidad que existen detrás de su aplicación): el rendimiento deportivo y la antropometría.
Y repite que este sistema de evaluación “proviene del modelo curricular por objetivos. Un enfoque centrado en la conducta del alumno y claramente vinculado con una preocupación por medir su rendimiento, el cual se considera como indicador de la enseñanza y la calidad de un programa educativo”.
A su vez Blázquez (1999ª: 173-174) encuentra seis aspectos censurables al utilizar los tests tradicionales como evaluación:
  1. Tienen una meta estática: nos presentan un inventario de factores motrices como criterio del nivel motriz real del individuo.
  2. Confunden la capacidad medida por un test concreto, con las capacidades potenciales y reales de un individuo.
  3. Descuidan la eficacia motriz funcional.
  4. Pretenden llegar a una puntuación final justificada que globalice los resultados del sujeto. Están más centrados en los productos finales que en los procesos seguidos.
  5. Los tests tienden a utilizar el desvío de la norma más como elemento de diferenciación de los sujetos que como punto de partida para rastrear las dificultades del alumno.
  6. Desembocan en un parcelamiento de la motricidad al resumir la complejidad de la conducta motora a un mosaico de factores.

Estos aspectos considerados por Blázquez muestran que si la evaluación en Educación Física se reduce a la medición de la condición física y de ciertas habilidades motrices, es lógico suponer que las clases estarán destinadas al entrenamiento de esos aspectos, lo que implica una muy limitada visión y comprensión de la importancia de conseguir otros objetivos más complejos, genéricos y formativos. Como por ejemplo el largo y costoso aprendizaje del fair-play, importantísimo en una época en que se despenaliza todo y no existen normas respetadas de comportamiento social.

Recuerdo cuando hace años atrás se intentó medir la condición de la aptitud física de los estudiantes secundarios de la Argentina en un muy loable intento. El resultado fue que comenzó a entrenarse la resistencia aeróbica “exclusivamente” a través de hacer correr el test de Cooper, todos los días.

Si sólo se enseñan y evalúan los niveles de práctica más básicos y simples en pro de conseguir objetivos operativos fáciles de medir, se dejan en el tintero los aspectos más complejos y ricos del aprendizaje motor como por ejemplo los aspectos perceptivos, de toma de decisión y de retroalimentación interna que justifican que hablemos de que la Educación Física es una verdadera Pedagogía de la Motricidad.

Ni hablar de todos los aspectos afectivos, sociales e intelectuales presentes en las buenas clases que no se evalúan dada la seria dificultad “de medirlas cuantitativamente”.

Y repito el concepto: No se trata de que no se deba medir objetivamente ciertos aspectos parciales de las conductas motoras a través de tests de aptitud física e inclusive, con todas las dificultades que ofrecen con tests de habilidades motrices. Tal procedimiento nos ofrece una información parcial que puede ser muy útil. Lo que estoy diciendo es que la evaluación no debe limitarse a esos aspectos, sino que debe servir para evaluar los aprendizajes y la enseñanza. La dificultad que esto encierra no debería llevarnos a negar que el problema existe y evitar buscar soluciones.

PUNTO CLAVE

No habría que medir exclusivamente lo que se “es” y lo que se “puede” en una fecha fijada por el profesor. Habría que evaluar lo que se aprende.

Por ejemplo, lo que se aprende en función de tejer una relación más placentera y sana con el propio cuerpo y el movimiento.

Desde luego que hay que aceptar que la utilización meramente calificadora de los tests, tiene su encanto. Es fácil, es cómodo, posee un aura de neutralidad que muestra la objetividad con que es juzgado cada alumno. El profesor es un juez imparcial que mide, cronometra y tabula resultados. Ese proceder no admite reclamos.

También hay que considerar que:

  1. En muchas ocasiones, el procedimiento que suele usarse al aplicar esos tests dista mucho de ser aceptable, desde el punto de vista científico, porque muestra un incumplimiento de los criterios de verdad por que se rigen: validez externa e interna, fiabilidad y objetividad.
  2. Como dije antes, es muy difícil objetivar la evaluación de la mayoría de las habilidades motrices y deportivas. Con el agregado de que la evolución en su ejecución de las mismas, rara vez se produce como consecuencia de lo aprendido en la escuela. La limitada frecuencia semanal de los estímulos, lo imposibilita. Esa evolución se debe a la práctica extra-escolar de algunos alumnos, que concurren a un club o un centro deportivo.
  3. Entusiasmados con el aparente rigor científico de la medición, muchos profesores dejan de considerar si su utilización es lo más coherente y adecuado, educativamente hablando.

¿Qué muestra la práctica?

Estas dificultades e incoherencias son fácilmente percibidas por todo el que enseña.

De manera que suele optar entre una de estas dos alternativas:

  • Se limita a enseñar y evaluar-calificar lo fácilmente medible.
  • O intenta llevar adelante un currículo más complejo y educativo pero no evalúa, en el sentido que le queremos dar al término. Cuando llega la hora de la calificación pone una nota de acuerdo al modelo dominante. Concuerde o no con lo que estuvo haciendo.

¿Qué se puede intentar como propuesta?

¿Cómo conseguir que la evaluación sea una ayuda y no una carga?

¿Cómo lograr que sea viable en las condiciones en que se desarrolla cada práctica?

¿Cómo integrar la evaluación con los procesos de enseñanza y de aprendizaje?

¿Cómo estructurar un sistema de evaluación útil y al servicio de la mejora de la enseñanza y el aprendizaje?

Los instrumentos de evaluación que deberían originarse al contestar estas preguntas deberían ser:

  • Adecuados.
  • De relevancia.
  • Veraces.
  • Que apunten a una evaluación formativa.
  • Integrados.

viernes, 13 de junio de 2008

NO HABLEMOS DE FUTBOL

Leí en un diario durante el verano: "`La idea es no hacer incorporaciones', dijo el entrenador de Tigre en el regreso a los entrenamientos", y como título central: "Cagna no precisa refuerzos". La nota ocupa media página superior del cuerpo central del diario, incluida una foto, esto es, 22 cm. x 5 columnas. Suele decirse que la noticia es el avión que se estrella pero no los miles de aviones que cumplen su trayecto sin inconvenientes. Se puede añadir que el fútbol es la única actividad en la sociedad en que también es noticia el avión que llega a destino sin problemas.
Si se supone que la noticia es que tal o cual club logró incorporar un refuerzo importante para su plantel, en este caso la noticia de media página es que no hay refuerzos. Imaginemos las posibles "noticias": hoy no hubo aumento de precios; hoy no hubo atentados en Irak, hoy no hubo declaraciones del Presidente. Cierta vez, un periodista ironizó: "Hoy no hubo piquetes ni cortes de calles"; en este caso, la noticia era por la negativa, lo que era un modo de poner de manifiesto que la multiplicación de las protestas sociales les había quitado su sentido original: si hay tantas y tan seguido es como si no hubiera ninguna. Si uno lee un libro subrayando lo que considera más importante, y en una hoja subraya todo menos un renglón, produce el efecto inverso: lo destacado va a ser el renglón no subrayado.
El conductor radial Héctor Larrea solía contar una anécdota. Durante la Guerra de Malvinas, él estaba conduciendo un programa y llegó un reporte tremendo desde la guerra que enmudeció a todos en el estudio. Para salir del estupor, Larrea atinó a decir "vamos a la información deportiva" y conectó con un pobre tipo que estaba en el entrenamiento de un club de fútbol, que arrancó así: "Afortunadamente no hay lesionados en Quilmes". La anécdota todavía arrastra la tragedia de aquellos hechos dolorosos pero, como toda anécdota de interés, aún mantiene su sentido: pone de relieve la desmesura y el sobredimensionamiento del fútbol en el espacio periodístico.
El fútbol se trata, como es bien sabido, de once tipos que quieren hacerle goles a otros once tipos; esa actividad tan sencilla, con reglas que entienden hasta los niños, es la que se analiza con mayor precisión y detenimiento de todas las actividades de la vida social. Para una jugada contenciosa que se repite en todos los partidos y en todas las fechas, por ejemplo, si fue o no penal, se utilizan cinco cámaras desde ángulos diversos y es analizada por un panel de supuestos periodistas y ex-jugadores que se pasan una hora discutiendo sobre el tema. Si un extraterrestre se topara con uno de estos programas, pensaría que el fútbol es algo complejísimo. Como a esta altura ya seré sospechado de intelectual y de no comprender los fenómenos populares, me adelanto a decir -como el que, sospechado de racista, aclara: "yo tengo un amigo judío"- que a mí me gusta el fútbol. Pero detesto los negocios del fútbol; de fútbol, mientras menos se hable, mejor.

Un dictador

Imaginemos que en el país asume el poder un dictador extravagante y que, en medio de una serie de medidas más o menos delirantes, no prohíbe los partidos de fútbol ni el acceso a tales o cuales personas a los estadios; prohíbe que se hable de fútbol en los medios. Sólo se admitirá la escueta mención de las actividades del día, como la cartelera de cine o las farmacias de turno, y los resultados del día anterior. Probablemente, a los pocos días estallaría una suerte de mercado negro de la información futbolera, con la Internet al rojo y los blogs saturados, pero iría menguando con el tiempo; los clubes perderían el fabuloso negocio de la televisación de los partidos y entrarían en bancarrota; los jugadores migrarían a otros países en busca de mejores contratos; los entrenadores dejarían de vestirse en Armani; no habría cómo financiar a los barrabravas y a los matones, quienes golpearían despachos de políticos y empresarios en busca de otro trabajo honorable.
Los ciudadanos se librarían de los periodistas deportivos y volverían a hablar, por ejemplo, de Gimnasia, y no del "once albiazul"; volverían a decir que tal jugador lleva la pelota y no que "toma contacto con el esférico". Los futbolistas no serían amenazados por asesinos con recibo de sueldo ni hostigados por noteros que siempre preguntan lo mismo; las empresas se alejarían del devaluado negocio y las camisetas lucirían sin propaganda alguna.
Es posible conjeturar, además, que quienes menos sufrirían la despótica medida serían los clubes chicos, a los que se les da un espacio ínfimo en los medios y no televisan sus partidos. Los hinchas volverían a ir a la cancha, sabiendo que corren igual riesgo que si van a ver un partido de hockey sobre césped; después del partido, lo comentarían, casi clandestinamente, en un bar con amigos, en el trabajo, en una reunión familiar. También migraría hacia otras actividades más rentables la dirigencia de nuestro fútbol, con su séquito de acomodaticios, intermediarios, representantes y parásitos con celular en la oreja y carpeta con inminentes transferencias. La televisión buscaría reemplazar rápidamente al fútbol y nos saturaría con informaciones sobre rugby, yudo o natación.
La verdad es que no sé que haría usted, lector, si ese exótico tirano llegara a asumir el poder. Yo sí lo sé: me calzaría la gorra y volvería a ir a la cancha.

FUENTE: Diario El Día de La Plata. Por José Luis De Diego

martes, 10 de junio de 2008

ACERCA DE LA EVALUACIÓN

Para muchos, las vacilaciones epistemológicas no son tan importantes a la hora de enfrentar la práctica docente. Las clases de Educación Física son, en general, bastante malas pero no por culpa de esas vacilaciones, sino porque somos ineficientes en el momento de abordar, planificar y resolver la tarea cotidiana.
Los desarrollos epistemológicos deben continuar pero deben hacerse simultáneamente con el aumento de nuestra eficacia. Que se conseguirá revisando en forma permanente lo que se hace todos los días.
La pregunta es...
¿Cómo lograr que las reflexiones teóricas y la investigación, verdaderamente, modifiquen la intervención pedagógica?
Viene bien recordar que, en definitiva, nosotros nos dedicamos a dar clases. Eso es lo que debe mejorar.
Puede ser útil plantearnos problemas concretos y analizar posibles soluciones. El que analizaremos hoy lo represento con una pregunta:

¿Por qué y para qué evaluamos?

El desafío es diseñar una forma de evaluación formativa que sirva a profesores y alumnos.
Poner una nota a un nombre cuyo “poseedor” tiene una cara que no recuerdo, no es una forma de evaluación que responda a alguna racionalidad curricular. O dicho más sencillo: que responda a algún discurso pedagógico.
Hay algo indudable: bajo cada sistema de evaluación que usemos subyace una concepción y una teoría pedagógica. Subyacen diferentes formas de entender la Educación Física y la Escuela. Por eso suele decirse:
“Decíme como evaluás y te diré como enseñás”
Y también es indudable que la mayor parte de las evaluaciones poco o nada tienen que ver con lo enseñado. Esa incoherencia –como muchas otras- espera soluciones sencillas. Hablo de soluciones sencillas porque en este caso, por ejemplo, no hace falta un proceder demasiado complicado. Consiste en:
Armonizar nuestras expresadas finalidades educativas, con nuestras prácticas de enseñanza y nuestro sistema de evaluación.
La búsqueda de modelos técnicos y de rendimientos motores de alguna clase –pese a cualquier discurso renovador expresado por los documentos curriculares de las Reformas que se han sucedido- parece ser la gran responsable del desajuste. Ha predominado una lógica (o racionalidad curricular) técnica o instrumental sobre una lógica centrada en los valores pedagógicos que se dice sustentar. Este enfrentamiento se advierte en otros temas y surge evidente apenas se escuchan las charlas informales de los profesores. Por ejemplo:
  • Discurso del rendimiento versus discurso educativo y de participación.
  • Currículo por objetivos versus currículo como proyecto y proceso.
  • Discurso de una educación democrática, activa, constructivista versus una educación mecanicista, trasmisora, reproductora.

Desde luego que en nuestro territorio el debate se ha disfrazado de diferentes maneras. Así, por ejemplo, es muy frecuente escuchar: “Yo no evalúo sólo rendimientos objetivos sino también los subjetivos”. “Creo necesario premiar el esfuerzo del “gordito” o del “menos dotado”. Muy bien, pero debería existir una razonable “objetividad” dentro de la “subjetividad”. Porque detrás de tal planteo no suele existir otra cosa más que la muy concreta subjetividad del profesor que quiere ponerse el ropaje de evaluador justo. Porque si el poco apto no mejora de acuerdo a ciertas pautas, no merece el premio a la constancia, al esfuerzo o a la dedicación.

De manera que, en el fondo, sigue primando el concepto de cuerpo disciplinado a partir de parámetros externos al alumno. Aunque suene duro, el problema que estamos planteando existe porque como consecuencia de la racionalidad técnica, la evaluación cumple funciones de medición, control, calificación y poder.

Esto no significa que en la Educación Física no se pueda medir en ciertas situaciones, controlar los aprendizajes ni realizar evaluaciones sumativas. Lo que estamos analizando es que reducir todo el proceso evaluador a una simple medición con el único fin de poner una nota, es un extendido procedimiento que debe ser revisado. Sin duda, cada vez que la mayoría de los docentes habla de evaluar, se está refiriendo a poner una nota.

Y muchas veces ese procedimiento se utiliza como control de los alumnos y de poder sobre los mismos. Especialmente en aquellos casos que al profesor le fallan otras estrategias personales con las cuales construir su autoridad. Es frecuente que se escuche la siguiente frase que ejemplifica perfectamente esto que estoy diciendo: “No tengo otra arma de control más que la libreta”.

Por eso la validez del conocido aforismo que dice: “Detrás de la defensa de la autoridad de la técnica, se está escondiendo la técnica de la autoridad”.

¿Por qué cuesta tanto otorgarle otro sentido a la evaluación?

La evaluación debería ser comprendida como un proceso en vez de cómo un simple resultado. Inclusive hay que decir que muchos aprendizajes no muestran rendimientos inmediatamente. Existe una causalidad retardada, como muchas de las lecciones que aprendemos de nuestros padres: las advertimos como tales mucho tiempo después de que se han producido.

Además, debe ser entendida como un proceso de diálogo entre todos los implicados y no como una simple medición de la mejoría en el test de Cooper.

Y por último la evaluación debe servir para comprender lo que está sucediendo con la enseñanza y con el aprendizaje. No parece tan complicado y seguramente estas palabras coinciden con lo expresado en muchos documentos curriculares. ¿Por qué no se pone en práctica?

Sencillamente porque existe una cultura profesional y escolar que transforma este problema en uno de muy difícil solución.

En la próxima entrega nos referiremos al currículo por objetivos.

jueves, 5 de junio de 2008

Las relaciones que las personas tejen con sus cuerpos

La diversificación de las prácticas corporales
En las sociedades modernas el deporte era la actividad física por excelencia. Implicaba una relación ascética con el propio cuerpo. Una relación que presuponía el esfuerzo del entrenamiento durante largos años y hábitos de vida espartanos, para que finalmente, pudiese llegar la competencia y quizás el instante sublime del triunfo y el reconocimiento.
Subyacía una concepción del cuerpo que, con matices, variaba entre considerarlo:
  • Maquinaria sumisa apta para el rendimiento deportivo.
  • Objeto de sufrimiento en pro de conseguir objetivos estéticos.
  • Receptáculo saludable del intelecto. (Mens sana in corpore sano)

En las sociedades posmodernas, en cambio, el concepto de cuerpo como instrumento sobre el que se puede disponer pierde peso y aparecen otras concepciones que lo contradicen. Surgen nuevas actitudes frente a él y nuevas formas de cultivo del mismo. Parece razonable incorporar todo aquello que sirva para que una persona viva más a gusto con su corporalidad, que la ayude a no vivirlo como una carga, que no sienta que debe conformarse con menos de lo que realmente desearía. En definitiva, toda persona debería poder seleccionar con libertad lo que hace con su cuerpo, eligiendo de acuerdo a su experiencia personal, a la comprensión y al conocimiento. Y no prefiriendo en función de la escasez de posibilidades que ha tenido durante su vida y de la ignorancia.

Como consecuencia, han comenzado a surgir prácticas que rescatan esos cambios y que implican una relación diferente con el propio cuerpo. Por ejemplo:

  • El modelo hedonista: (Las actividades físicas de aventura en la Naturaleza).
  • El modelo narcisista: (El físico culturismo y todas las formas de gimnasia que buscan la estética corporal).
  • El modelo etnomotriz: (Los juegos y deportes que se basan en otros, muy antiguos, cuya esencia consistía en demostrar las habilidades físicas necesarias para el trabajo cotidiano, característicos de ciertas regiones y culturas como la doma, el pato, enlazar y pialar novillos, el descolgarse de la maroma, el transportar y lanzar grandes pesos, hachar troncos, etc.).
  • El modelo místico: Antes de mencionar las diferentes actividades físicas que integran este modelo comencemos con una breve aproximación al significado de lo místico.

Místico es aquel que a través de su potencial individual logra, una unidad con Dios. O con el alma universal para los que creen en religiones transuniversales, o con la conciencia cósmica para los agnósticos. Dice Javier Olivera Beltran que "En todas las grandes religiones se encuentran corrientes místicas y sorprendemente, las descripciones de estas experiencias coinciden de manera singular a través de las distintas culturas". Las prácticas que representan este modelo son el yoga y el Tai-Chi entre las más conocidas.

  • El modelo escénico: (Las guerras simuladas cuyo objetivo más o menos encubierto era superar los traumas ocasionados por una guerra perdida como la de Vietnam, los combates de moros contra cristianos bastante populares en España, etc.).
  • El modelo de riesgo aumentado: (Los deportes y juegos de alto riesgo como el ascenso de cascadas, el sky-board, el puenting, el descenso en sky en paredes casi verticales).

miércoles, 4 de junio de 2008

Las relaciones que las personas tejen con sus cuerpos (continuación)

Existe una mayor conciencia de la importancia de las prácticas corporales para preservar la salud.
Hasta no hace demasiado tiempo, si una persona sufría un ataque cardíaco su médico le recomendaba quedarse tranquilo y no moverse. Hoy le manda que haga un programa controlado de ejercicios una semana después del infarto. Tal cambio en el paradigma médico con respecto al ejercicio, no se produce porque sí. Vencidas las enfermedades endémicas (viruela, tuberculosis, malaria, peste), las ciencias médicas han comprendido que los individuos que no hacen ejercicio regularmente, corren más riesgos de contraer las enfermedades "de la civilización" o del sedentarismo. Las afecciones coronarias, la hipertensión, la hiperlipidemia, los trastornos mentales y las enfermedades osteo-musculares, son algunas de las más importantes.
Un informe de los Centros de Control y prevención de enfermedades (CDC) de los Estados Unidos afirma que más del 60% de la población adulta de los países desarrollados y una cifra similar en las áreas urbanas de naciones menos favorecidas no alcanzan niveles suficientes de actividad física. El problema no es menor si se tiene en cuenta que al menos dos millones de muertes anuales en el mundo pueden atribuirse a la vida sedentaria.
Las numerosas investigaciones justifican el cambio de dirección de la medicina clásica. El remedio prescripto es sencillo: hay que mantenerse activo, hacer ejercicio sistemático y de intensidad suficiente durante toda la vida.
Casi todo el mundo parece también haberlo entendido y numerosas investigaciones lo indican. Ellas muestran que la primera razón por la cual la gente realiza ejercicio ES MANTENERSE EN BUENA FORMA FISICA. A la que relacionan con el bienestar y la salud. Aunque pudiera en muchos casos opinarse lo contrario, la apariencia física más abajo en la lista de preferencias. Lo que es alentador, ya que permite suponer que no es el deseo de tener un buen aspecto la preocupación predominante.
De cualquier manera, en la Argentina, las encuestas dejan mucho que desear. Si bien no existen datos precisos que describan la situación del país, la Secretaría de Deportes realizó un estudio exploratorio (2000) sobre los hábitos de la actividad física y deportiva de la población, llamado Censo Deportivo 2000. El trabajo realizado sobre 5000 hogares reveló que, en los dos sexos, casi el 90% realiza "alguna" actividad física, relacionada, por lo general, a la escuela. (Desde luego que el estudio nada dice acerca de si la frecuencia, intensidad y control del progreso son suficientes).
Luego de la edad señalada, el porcentaje cae, aunque ese descenso es mucho más marcado en las mujeres. A partir de los 20 años, realiza actividad física sólo el 30%. En los varones, en cambio, cerca de la mitad mantiene la práctica hasta los 30 años y luego comienza a descender. O sea que cuidan al cuerpo mientras "el cuerpo se cuida solo". Y se abandonan cuando precisamente más falta haría preservar hábitos de vida activa y saludable.
Dos razones son las más citadas cuando de explicar la inactividad se trata: falta de tiempo y de dinero. El hecho de que la escuela y los espacios públicos encabezan la lista de lugares de práctica más frecuentes, revela la citada dificultad económica.

martes, 3 de junio de 2008

Las relaciones que las personas tejen con sus cuerpos

El mundo de las prácticas corporales muestra una muy saludable expansión y, además una diversificación sorprendente. En las sociedades actuales, las personas han encontrado nuevos modelos de relación con sus propios cuerpos. Esa relación es más rica, más desinhibida y más libre. Pero también es una relación que muestra conflictos profundos.
No se ha abandonado del todo el criterio de interpretar al cuerpo como instrumento que debe ser apto y también se lo supone lugar donde deben grabarse experiencias motrices. En cambio, se lo sigue desconociendo por sus significados, sus deseos, sus límites, su pertenencia social y cultural. Tal escisión -nada recomendable- debe todavía ser superada.
También, en la travesía del sujeto moderno, el cuerpo ha sido objeto de profundas discusiones ideológicas. Así, Giogio Agamben, siguiendo a Foucault sostiene que en particular, el desarrollo y triunfo del capitalismo, no habrían sido posible, sin el control disciplinario ejercitado a través de tecnologías adecuadas, que han logrado crear los "cuerpos dóciles" que eran necesarios.
Y Ricardo Foster (2003) al referirse a nuestra propia historia argentina dice: "En nuestra historia el ejercicio del poder siempre ha pasado por el dominio de los cuerpos. La política de las clases dirigentes estableció, desde los orígenes, una clara acción de control, sometimiento, represión, pedagogización y seducción que atravesaba casi todas las esferas de la vida. Desde las leyes contra la vagancia hasta los debates imposibles sobre el cuerpo-mercancía de prostitutas y travestis, el acto de ejercer el poder tuvo como lugar simbólico y efectivo el cuerpo del otro, ese cuerpo legislable y reprimible garantía ejemplar para fortificar la tranquilidad de una mayoría de honestos ciudadanos dispuestos a sostener la moralidad pública."
"Pensar el cuerpo es, entonces, internarse en un territorio en el que se ha ido forjando la trama profunda de nuestra historia, es descubrir el otro rostro de un proyecto de nación que desplegó sus terribles cuotas de barbarie allí donde precisamente venía a consolidar su modelo civilizatorio. Marcas y ausencias de cuerpos que, en su enmudecimiento, dicen lo indecible de nuestras miserias y violencias. Grafías que señalan el mapa de una sociedad que no ha podido sustraerse a sus deudas y a sus fantasmas."
Por otra parte, parece atravesar la cultura actual la comprensión de que quién aspire a una mejor calidad de vida, quien quiera vivir mejor, deberá vivir más intensamente su yo corporal, de forma de ser más adaptable al mundo y a la sociedad que lo circunda.
Los cambios -con sus aspectos positivos y negativos- se han producido por una serie de razones que se influencian mutuamente. Las iremos presentando en sucesivas entregas.

lunes, 2 de junio de 2008

Riesgo cardiovascular en la niñez y adolescencia

  • En el mundo 22 millones de niños de 5 años son obesos y muchos más tienen sobrepeso.
  • En todo el mundo cerca del 25% de los estudiantes fuma y encendió su primer cigarrillo antes de cumplir los 10 años.
  • Dos tercios de los niños del planeta no realizan suficiente actividad física como para cuidar su salud.
  • Sonia Caprio del Departamento de Pediatría de la Universidad de Yale, demostró que las arterias de chicos obesos de 11 y 12 años presentaban ya signos avanzados de inflamación endotelial, el punto de partida para el infarto de miocardio y el accidente cerebro vascular (ACV).
  • Se estima que los chicos con sobrepeso y obesidad tienen un riesgo de 3 a 5 veces mayor de sufrir un infarto o un ACV antes de cumplir 65 años.
  • En la Argentina el 7% de los chicos padece obesidad. Y el 48 de esos chicos obesos es resistente a la insulina, condición que lleva la diabetes), según un estudio del Hospital Garraham. El 40% de esos niños era hipertenso y el 22% tenía niveles altos de colesterol.
  • Hoy una de cada tres muertes es de origen cardiovascular. Por eso hay que comenzar en la niñez con la prevención para que ese porcentaje disminuya.
  • La publicidad de alimentos afecta las preferencias de los niños; está demostrado que cuantos más avisos publicitarios ven en la televisión, más snacks y calorías consumen -señala la Federación Mundial del Corazón-. Los estudios muestran también que el tiempo que los chicos pasan mirando televisión y la cantidad de gaseosas que toman se asocian con la obesidad.
  • El daño arterial en chicos con obesidad y sobrepeso puede ser revertido con hábitos alimentarios saludables y un mayor nivel de actividad física.
  • Tras seis semanas de dieta hipocalórica baja en grasas y alta en hidratos de carbono complejos y de un plan de ejercicios regulares se observó una reducción del perímetro de cintura, así como un descenso en los niveles de colesterol y un mejoramiento del funcionamiento de las arterias, muestra un estudio de la prestigiosa revista "Circulation".
  • Se aconseja un mínimo de 30 minutos de actividad física diaria.
  • Los adultos deben dar el ejemplo adoptando ellos mismos hábitos de vida saludables.