tag:blogger.com,1999:blog-44223228380636275622024-03-14T02:15:40.340-07:00Educación Física VirtualUn Blog dedicado al análisis, la descripción y la reflexión de temas que tienen que ver con la cultura de lo corporal en las sociedades actuales.
En consecuencia se abordan temas referidos al Deporte, la Educación Física, la Gimnasia y las actividades corporales en la Naturaleza.Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.comBlogger168125tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-80694154045808618972014-04-24T16:51:00.000-07:002014-04-24T16:51:45.774-07:00“Guapas si, tontas no “<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">La ficción, muchas
veces habla más de la realidad, que la realidad misma. Por eso miro tele. Si algo no pasa por su pantalla: es
porque no existe. Después vemos si es verdad o no, pero primero tiene que estar
ahí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Con esta premisa,
me dispuse a ver la nueva serie <i>“Guapas</i>
“. Azarosamente, enganché un capítulo donde
un grupo de amigas se había anotado en una “clase que, luego me entero, era de Cross
Fit. Ahí estaba el grupete, decididas a hacer algo por sus cuerpos y también, por qué no, por sus cascoteadas almas. Todas ellas
haciendo un gran esfuerzo de voluntad y económico: “nos costó como tres clases
de Pilates”- se quejó la más joven-. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Entonces aparece en
escena el instructor. Aquel hombre enorme,
intimidante. Con su musculosa negra, pantalón verde militar y un rictus que
metía miedo. Con gritos amenazantes, exigía a sus reclutas - o quizás alumnas- no parar. Y todas obedientes, seguían. Todas
menos una, el personaje que estupendamente bien interpreta la talentosa Mercedes Morán, que con
atrevimiento replicó: ¡andáte a la mierda! Simple, sencilla y sin eufemismos.
De esa manera resumió el sentimiento de muchos sufridos alumnos que se ven sometidos
a un rigor desmedido y, que frente al alarmante auge de algunas clases de
fitness, en las se confunde superación con exigencia desmedida, y consignas con
órdenes imperativas de dudoso beneficio pedagógico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Puede ser que a
algunas personas les guste pero tratemos, nosotros como docentes, de analizar
críticamente todo lo que nos llega desde las usinas del fitness mundial, sin
perder de vista que esa persona que tenemos en nuestra clase ya ha tenido
suficientes malos tratos a lo largo del día. ¿Se merece otro más? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Podemos parodiar
una clase con una disciplina cuasi militar -como con tanta gracia lo hace
Daniel Tangona- pero por favor queridos colegas y amigos que no nos devore el personaje.
Hay mucha gente que necesita contenidos corporalmente significativos, y no
envases camuflados que disimulen una
estructura de clase que no contemple toda la riqueza y sutileza de movimientos
de la que son capaces las personas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Después de muchos
años de gritar, me di cuenta que con una sonrisa y una amable indicación, se
logra más que con un grito. Eso si queremos tener alumnos inteligentes, sino
tengamos reclutas, es más fácil.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Carrera Marrr....<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Autor: Profesor Miguel Ordoñez</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-19824043497622891012014-03-21T16:36:00.000-07:002014-03-21T16:36:26.052-07:00Las tensiones entre la evaluación y la acreditación, como condicionantes de nuestras prácticas.<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por Gustavo Carnevale</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Intentaré
tensionar la evaluación y la acreditación, en las clases de educación física.
Sin considerar que sea capaz de definir o proponer una solución concreta,
definitiva, precisa y mucho menos efectiva. Considero necesario reflexionar
sobre los modelos o tendencias con las cuales seguramente podremos
identificarnos, al menos una gran cantidad de profesores, ya que existirán más opciones que las que aquí planteo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque
no debería ser una cuestión que desvele en lo más mínimo a quiénes son, o
dirigen sus esfuerzos en convertirse en maestros del cuerpo. Al menos, si se
entiende por maestros del cuerpo, a quienes se posicionan frente a sus alumnos,
adhiriendo a una Educación Corporal que ayude a construir sentido y significado
en los niños y jóvenes que participan de las clases de educación física,
valiéndose de la permanente transmisión de saberes sobre el cuerpo, a través de
la intervención sobre las prácticas corporales, con la intencionalidad de
transformarlas en educativas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin
embargo, la evaluación en la clase, es siempre un tema importante. Cuya importancia
esta liada al sentido que el “evaluador” le otorgue. Imponiéndose como punto de
partida, la trascendental necesidad de diferenciarla de la acreditación. Si
bien muchas veces se las suele confundir, dado que cumplen funciones
complementarias –al menos en los sistemas educativos organizados- es preciso
ser tajante en diferenciarlas. La acreditación es sólo una cuestión
administrativa obligatoria del sistema educativo. Nacido y criado a la sombra
del liberalismo y neoloiberalismo,
justificado por la ciencia moderna y cuya función es servir como “organizador”,
etiquetando a los individuos e individualizando a cualquier posibilidad de
aparición del sujeto<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante
los años 90, más precisamente a partir de la construcción de la Ley Federal de
educación, donde aparece explícitamente mencionada la palabra “acreditación”,
se produce un fenómeno paradojal, cuando aparecen -la evaluación y la
acreditación- como conceptos disímiles, no logran diferenciarse una de la otra,
al menos en las prácticas diarias de la educación física. Posiblemente por ser
la educación física, un claro exponente –bastante eficiente - de los mecanismos etiquetadores e
individualizantes de la modernidad, que se niega por “principios”, a pensar más
en la evaluación que en la acreditación<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Otro motivo pudo haber sido la subjetividad de los profesores de educación
física, reinante en esos tiempos, que generó la naturalización de la –
tristemente, famosa frase – “es más de lo mismo con distinto nombre”. También
se debe considerar de manera interesante la hipótesis que, la educación física
ha intentado siempre “calcar” en papel – a modo de materializar, al igual que
las demás áreas- un cuerpo considerado como estrictamente material, que no ha
podido sostener, ni asir, a pesar de sus esfuerzos por hacerlo. Justamente
porque el cuerpo de las prácticas de la educación corporal, es un cuerpo de la
acción<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
constituido por las relaciones de éstas, con los otros, la cultura, las
prácticas, la historicidad corporal, los deseos, los intereses, en definitiva
mucho más que la misma materia. Por lo tanto un cuerpo imposible de asentarse
administrativamente en un papel. Sea por uno u otro motivo, o por la conjunción
de estos con otros que no se mocionan en éste artículo, es que la evaluación en
la clase de educación física ha estado tristemente ligada con la acreditación
de manera indisoluta –al menos en las prácticas diarias – y esto ha generado la
manera en que se evalúa a los alumnos durante las clases<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Conjuntamente,
debe considerarse a la formación en educación física y a la organización
administrativa del sistema educativo, como los dos dispositivos de mayor poder
sobre las prácticas de evaluación. Entendiendo al dispositivo, -en sintonía con
Agamben- como aquello que moldea “algo” -en este caso las prácticas de
evaluación- de manera tal, que una vez que este dispositivo haya actuado sobre
ellas, estas últimas no podrán ser otra cosa, que no sea aquello en lo que el
dispositivo las transformó. En este orden es preciso comprender que las
prácticas de evaluación en educación física, no son otra cosa que el reflejo de
la evaluación en educación en todas la áreas. Si bien se han intentado ciertos
cambios en los años 90, impulsados por la sanción de la Ley Federal de
Educación, nunca se han desprendido del mandato, de adecuar sus cambios a los
fundamentos que impulsaban los cambios de la educación en general. Tomo el
riesgo en decir que puede ser un hecho que responde implícitamente a la idea de
la Didáctica Magna Comenniana y explícitamente a las teorías del aprendizaje,
propuestas por las ciencias modernas normalizadoras. Estas influencias que son determinadas
tras cierto análisis -si se quiere, superficial- junto con otros aspectos, que
no tocaremos en esta ocasión, han determinado la manera de evaluar en educación
física.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En
la relación enseñanza-evaluación-acreditación, se puede percibir en las clases
de educación física, como en la educación general, que se enseña sólo para
evaluar y así poder acreditar. Sosteniendo una gran mentira que se ha
naturalizado en la educación. La de creer que existe relación directa, proporcional,
causal y concreta, entre la acreditación y el saber. Empero ya está demostrado
eficientemente, que la única posible relación entre estos dos componentes de la
educación, es sencillamente azarosa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A
modo ilustrativo sobre la manera de acreditar y evaluar, que dejan en evidencia
la no co-relación con el saber, me sitúo en ejemplos de la educación física,
dejando las demás áreas a cargo de sus actores. En educación física se acredita
repitiendo patrones de movimientos de manera automática, realizando con técnica
adecuada determinadas ejercitaciones pedidas por el profesor, alcanzando cierta
performance de determinados test. Repasando lo que podríamos clasificar como <i>“criterios tradicionales”</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como
contrapartida a estos criterios, durante los años de vigencia de la Ley Federal,
posición que se extiende aún en estos tiempos del siglo xxi, aparecen otros
criterios, a los que denomino –solo para materializarlos- <i>“criterios progresistas”</i>. En esta idea, los alumnos acreditan,
según el esfuerzo realizado en pos de alcanzar los objetivos, demostrando predisposición al trabajo, según los procesos
de avance demostrado, por la participación en la clase, a través de la
asistencia a las clases. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin
embargo, ninguno de estos criterios formalizados como indicadores de
acreditación e intenciones de evaluación, dan cuenta de un saber, sino es por
una simple casualidad. Ni en los “<i>criterios
tradicionales</i>” ni en los <i>“progresistas”</i>
se demuestra qué saben, los niños o jóvenes, mucho menos cuánto saben, ya que
no debemos perder de vista que la acreditación tiene su sustento sobre la
cuantificación. Sin desarrollar el problema, en este punto se hace
imprescindible preguntarnos ¿se puede cuantificar el saber?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No
es posible desconocer que existen otros criterios, que no están formalizados,
que son sancionados desde lo moral y
cuestionados desde lo ético. Cuestiones que induce a negarlos, pero no por eso
dejan de estar presentes en la realidad de las clases. Acreditan quienes son
alumnos del profesor en un club o escuela particular, quienes forman parte de
equipos federados, quienes forman parte de los equipos del establecimiento,
quienes tienen mayor afinidad con el profesor, quienes les caen bien a profesor
o acepta sus demostraciones de poder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde las generalidades
a las particularidades.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Existen
varias investigaciones serias, con sólido sustento de respaldo, en el campo de
la Educación Corporal, que dan cuenta de los dispositivos que han moldeado las
prácticas de la educación del cuerpo, por ende las prácticas de evaluación.
Situando la génesis en el poder ejercido sobre los cuerpos por la biopolítica,
el liberalismo, la medicalización, la educación, la pedagogía por objetivos.
etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin
embargo en este caso me interesa, plasmar cómo las prácticas en la formación de
los profesores –que por formar parte de las prácticas del campo, no escapan a
lo antes mencionado- determinan maneras
de evaluar, que hoy se siguen reproduciendo en las clases de educación física.
Como ya advertí, puedo agrupar muchas prácticas en tres opciones, reconociendo
que puedan existir otras.<o:p></o:p></span></div>
<ul style="margin-top: 0cm;" type="disc">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><u>Opción 1: </u>El profesor es el dueño de la
verdad, ya sea por sus años de experiencia o por su reciente paso por la
formación. Considerando que: fue acrecentando su saber después de haber
salido del profesorado, hasta a poseer la “verdad” sobre qué y cómo hacer.
O por mantener “frescos” los conocimientos abordados en la formación de la
cual egresó recientemente. Por ende, sólo es cuestión de planificar,
organizar y seguir al pie de la letra los pasos metodológicos establecidos,
para que sus alumnos aprendan. Una vez que el profesor determina –según su
experiencia o según los parámetros de los procesos de aprendizaje
aprendidos en el profesorado- el tiempo necesario para que sus alumnos
hayan aprendido, está en condiciones de evaluar, es decir de poner a
prueba a sus alumnos para que de una
u otra manera <i>demuestren:</i>
sus cambios en las conductas motrices, sus adaptaciones orgánicas que den
cuenta de un desarrollo bio-funcional, una ejecución con determinada
técnica exigida, para lograr así la acreditación o no. Todos cambios
observables, derivados de los que en un principio decidí llamar: <i>“criterios</i> <i>tradicionales”. </i>Mientras que del lado de los <i>“criterios progresistas” </i>los
procesos de acreditación, se concretan haciendo un conteo sobre la
documentación acumulada durante el periodo de enseñanza, es decir se
constatará: la participación en clase, la asistencia, la predisposición al
trabajo, el esfuerzo realizado en progresar, etc. En definitiva, es un
conteo de datos escritos, que supuestamente se corresponden con el actuar
corporal de todo el periodo comprendido entre una fecha de acreditación y
la siguiente, normalmente denominada “evaluación del, o en proceso”.<o:p></o:p></span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuál es la posición
del profesor?<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Desarrollar las clases y comprobar si los
alumnos fueron capaces de “aprender”. A través de: observar, asentar los
cambios de conducta, el desarrollo, la repetición técnica o ejecución de
ejercicios o driles. Convencidos de que, si se enseña y se brinda la suficiente
posibilidad de practicar, todos pueden aprobar, “si no lo hacen es porque no
quieren”, por un lado. Y por el otro, solo se trata de ponerle ganas y esfuerzo
“si no aprueban es porque son vagos, no son capaces de ponerle ganas siquiera”.
Sin pensar en lo mas mínimo en las particularidades de quienes son evaluados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora,
¿que pasa en la realidad?: No todo lo que enseña el profesor -o cómo lo hace-
es interesante para los alumnos. No porque se enseñe algo, necesariamente se
aprende. Cada uno tiene sus tiempos de comprensión, de aprendizaje, intereses,
particularidades, historia, etc. que lo dejan afuera o adentro, solamente por
la realidad que le toca vivir. La repetición no es sinónimo de aprendizaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Quiénes
acreditan? Sólo aquellos que hacen, lo que el profesor quiere que hagan, de la
manera que él quiere, en los tiempos que él considera adecuados, los que poseen
condiciones bio-funcionales especificas, los considerados más aptos motrizmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuáles
son los riesgos? Quedan muchos afuera, sólo por el hecho de tener
particularidades que no le permiten ser “iguales” a los que quedan dentro. El
repetir lo que se le pide no significa que sea por haberlo aprendido
(comprendido, utilizado, reinvertido en una situación diferente). El profesor
piensa que si todos repiten lo que pide, no hace falta cambiar nada (el
evaluado es solo el alumno. El profesor, sus clases y la enseñanza, quedan
fuera de esa evaluación).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuál
es el peso de la formación en este caso? Con solo recordar que el ingreso a los
profesorados consistía<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>
en primer lugar, en un examen antropométrico excluyente –edad, peso, talla,
diámetro pectoral, análisis postural entre otros- complementado con resultados
de test de rendimiento orgánico-funcional. Nos lleva a pensar que ante cuerpos
antropométricamente y bio-funcionales
estandarizados, no era descabellado una evaluación estandarizada, y que la
historia corporal de cada estudiante tenía mayores posibilidades de ser
reconstruida. Ante organismos similares, sería cuestión de
esfuerzo, practica, repetición, estimulación, constancia y correcciones
adecuadas, para lograr la acreditación: “si no lo hacen es porque no quieren”;
“si no aprueban es porque son vagos, no son capaces de ponerle ganas siquiera”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sobre
ésta opción caben las siguientes preguntas: ¿Cuál es la relación entre
desarrollo bio-funcional y aprendizaje? ¿Qué es un saber sobre el cuerpo? ¿Repetir
un gesto es saber, o saber repetir ese gesto? ¿Las prácticas corporales son una
suma de técnicas o poseen lógicas internas que las configuran de manera
particular? ¿Es posible evaluar algún proceso, y determinar una calificación
que acredite algo sobre él? ¿Es posible evaluar el esfuerzo? ¿Cómo? Y si fuese
posible ¿Indica algo sobre el saber del cuerpo o de las practicas corporales?.<o:p></o:p></span></div>
<ul style="margin-top: 0cm;" type="disc">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><u>Opción 2:</u> El profesor durante la clase,
más que dedicarse a desarrollar la misma, deja hacer a sus alumnos. Los
alumnos hacen lo que ellos proponen o simplemente cumplen con la propuesta
que el profesor hizo durante las primeras clases, en este caso el profesor
se dedica a cuidarlos y a mantener cierta organización de la clase. Se establecen
pactos, muchas veces declarados y otras tantas de manera implícita entre
el profesor y sus alumnos. El profesor no quiere correr riesgos de
incumplimiento de dichos pactos, por lo tanto establece ciertas consignas
que se deberán cumplir para poder acreditar. De esta manera se asegura la
asistencia a las clases y el cumplimiento de acuerdos a través de un
sistema encubierto de coerción, cristalizado en la evaluación. Aunque las
consignas mencionadas como criterios de acreditación y/o evaluación, tienen
las mismas posibilidades de ser exigidas en algún momento, como de ser
olvidadas.<o:p></o:p></span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuál es la posición
del profesor?<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Presionar
durante el tiempo entre cada una de las evaluaciones, o durante todo el año,
con la amenaza de una posible evaluación, que podría realizarse o no. De esa
manera se asegura el cumplimiento de los pactos, la asistencia y cree que, al
menos “algo” aprenderán sus alumnos en sus clases.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora
¿Qué pasa en la realidad? El profesor hace “como si” enseñara, “como si”
evaluara, el alumno hace “como si” aprendiera. Todo da lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Quiénes
acreditan? Todos (para evitar problemas).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuáles
son los riesgos? El alumno no se preocupa por la evaluación ni por aprender, el
profesor nunca evalúa si está haciendo mal o bien las cosas, mucho menos si
está enseñando, o no, algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 166.5pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuál es el peso de la formación? En
una formación que se centra en el “hacer” del estudiante –futuro profesor-
dejando de lado de forma impune, la necesidad de reflexionar, investigar,
problematizar, pensar, reformular y resignificar prácticas<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Lo que se traduce a posteriori en: “mientras los alumnos se muevan y se
diviertan” está todo bien. Sin menospreciar las relaciones de sometimiento al
poder por parte del que enseña, donde cobra soberana importancia las
situaciones, donde mientras los estudiantes acepten las recetas, teorías y
metodologías que los formadores repiten históricamente<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
sin desconfiar de ellas para tensionarlas y problematizarlas, alcanza para ser
un buen profesor. Aunque esto produzca un estancamiento del saber, que
transforma al profesor en un profeta que tiene la noble tarea de ser cómplice
de la naturaleza, ayudándola a concretar el destino que ella tiene determinado
para cada uno de los organismo, encarnados en individuos, a los cuales se
denomina seres humanos, en condición de alumnos. Emulando de manera prodigiosa
el título de la famosa canción de The Beatles “Let it be”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No
es preciso muchos más detalles, y no es necesaria más de una sola pregunta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Es
necesario estudiar o poseer un título para cobrar por cuidar chicos y cumplir
con la tarea de plasmar una nota de acreditación?<o:p></o:p></span></div>
<ul style="margin-top: 0cm;" type="disc">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b><u>Opción
3 </u></b>El maestro
del cuerpo admite la posibilidad de que todos saben cosas diferentes<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
lo que nos pone a todos en situaciones de asimetría respecto del saber.
Convencido que la evaluación sirve para poder ajustar los procesos de
enseñanza, corregir errores o interpretaciones para buscar la comprensión
de la realidad, con la intención de cambiarla, a través del
enriquecimiento mutuo. Y sobre todo de la transmisión de saberes del
cuerpo y de las prácticas corporales, considerando la evaluación como un
hecho más relevante, al sopesarla con la imposición sistemática de la
acreditación. Considerando la
evaluación de “la clase”, compuesta por el que enseña, el que aprende, lo
que se enseña, cómo se enseña, lo que se aprende o no, en oposición a la
evaluación “del alumno”<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
.Sin que esto se transforme en una comprobación de las teorías didácticas,
pedagógicas o psicológicas que rigen la enseñanza –o para ser más preciso,
el aprendizaje- a modo Comenniano. Sino más bien, debe convertirse en un
proceso reflexivo de ida y vuelta, entre el saber del que enseña, del que
aprende y la interrelación de ambas subjetividades e intereses, en
situaciones particulares de enseñanza y de aprendizaje. Por consiguiente
se hace más amplia la brecha que debe existir entre evaluar y acreditar,
ya que la acreditación es sólo del alumno, que forma parte -pero no de
manera exclusiva- de la situación de evaluación, lo que a su vez hace
mucho más difícil la adecuación normativa, a la que nos vemos obligados por
el sistema educativo. Cuestión que de ninguna manera debe justificar,
sostener como real, la irreal
simetría entre evaluación y acreditación. Sino mas bien, ponerse a pensar
en esta problemática para encontrar la manera de “dejar de mentir” con la
acreditación. Aunque debo advertir, que esto quizás nos lleve por caminos
que inquietan, movilizan y hasta puede llegar a generar aberración, ya que
esos camino pueden llevar a la tan temida –por muchos- desaparición de la
acreditación en las clases de educación física.<o:p></o:p></span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuál es la posición del
profesor?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El
maestro Intenta transmitir saberes del cuerpo y de las prácticas corporales en
un proceso de problematización y construcción continua, buscando en la evaluación
los indicadores de ajustes a realizar para seguir transmitiendo y buscando la
mejor particular manera de hacerlo. Básicamente intentando que el alumno quiera
aprender, buscando que comprenda, que lo que se enseña vale la pena ser
aprendido, porque forma parte de la cultura en la cual interacciona. Sin
olvidar lo que Giraldes propone como punto clave de una clase: porque le genera
un desafío, porque se divierte haciendolo. En definitiva, evaluar para seguir
enseñando. Evaluar de manera continúa para la renovación o repetición de
situaciones de enseñanza que produzcan un aprendizaje por la significación que
estas generen en los niños y jóvenes que forman parte de las prácticas diarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué
indica la realidad? No es fácil lograr interesar a todos. La cuestión
administrativa tiene otras intenciones que contradicen la idea. Se pierde
estabilidad y seguridad. Todo es más incierto, cambiante y angustiante. Se
necesita de un saber muy sólido para afrontar situaciones emergente y poder de
cada una de ellas hacer un intercambio de saber.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Quiénes
acreditan? Este es el punto más conflictivo, donde quedan todos los caminos a
explorar y a su vez donde lo
administrativo reina de manera cuasi irremediable. Pero son caminos sobre los
cuales reflexionar y problematizar -que como ya anticipamos- quizás, nos demuestre la obsolescencia del
término, o no. Sea cual fuere el punto donde se hace pie, no será tierra firme,
lo que se supone, representa un gran desafío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cuáles
son los riesgos? Tampoco hay garantía que se aprenda, se puede hacer “como si”
se tuviera ganas de aprender. Se puede mal interpretar el respetar las
particularidades como si fuera una pérdida de exigencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿
Cuál es el peso de la formación? Sin dudas el peso de la formación en esta
posición es sumamente gravitante, no se puede intentar reflexionar sobre esta
“manera de evaluar”, si no cambian ciertas posiciones epistemológicas, si no se
rompen con ciertas tradiciones míticas, si no se subvierten ciertos paradigmas,
si no se tensionan ciertas verdades. Entonces y en ese sentido, se me ocurren
ciertas preguntas que abren la puerta a discusiones muy profundas, que
seguramente no deberían tener respuestas cerradas, sino mas bien respuestas que
habiliten a mas preguntas: ¿Qué cuerpo es el que tenemos frente a nosotros
cuando nos paramos frente a una clase? ¿Qué significa enseñar prácticas
corporales? ¿Para qué sirven los saberes que transmitimos? ¿Qué y cuáles son
las practicas de la educación del cuerpo? ¿Que implica evaluar? ¿Qué se “debe”
acreditar y ante quien? ¿Quiénes son los actores implicados en la evaluación?
¿Quiénes en la acreditación? Y ¿Quiénes
en la enseñanza?.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En
definitiva la formación deberá brindar las armas para que los profesores,
puedan entrar en el fantástico juego de pensar las propias prácticas. Ya que
nadie puede analizar, reflexionar o pensar, si no es con el sustento de las
posiciones teóricas que posee.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Atento
a todo lo expuesto, se me ocurre pensar en un cuerpo histórico–político,
culturalmente construido, por lo tanto particular. Que se pone en juego en la
acción y las relaciones que se tejen y arman, entre los “entres”, que forman
parte de la prácticas de la Educación Corporal. Una clase que se construya como
acontecimiento educativo complejo, singular, único. Donde la pasión del maestro
del cuerpo, de curso a la transmisión y construcción de saberes sobre el
cuerpo, la gimnasia, los deportes, los juegos, las practicas en la naturaleza.
Como herramientas de acceso <i>critico </i>a
la cultura. Prácticas<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>
sometidas a una constante evaluación, intentando construir un puente entre el
proceso de enseñanza y el de aprendizaje, procesos que no se corresponden necesariamente
por efecto causal. Posición que desdibuja, por análisis lógico, la posibilidad
de pensar en “alguien” deba “acreditar algo”. Sino más bien en sujetos, que den
cuenta de las relaciones que se van construyendo: “entre” el enseñante y el
aprendiz, “entre” el enseñar y el aprender, “entre” lo que se enseña y lo que
se quiere saber, “entre” el cuerpo y las prácticas corporales. Relaciones
–“entres”- que no son posibles de calificar y mucho menos de cuantificar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"> Planteado desde
quienes interpretan la idea de sujeto, como un “entre”, o “asunto entre”,
alimentados por la teoría Lacaniana. Edelztein entre ellos dice: “<i>es justamente cada articulación particular
de estos lugares “entre” la batería significante y en la cadena y trenza del
discurso lo que dominamos, junto a Lacan, sujeto”. Rev. El rey está desnudo n°
5 (Edelsztein, Alfredo 2012)<span style="color: red;">.</span></i><span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"> La educación física,
ligada a la fisiología desde su nacimiento, consideró históricamente como un
principio disciplinar prestar especial (y a veces exclusiva) importancia a la
medición de parámetros bio-funcionales que acrediten determinadas cosas.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;">Según lo plantea
Crisorio, enmarcándolo en lo que él llama “sentido Arendtiano”.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"> Lejos de tratarse de
un equívoco, el sentido común y la empíria indican que se evalúa a “los
alumnos”, no “las clases”. Lo que marca toda una posición hegemónica, antes de
rescatar en ella ciertos matices o variantes. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt; line-height: 115%;">En
menor medida y quizás con menos determinación, sigue pasando en muchas instituciones de educación superior, a
veces solapado detrás de exámenes de ingreso centrados en test de condición
física.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;">Posición
clásica, al menos, de la formación terciaria.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"> En el sentido de
recetas que se vienen transmitiendo, si se profundiza en su análisis, desde los
propios inicios de la educación física.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"> Incluso en la
relación necesariamente asimétrica, entre el que enseña y el que aprende, los
alumnos saben muchas cosas, por lo que el verdadero maestro, debe demostrar una
actitud receptiva para aprender de ellos.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt;"> Como fue presentado
anteriormente, esto marca un giro más que importante en la manera de entender
la evaluación.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Olimpia/AppData/Local/Microsoft/Windows/Temporary%20Internet%20Files/Content.IE5/OET0X9DS/Evaluacion%20Mariano.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt; line-height: 115%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt; line-height: 115%;"> Esto
amplía aún más, la perspectiva de la propuesta de evaluar “la clase”, ya que también pone a
revisión: discursos, teorías, creencias, saberes y verdades. <o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-91531104752090686502013-12-13T16:49:00.003-08:002013-12-13T16:49:51.290-08:00Las corrientes teóricas de la enseñanza que influyeron en la Educación Física<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;">Tres corrientes teóricas sentaron las bases para pensar la enseñanza y
se extendieron durante </span><span style="font-size: 14pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">por lo menos
cinco décadas. La primera, enmarcada </span><span style="font-size: 14pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">en
categorías clásicas tales como objetivos, contenidos y teorías del aprendizaje,
pone el acento en la</span><i style="font-size: 14pt;"> planificación</i><span style="font-size: 14pt;">,
en pensar la clase anticipadamente. La segunda se basa fuertemente en la
psicología cognitiva y se centra en la </span><i style="font-size: 14pt;">reflexión
sobre la clase que ha tenido lugar</i><span style="font-size: 14pt;"> y en el análisis del valor de esa
reflexión, desde una perspectiva crítica, en comunidades de práctica. La
tercera corriente coloca el acento en el estudio de la clase </span><i style="font-size: 14pt;">en su transcurrir </i><span style="font-size: 14pt;">: el papel de lo
espontáneo, las intuiciones y la conformación de una sabiduría práctica. Las
dos primeras corrientes tuvieron -y tienen- una notable influencia en la
enseñanza de la Educación Física. La tercera permanece casi ignorada, salvo
notables casos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Crítica a esas corrientes<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">La corriente centrada en la planificación supuso que el oficio se
construyó entendiendo la didáctica como el estudio que tenía por objeto el
proceso de enseñanza aprendizaje, sin reconocer que se podía enseñar sin
aprender, o enseñar y aprender mal. Inclusive, que el alumno aprenda pese a que se le enseñó mal; lo que es más
frecuente de lo que nos gustaría imaginar, sobre todo en el caso de los
aprendizajes corporales en los cuales el alumno se organiza solo, pese a los
errores de su profesor. Y aprende.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Lo malo es que el maestro, ante el buen resultado supone de las
bondades de su "método" y no revisa su intervención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">El maridaje entre enseñanza y aprendizaje fue prematuro y sin la
necesaria <i>vigilancia</i> <i>epistemológica.</i> La relación denotaba
falsos correlatos entre la teoría y la práctica, concebida la práctica
simplemente como la aplicación de la teoría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">¿Fue la naturaleza prescriptiva y normativa de lo que se denominó
proceso de enseñanza-aprendizaje, al poner el acento en el planeamiento lo que
fracasó? ¿Fue la apuesta a la interdisciplina? ¿Se entendía que por carecer de
experiencia, lo mejor para los novatos era un proceso anticipatorio? Son
preguntas que todavía no tienen respuestas. Las décadas del planeamiento fueron
las de los cincuenta y sesenta. En lo esencial se suponía que la profesión docente
se basaba fuertemente en convertirse en un buen planificador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">En la Educación Física, en la cátedra que dio en llamarse Practica de
la Enseñanza o Práctica Pedagógica, esta corriente se extendió durante mucho
más tiempo. Es más que probable que en las distintas realidades de algunos
profesorados, siga gozando de buena salud. En ella, el alumno del profesorado,
planificaba y luego iba a la escuela a dar su clase, observado por el profesor
de la materia y el profesor a cargo de los alumnos. Esta primera corriente, se
advertía en las clases cotidianas de las escuelas porque era un procedimiento
habitual, seguido por los inspectores y
jefes de los departamentos de Educación Física, el solicitar las
planificaciones <i>antes </i>de que los
profesores entrasen en un primer contacto con sus alumnos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Demás está decir que se imposibilitaba toda evaluación inicial o de
diagnóstico o, el menos, un mínimo tiempo de conocimientos de los grupos como
para ir proyectando la intervención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">La segunda corriente se desarrolló en los setenta y ochenta, como
consecuencia directa del impacto de la ciencia cognitiva. Desplazó el énfasis
en la planificación por la <i>reflexión </i>a
posteriori de la clase. Se suponía entonces que mejorarían las clases
subsiguientes. Estos estudios también agregaron otros relativos a las
estrategias de pensamiento, los procesos meta cognitivos y también las
diferencias entre el pensamiento del experto o práctico y el razonamiento del
novato o principiante. Los novatos, a medida que avanzan en la enseñanza, preguntan
a los estudiantes si entienden el tema que se está desarrollando, obteniendo
respuestas que no suelen ser muy sinceras. En cambio, los expertos realizan
preguntas provocativas que invitan a la reflexión. Los novatos, al exponer un
tema, establecen vínculos exclusivamente entre los contenidos que desarrollan;
mientras que los expertos vinculan el tema con otros contenidos, tanto de la
propia disciplina, como externos a ella.
De gran importancia al estar la educación del cuerpo tan absolutamente unido al
mundo de la cultura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Significó un notorio progreso e, inclusive, se usó en nuestra
disciplina muy mezclado con el anterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">El tercer enfoque para el estudio de la didáctica se refiere a las
clases en su transcurrir. Se registra y analiza especialmente las acciones
rápidas y espontáneas de los expertos; la toma de decisiones de los docentes,
su respuesta cuando una pregunta, una intervención o cualquier acontecimiento
imprevisto corta su discurso o la actividad planeada. Las narraciones de los
docentes, sus intuiciones, la sabiduría práctica, las acciones espontáneas,
constituyen un nuevo marco de pensamiento para el estudio de las prácticas de
enseñanza. Habría que reconocer una <i>epistemología
de la práctica </i>que registre los procesos creativos e intuitivos a la que
recurren los expertos en las situaciones de incertidumbre o conflicto que
aparecen en las clases.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Imitar, copiar, reproducir una buena práctica, puede ser parte de este tercer enfoque, en
tanto configura en el programa el estímulo para la valoración de las prácticas,
en reconocimiento del valor de lo intuitivo y la adopción de buenas
estrategias. Desde luego, hay que vencer el sentido desvalorizador que le hemos
dado a la copia en la enseñanza. No se trata de parodias de las clases
maravillosas que han sido dadas, en nuestro campo. O de reproducciones
simplificadas de las grandes obras maestras del arte, en las clases de
educación artística. Se trata de estudiar qué las hace grandes o de valor. Y
del intento de reproducción de un método, una estrategia, un orden en la
explicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Así como el arte necesita de la copia de las grandes producciones, por
qué no pensar que las clases necesitan de la reproducción, reconstrucción y
análisis de los modelos que podemos reconocer como de excelencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Tal como sostiene Jackson, la buena enseñanza no corresponde a una
única manera de actuar sino a muchas. Por qué y cómo elige el experto una
estrategia, un modo de explicación, un tipo de respuesta, una metáfora o
construye un caso, sigue siendo un interrogante potente para los principiantes,
a la hora de analizar las prácticas
espontáneas de los docentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Cierro con una reflexión que se puede trasformar fácilmente en una
propuesta. ¿Por qué los alumnos de los profesorados de Educación Física, desde
el inicio de la carrera, no pueden contactarse con esta tercera corriente? Lo
único que haría falta es que sus profesores, en vez de dictar todas las clases
a ellos mismos, les mostrasen "como se hace" en los distintos contextos de
enseñanza que se aborden en la cátedra. Me refiero a que si de enseñanza en el
nivel primario se trata, los alumnos tengan la posibilidad de observar y
aprender de su propio profesor actuando con niños reales, sin necesidad de usar
el recurso de decirles “cuando ustedes enseñen con niños….” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Y si de entrenar se trata o de dar clases con ancianos o
discapacitados, exactamente la misma </span><span style="font-size: 14pt;">maravillosa experiencia de aprender de la experiencia del experto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Bibliografía: Jackson, P.
(2002): <i>Práctica de la enseñanza</i>, Buenos Aires, Amorrortu<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-1414600653155480992013-12-02T08:19:00.001-08:002013-12-02T08:19:19.021-08:00ACTIVIDAD FISICA Y EDUCACION<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Términos como </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Actividades Físicas y Educación, </i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">suelen negar aproximaciones
sencillas y, sobre todo, de general aceptación. Por eso comenzaremos con una
mínima aproximación conceptual a ellos.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">En
torno a su significado.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Las
actividades físicas </span></i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">son prácticas sociales en las cuales el
cuerpo está indudablemente presente como sujeto de aprendizaje, placer,
vínculos y salud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Es un término que se discute a partir
de que, en los 60 del siglo anterior, el interés por todos los temas referidos
al cuerpo aumentó exponencialmente. Deleuze ha sugerido que esa “moda del
cuerpo”, con la exaltación por su <i>liberación,
</i> podría haberse presentado como
consecuencia de los cambios producidos en las sociedades occidentales. Esas
sociedades de productores que, hasta
esos años, se habían caracterizado por el disciplinamiento y la vigilancia institucional que se ejercía sobre los cuerpos, se
transformaron en sociedades de consumidores, más acordes con una progresiva
globalización, en las que se advierte un notable aumento del individualismo
como estructura social, en la emergencia de un pensamiento racional positivo y
laico y una regresión de las tradiciones populares y locales. En esa sociedad
de consumidores, dice Le Breton, <i>el cuerpo duplica los signos de distinción,
es un valor. </i>De la vigilancia institucional y la del Estado como mega
institución, se pasa a un control personal que se ejerce sobre los mismos, a
una suerte de auto gestión corporal, muy de acuerdo con el desbordado narcisismo
de la época.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Si persiste algún control externo, se
basa en las exaltaciones a la belleza que presiona tanto a hombres como a
mujeres. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">En cuanto a la<i> educación, </i>entre tantas posibilidades, elijo referirme a un
aspecto de ella: el que refiere a esa intención de enseñar saberes
pretendidamente válidos y, mediante esa transmisión, formar sujetos sociales,
supuestamente educados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">La
relación entre ambas y la Educación Física<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">La Educación Física actúa como una
suerte de puente entre las actividades físicas y la educación. Pero hay que
señalar que por ese puente no se transita libremente. Entre la inmensa
dispersión de prácticas corporales actuales, la educación del cuerpo, selecciona y enseña algunas de ellas, las
organiza y transforma de una manera también determinada y las evalúa de una
forma y no de otra. Y a la educación misma, antes de dejarla pasar, le recuerda
que la herencia dualista sigue pesando sobre la cultura occidental. Que se
comprueba en la "invisibilización" de los cuerpos que hace la escuela, dejándolos aparecer fragmentados
sólo en los recreos y, restringidos por todo tipo de limitaciones, en las
clases de Educación Física. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">De manera que del lugar que ocupa el
cuerpo en la educación, en nuestra sociedad y en nuestra cultura, se ha
encargado hasta hoy la Educación Física. (1).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Acerca de la frecuente pregunta (que
podría señalar una vacilación epistemológica), de si la única Educación Física que existe es la que se
practica dentro de la escuela, respondo afirmativamente. La Educación Física
nació como materia escolar y se desarrolló como disciplina académica, en el
marco escolar y en ese marco construyó su historia plena de aciertos y errores;
de exaltaciones y críticas, de sentidos inaugurados y rechazados, como sucede
con toda práctica social. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">La mencionada confusión puede deberse
a que muchas de las bases filosóficas y las estrategias didácticas que se
originaron en nuestro campo, se
extendieron a otros ámbitos. Por su eficacia y porque nosotros, los mismos
maestros del cuerpo, las extendimos al ampliarse nuestro campo de desempeño
profesional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Esa diversidad de prácticas corporales
que han surgido, en las que potencialmente puede desempeñarse un profesor de
Educación Física, ha ocasionado, como es lógico, profundas modificaciones en
los planes de estudio de los profesorados terciarios y de las mismas Facultades
en las que se forman los maestros el cuerpo. Las discusiones continúan porque,
precisamente, muchos señalan que, en esa diversidad se pierde toda
profundización en lo que constituye el verdadero saber disciplinar: el referido
a la escuela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">
</span><b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;"> </span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Hacia
una política del cuerpo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Hablar de educación y de Educación
Física hoy, es hablar de malestares, simulaciones y desafíos tal como señala
Carlos Cullen. <b>Malestar</b> porque el
cuerpo se ha transformado en las sociedades líquidas en un objeto de consumo,
con un determinado valor de cambio en el mercado. <b>Simulación </b>porque se manifiesta evidente que es más importante <b>parecer que ser</b>. A-parecer siempre
flaco, (inclusive a riesgo de la salud); siempre joven, (tipo un Dorian Gray
posmoderno) y siempre hermoso, (si hace falta con la ayuda de la ciencia y la
tecnología), se ha impuesto como más importante que poder unir, en un todo
coherente, lo que se siente, lo que se hace y lo que se es. El <b>desafío </b>consiste en poder construir
desde la educación <i>una política del
cuerpo</i> destinada a transformar el malestar en bienestar y la simulación en
verdad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Esa política debería llevarnos, en una
<b>primera instancia</b>, a
interrogarnos sobre el sentido de lo que
hacemos. Dado que somos lo que hacemos, sugiero que <b>el sentido de nuestra tarea consiste en</b> <b>ayudar a crear sentido</b>. Parece un juego con las palabras, pero no
lo es. Todo el que cotidianamente enfrenta el desafío de enseñar sabe que,
muchas veces, debe enfrentar alumnos que aparentan ser desinteresados,
apáticos, nada dados a aceptar las propuestas que les hacemos. Parece claro que
asisten a sus clases por obligación y no las relacionan con nada que tenga que
ver con sus propios deseos y con el placer. En realidad, la propia historia de
la disciplina la muestra alejada de las preocupaciones por unir la educación
del cuerpo con el placer, la alegría que desencadena poner al cuerpo en acción,
la diversión, la novedad, la vivencia de compartir y jugar deportes, hacer
gimnasia o bailar con sus pares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Por eso insisto que, en los contextos
actuales, el sentido más fuerte de nuestra tarea reside en<b> ayudar a nuestros alumnos a que encuentren ellos mismos sus propios
sentidos en todo lo que hacen, en el marco de la ley y de los valores. </b>La
irremplazable tarea radica en ayudarlos a descubrir para qué están parados en
el mundo, estimularlos para que elijan el camino a seguir, que reflexionen
sobre lo que verdaderamente desean hacer con sus cuerpos, planeen que proyecto
de vida quieren tener.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Todo eso en un mundo en el cual la
única certeza es la falta de certezas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Es que si tanto desde la educación
como desde la Educación Física, logramos transmitir las actitudes y saberes
necesarios para que definan su proyecto de vida, es probable que a partir de
ahí se ordene nuestra tarea de una impensada manera. O, al menos, parte
importante de ella. <b> </b> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">En una <b>segunda instancia, </b>tendríamos que plantearnos con claridad los
problemas a enfrentar. Sin agotarlos, mencionaré sólo algunos de ellos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;"> </span></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">La manera en
que enseñamos </span></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;"> El lugar que ocupa la
educación del cuerpo en la cultura, se advierte en un problema específico: </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;">la manera en que ella se enseña</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;">. Puede
enseñarse sencillamente reproduciendo los valores, modelos, sentidos y
representaciones acerca del cuerpo,</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;">que
predominan y cuyas pautas marca el mercado y los medios; o se intenta romper
esa hegemonía y enseñar, tal como sugería en líneas anteriores, de una manera
crítica, novedosa, distinta, placentera, liberadora. Se trata de una decisión
que hay que tomar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 19px;"> </span></span></span><b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Luego de interpretar
el mundo, intentemos transformarlo</span></b></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span></span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Esa decisión sobre
enseñar de una u otra forma, significa de por sí un desafío pero es imposible
enfrentarlo sin una previa </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">interpretación
</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">de los contextos en los que vamos a actuar.</span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Nuestra posterior </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">intervención</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">
en cualquiera de los ámbitos de desempeño, puede afectar más o menos profundamente, la concepción de sí misma que tiene una sociedad. Ese solo
concepto debería servir para </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">contrarrestar la pobre opinión que tienen muchos profesores sobre la importancia de su propia tarea.</span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> Margaret Mead decía “</span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">que no debería subestimarse las
posibilidades de cambiar una porción de
la realidad que tiene un grupo humano dispuesto a hacer las cosas bien”.</i></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"><i> </i>Es que si desde
nuestro propio discurso hablamos de la importancia que tiene ofrecer un mundo
significante, o sea, un mundo ofrecido a la personal interpretación y la
explicación, esas intervenciones pueden ayudar en esas búsquedas de sentido de
las que hablamos antes.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Lo que permite
darnos idea de la </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">politicidad </i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">de la
interpretación.</span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Máxime si se acepta que la </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">acción
transformadora </b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">es la condición </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">misma de la interpretación; es la guía de esa acción transformadora. </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">¿Hace falta insistir que sin ella somos maestros de lo inútil?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="text-indent: -18pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Existe un evidente
conflicto de interpretaciones</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Desde luego que esas
distintas interpretaciones que podemos hacer de la educación corporal, polemiza
con otras que señalan claramente que nuestro campo, como es lógico, es un campo
en el que se advierten tendencias en pugna. Conflicto de </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">interpretaciones, lucha de tendencias, luchas
por el sentido, que han ido construyendo nuestra historia. La cultura misma-
para bien o para mal- es también un combate que libran las distintas
interpretaciones sobre ella. Intervenir en esa polémica significa otro desafío. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Continuemos con un
problema más.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">El problema de seleccionar los saberes a
enseñar</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Decía antes que en la
educación del cuerpo, como en toda práctica educativa, existe siempre una
selección de saberes. Se seleccionan algunos de ellos que la historia del
pensamiento, de la ciencia y de la misma disciplina, han ido produciendo en
torno a lo corporal. Construyéndose así una determinada manera de comprender el
lugar que debe tener lo corporal en la formación de un niño o un adolescente.
Esa construcción, un verdadero invento pedagógico, que no admite ser comparada
con las mismas configuraciones de movimientos, cuando ellas se realizan en
otros ámbitos, constituye una verdadera red de excepcionales aprendizajes. Se
tejen en torno a contenidos que tienen </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">nombres
propios,</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> tales como: </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">gimnasia, juego,
juegos deportivos</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">deportes,
prácticas en la naturaleza, en el agua, en el aire, danza, teatro,</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">expresión corporal</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">. Agrego que ellas,
históricamente, han estado en proceso de destrucción y reconstrucción
permanente, en un saludable y dinámico proceso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Se supone que podemos enseñar.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">Quienes enseñamos
esos saberes somos <i>maestros del cuerpo.</i>
Se supone que podemos enseñar, que tenemos autoridad para ello, porque los
poseemos. (Se supone también que los hemos practicado largamente y que, como
consecuencia, he</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">mos ido asegurando
una muy especial forma de trato y relación con nuestro propio cuerpo).Tenemos,
entonces, el poder de enseñar desde nuestro mismo cuerpo y desde un</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> supuesto saber. Y queremos hacerlo, porque
todo maestro quiere enseñarle a todo el que se le ponga por delante. Sobre todo
si es un niño o un adolescente.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Nos precipitamos así
en otro problema que merece reflexión y que planteo en forma de pregunta:</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"><br /></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">¿Qué les sucede a los alumnos al enfrentarse a saberes elegidos por
otros?</b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">En primer lugar, son
alumnos singulares, con una historia con el cuerpo marcada por muy diversas
culturas y pertenencias sociales, que se enfrentan a esa especial selección de
saberes impuestos por otros. Que ellos muchas veces no entienden; con el
agregado de que son evaluados por un maestro que ocupa el centro de una escena,
a la que ellos no terminan de considerar significativa. Aunque no nos guste
escucharlo, muchas veces los alumnos se pasan la hora esperando que ocurra algo
que de verdad les interese. Máxime si son adolescentes o jóvenes. Con los
niños, por suerte, todavía la historia puede ser otra.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Aparece entonces la
escena más temida por todo maestro: que los alumnos no demuestran ningún
entusiasmo por aquello que nosotros consideramos saberes indispensables a
enseñar. Esa escena se caracteriza por una tensión entre el control de los
aprendizajes, que casi con seguridad impone el maestro y que está incorporada
en sus genes, y el deseo de aprender de los alumnos que quieren hacer otras
cosas con su cuerpo, que el maestro y la escuela no le ofrecen. O que no
quieren hacer nada que implique acción corporal.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">¿Hay que recordar que
muchos son adictos a las pantallas y a los confesionarios portátiles en que se
han transformado los celulares pero no a la actividad física?</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Además, tal como he
dicho en otras oportunidades, en muchos casos los </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">niños y jóvenes han declarado prescindibles a los adultos y a sus
maestros.</i></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Si agregamos a esto,
los contextos sociales en los cuales educamos, el cóctel puede ser bastante
explosivo. Así, por ejemplo, la clase alta y la clase media, siguen yendo a la
escuela en busca de una certificación que pruebe un camino recorrido, no tanto
por la convicción de su importancia. Hace rato que han dejado de esperar que la
escuela, la pública sobre todo, proporcione un conocimiento trascendente.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Las clases bajas, en cambio, parecen más
convencidas de que la escuela es su única posibilidad de ascenso social.</span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> </i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Jaim Etcheverry, ex rector de la UBA, habla
de que vivimos en medio de una tragedia pedagógica. Sencillamente porque la
escuela no cumple con las funciones básicas para las cuales fue creada.
Funciones que, en todo caso, deben ser resignificadas. Dado que, en los tiempos
que corren, parecen instituciones más destinadas a prestar un servicio social,
que a enseñar a ser, a saber, a hacer y a estar con los demás.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">En función de lo
antes expresado podría arriesgarme y asegurar que la gran mayoría de los
maestros </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">sabe, puede y desea enseñar. </i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Que
mantiene intacta su pasión por hacerlo.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Pero hoy hay que
considerar muy seriamente que los profesores podemos querer enseñar; pero los
alumnos pueden no querer aprender. Para que el maestro aparezca, el alumno
tiene que estar presente. </span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Y no solo eso.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Supongamos por un
momento que todos los alumnos, de cualquier edad, género y procedencia, están
encantados con asistir a sus clases, en lo que podría considerarse un poema
pedagógico. Aparece un nuevo problema a reflexionar.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">¿Estamos los maestros dispuestos a aceptar
que si del cuerpo de los alumnos se trata, ese cuerpo es sujeto:</span></i><span lang="ES" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> <i>también</i> <i>sabe, puede y desea?</i></span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">¿Seremos capaces de
diseñar nuestras estrategias didácticas de manera de considerar que si bien
nosotros sabemos, podemos y deseamos nuestros alumnos también saben, pueden y
desean?</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">¿Podremos construir
una enseñanza que parta de lo que saben, respete que todos pueden pero de una
manera distinta y que todos desean, porque son tan sujetos de sus deseos como
nosotros mismos?</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Son preguntas que no
admiten respuestas cerradas; deben quedar abiertas.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Porque no se trata de
suponer que, entonces, el maestro es un facilitador que se limita a satisfacer
los deseos, posibilidades y saberes de sus alumnos.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Vale la pena recordar
un principio olvidado: el de la asimetría entre el maestro y sus alumnos.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">El escucharlos,
comprender los contextos de los cuales provienen, comenzar en parte la
enseñanza desde sus representaciones para poder entrar en contacto con ellos y
vincularse sobre la base de la confianza, no significa olvidar que ellos tienen
el derecho de ser guiados por adultos y maestros con más experiencia y saber.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Porque pueden </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">saber</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> pero no tanto como para advertir
los poderes que los oprimen, pueden </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">pode</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">r
hacer cosas con sus cuerpos pero pueden estar desesperadamente necesitados de
que alguien les enseñe a cuidar y hacer un uso adecuado de ellos; pueden </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">desear</b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"> ser objeto del deseo de otros,
pero pueden confundir el deseo de autorrealización con un narcisismo
competitivo que lleve a la exclusión salvaje del prójimo.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Cierro expresando una
certeza: </span><b style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">las actividades físicas no son
educativas, no tienen propiedades mágicas. Es la acción transformadora de los
maestros lo que las transforma en educativas.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">(1).
</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">En
otras líneas he señalado la pertinencia
de denominar esos saberes y valores<b> </b>que
se transmiten Educación Corporal.<i> <b><o:p></o:p></b></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-4247628065606806032013-04-24T18:14:00.000-07:002013-04-25T08:21:17.100-07:00El Clima Cultural de una época<!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">H. Arendt, percibía lo político como un
espacio de libertad y deliberación pública. Otros, en nuestros días sobretodo,
lo consideran un espacio de poder, conflicto y antagonismo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Es un buen ejercicio, tratar de ubicar en una
u otra categoría, a cada gobierno o propuesta política<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se sucede en la Argentina. Podría
evitarnos cometer más de un error; sobre todo en tiempos electorales.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Estas diferentes posiciones ideológicas se
deben a que el clima <i style="mso-bidi-font-style: normal;">intelectual y
cultural</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de esta época permite
marchar tanto hacia una dirección como hacia la otra. Lo demás es cuestión de
elección. Sólo que al elegir, inclusive al elegir como simple ciudadano de a
pie, hay que recordar que todo orden es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">político</b>,
hasta el que queremos mantener en nuestra propia casa. Y se basa siempre en
alguna forma de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">exclusión.</b> Lo que
significa que algunas cosas está permitido hacer y otras, no.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">De manera que más temprano que tarde, como
ciudadanos, tenemos que decidir cuanta <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">exclusión
</b>por parte del poder político de turno<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">
</b>es lógico que soportemos, en una sociedad democrática.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-49098026647678055842013-04-24T18:07:00.000-07:002013-04-25T08:21:38.132-07:00Vidas con Sentido <!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;">Si queremos vidas largas, con un
poco de suerte genética, alimentación razonable, ejercicio y la ayuda de la
ciencia, podemos lograrlo. Pero... ¿Largas, para qué?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;">Para muchos la respuesta puede
consistir en lograr poder, dinero, reconocimiento social, éxito, acumular
objetos o saberes e, inclusive, seguridad. En proporciones difíciles de
precisar, tales cosas son admisibles, sobretodo en Occidente. El asunto es que
suelen convertirse en fines en sí mismos y no en medios para alcanzar una vida
significativa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;">(Sentido y significado difieren
entre sí. Lo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">significativo</b> para cada
uno de nosotros aparece cuando le podemos encontrar un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sentido que identificamos </b>bien, a todo lo que hacemos).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;">De manera que el desafío consiste en
construirse- y ayudar a construir a otros- un mundo pleno de sentidos
identificados. No estamos pintados: para algo somos maestros, padres o,
sencillamente, ciudadanos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: navy; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="color: black;">Preguntémoslo otra vez y de manera
ligeramente diferente... ¿qué es vivir? ¿Cuáles son las cosas de veras
preciadas y necesarias? Arriesguemos algunas respuestas: <i>la amistad y su
cultivo, las aficiones creativas, el tiempo para la charla y la comunicación
con los seres queridos, la atención a la salud corporal y espiritual, el
desarrollo del potencial emocional e intelectual.</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<h1>
<span lang="ES-MX"> </span></h1>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-34605537482527215532013-01-16T13:25:00.000-08:002013-01-16T13:25:11.080-08:00<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><b><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">TODO LO QUE VALE LA
PENA,<span> </span>MERECE PENSARSE
OTRA VEZ</span></span></b></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;"><span> </span><span> </span><span> </span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Probablemente por demandas políticas, epistemológicas e
históricas, en los últimos años, han aumentado las discusiones y publicaciones <span></span>que manifestaban, en diferentes artículos y
ensayos. la preocupación sobre la identidad cultural de la Educación Física.<span> </span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">El tema es apasionante pero dista de admitir interpretaciones
sencillas. Por eso, analizaremos algunos aspectos que merecen considerarse
dando por admitido que algunos de los problemas de <span> </span>identidad de la disciplina se debieron a su
dependencia con respecto a otras ciencias más “establecidas” o justificadas. Lo
que nos impidió tocar por música en instrumentos propios y nos llevó a tocar de
oído en instrumentos prestados.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Inclusive ha sido frecuente que la Educación Física
estratégico siguiese un esquema frecuente en el campo de la política:
inventarse enemigos para afianzar la identidad.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Diré, para comenzar, que toda búsqueda de identidad cultural,
de su proyección y de su aliento, puede ser perfectamente válida. Pero puede
conducirnos a extremos nada recomendables, como cada vez que se<i> restringe el pensamiento complejo, por
ejemplo</i>.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Como parte de ese pensar otra vez todo aquello que vale la
pena, sugiero que puede haber algo profundamente equivocado en las ansias por
una identidad (es decir por la búsqueda de una <i>singularidad)</i> tan fuerte como para que nos lleve a anteponer lo que
<i>somos </i>a lo que <i>hacemos.</i> </span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Porque eso facilita que nuestras <b>búsquedas identitarias</b> primen sobre nuestras <b>intervenciones en las prácticas.</b> Se corre el peligro de que nuestro
impulso por definiciones de nosotros mismos y por la afirmación de nuestro
prestigio social, determinen nuestras estrategias al dar clases.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Me parece necesario invertir esas jerarquías e insistir en
que cada sujeto “<i>es hijo de sus obras”; </i>que
seremos según actuemos.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Un espacio de identidad severamente demarcado, puede
evitarnos ser meros trasmisores de saberes construidos en otros lado, pero su
exageración puede llevar<span> </span>a convertirnos
en repetidores autoritarios sin la menor autoría, desconfiados cuando no
represores de las preguntas por las que asoma la cultura cotidiana de nuestros
alumnos, imposibilitados de cruzar barreras culturales y sumergirnos, por
ejemplo, en las relaciones de la educación corporal con la ética y la estética.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;"><span> </span>Una frase que repito
por lo gráfica que es, reza:”<i>Los campos
cercados son para el ganado”. </i>Tener muy en claro a qué nos dedicamos es, de
verdad,<span> </span>muy necesario. Pero <b>ser un maestro del cuerpo</b> capaz de
enfrentar el desafío del cuerpo a cuerpo que implica la educación actual,
significa que seamos capaces de transformarnos<span>
</span>en <i>mediadores </i>entre las muy
diversas culturas que habitan hoy los alumnos, en <i>preguntadores </i>que familiaricen a niños y adolescentes con saberes
habitados por incertidumbres e interrogantes que abren el tema del cuerpo a la
innovación y la invención, en <i>cruzadores
de fronteras </i>sociales, políticas, étnicas, religiosas, sexuales, y en <i>facilitadores del intercambio </i>de
diálogos entre el cuerpo, la ciencia el arte y la historia.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;">Limitar el conjunto de intervenciones que realizamos a lo
que se supone que nos define puede restringir severamente nuestra propuesta. Si
insistimos en que también <i>seremos según
hayamos actuado, podemos ganar dos cosas.</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;"><span>1.<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><span style="font-family: Arial;">En
primer lugar, abrir nuestra identidad a otras identidades, a otras formas
posibles de ser. Existe, sin duda, un conflicto entre <i>identidad y diferencia </i><span> </span>en
cada uno de nosotros. El auténtico desafío consiste en desplazar, hasta un
cierto punto, la lógica de la identidad y confiar en la diferencia. Sin dejar
de ser uno mismo. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<br /></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;"><span>2.<span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Times New Roman"; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><span style="font-family: Arial;">En
segundo lugar, inaugurar el espacio ético de la responsabilidad, que la Educación Corporal
comparte con todas las otras disciplinas escolares. Un espacio con fuerte
impronta ontológica<span> </span>porque ante las incrementadas
capacidades del hombre sobre el medio natural, sobre la propia especie y sobre
otras especies se requiere una multiplicada responsabilidad. Nuevas capacidades
han demandado siempre nuevas responsabilidades y en torno a ese binomio
capacidad-responsabilidad nuestra especie ha ido tejiendo su historia.</span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-15118833582569603642012-07-25T17:27:00.002-07:002012-07-25T17:27:32.981-07:00De 1200 a 6000 calorías: ¿cómo se alimenta un atleta olímpico?<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<h2 style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial; font-weight: normal;">Es lo que come un deportista,
según su especialidad; mirá cómo es el comedor de la Villa, donde se sirven hasta
60 mil platos por día y hay un Mc Donalds. <strong><span style="font-family: Arial; font-weight: normal;">Por Alejo Vetere / Enviado
especial</span></strong> para el diario La Nación</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial;"><br /></span></span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">LONDRES.- En el
comedor de la <a href="http://canchallena.lanacion.com.ar/1492662-el-edificio-argentino-aca-descansan-los-suenos-dorados" target="_blank"><strong><span style="color: windowtext; font-family: Arial;">villa
olímpica </span></strong></a>pueden compartir un almuerzo hasta 5 mil atletas a
la vez. Para dimensionar el tamaño habrá que pensar en el patio de comidas de
cualquier shopping, aunque seguramente sea escasa la comparación. Entran y
salen deportistas de todo el mundo y según su deseo se direccionan a los
distintos mostradores, en donde se sirven hasta 60 mil platos por día. En un
rincón del inmenso salón, Mc Donalds -uno de los sponsors de los Juegos-,
ofrece sus clásicos menúes; seguramente, la opción que eligen los menos
rigurosos con las dietas de alto rendimiento. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Según cada
deporte, los habitantes de la
Villa Olímpica pueden encuadrarse en grupos de alto consumo
energético (6000 o más calorías por día) como los nadadores, ciclistas, remeros
o basquetbolistas, o los grupos de bajo consumo energético (1200 calorías por
día) como las bailarinas, las patinadoras, o las gimnastas. La alimentación no
es un tema menor para los que conviven en la ciudad olímpica y son muchos los
que se tientan con pasar y llevarse una hamburguesa completa con papas frítas,
menú que aporta, nada más y nada menos, unas 1000 calorías. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Para una correcta
respuesta física hay que tener en cuenta factores tales como el tamaño
corporal, la edad, el sexo, el desentrenamiento y el período de entrenamiento.
¿Qué debe comer, entonces, un deportista durante un Juego Olímpico? "Una
correcta ingesta energética permite que el atleta conserve un peso adecuado y
permitirá que optimice su rendimiento deportivo. Así podemos hablar del
estrecho vínculo entre una dieta equilibrada, el rendimiento, y la salud del
atleta", explica el Doctor Héctor Kunik, Presidente de la Asociación Metropolitana
del Deporte. "El esquema nutricional de un deportista es una ecuación
matemática en la que la ingesta energética y el gasto calórico deben
equilibrarse. Para hacer posible este logro deberá entrenarse y consumir
alimentos variados con proporciones adecuadas de hidratos de carbono, grasas y
proteínas que cumplan con las funciones energéticas requeridas", amplía
Kunik. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">El
combo de Mc Donalds es gratis para todos. En Pekín, se pagaba, era como un
servicio adicional. Aquí, no. Hay combos comunes y la diferencia es que hay más
hamburguesas de pollo como opciones. Los helados salen bastante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Para José
Meolans, nadador argentino que compitió en los Juegos de Atlanta 1996, Sydney
2000, Atenas 2004 y Pekín 2008, lo fundamental es la dieta equilibrada:
"No recuerdo cuántas calorías comía yo, pero confiaba mucho en mi
nutricionista y los profesionales que trabajaban conmigo. Lo fundamental es
comer sano", explica. "Al entrenar de cuatro a seis horas por día te
podés dar el lujo de comer una hamburguesa sin que pase nada", opina. Sin
embargo, advierte sobre repetir una mala alimentación en forma sistemática:
"Con el paso del tiempo lo vas notando, pero si una semana no comiste
adecuadamente, llegás al fin de esa semana más cansado que de costumbre". </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">El problema se
nota cuando se abandona el deporte y se mantiene la ingesta de calorías en
abundancia, como si la persona conservara la identidad de atleta. "El
resultado es evidente: incremento del peso corporal y desarrollo de patologías
tales como la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial o el aumento de
los valores del colesterol; todo ello se traduce en la tendencia a generar
situaciones que ponen en riesgo la vida. En estos casos el atleta deja de serlo
para convertirse en un paciente", concluye Kunik. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">El
gran comedor olímpico se divide según las costumbres culinarias: "Europa,
Mediterránea y América", "Africa y Caribe", "India y
Asia" y "lo mejor de la comida inglesa".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-65298936942572471842012-07-19T16:55:00.000-07:002012-07-19T16:55:49.814-07:00Justicia<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De una u otra forma, la mayoría
de los adultos estamos atravesados por la relación que mantenemos con la ley o
la justicia. No necesitamos ser especialistas en la perspectiva jurídica para
tener inscriptas en nosotros esas nociones. Tal inscripción nos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lleva a reflexionar sobre esos mojones en el
camino, que nos ayudan a tomar decisiones, a los que llamamos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">valores.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Quién no siente horror, cuando
no solo no se aplica la ley y la justicia no opera, sino también<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuando nuestros gobernantes y autoridades la
evaden descaradamente? Incluso el odio puede llegar a filtrarse, por lamentable
que sea, porque siendo sujetos éticos, habiendo renunciado a satisfacer una
buena cantidad de nuestros <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>deseos,
habiendo logrado convertirnos en seres que no atentan contra el semejante, la
ley o la justicia, esperamos que se tome en cuenta esa diferencia, a la hora de
premiar o castigar. En última instancia seguimos esperando que la sociedad
sancione en la dirección de nuestra renuncia, para poder sostenerla.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pareciera que, en la Argentina, la espera se
torna ya insoportable. Resulta llamativo como la violencia se liga a la
impunidad e impacta a todos los grupos sociales. Para los educadores, la falta
de una mínima <i style="mso-bidi-font-style: normal;">normatividad ética </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en niños y adolescentes nos impacta
especialmente. Sobre todo porque afecta tanto a los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">híper enseñados- </b>aquellos que han disfrutado de todos los cuidados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">materiales</i> de la educación, pero tienen
padres ausentes-<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> como a los híper
humillados, </b>los eternos destinados a los circuitos de la pobreza y la
exclusión, cuyos padres también ausentes, lo están por otras causas..</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todos ellos, hijos huérfanos de padres vivos</i>, claman por una ayuda
que un Estado agotado casi no les proporciona. Ni tampoco las instituciones
llamadas disciplinarias que aseguran el funcionamiento de ese Estado Nación,
tales como la familia, la escuela, la Universidad o el ejército. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esto de un Estado debilitado
puede, en nuestros días, sonar contradictorio. No lo es. Puede coexistir un
partido triunfante en elecciones democráticas, que se hace cargo del poder<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y lleva adelante un gobierno fuerte. Pero en
el marco de un Estado débil, cuyas instituciones, como acabamos de decir, no
funcionan o funcionan mal. Tan mal como la democrática división del Poder
Legislativo, Judicial y Ejecutivo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Estado</b>
agotado que no provee de ayuda para encauzar el pensar de la sociedad, una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">escuela </b>que no forma ciudadanos y una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">familia</b> que no trasmite el valor de la
ley y de los límites… ¿cómo se puede ser un niño o un adolescente hoy?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Cómo podemos nosotros, los
maestros del cuerpo, enseñar el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sentido
de la regla </b>al jugar, si los chicos desconocen la ley, ese verdadero pacto
para funcionar? ¿Si tienen tremendas dificultades para comprender que la
práctica de los juegos deportivos y los deportes, requieren respetar el
principio de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“así no se puede” </i>pero de todas estas otras formas “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">sí se puede”?</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿No será que cualquiera que sean
los saberes corporales que enseñemos, la técnica más importante que debe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>atravesar todo lo que trasmitamos es aquella
que permite incorporar al jugar el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sentido
de la regla y de la ley, </b>en el marco del respeto a uno mismo y a los demás?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por Mariano Giraldes </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-3117338017100404612012-07-11T08:41:00.000-07:002012-07-11T08:41:03.991-07:00El entrenamiento funcional de los himbaLos Himba son una etnia que habita el norte de Namibia, en el continente africano. Calculo que vivían muy felices, hasta que la gente de “perdidos en la tribu” llegó para mostrar sus costumbres, tan opuestas a las de las sus visitantes. El reality trata de trasplantar una familia de Buenos Aires a una aldea africana y convivir, tratando de asimilar sus costumbres cotidianas. Los escenarios son francamente atrapantes. Pero lo que me llamó la atención, fue un capítulo en especial.<br />La idea era que cada familia mostrara las actividades físicas que realizaban durante el día. Principalmente los más jóvenes.<br />Los Himba, jugaron carreras corriendo y en mulas. Simularon luchas cuerpo a cuerpo, y saltaron , con envidiable facilidad. Era el turno de las chicas argentinas de mostrar su motricidad cotidiana.<br />Quiero creer que fue una idea de la producción: armaron una clase de step. Si, tal cual. Música, unas mancuernitas, cajón de plástico para las chicas, piedras planas para los himba (civilización y barbarie )y comenzó la clase. Dirigida por las improvisadas instructoras, que al decir verdad no distaban mucho de lo que vemos en la mayoría de los gimnasios. Uno , dos ,arriba del banco , abajo, todos parejitos. Los chicos africanos fueron muy respetuosos, y hacían que los rígidos movimientos parecieran un poco más sutiles y graciosos. Pero sus rostros no mentían. Y sus palabras tampoco, cuando les preguntaron si les había gustado la clase. Nooo, dijeron a coro los consultados. Incrédulos, los cronistas le siguieron preguntando. Entonces agregó: no entendí que hacía, ni para que servía, tampoco fue divertido... Me suena familiar, dije desde el sillón de mi casa. Cuantas veces lo habrá dicho algún alumno de una clase mía...? No creo estar invicto de críticas similares. Sentí cierta incomodidad solidaria con las improvisadas instructoras.<br />Una anécdota si se quiere, trivial, hasta graciosa, me llevó a reflexionar sobre el hacer del profesor, el alumno y cuál es el producto final de esa interacción en la actualidad. Y creo que hay algunos puntos sobre los que tendríamos que repensar nuestra labor como docentes:<br />
-<i>La corporalidad de los Himbas</i>: más auténtica y real que la de la mayoría de los habitantes de las grandes ciudades. Sus juegos son realmente “funcionales”a las tareas que realizan durante el día. Cuidar el ganado, transportar cargas, hacer grandes distancias a pie, competir en el juego de seducción del sexo opuesto, defenderse. ¿Para qué subir y bajar un escalón cientos de veces , si el ámbito es una llanura casi exasperante. Tampoco los divierte llevar pesitas insignificantes, cuando lo que necesitan es levantar un cuenco con diez litros de agua sobre la cabeza (lo hacen las mujeres, en teoría el sexo débil) Y cuando se recrean, no olvidan ni el ritmo ni la danza.<br />Nuestras clases quizás deberían contemplar esta racionalidad, y prepararnos para la proeza de estar cuatro horas sentados frente a una pantalla, no caminar más de cien pasos por día y tener al alcance de la mano, mas alimento del que necesitamos.<br />
-<i>La globalización del movimiento</i>: las chicas porteñas mostraron una clase inspirada en un modelo calisténico americano, actualizada a través de un rítmo pop latino pegadizo, en una aldea africana. ¿Qué mezcla no? –Entonces ponemos un tango y listo- argumentaría alguien en un intento de simplificar la cuestión. Podría ser o no. No creo tener una respuesta definitiva. Pero sería un buen punto de partida, reflexionar como absorbemos acríticamente, profesores y alumnos, las modas y tendencias con que la industria del fitness nos inunda día a día, convirtiéndonos en damnificados de las más variadas irracionalidades.<br />
-<i>La rigidización del fitness</i>: acudimos a una excesiva simplificación de las sesiones, que no enriquecen la motricidad del alumno. Se priorizan los elementos supuestamente novedosos, tal vez para darnos cierto aire de actualizados, limitando la riqueza y sutileza de movimiento del alumno. Y muchas veces lo que es peor, su significación. Si a esto le agregamos el sedentarismo cotidiano, producto de los cambios tecnológicos, en un tiempo no muy lejano, la relación entre el cuerpo y el movimiento, será otra, e intuyo, mucho más pobre.<br />Ante tanto marketing, métodos y sistemas, quisiera rescatar la lección de los himba. Sus cuerpos en movimiento, hablan por si mismos. Armonía, eficienciencia,y elegancia, son atributos que cualquier docente desearía lograr en sus clases. Ellos lo logran, y encima, se divierten.<br />
<br />El autor, Miguel Ordoñez es Profesor de Educación Física y vive, actualmente, en Rosario.Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-62844501354598753352012-04-10T15:36:00.002-07:002012-04-10T15:41:34.939-07:00La obsesión argentina por el relato<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial"></span><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><span class="fecha"><span style="font-size:14.0pt;font-family:Arial">C</span></span><span style="font-family:Arial">ómo Humpty Dumpty permite comprender el discurso político.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;">Las teorías lingüísticas del personaje infantil Humpty Dumpty son un asunto muy serio, aunque su figura provoca desconcierto: tiene forma de huevo con ojos, nariz y boca humanos, usa camisa, corbata, pantalones y zapatos.</span></p><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial"></span></span><section id="contenedor-contenedor" class="floatFix"><section id="contenedor" class="floatFix"><section id="item" class="floatFix"><article id="nota"><section id="herramientas" class="floatFix"> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Humpty Dumpty nació en Inglaterra en el siglo XIX. Al principio fue un acertijo y luego una rima y canción infantil, pero, según la tradición francesa, ya formaba parte de los <i>Cuentos de Mamá Oca </i>que se remontan al siglo XVII. Charles Perrault recopiló varios de aquellos relatos anónimos en su libro <i>Historias o Cuentos del tiempo pasado </i>, pero ahí Humpty Dumpty no aparece. Al pedante huevo que habla con agudeza filosófica, y que se hace pedazos al caer ruidosamente del muro en donde se había sentado, le llegó la fama con Lewis Carroll y su cuento <i>A través del espejo y lo que Alicia encontró allí </i>.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">En el cuento, Alicia y Humpty Dumpty -traducido como Tentetieso- sostienen un diálogo efervescente:</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">-Cuando yo empleo una palabra -insistió Tentetieso en tono desdeñoso- significa lo que yo quiero que signifique?, ¡ni más ni menos!</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">-La cuestión está en saber -objetó Alicia- si usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">-La cuestión está en saber -declaró Tentetieso- quién manda aquí?, ¡si ellas o yo!"</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Este contrapunto provocó múltiples lecturas durante 140 años. Ahora yo lo reinterpreto para comprender el modo en que la palabra relato, surgida en la literatura, extendió su horizonte semántico al campo de la política. Como si Humpty Dumpty hubiera dicho: ¡Yo quiero que la palabra relato signifique "discurso político"!, y ya está, le hicimos caso: ahora el relato es un río de argumentos políticos que participan de la lucha por el poder, y es un conjunto de procedimientos narrativos y discursivos donde confluyen palabras, imágenes, actos y gestos públicos, emblemas y símbolos, espectáculos y otros modos de comunicación masiva. El relato político busca la masividad para lograr la construcción hegemónica de sentido y de realidad.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Pero la zambullida semántica del relato en el tumultuoso mar de la política crea graves contradicciones. El significado de las palabras es imposible de gobernar por capricho, aunque Humpty Dumpty diga lo contrario. La lengua no es propiedad de alguien en particular sino que es un patrimonio colectivo, social, y el significado primordial de las palabras suele permanecer latente más allá de los vaivenes del habla. Las contradicciones aparecen cuando las virtudes del relato literario, transferidas al relato político, se convierten en graves defectos que hieren su sentido y significación.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Lo aclaro: para mí el relato político es un género narrativo que se organiza con estrategias discursivas pertenecientes al terreno de la ficción. Es más: el relato político, surja de donde surja, es una ficción que quiere reemplazar la realidad y la verdad. Y para lograrlo se construye y se hace circular según las reglas de toda lucha por el poder: debe actuar como una herramienta de combate adaptable y manipulable según las necesidades políticas. Por eso hay un relato para cada tiempo y circunstancia.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Aprovecho algunas escenas literarias para explicar lo que pienso.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">El relato -que deriva del latín <i>relatus </i>- es una forma narrativa que hunde sus raíces en lo más hondo de los tiempos. Es hermano gemelo del cuento y muchas veces ambos actúan como sinónimos. El relato también tiene lazos sanguíneos con el mito, la leyenda y las crónicas. Por ejemplo: el texto escrito más antiguo de la historia que se conserva es <i>La Epopeya</i><i> de Gilgamesh </i>, una saga mitológica que tiene más de 3500 años y que se creó mediante la reelaboración de diferentes relatos míticos y legendarios, de origen sumerio y acadio, que giran en torno del héroe Gilgamesh y su dramática búsqueda de la gloria y de la inmortalidad.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">El relato como narración o cuento se desarrolló de modo mestizo, híbrido, conjuga fantasía y realidad y es subjetivo, simbólico, metafórico. Reformula experiencias individuales y colectivas de acuerdo con las creencias y deseos del que cuenta y no según la verdad de los hechos narrados. El relato no es un testimonio judicial ni una declaración jurada. Es una ficción, aunque el narrador asegure que "los hechos ocurrieron así". Luego de leer y releer el <i>Relato de un náufrago </i>todavía no logro descifrar dónde está lo cierto y dónde lo imaginado por Gabriel García Márquez, y eso si hay algo cierto en el relato.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Lewis Carroll defendió con énfasis -en su obra <i>Lógica simbólica </i>- la relación se-mántica entre las palabras y la realidad que surge de la teoría de Humpty Dumpty: "Si un autor declara al comienzo de su libro «convengamos en que cuando yo digo negro significaré siempre blanco y que cuando diga blanco significaré siempre negro», yo aceptaré sin discutir esa convención, por arbitraria que me parezca".</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Carroll se ubica sin equívocos en el vasto mar de la literatura, en donde los códigos de la ficción permiten que el narrador gobierne con arbitrariedad las normas y reglas del lenguaje. Pero en la realidad cotidiana, en nuestra vida de todos los días, los caprichos semánticos reproducen el caos de la Torre de Babel. Nadie puede manipular sin ton ni son el significado de las palabras sin chocar con las paredes. Tampoco la política.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">La capacidad del relato político de construir versiones alternativas de la realidad y la historia se funda sobre la posibilidad que existe de reinterpretar y transmutar el sentido del pasado y sus lazos con el presente. El famoso escritor norteamericano Theodore Sturgeon, autor de poéticas novelas y relatos de fantasía científica, acuñó una frase que se conoce como La Ley de Sturgeon. La frase dice: <i>Nothing is always absolutely so </i>, que traducido significa: "Nada es siempre absolutamente así". La versión argentina de la Ley de Sturgeon es el insólito: "Eso no es tan así", lo que implica que las cosas pueden ser más o menos de otro modo. Pero atención que Sturgeon se refería a la literatura, donde la realidad puede subvertirse y trastocarse sin límites. Si nada es siempre absolutamente así, los escritores pueden contar las cosas a su antojo y cada versión será un relato distinto. La vida de Jesús fue narrada de modo muy diverso y magistral por los novelistas Norman Mailer, José Saramago y Robert Graves.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Pero, en el fragor del relato político, la Ley de Sturgeon disuelve las certezas, erosiona las convicciones, relativiza las verdades y vuelve opacas las certidumbres. No hay modo cierto de saber cómo son las cosas porque siempre pueden ser de otro modo. Es el maravilloso reino de la subjetividad y la perspectiva, tan propio de nuestros tiempos posmodernos. También es el mundo del "yo digo lo que quiero decir y las cosas son como yo digo" que propone Humpty Dumpty. Así es como el relato siempre queda impregnado por la subjetividad del relator porque no existe un relator objetivo. El "yo" que habla y enuncia siempre cuenta lo que quiere contar y calla lo que quiere callar. El silencio también forma parte del relato, y ningún relato es completo: es siempre una versión de los hechos. Incluso, el relato puede ser inverosímil o increíble: salvo los chicos, nadie imagina que <i>El Gato con Botas </i>o <i>Caperucita Roja </i>son relatos ciertos y verosímiles. Pero el relato político quiere instituirse como un relato verosímil, real y verdadero, y entonces debe transformar su naturaleza subjetiva en otra de carácter objetivo. Al hacerlo fragmenta la realidad y disfraza la verdad.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Advertencia: los cultores del relato político deben saber que la cualidad revolucio-naria de las palabras y el discurso no se sujeta al poder autócrata de quien los enuncia sino a la libre interpretación de quien los escucha. A eso se refiere Alicia cuando le responde a Humpty Dumpty: "La cuestión está en saber si usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes".</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Ni siquiera Humpty Dumpty pudo. ¿Alguien puede?</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">En <i>Las ciudades invisibles, </i>Italo Calvino incluye media docena de veces la palabra relato para referirse al modo en que Marco Polo le cuenta sus viajes por el mundo al emperador de los tártaros, Kublai Kan. El libro es de 1972 y por la lucidez de sus diálogos y reflexiones contagió el espíritu de lingüistas, filósofos y semiólogos.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">En un párrafo, le dice Marco Polo al Gran Kan:</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">-Lo que comanda el relato no es la voz, es el oído.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">-(Kublai Kan contesta) A veces me parece que tu voz me llega de lejos, mientras soy prisionero de un presente vistoso e invisible?</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">Y en otro tramo del libro leemos lo que cuenta el narrador:</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:Arial">"Con el paso del tiempo, en los relatos de Marco Polo las palabras fueron sustitu-yendo los objetos y los gestos?"</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family: Arial;">Acá tal vez haya una premonición: quizás el relato político busca sustituir la realidad por las palabras para que todos quedemos presos de un presente vistoso e invisible; y tal vez busca reemplazar la historia por el discurso, y desplazar la verdad para instaurar el dogmatismo, y distorsionar la memoria para entronizar una leyenda. Pero en la naturaleza del relato está inscripto su destino de ficción y a eso se refiere la bella Seküre en las últimas dos líneas de la novela <i>Me llamo rojo </i>, del premio Nobel Orhan Pamuk: "Porque no hay mentira a la que no sea capaz de recurrir con tal de que la historia sea hermosa y nos la creamos".</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial"><span style="font-size:85%;">Diario La Nación del Sábado 7 de abril de 2012. Autor: Carlos Balmaceda</span><br /></span></p> </section></article></section></section></section>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-43688316141905898892012-03-02T14:56:00.003-08:002012-03-02T15:08:23.714-08:00Elogio de la lumbalgiaEl dolor lumbar y la perspectiva del mundo.<br /><br />Si el planeta tuviese la gentileza de inclinarse unos treinta grados a estribor yo volvería a ver las<br />cosas en su lugar. La lumbalgia te cambia la perspectiva del mundo. Te rescatade la dictadura de lo vertical. El dolor te humaniza. Todo se vuelve estúpido,insignificante. Comprendés, a fuerza de latigazos en el lomo, que tenés un cuerpo. Que no gobernás su caprichosa mecánica. Que estás a su merced. Te comela voluntad. Te derrumbás sobre la cama evitando cualquier desplazamiento. El aleteo de las alas de una mariposa desencadena una tempestad de rayos que te atraviesan la espalda. Advertís la contundencia de lo sutil, la furia desatada por lo minúsculo. El movimiento es tu enemigo. Sos un primate pagando la deuda milenaria de la bipedestación. Nunca has estado más lejos de tus zapatos. Todos tienen un remedio para ofrecerte: calor, frío, elongación, reposo,<br />antiinflamatorios, corticoides, kinesiología, masoterapia, osteopatía, baños termales. Te obsequian una interpretación al paso: ansiedad, falta de descanso, angustia existencial, conflictos no verbalizados, alexitimia, adicción al trabajo. A mis vértebras no les importa nada lo que digan acerca de ellas. Me clavan su puñal. Me ponen un límite. Me recuerdan que el peso del mundo es más de lo que puedo cargar sobre los hombros. Una mucama me dijo hace un rato:<br /> <em>-"Usted tiene que dejarse querer". </em><br /> Yo no soy feliz. Pero no necesitaba que me lo recuerden de esta manera tan brutal.<br /><br />De Intramed, Notas médicasMariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-61893586374669395142012-02-29T08:05:00.004-08:002012-03-01T16:25:42.530-08:00INFORMACIÓN, SABERES Y CULTURA.Riesgos y posibilidades de las tecnologías de la comunicación<br /><br />Hemos alcanzado los límites del tiempo y de la información. No podemos procesar la inmensa masa de información que estamos en condiciones de recibir. No nos alcanza el tiempo “biológico”, sencillamente.<br />Internet conduce a una suerte de vértigo: <strong>la información termina por matar la información</strong>. Hay demasiada. Y mucha información mata la información. Lo importante es poder integrar esas informaciones en saberes y esos saberes en cultura. Es decir en prácticas que den sentido a lo que hacemos en nuestra vida y en nuestra profesión. Joel de Resnay en “<em>El explorador del cibionte”</em> (1997) habla de un tiempo <em>amplio</em> y lo diferencia del tiempo <em>corto</em> y del tiempo <em>largo.</em> En plena revolución de la información y la comunicación <strong>viene bien diferenciarlos.</strong> Nos viene bien, sobre todo, a los que no somos nativos digitales. Y más aún a los que nos dedicamos a una u otra forma de transmisión de saberes.<br />El <em>tiempo corto</em> es el de la televisión, el chateo y el zapping. El <em>tiempo largo</em>, el de la educación, de la cultura, del estudio, de la lectura, el esfuerzo sistemático, la reflexión y el diálogo permanente. Es un tiempo secuencial. Es el cada vez menos asumido tiempo del <strong>poco a poco</strong>.<br />El <em>tiempo amplio</em> considera que para que el tiempo pueda ser considerado un capital personal, hay que poder integrar en forma crítica y racional el tiempo largo, la información y su transformación en las prácticas mencionadas.<br /><strong><em>Acerca de simulacros de innovación<br /></em></strong>Esta breve introducción debería servir para plantear un problema preocupante: <em>¿Cuál es el sentido de que el Gobierno regale computadoras a cada chico mientras la escuela se siente avasallada por las tecnologías de la información y la comunicación, a las que imagina un enemigo poderoso? </em><br /><em>La verdad es que ni docentes ni pedagogos terminan de incorporarlas a las aulas de manera que millones de niños y adolescentes, marcados por la desigualdad, se apropien de una herramienta imprescindible para desempeñarse en el nuevo entorno.<br /></em>La extrema pobreza, el analfabetismo y la muerte por causas prevenibles son flagelos anacrónicos, que <em>podrían</em> ser derrotados por la fuerza de la revolución que ha producido la tecnología de la información. Pero definitivamente con las computadoras en las aulas no alcanza. Como dice Silvia Bacher en <em>“Dilemas de la educación en la era digital”, (2009), “las computadoras no son tablas salvadoras a las cuales es posible aferrarse ni prótesis que obturan viejos problemas de ineficacia del sistema educativo”</em>. El envío de equipamiento tecnológico a las escuelas sin capacitación docente y sin capacidad para construir proyectos institucionales, sólo confunde a los padres ingenuos. La escuela tiene que enseñar su uso eficaz. No es sencillo porque la escuela debe aceptar el desafío de transformarse verdaderamente en un lugar de resistencia ante las presiones paralizantes del poder y del mercado. Y comprender que en vez de desgastarse en una competencia con los medios y las tecnologías de la comunicación que fueron minando su identidad, debe integrarlos en el proyecto educativo.<br /><br /><strong>¿Qué podría intentarse?<br /></strong>1.Antes que nada, es preciso contestar la siguiente pregunta:<br />¿<em>Cuál es el sentido de la educación en la era digital? </em><br />Interrogante esencial, cuya respuesta es imprescindible para diseñar las políticas destinadas a relacionar la educación con los medios y las tecnologías de la comunicación.<br />En un momento en que <em>“tanto la población adulta como buena parte de los jóvenes, no sabe leer con provecho, no sabe comunicarse por escrito con un mínimo de eficacia, tiene un mal manejo elemental de los números y de las matemáticas, y posee una concepción bastante primitiva de su entorno físico, en términos de las ciencias”.</em> (Brunner, citado en Meller, 2002).<br />2.Luego, la escuela tiene que enfrentar la inédita situación de que sus alumnos llevan grabados las TICS en sus cuerpos y en sus sensibilidades. Además, las manejan mucho mejor que la mayoría de sus maestros. (Lo que no significa ubicar a éstos en el lugar de analógicos irremediables y a la escuela en el lugar del pasado).<br />3.Las redes electrónicas están controladas por pocas y muy poderosas compañías multinacionales de medios que son las propietarias de los canales de distribución mediante los cuales nos intercomunicamos y que controlan gran parte de los contenidos culturales que terminan siendo definitivos en la constitución de las subjetividades de niños y jóvenes. <strong>No hay precedentes en la historia de un control externo tan amplio de las comunicaciones humanas. Control que le posibilita a las empresas prometer felicidad a cambio de consumo, por ejemplo.</strong> En un mundo en el cual el acceso a la cultura esté cada vez más comercializado y mediado por las corporaciones globales, la cuestión del poder institucional y la libertad de los sujetos se transforman en un problema candente<br /><br />Mariano Giraldes<br /><br />Bibliografía<br />MELLER, Patricio (2002): “Distintas versiones sobre Tecnologías de Información en Internet en Chile”, Perspectivas, vol. 5, Departamento de Ingeniería Industrial, Universidad de Chile.Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-86888009114847737942012-02-15T07:05:00.002-08:002012-02-15T07:31:48.527-08:00La enseñanza de una gimnasia....en los márgenes<strong>Una refutación a lo impuesto.<br /><br /></strong>El propósito de este artículo es sencillo: Intranquilizar, complejizar la mirada que se dirige a las prácticas corporales, insistir con la palabra, aunque esté devastada.<br />En realidad, para intranquilizarse no hace falta otra cosa que registrar, por un lado, la banalización en la relación que las personas tejen con sus cuerpos, manipulados como estamos por los dictados estupidizantes de los medios y el mercado. Por otro, señalar que como consecuencia de esa potente influencia mediática, la enseñanza de la gimnasia, en la mayor parte de los lugares donde se realiza, se ha esterilizado al recorrer caminos siempre idénticos y obedientes.<br />La consecuencia es que se está logrando vaciar de sentido y volver incomprensible una cultura corporal que debería ser inteligente y crítica.<br /><br /><strong>La prudencia en dosis homeopáticas<br /></strong>Queda claro, desde el comienzo mismo, que abandono toda prudencia. La prudencia al escribir es una virtud a exhibir en dosis homeopáticas.<br />Probablemente por eso, Baudrillard dice que “<em>todo discurso, si intenta ser significativo, está destinado a romper las apariencias”.</em> Es que es difícil ser neutral, cuando se intenta ordenar un espacio de cosas, cuando se invita a pensar un mundo de prácticas corporales saludables o cuando se presenta una interpretación de <em>las gimnasias y su enseñanza</em>.<br />Abandono la prudencia aunque acepte, como acepto, que los opuestos sobre los que se estructura la cultura corporal, no se prestan a intentos de síntesis última sobre ella y evite toda legitimación definitiva de alguna de las prácticas que la caracterizan.<br />Es que siempre persiste en lo que escribo una idea fuerza: el desafío que los maestros deberíamos enfrentar, consiste en ayudar a construir una política capaz de trazar una frontera que se abra a los sujetos y a sus múltiples demandas en torno a lo corporal y se cierre a las fuerzas que se oponen a tal apertura. Eso no admite términos medios.<br />Puede no ser fácil. Como dice E. Valiente Noailles <em>“…el temor a profundizar las cosas puede provenir de que profundizar algo significa, esencialmente, desfondarlo. Significa desembocar en un sitio en el que no hacemos pie”.<br /><br /></em><strong>En los márgenes… ¿Por qué?<br /></strong>Porque sugiero analizar la enseñanza de una gimnasia alejada de lo establecido, de lo aburrido y burocrático. Una enseñanza que no se preocupe por lo permitido ni haga caso de lo obligatorio por imposición institucional. Una enseñanza por fuera de lo usual, de lo acostumbrado; capaz de recrear la tradición para renovarla; que acepte el mercado pero no su tiranía, ni tampoco la de algún otro tipo de centralidad.<br />Una enseñanza, en fin, que sea una verdadera transmisión.<br />Que podría tener sentido siempre que a la vez sea representativa de un saber renovado, el de la gimnasia. Recordando que tal saber siempre ha caracterizado parte de nuestra identidad como disciplina.<br /><em>Y siempre que se asuma sin miedo que moverse en el margen de lo establecido puede ser uno de los aspectos característicos de las vanguardias, en su búsqueda de creaciones auténticas</em>.<br />Una enseñanza así, capaz de alejarse de las trampas de la objetividad para volver a ella cada vez que haga falta, podría significar una bocanada de aire fresco entre tanta propuesta rutinaria y convencional.<br /><br /><strong>¿Qué está sucediendo con la enseñanza de la gimnasia como para que se justifique hablar de otra alternativa?<br /></strong>Que en ciertos espacios se practica mucho y en otros nada. He tratado otras veces el tema de la casi desaparición de la enseñanza de la gimnasia en la escuela, como para volver sobre ese tema. Diré, sin embargo, que si a alguno de nosotros se le ocurriese transmitirla, deberíamos estar preparados para enfrentarnos a contextos escolares entre sorprendentes y estremecedores, que no facilitan, precisamente, esa transmisión.<br />Tanto que se hace difícil hoy sostener la idea de que existe una correlación entre asistir a la escuela y el desarrollo de conocimientos poderosos. No solo con los propios de una educación corporal, sino con los de las otras disciplinas. Analicémoslo brevemente:<br />Dentro de la escuela, la masificación de la escolaridad, producto de los planes asistenciales, se ha producido en contextos de evidente exclusión social. Eso ha producido un terremoto. Entre otras cosas porque las escuelas no están en condiciones de recibir tamaña cantidad de escolares.<br />Además, los viejos modos de hacer las cosas ya no sirven; los problemas a resolver son inéditos, los maestros y los directivos viven su tarea como una misión imposible; los padres se muestran siempre insatisfechos de aquello que la escuela puede ofrecer y con derecho a demandar asistencia en temas que, años atrás, hubiesen significado una injustificable intromisión de la escuela en la vida familiar. Sin embargo, la mayoría no parecen excesivamente preocupados por otra cosa que no sea que el hijo “pase de grado”. No así por la calidad educativa o la exigencia académica.<br />Los nuevos alumnos que se incorporan, especialmente los adolescentes, están marcados en su subjetividad por los nuevos contextos familiares y los consumos corporales y de tecnologías que los caracterizan. Como consecuencia sus preferencias, lenguajes, estilos de vida, actitudes y expectativas no tienen nada que ver con el modelo de alumno que las escuelas y los maestros esperan que la sociedad les entregue, para convertirlos en sujetos, ciudadanos y productores.<br /><em>Fuera de la escuela</em>, la gimnasia parece gozar de buena salud. Sin embargo, por una parte, la mayoría de <strong>los que la practican</strong> no suelen advertir los mecanismos de manipulación que pone en marcha la sociedad de consumo, exaltando con devoción la imagen personal, en lo que parece constituir el último paso en la transformación de lo sujetos en mercancías. Y, por otra, <strong>los profesores e instructores</strong> se muestran más dispuestos a adherir a franquicias, sistemas y modelos poco críticos que a desarrollar una especie de donjuanismo intelectual que les permita organizar sus clases con derroche de imaginación, en el aquí y ahora, agotando lo dado en cada encuentro, pensando en cada alumno y no en el futuro del “<em>negocio</em>”. O en el crecimiento de su imagen profesional, preocupados solo por transformarse ellos mismos, en un producto digno de ser consumido.<br />Existe, todavía, otro argumento a considerar, si de hablar de gimnasia se trata. Comienzo a desarrollarlo con una pregunta casi inevitable:<br /><br /><em>¿En qué instituciones se forma para <strong>enseñar a enseñar</strong> algunas de las tantas manifestaciones de la gimnasia?<br /><br /></em>Básicamente, en los profesorados y Escuelas Universitarias de Educación Física y en los instructorados de aeróbica, de Yoga, de Pilates o de gimnasias alternativas.<br />Lo interesante es que tanto en las instituciones con mayor rigor académico como en otras, que no lo poseen en igual medida, se invisibiliza la enseñanza de algunas escuelas y métodos de gimnasia de gran interés, porque no son demandadas por el mercado o porque no responden a justificaciones basadas en la tradición o en principios educativos.<br />Si se acepta tal invisibilización, se abre un espacio para el análisis crítico, dado que es posible que una institución que se dedica a enseñar gimnasia, lo haga siguiendo lógicas que merecen ser revisadas. Por ejemplo:<br />1. La lógica del punto de vista, indica que<strong> la mejor gimnasia es la que se vende más</strong>.<br />2. La lógica del mercado sugiere que<strong> si una gimnasia es</strong> <strong>la que más se vende, debe ser lo mejor</strong>.<br />3. La lógica a la que llamaremos pedagógica, la que domina en los Institutos de Educación Física y las mismas Escuelas Universitarias, también merece análisis porque esas instituciones han sido muy reacias a los cambios. En muchas de ellas parece imperar un principio que indica: <strong>“Cada profesor de la cátedra de gimnasia, tiene total libertad para enseñar el tipo de gimnasia que más le guste, más domine o le parezca más necesaria para las necesidades futuras de los estudiantes”.</strong> Tal libertad se ejercita, por lo general, por fuera de una presentación curricular cumplimentada únicamente por razones burocráticas.<br />Como consecuencia, desde hace muchos años, en la mayor parte de los profesorados de Educación Física, se privilegia la enseñanza de las gimnasias Deporte. Valiosas, sin duda, pero en absoluto las únicas que deben merecer atención. No hay que creer demasiado en ciertas lógicas. Existen, ciertamente lógicas ilógicas.<br /><br /><strong>El vaciamiento del sentido de las prácticas<br /></strong>En la diversificada cultura de lo corporal actual, que mencionaba más arriba, existen propuestas en las que se produce un vaciamiento del sentido de las prácticas. Muy sintéticamente, tal vaciamiento se produce porque vivimos en un tipo de sociedad que posibilita la satisfacción instantánea de los deseos, lo que acaba con la ética de la postergación de los mismos y con la noción de que el esfuerzo es imprescindible para conseguir todo aquello que vale la pena alcanzar. Un tipo de sociedad en la cual:<br />1. La búsqueda del placer parece ser la única meta de la vida.<br />2. La autorrealización, tan declamada, solo se alcanza cuando se puede consumir en forma irrestricta.<br />3. El hedonismo desenfrenado se convierte en la última justificación moral y cultural a la que puede apelarse.<br />Por eso, en mi opinión, debemos preguntarnos constantemente tanto sobre los límites y alcances de nuestras propuestas, cuanto sobre el cómo hacerlas sin cegarnos con el resplandor del presente.<br />Esta <em>gimnasia en los márgenes</em>, tal como la estamos pensando:<br /><br />· <em>La vislumbramos capaz de dialogar tanto con el arte, como con las ciencias. Tanto el primero como la segunda, parecieran, a veces, hermanitos desencontrados que siguen caminos que no se aproximan jamás. Hasta que se descubre que buscan lo mismo: Entender (nos), comprender (nos), emocionar (nos), conocer (nos), explicar (nos).<br />Las ciencias biológicas, inclusive, son un fundamento importante, pero no reside en ellas, en exclusividad, el sentido ni la verdad de lo que hacemos los maestros del cuerpo. Dado que el tema es motivo de frecuentes divergencias, agrego unas consideraciones que pueden servir para profundizar el significado de la <strong>particular disponibilidad corporal</strong> del ser humano.</em><br /><em>Los seres humanos estamos programados en cuanto a seres pero no en cuanto a humanos. Los animales están programados para ser lo que son, hacer lo que hacen y vivir como viven. Nosotros, en cambio, también recibimos nuestra dotación genética, también estamos programados pero en una medida diferente: nuestra estructura biológica responde a programas estrictos, no así nuestra capacidad simbólica. De la que dependen, por ejemplo, nuestras <strong>acciones</strong>. Es decir aquella intervención sobre lo real que significa desear, seleccionar, planear e innovar. (<strong>Acciones</strong>, en el sentido que aquí le damos al término, es lo contrario de un programa).<br />Una de las diferencias orgánicas fundamentales entre el ser humano y cualquier otro animal reside en su casi absoluta ausencia de especialización en lo corporal. Casi todos los animales parecen poseer “tecnología de punta”, son capaces de cumplir tal o cual tarea maravillosamente bien. En cambio, en el sujeto humano, miembros, órganos y sentidos están mucho menos adaptados para tareas específicas. Somos anatómicamente pobrísimos. No tenemos ni garras, ni dientes tan fuertes, ni el olfato del perro, ni vemos de noche, ni tenemos la velocidad del guepardo, ni saltamos tan alto como una pulga, ni levantamos la carga de una hormiga.<br />Pareciera que tenemos una herencia genética chapucera. Somos, en muchos sentidos, inacabados. Poseemos, sin embargo, una inmensa disponibilidad corporal general que nos permite reemplazar nuestras carencias y limitaciones con el cuerpo, con inventiva, creatividad, capacidad de improvisación, originalidad y una riquísima gama de posibilidades y variables..<br />De manera que la búsqueda pasa por apostar no sólo por lo orgánico, sino también por lo genuinamente corporal, no encadenando al hombre en exceso a su patrimonio biológico. Posee tal patrimonio, cuenta con una programación biológica básica en cuanto ser vivo, es cierto. Pero debe auto programarse como sujeto humano. En ocasiones, esta auto programación humanizadora implica una cierta desprogramación “animalesca”. Como cuando juega contra los instintos por medio de una <strong>contraprogramación simbólica.<br /></strong>Es que la vida que intentamos conservar y perpetuar no es un mero proceso biológico sino un devenir de juegos simbólicos que nos constituyen- el lenguaje es el primero y más básico de todos ellos- que se entrecruzan en forma de memoria, de comunidad, de códigos, de visiones de futuro, de búsquedas de sentido que acreditan lo irrepetible y único de cada persona, que sólo puede constituirse como tal para semejantes y entre semejantes.<br />Habrá que arriesgar a construir clases en torno a ideas riquísimas desde el punto de vista de las experiencias corporales, intelectuales y relacionales que se propongan, apostando a que los mejores antídotos contra la tiranía de los fines son el placer, la alegría al entrar en acción, los vínculos que se tejen y el imprescindible aprendizaje. Aprendizaje que sucede muchas veces como un acontecimiento y que debería permitir transformar el malestar en bienestar y la mentira en verdad.<br />(Digo que el aprendizaje sucede muchas veces como un <strong>acontecimiento</strong> porque todo <strong>acontecimiento </strong>se rige por el principio de la incertidumbre, en términos de significación ¿O no es frecuente que el aprendizaje aparezca sin que el maestro sepa por qué o cómo? Inclusive sin su presencia o aun <strong>pese</strong> a su presencia).<br />· Una gimnasia en los márgenes, debería construirse alejada de todo cientificismo pero no de una sólida actitud científica que le permita, entre otras cosas, interpretarse y reinterpretarse permanentemente, Aproximándose así a una suerte de contra cultura de lo corporal, capaz de rechazar esa lógica hipertrofiada del mercado que sólo otorga valor a los cuerpos siempre magros, siempre jóvenes, siempre hermosos. O sea, a los cuerpos rentables.<br />· Puede disponer de esa manera, de una mirada más crítica sobre los mecanismos de manipulación que sobre él pone en marcha la sociedad de consumo.<br />· Considera que no existe una unidad monolítica en la gimnasia, ni tampoco de otras prácticas. La gimnasia se compone de mutaciones cortes, reinscripciones, desplazamientos. No muestra ni siquiera una consistencia homogénea como para que pueda hablarse de una gimnasia inapelable.<br /><br /></em><strong>¿Hay espacio para enseñar tal gimnasia, que se ubica claramente en zonas no transitadas y ni siquiera autorizadas?</strong><br />De eso se trata. De darse permiso para transitar esas zonas. Aquel que se lautorice, deberá mirar con firmeza el mundo de su tiempo, y alejándose de lo convencional, deberá explorar las zonas limítrofes de una enseñanza que merece tal intento por la riqueza de sus contenidos:<br />· Inclusive para traer al presente lo arcaico de un pasado no vivido, pero digno de ser recuperado.<br />· Inclusive rechazando las coartadas ordenadoras de las clasificaciones que nos sirvieron ¡y vaya si nos sirvieron! para resaltar que ese pasado es una maravillosa herencia con la cual hay que conversar, con la mirada puesta en el presente y en el futuro. Si el diálogo es bueno, surgirán mil y un aspectos que resultarán apasionantes y que interesan hoy.<br />Es que los historiadores no tienen el monopolio del pasado. Cualquier grupo social puede reinventar la historia. Es pasado es de todos y cada uno lo explora, lo usa y construye versiones de acuerdo con sus propias necesidades, sus propias visiones, sus propios prejuicios. Tal proceder no está ni bien ni mal, sencillamente es así. El problema aparece cuando esas visiones son impuestas como verdades absolutas por alguna forma de poder. Eso sí: tal exploración puede culminar más en un relato gimnástico sin pretensiones de objetividad total, que en una historia de la gimnasia, basada en hechos documentados, con decidido empuje objetivo y que intenta alejarse de toda presión ideológica.<br />Queda claro que no tomo distancia de los conceptos y principios expresados en <strong>“Gimnasia Formativa”</strong> y en el <strong>“Futuro Anterior”</strong> pero sí voy a sugerir nuevas significaciones.<br />Prefiero incorporar a distanciarme. No me alejo de los “núcleos duros” que propuse en esas interpretaciones de la gimnasia, que insistían en un ordenamiento de las clases capaz de reubicarlas en su lógica de intencionalidad y sistematicidad. Decía que manteniendo tales núcleos, resalto ahora el impacto que debe tener la clase sobre la relación que cada uno establece con su propio cuerpo, con los contextos sociales y culturales inmerso en los cuales vive y con los otros, dado que son ellos los que otorgan sentido a nuestra manera de estar parados corporalmente en el mundo.<br /><br /><strong>¿Cómo pensamos las clases?<br /></strong>Primero que nada, llenas de imaginación. De manera que se pueda decir sin miedo que son divertidas y placenteras pero, al mismo tiempo, se aprenda en ellas saberes del cuerpo considerados valiosos.<br />En torno a lo <em>divertido</em>, menciono al miedo, porque en la Educación Física siempre hemos estado más cerca de arengar a los alumnos con un:<br /><strong>“! Vamos a trabajar!”</strong> que con un <strong>“!Vamos a jugar, a divertirnos, a aprender!”.</strong> Por eso me parece especialmente importante lo dicho por C. L. Soares: <em>“La diversión en las clases de Educación Física, ha sido una dimensión de la vida a ser controlada, dado que significa un desvío de algo útil, por algo inútil”</em>. Por eso, las clases deben ser atrapantes, llenas de risas, sonrisas y caras alegres. Pero consistentes.<br />Clases en las que aparezca permanentemente la novedad; la complejidad estimulante; el respeto por la diversidad de género, de pertenencia social y de biografía corporal. Respeto que le permite al maestro no escuchar al decrépito fantasma costumbrista que le susurra que es más sencillo organizar las lecciones con <em>idénticas dificultades e intensidades para todos los participantes</em>. Clases en las que se estimula la atención de los participantes en las propias acciones corporales, hasta que lleguen a ser verdaderos observadores de su cuerpo en movimiento; en las cuales la estructura organizativa es pensada para desarrollar la capacidad de elección y decisión ( en cuanto al volumen, intensidad y dificultad de las cargas que se elijen, por ejemplo) ; clases en las que siempre surge la sorpresa ante las renovadas propuestas; aparece el desafío de las “pruebas” y habilidades presentadas como problemas a resolver; las variadas coreografías enseñadas para desarrollar el ritmo grupal y la capacidad de elaboración personal; la excitación y el vértigo de los equilibrios en el suelo y sobre superficies elevadas; los trastornos laberínticos de los giros; las sensaciones de velocidad y aceleración en las carreras; los impulsos externos al propio cuerpo como los que pueden proporcionar las fuerzas de los compañeros o implementos elásticos; las posiciones invertidas otrora prohibidas porque<em> invertían el orden lógico del mundo;</em> los deslizamientos; los rolidos y rodadas; las patinadas; el placer de los grandes balanceos; el ansia de volar cuando sólo se puede saltar...<br />Habría que tener presente un dato alentador: los practicantes actuales, cualquiera que sea su lugar de desempeño, están demostrando la existencia de un gusto por comportamientos, prácticas y formas de apreciarlas que significan un nuevo universo de valor con el cual evalúan las propuestas. No solo están cambiando las ofertas de expresiones de la cultura corporal, más o menos manejadas por el mercado: también los están haciendo las modalidades de fruición, por eso el auge por técnicas menos comercializadas, denominadas precisamente por eso <em>gimnasias alternativas </em>y todo lo referido al baile y la danza, practicadas a nivel de disfrute y no profesional Podemos apostar a ello y seguir reinventando la gimnasia.<br /><br /><strong>Los alcances de la propuesta<br /></strong>Me parece que es un buen momento para avanzar hacia una nueva etapa de la gimnasia, que todos los que la enseñamos podemos aspirar a construir un poco. Por ejemplo, cada vez que damos clase y nos sentimos libres y creadores. Aunque no siempre se consiga ni una cosa ni la otra.<br />No está en mi animo, por cierto, hablar de<em> nuevos paradigmas, etapa superadora, método renovador o</em> cosas por el estilo. Mi laboratorio es el gimnasio, pruebo clases todos los días y aquí comparto algunas búsquedas con los lectores. Eso es todo.<br />Me alcanza con que la propuesta sea analizada por aquellos siempre dispuestos a encontrar caminos mejores para enseñar saberes del cuerpo. Las teorizaciones deben desmitificarse al mismo tiempo que son creadas, para evitar dogmatismos que se transformen en caricaturas de las ideas.<br />Finalmente, la libertad y la creatividad no se encuentran, se construyen a partir de lo pequeño y lo próximo. Claro que la apropiación de tal estilo exige destrucciones y rechazos de modelos internos que no todos estamos dispuestos a aceptar porque primero, hace falta asumir que lo importante no es ni siquiera la gimnasia. Importante es estar contento con lo que se transmite, con lo que se entrega. El saber que lo que uno hace, es alegría y aprendizaje para otros.<br />Como siempre, me parece necesario recordar que al argumentar sobre la necesidad de una nueva <em>vuelta de tuerca</em> sobre la enseñanza de la gimnasia, no puede soslayarse hablar desde la época que transitamos. Época en la que parece tan crucial marchar hacía la búsqueda de sentido, como hacia la búsqueda de argumentos que permitan nuevas interpretaciones de las clases. Por eso, centrar<em> la Gimnasia en los márgenes</em> en la pura racionalidad, no es lo que más me interesa, sino redescribir sus prácticas y sus metas. <em>La racionalidad puramente realista es la forma rígida de la inteligencia, la línea muerta de su encefalograma, </em>decía Baudrillard.<br />Se trata de situarse en un nuevo horizonte, no ya ahistórico, y animarse a enseñar una gimnasia capaz de trascender lo meramente orgánico para hacerse más corporal.<br />Se trata, en síntesis, de volver al pasado- un trabajo histórico de alguna manera- para que emerja lo nuevo. Como diría Proust, el pasado no se reconstruye sino que se construye un contexto en el cual el pasado vive en lo nuevo. <em>Es un volver para atrás para hacer visible hoy lo que ayer era invisible.</em>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-3415247971823492232012-02-15T06:52:00.003-08:002012-02-15T07:01:52.892-08:00La última palabraBuena cosa es la última palabra. Su existencia debería ser reconocida y agradecida, ya que sin ella nada seríamos, salvo un parloteo insufrible y sin destino alguno. Sin palabra última, las discusiones, las reuniones empresariales o de consorcio y hasta las asambleas de todo tipo serían tan sólo palabrerío, una acumulación del decir por el decir mismo, que agobiaría hasta la muerte.<br />En la familia, los padres son los dueños de la última palabra. Y en buena hora. Sin esa posibilidad paterna de pronunciar la palabra final, la familia no sería familia y las cosas se complicarían como, de hecho, se complican cuando hay deserción a la hora de pronunciar la palabra que redondea las cosas.<br />La última palabra es la que sale al mundo del acto, dejando detrás de sí el acumular de ideas y enunciados, y eso bien que lo agradecen los hijos, ya que les recuerda aquel pujo final que por fin los hizo descubrir la luz y la ley de gravedad.<br />Sin ella, las palabras previas son mera especulación o expresión de deseo y no el prenuncio de la consumación. La última palabra se hace cargo del deseo (no sólo lo expresa o describe) al iniciar el camino hacia su meta, asumiendo los riesgos del caso.<br />Decir a los hijos "no sé todavía qué hacer de comida hoy... ¿A vos qué te gustaría?", es un paso previo al posterior y definitivo pronunciamiento: "Hoy comemos milanesas", sea o no sea ése el deseo expresado por el hijo al ser consultado (de forma no vinculante) al respecto. La penúltima palabra puede ser amiga de la última al ofrecerle alternativas, y no es necesariamente su competidora.<br />La palabra final tiene otro uso: sirve para que los hijos tengan una referencia inicial, aun cuando le lleven la contra. Y siempre es mejor que un silencio claudicante y acobardado de parte de los padres: la última palabra paterna salva a miles de chicos y chicas de la indefinición agobiante que sufren los hijos del titubeo.<br />Hay varios problemas en relación con la última palabra. El principal es que suele confundírsela con la única palabra.<br />Mientras la última palabra está habitada en su ADN por las que la precedieron (la antepenúltima, la penúltima etc.), la única palabra no tiene más que su propio eco como referente.<br />Así como la última palabra nace de un vínculo con un otro y marca un derrotero a partir del mismo, la única palabra es una suerte de oveja Dolly del lenguaje, porque nace de sí misma, sin un "otro", y de allí su esterilidad, su carencia total de horizonte fecundo, su egoísmo.<br />La última palabra es la de la autoridad. La única es la del autoritarismo. La última palabra se abre al mundo, en tanto que la única pretende ser el mundo. La última palabra surge de un vínculo con otro, aun cuando ese otro genere conflicto, como lo que ocurre, por ejemplo, en la adolescencia de los hijos, cuando ellos ponen a prueba esa última palabra de los padres tratando de confirmar si esa pronunciación es o no, realmente, la última.<br />La única palabra, en cambio, mata la alteridad, y genera en los hijos una sensación muy dura y desértica de no existir como sujeto y de ser mero objeto del deseo parental. Es la voz del narcisismo que roba energía ajena, la del que no quiere a nadie acompañándolo en el paisaje, sino que busca sólo su propia imagen en el espejo. Es la palabra del tirano, del padre terrible que transforma en cosa a su hijo, y al universo, en extensión de sí mismo.<br />Los hijos, en su pretensión de poner a prueba el poder de sus padres (para, llegado el día, hacerlo propio), suelen acusar de autoritario al uso de la palabra última, y pretenden que la última sea la de ellos. Uno de los trucos propios de los chicos es acusar de autoritaria a la última palabra de sus padres respecto de algo.<br />En esos casos, muchos padres, con tal de no ser acusados de tener el monopolio de la palabra, se transforman en mudos, dejando en manos (en boca) de sus hijos la palabra final, que, en esos casos, suele ser tan sólo grito y pataleta sin razonabilidad alguna.<br />Todo esto trae una paradoja. Luego de recibir lo que en realidad no querían (la posibilidad de tener la última palabra), y asustados de su propia orfandad, los chicos suelen transformarse en autoritarios de verdad, con los problemas que eso apareja a la vida de relación, tal como se ve en la problemática del "niño tirano" que aqueja a millones de familias modernas.<br />Pensándolo bien, quizá la última palabra no exista de verdad como tal y sea tan sólo una suerte de mito. Es que, como se dice de la Utopía, una vez pronunciada, la última palabra se transforma en primera, en palabra inaugural que habilita a los hijos a emprender su camino con una referencia real y definida sobre la cual hacer pie en el mundo.<br />La última palabra se derrama en los hijos como una herencia que ellos, algún día, harán propia y transformarán de acuerdo con su propio arte.<br />En cambio, la única palabra deja sólo orfandad y desierto en los hijos, quienes deberán abrirse trabajosa y dolorosamente a un horizonte nuevo en el que la autoridad no sea malversada por el egoísmo, el miedo y el desamor.<br />Por <a title="Ver todas las notas de Miguel Espeche" href="http://www.lanacion.com.ar/autor/miguel-espeche-807">Miguel Espeche</a> para el Diario La Nación.<br />El autor es psicólogo, especialista en vínculos. Su último libro es Criar sin miedo .Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-47115172412396667372011-11-12T07:40:00.000-08:002011-11-12T07:42:40.057-08:00Es lo que hay<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Es una frase que, intuitivamente, nunca me gustó. Hoy mismo volví a escucharla en una mesa de café. Hablábamos de las vandálicas pintadas en las paredes del museo <i style="mso-bidi-font-style: normal">Casa de Yrrurtia,</i> una hermosa casa colonial, de las pocas que quedan en el barrio de Belgrano, tan bien cuidada como visitada, pero dañada cotidianamente como muchos otros monumentos de la ciudad.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">-¡Es lo que hay!, exclamó entonces uno de los amigos, con una mezcla de resignación y hastío.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun:yes"> </span>Alguna lectura de Walter Benjamín me permitió ir un poco más allá de lo intuitivo.En primera instancia, si le hacemos caso a la frase, parecería que no hay más remedio que acostumbrarse a la violencia y la destrucción en el contexto de nuestra percepción cotidiana como ciudadanos.</p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"> Lo malo es que en cuanto se acepta el acostumbramiento, se eleva al rango de norma tanto un hecho de vandalismo como un giro negativo de la historia. Se aleja uno de un estupor saludable ante lo todavía posible. <i style="mso-bidi-font-style: normal">Roba pero hace, </i>slogan utilizado por un político brasilero para su campaña, demuestra la misma lógica.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Contra ella hay que afirmar la noción de lo catastrófico de ciertas normas que se aceptan porque <i style="mso-bidi-font-style:normal">es lo que hay</i>. Precisamente, <i style="mso-bidi-font-style:normal">que la cosa siga así, </i>ésa es la catástrofe. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"> </p>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-74603955670444996812011-10-26T09:02:00.000-07:002011-10-26T09:05:29.427-07:00Lo propio y lo ajeno<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="primero" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial">Cuando Freud recordó que la anatomía es el destino, quiso significar que el cuerpo era el límite de todo anhelo de trasformación subjetiva. La medicina de nuestro tiempo ha demostrado que el cuerpo propio bien puede ser un cuerpo ajeno, con corazón ajeno, pulmón ajeno, o prótesis de toda índole, que vienen a evidenciar que cada uno de nosotros puede estar constituido por lo impropio antes que por lo propio.</span></p> <p style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial">A todo esto se ha ido sumando el auge de la metamorfosis genital y ella se ha consumado con el pasaje a lo que podríamos considerar, objetivamente al menos, como el logro del tránsito a la alteridad absoluta. Digo "objetivamente al menos" por que ese pasaje, subjetivamente suele llegar a ser mucho más incierto.</span></p> <p style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial">La identidad es una cuestión que la ciencia no terminará nunca de resolver. Estas reflexiones apuntan a situar el proyecto de ley de cambio de sexo dentro de un marco psicológico y ético que no puede ser disociado del derecho. Es imprescindible evaluar esa viabilidad como posibilidad y como derecho caso por caso, sin incurrir en el riesgo de generalizaciones que pueden desconocer las circunstancias personales que impulsan a alguien a tomar la decisión de pasar a ser otro u otra. En suma, es imprescindible prestar minuciosa atención a las motivaciones y al equilibrio o desequilibrio subjetivos que en este tipo de cuestiones siempre están en juego.</span></p> <p class="firma"><b><span style="font-family:Arial">El autor es filósofo y ensayista </span></b><span class="fin"><span style="font-family:Arial">por</span></span><span style="font-family:Arial"> <a href="http://www.lanacion.com.ar/autor/santiago-kovadloff-58" title="Ver todas las notas de Santiago Kovadloff" alt="Ver todas las notas de Santiago Kovadloff"><b><span style="color:windowtext">Santiago Kovadloff</span></b></a> para el diario La Nación<br /></span></p>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-60872592862058904242011-10-24T14:17:00.000-07:002011-10-24T14:21:19.356-07:00¿Y si jugamos a aprender de los promotores?<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;">Note el lector que el título apela a una de las clásicas fórmulas para empezar cualquier juego en el que está claro que se juega<span style="font-weight: bold;"> </span><i style="font-weight: bold;">“al como sí…”</i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-style: italic;"></span><span style="font-family:Arial;">Jugando al como si fuésemos<span style="font-style: italic;"></span></span><span style="font-style: italic;"> promotores de prácticas corporales en búsqueda de sentido</span><span style="font-family:Arial;">, tendríamos que renunciar al control. En cambio, como pedagogos pretendemos controlar los efectos de aquello que enseñamos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;">Un promotor no les pide a los asistentes a cualquier práctica que se apasionen con ella. Le alcanza con exponer esa pasión que, casi seguro, lo domina a él. Hay algo allí muy sugestivo. El motor es la pasión; no es la educación ni la cultura. Que tienen otro espacio y otra lógica. Por que lo que es fundamental es la relación que se consigue armar entre la actividad que promociona y los practicantes.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;">¡Ah! quizás un poco descolgado, se me cruza ahora una expresión feliz de los que juegan al polo competitivo, de cualquier handicap…</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;">Cuando se entrenan para jugar, no dicen “vamos a entrenar”. Dicen <span style="font-weight: bold;">"</span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Vamos a jugar una práctica"</span>. ¿De dónde les vendrá la expresión? ¿Al competir, seguirán más cerca del juego que del caballazo para obtener ventaja?<span style="mso-spacerun:yes"> </span></span></p>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-1921189072126073112011-08-29T15:11:00.000-07:002011-08-29T15:24:26.716-07:00Las argentinas no creen que pueden correr riesgo cardíaco<div align="justify">Las mujeres corren más riesgo de morir por un cáncer que por un infarto; los problemas cardíacos son más frecuentes en los hombres. ¿Verdadero o falso?</div>
<br /><div align="justify">No lo dude: ambas afirmaciones son erróneas. Pero a juzgar por los resultados de una encuesta que acaban de responder 538 mujeres de 26 localidades de todo el país, entre las argentinas reina un peligroso malentendido: que los infartos de miocardio y los accidentes cerebrales son un problema exclusivamente masculino.</div>
<br /><div align="justify">El 60% de las consultadas en el estudio realizado por TNS-Gallup para la campaña "<em>Cuida tu corazón</em>", que patrocina la Fundación Favaloro, contestó que no cree estar en peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares, aunque datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que en el mundo una de cada tres mujeres muere por estas patologías.</div>
<br /><div align="justify">"<em>Las cardiopatías son la primera causa de muerte y de morbilidad</em> [enfermedad], <em>tanto en el hombre como en la mujer, en especial después de la menopausia"</em> -dice la doctora Laura Brandani, jefa de prevención y rehabilitación cardiovascular de la Fundación Favaloro-. Por eso en 2009 se sancionó la ley 25.501, de atención prioritaria de las enfermedades cardiovasculares."</div>
<br /><div align="justify">Es más, según agrega el doctor Roberto Favaloro, presidente de la fundación, "<em>después de los setenta años, la mayoría de las cirugías cardíacas se hacen en mujeres</em>".</div>
<br /><div align="justify">El trabajo, que se desarrolló durante el mes de julio, reveló que el desconocimiento sobre esta vulnerabilidad del organismo femenino está muy difundido. Sólo 6 de cada 100 encuestadas respondieron que las patologías cardiovasculares son la primera causa de muerte, mientras que 6 de cada 10 citó el cáncer como la causa más frecuente.</div>
<br /><div align="justify">Las estadísticas, sin embargo, muestran algo diferente: el número de muertes por enfermedades cardiovasculares duplica las que provoca el cáncer.</div>
<br /><div align="justify">"<em>En la Argentina, de cada 100.000 habitantes, por año 250 fallecen por una enfermedad cardiovascular y el 40% son mujeres</em>", dice Brandani.</div>
<br /><strong>SABER, EL MEJOR REMEDIO</strong>
<br />
<br /><div align="justify">Estudios realizados en los Estados Unidos prueban que gracias a las campañas de concientización comenzó a registrarse un descenso de las cardiopatías entre los hombres. "<em>Como habitualmente se focalizaba en ellos, hasta ahora no pudo lograrse lo mismo con las mujeres</em> -agrega-. <em>No tienen conciencia de prevención y la incidencia de problemas cardiovasculares se mantiene estable. Necesitamos campañas más agresivas</em>."</div>
<br /><div align="justify">Pero aunque el desconocimiento y la falta de información son los principales factores que predisponen a padecer estas enfermedades, más de la mitad de las participantes en la encuesta dijeron estar desinformadas sobre los riesgos que plantean, tanto más cuanto más bajos eran su nivel educativo y su edad. Y también la mitad refirió que el médico nunca le había hablado sobre enfermedades cardíacas cuando consultó sobre otros problemas de salud.</div>
<br /><div align="justify">"<em>Como</em> [la Fundación] <em>es un centro de derivación, la mayoría de las mujeres llega por indicación de un médico </em>-explica Favaloro-, <em>y muchas veces, cuando no tienen síntomas, se sorprenden. Los hombres están mucho más al tanto de su riesgo cardíaco, y por eso se cuidan y se anticipan más, aunque conocen menos del enfisema y del cáncer de pulmón. Las mujeres, para hacerse los exámenes de control, recurren más al ginecólogo, porque le temen al cáncer. Y muchas veces éste no les toma la presión, aunque una de las causas más importantes de enfermedad cardíaca es la hipertensión, que entonces no se diagnostica</em>."</div>
<br /><div align="justify">Para los médicos, si las mujeres toman conciencia de la existencia de este enemigo silencioso y comienzan a modificar ciertos factores de riesgo, como el sobrepeso, el sedentarismo y el tabaquismo, el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria descenderá sensiblemente.</div>
<br /><div align="justify">En ese sentido, también son sugestivas las razones que esgrimieron como obstáculo para adoptar conductas saludables: el 49% manifestó que no quería cambiar su estilo de vida; el 43%, que tenía "obligaciones y otra gente que cuidar"; el 34%, que no tenía "el dinero o la cobertura médica para hacer las cosas que deben hacerse"; el 29%, que no creía que cambiando su conducta reduciría su riesgo cardiovascular; el 27%, que no tenía tiempo para cuidar de sí misma; el 34%, que su médico no pensaba que debía preocuparse por enfermedades cardíacas, y el 21%, que estaba demasiado estresada para hacer las cosas que deben hacerse, entre otras.</div>
<br /><div align="justify">Precisamente, para tratar de motorizar un cambio de actitud, en 2002 se creó en los Estados Unidos la campaña "<em>The heart truth</em>" ("La verdad del corazón"), que promueven el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, y el grupo Ogilvy. Allí, en 10 años se duplicó el conocimiento que las mujeres tenían acerca de la problemática.</div>
<br /><div align="justify">La Argentina es el primer país latinoamericano que adoptó esta iniciativa con el nombre de "<em>Cuidá tu corazón</em>". Esta es la segunda vez que la encuesta sobre conocimiento del riesgo de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres se realiza en el país, pero la comparación entre ambos estudios todavía no arroja diferencias significativas.</div>
<br /><strong>CAMBIAR LAS CONDUCTAS</strong>
<br />
<br /><div align="justify">Ricardo Hermelo, de TNS Gallup, opinó que "<em>intentar cambiar las conductas de las personas para lograr una vida mejor es uno de los grandes desafíos de las políticas públicas. Este estudio muestra que si las mujeres son informadas adecuadamente, estarían predispuestas a implementar acciones para reducir este tipo de enfermedades</em>".</div>
<br /><div align="justify">También como parte de la campaña, el próximo lunes, a las 17.30, se realizará en el hotel Sheraton (de Retiro) el desfile del Vestido Rojo, que es un símbolo de la campaña y del que participarán figuras de la moda y el espectáculo.</div>
<br /><div align="justify">Y enseguida concluye: "Las medidas de prevención de las enfermedades cardiovasculares son muy simples: hay que dejar de fumar, hacer actividad física media hora o 40 minutos por día y comer sano (con una dieta variada que incluya varias porciones diarias de frutas, verduras, carnes magras, cereales, pocos fiambres, grasas y embutidos). Si esto se mantiene en el tiempo, hace una diferencia. Más allá de la problemática individual, hay que tener en cuenta que, contrariamente a lo que suele creerse, con los mismos factores de riesgo, a nosotras nos va peor".</div>
<br /><strong>SÍNTESIS</strong>
<br />
<br /><div align="justify"><em>"Más allá de la problemática individual, contrariamente a lo que suele creerse, ante los mismos factores de riesgo, a nosotras nos va peor".</em></div><strong><span style="font-size:85%;">Laura Brandani</span></strong>
<br /><strong><span style="font-size:78%;">JEFA DE PREVENCION DE LA F. FAVALORO</span></strong>
<br />
<br />
<br /><div align="justify">"<em>Las mujeres, para hacerse los exámenes de control, van al ginecólogo, porque le temen más al cáncer. Y a veces ni se toman la presión".</em></div><span style="font-size:85%;"><strong>Roberto Favaloro</strong></span>
<br /><strong><span style="font-size:78%;">PRESIDENTE DE LA FUNDACION</span></strong>
<br />
<br /><strong>TRES REGLAS DE ORO</strong>
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<br /><ul>
<br /><li>
<br /><div align="justify"><strong>Evitar el tabaquismo</strong>. Tiene consecuencias peores aún en el organismo de la mujer que en el del hombre.</div></li>
<br /><li>
<br /><div align="justify"><strong>Adoptar una dieta saludable</strong>. Debe ser variada, incluir varias porciones de frutas y verduras, incorporar semillas y cereales, y evitar las grasas, la sal y los embutidos.</div></li>
<br /><li>
<br /><div align="justify"><strong>Hacer actividad física</strong>. Un programa moderado, de 30 minutos diarios, si se mantiene en el tiempo tiene efectos beneficiosos.</div></li></ul>
<br /><p><strong><span style="font-size:78%;">FUENTE: Diario La Nación. Por Nora Bär.</span></strong></p>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-75551243192478597532011-08-17T16:02:00.000-07:002011-08-17T16:19:00.376-07:00Lanzan el plan "Nutrición 10. Hambre 0"<div align="justify">En la Argentina, gracias a los programas alimentarios, se redujo mucho la desnutrición aguda. Esa es la buena noticia. La mala es que el 8% de los chicos menores de 6 años y el 10% de los que están en edad escolar sufren desnutrición crónica, que el 30% de los menores de dos años presenta anemia, que algo más de tres millones tienen sobrepeso u obesidad...</div>
<br />
<br />
<br /><div align="justify">Estas falencias nutricionales, entre otras, inciden dramáticamente en su desarrollo físico y cognitivo, y, contra lo que podría pensarse, no afectan sólo a los chicos de familias pobres, sino que recorren todo el espectro social. Para superarlas, una histórica iniciativa que se lanzará hoy, en el Congreso Argentino de Nutrición, que agrupa a más de 1000 organizaciones de la sociedad civil de todo el país, intentará lograr un cambio de paradigma. Con el lema de "Nutrición 10. Hambre 0", reúne a investigadores, productores, bancos de alimentos y agrupaciones que trabajan "en la trinchera", como la Red Solidaria, el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), el Programa de Agronegocios de la Universidad de Buenos Aires, la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin) y Solidagro, entre muchos otros.</div>
<br />
<br />
<br /><div align="justify">"Durante años pensamos que dar comida paliaba el hambre y aseguraba la nutrición -explica el doctor Esteban Carmuega, director de Cesni-, cuando en realidad superar el hambre es una condición necesaria, pero no suficiente para resolver la nutrición. Esta iniciativa es un esfuerzo para que nuestros niños expresen todo su potencial. Hoy, el 10% no lo logra."</div>
<br />
<br />
<br /><div align="justify">Como suele suceder, la idea de plantearse metas más ambiciosas surgió casi por casualidad durante un seminario en el que participaba Juan José Llach, ex ministro de Educación. Allí, planteó que la Argentina, a diferencia de Brasil y de lo que se viene haciendo, en lugar de conformarse con sólo paliar el hambre, tendría que apostar a mejorar la nutrición de su gente. "En lugar de hambre cero, nutrición 10", subraya el doctor Sergio Britos, director del Programa de Agronegocios de la UBA.</div>
<br />
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<br /><div align="justify">Ricardo Hara, empresario agropecuario y presidente de Solidagro, recogió el guante y al día siguiente envió un mail a un grupo de amigos y conocidos. "Rápidamente, más y más gente se fue sumando a la iniciativa", recuerda Britos. Bastaron menos de tres meses para que la suma de voluntades se cristalizara en el acuerdo que hoy a las 15 se presenta en el Salón San Telmo del Hotel Sheraton Retiro.</div>
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<br />
<br /><div align="justify">"Depusimos todo tipo de diferencias y protagonismos en pos de la construcción de una red que cubre el país de punta a punta, y que se plantea erradicar el hambre y la desnutrición en cinco años", agrega Carmuega.</div>
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<br />
<br /><div align="justify">Según los especialistas, cuando el parámetro de la nutrición es el peso, los chicos engordan con baja talla. "Es lo que vemos hoy -explica-. Terminan su crecimiento con unos tres centímetros menos de altura que si hubieran estado bien nutridos. En el plazo inmediato, se enferman más. En el largo plazo, el retraso de talla implica pérdida de capacidad cognitiva, que se traduce en fracaso escolar. Por cada punto de altura que se pierde, también se pierde un año de escolaridad y aumenta un 20% el riesgo de repitencia."</div>
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<br /><div align="justify">Un estudio que se inició en Guatemala hace treinta años demostró en números muy contundentes la trascendencia que puede tener una buena nutrición. "A los chicos de dos ciudades se les suplementó adecuadamente la alimentación y a los de otras dos, no -cuenta Carmuega-. Tres décadas más tarde, las personas mejor nutridas ganan un 46% más, y las mujeres tienen mayor talla, algo que se transmite de generación en generación, porque luego tienen chicos con mayor peso al nacer."</div>
<br />
<br />
<br /><div align="justify">Contra lo que podría suponerse, mejorar la nutrición es mucho más que entregar alimentos. Implica promover la salud y el cuidado de la mujer en edad fértil, lograr que no fume ni tome alcohol, o que trabaje excesivamente durante el embarazo; que evite las infecciones y tenga una buena progresión de peso. También es indispensable instalar la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses del bebe, algo que hoy no se cumple en dos de cada tres chicos. "No hay intervención más costo-efectiva que la lactancia materna -dice Carmuega-. Permite alcanzar mayor talla y más capacidad cognitiva, además de disminuir el riesgo de enfermedades crónicas y obesidad."</div>
<br />
<br />
<br /><div align="justify">Según los especialistas, un programa que persiga estos objetivos no exigiría mayores recursos. Por el contrario, es no invertir en nutrición lo que resulta muy caro. Juan Llach, creador de la idea, sugiere que entre las medidas posibles a evaluar figura la de "universalizar la asignación por hijo y pagar no menos de las dos terceras partes con una tarjeta de compra de alimentos que tenga descuentos importantes en los más nutritivos y más faltantes en las dietas habituales (tales como lácteos, frutas o verduras)". Agrega que "si se combinan los incentivos económicos (tarjeta) con la tarea educativa desde la más tierna infancia, y también un cambio en los kioscos escolares", las chances de llegar a buen puerto son altas. "Esto insumiría alrededor del 1% del PBI, sólo la cuarta parte de lo hoy que se invierte en subsidios, en muchos casos destinados a sectores pudientes", subraya.</div>
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<br /><div align="justify">"Hoy, muchas de las intervenciones están pensadas desde el paradigma de la pobreza -dice Britos-. Y si hacemos políticas alimentarias para pobres... hacemos pobres políticas alimentarias."</div>
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<br /><div align="justify">Juan Carr, impulsor de la Red Solidaria y por fortuna optimista incurable, se siente confiado: "Entré en la Facultad de Veterinaria para mejorar la nutrición y llegar al hambre 0 -dice-. Es mi obsesión personal y hoy, a los 49 años, creo que es posible. Con cuatro días de la cosecha de maíz y arroz del año pasado más algo de huevo tenemos comida para todos los hambrientos de la Argentina, alrededor de 2 millones de personas. El gobierno, las municipalidades, la Iglesia, todos trabajan muy bien... Lo que hace falta ahora es un gran acuerdo.".</div>
<br />
<br />
<br /><div align="justify"></div>
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<br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;">FUENTE: Diario La Nación. Por Nora Bär</span></div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-78816418379922018532011-07-22T14:27:00.000-07:002011-07-22T15:22:08.247-07:00¿Demasiada red social en tu vida privada?Pasa, claro que pasa. Las <em>nuevas tecnologías</em> <em>se van metiendo en nuestras vidas sin pedir permiso y nuestras costumbres se modifican, a veces poco a poco, a veces de un día para el otro</em>.<br />Ahora le toca el turno a las <strong><em>redes sociales</em></strong>. Los expertos debaten, se convocan congresos y se congregan foros, se anuncia el fin del mundo tal como lo conocemos y ese tipo de cosas. Después no pasa nada. Pero la verdad es que tu vida está bastante rara estos días.<br /><br /><div align="center"><span style="font-family:times new roman;font-size:130%;">Fijate:</span></div><br /><div align="left">*Querés saber cómo le fue en la entrevista de trabajo a tu pareja. Se lo preguntás por teléfono. Te responde: "¡Pero......si lo acabo de twittear!"<br />*Tus discusiones familiares ahora se han mudado al Muro de Facebook. Para peor, algún pariente se le ocurre presionarte con un "estás contra la pared". Sí, claro.<br />*Tu jefe te pide que lo agregues a tu red en LinkedIn. Vos tenés 2400 contactos. Él, 2.<br />*Eso no es nada. Tan pronto lo agregás a tu red te pide que lo recomiendes. No da!!!!!!<br />*Lo primero que te preguntás al probar una nueva aplicación de Twitter para el celular es: "¿Cómo se borran los mensajes directos?"<br />*Te pasaste cuatro horas chateando con un colega de otro departamento de la empresa. Por la tarde te lo cruzás en el ascensor y se produce el siguiente diálogo:-¿Todo bien?<br />- Sip. ¿Vos?- Sip.<br />*<em>Conociste a tus últimas tres parejas en Facebook o Twitter</em>.<br />*Terminaste con tu última relación por SMS<br />*Tu última relación, al recibir dicho SMS, te respondió: *Nunc"Es obvio que todavía no revisaste tu mail".<br />*<strong><em>Nunca habías tenido tantos amigos. Ni tan pocos.<br /></em></strong>*Cuando le decís a tu cónyuge: "Creo que no tenemos conexión", te pregunta: "¿Llamaste al soporte técnico?" Y a vos esto te parece de lo más normal.<br />*Lo primero que se te viene a la mente después de conocer a alguien es: <em>"Ahora llego a casa y lo busco en Facebook".<br /></em>*<strong><em>Vos seguís a tus hijos en Twitter, pero no al revés.<br /></em></strong>*Sin embargo, tus hijos siguen el Tumblr de la abuela, que es una grossa total. "A ver cuándo me compartís un álbum de Flickr de mis nietos", te demandó la otra vez. Y vos que creías que madre hay una sola. Hay 2.0, por lo menos.<br />*Tu suegra, en cambio, sigue de cerca tu Timeline.<br />*Tu cónyuge le creó una cuenta de Twitter al gato. El (el gato) también tiene más seguidores que vos.<br />*Ya no te olvidás del aniversario de la boda. Qué grande Facebook. Lástima que eran mejores las riñas causadas por los olvidos que la impasible regularidad de la memoria Web.<br />*Hablando de riñas, reconciliarse por SMS tampoco tiene el mismo gusto.<br />*"Lo que pasa es que vos no shareás , sos muy 1.0", te reclamó esta mañana tu hijo adolescente. Aceptalo, te dejó sin argumentos.<br />*Así que fuiste a ver su blog. Está muy bueno. Le dejás un comentario y todo. Al firmar se te ilumina la mente. Ponés: Parent 1.5 .<br />*Un proveedor te pidió esta mañana línea de fax. Le dijiste que mejor te mande un mail. A los diez minutos recibís un mail con una imagen adjunta. Es una página de Word impresa y escaneada. Te empezás a reír. Lo twitteás. En el Happy Hour se lo vas a contar a tus amigos. "Sí, ya te leímos", te cortan.<br />*<em>NotaMental: No tuitear todo lo divertido que me pasa porque <strong>si no me quedo sin temas de conversación .<br /></strong></em>*Antes sentías que había demasiadas contraseñas en tu vida. Y tenías razón. Ahora sentís que hay demasiadas hashtags. Y también tenés razón.<br />*Te emocionás. ¡Por fin alguien le hizo retweet a algo que vos escribiste! La alegría dura poco, no obstante: alguien te dice que el RT te lo hizo un bot , y eso porque mencionaste una marca. Lo más extravagante de todo es que entendés lo que esto significa.<br />*La menor se encaprichó con un canario. Adiviná qué nombre le va a poner.<br />*Sí, adivinaste.<br />*Siempre fuiste un adelantado. Años atrás entendiste el guiño genial de Tiempo de valientes , cuando se oye el sonido del Messenger en la comisaría. El otro día, mientras la secretaria de alguien te decía que alguien estaba muy ocupado para atenderte, oíste el trino del TweetDeck . *Le dejás un papelito con tu username.<br />*A la tarde te empieza a seguir. Obviamente, no lo seguís y tampoco le respondés los mensajes. *Saber es poder , decís entre dientes. Y luego de eso lo bloqueás.<br />*El hijo mayor de tu mejor amigo acaba de ser contratado como Community Manager para una empresa multinacional. Se quiere matar. "¿Eso es un trabajo, decime la verdad?" Te pasás 45 minutos explicándole que no sólo es un trabajo, sino que es un gran trabajo. Al final parece convencido. Dice: "Bueno, qué sé yo, mejor que empiece de abajo, ¿no?" #NoEntendisteNada<br />*Un colega te sugiere que agregues a otro, a quien le has retirado el saludo, como amigo en Facebook. Estás por rechazarlo, pero, sin darte cuenta de que es una sugerencia y no un pedido, lo aceptás, sintiéndote superior. "Al final vino al pie", pensás. Unos días después te llega el aviso: "Fulano ha aceptado tu solicitud de amistad". ¡Grrr!<br /><strong><em>*"Esto hay que twittearlo" se ha convertido en un reflejo pavloviano ante cada cosa, evento, fenómeno natural o hecho gracioso, grave o insólito que ves en el mundo.<br /></em></strong>*<em>Al menos una vez tu cónyuge te ha pedido por mensaje directo que compres azúcar, café o algún otro producto indispensable.<br /></em>*Al menos una vez, al regresar con las manos vacías, usaste la excusa: "¡Uy, no lo vi! Hoy anduvo re mal Twitter".<br />*Al menos una vez dijiste algo en la Timeline que pretendías decir por mensaje directo, y se rieron de vos una semana entera.<br />*Al menos una vez te hicieron #FF ( Follow Friday ) y, lo aceptes o no, te alegró el fin de semana.<br />*Al menos una vez te enamoraste de un avatar.<br />*Y al menos una vez te decepcionaste.<br />*Al menos una vez te hicieron unfollow y te dieron ganas de preguntar por qué, y al menos una vez te preguntaron por qué habías hecho unfollow.<br />*Antes teníamos el spam. Ahora tenemos el spam y los avisos de que "han etiquetado una foto tuya en Facebook", más los que comentaron dicha foto..., y los que comentaron los comentarios. *En realidad la foto ni siquiera es tuya, pero alguien te incluyó en el post y así estamos, recibiendo toneladas de mensajes no deseados.</div>*Así que vas a Facebook y luego de pasar una tarde intentando entender la configuración de privacidad, decidís que es preferible seguir recibiendo la avalancha de mensajes.<br />*Tu jefe te sonríe cómplice desde hace un tiempo. No entendés por qué hasta que un día en el ascensor te dice, por lo bajo: "Muy bueno el blog de la abuela, che. Qué grossa".<br />Los seis grados de separación ya no son lo que eran, definitivamente.<br /><br />Para el Diario La Nación Por Ariel Torres.Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-90055299331065883862011-07-11T19:52:00.000-07:002011-07-11T19:57:33.196-07:00Me tomo unos mates... ¡y listo!<div align="justify">Para los que no desayunan diciendo que a esa hora “no les caen bien” los alimentos. OJO.<br />No es lo mismo desayunar una media hora o una hora después de levantarse, que almorzar a media mañana.<br /></div><br /><div align="center"><em>¿POR QUÉ DESAYUNAR?<br /></em></div><br /><div align="justify"><br /><em>Una buena razón para desayunar <strong>es el beneficio intelectual que recibimos</strong>.<br />Otra razón <strong>es el daño que provocamos en nuestro cuerpo con el ayuno mañanero</strong>.<br /></em><br /><em>Imaginemos el proceso:<br /></em>Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: 'Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible'.<br />Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden:'Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más'.<br />El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: 'De acuerdo, vayan hablan-do con el hígado a ver qué tiene en reserva'.<br /><br />En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que 'a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos'.<br />En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar.<br />Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: 'Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico. Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel'.<br />La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta que volvamos a comer.<br /><br />La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta que volvamos a comer.<br />¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas.<br />La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.<br /><br /><span style="font-size:78%;">Fuente: Dra. Daniela Jakubowicz (Endocrinólogo)<br />ERNESTINA LEPE. CHETUMAL, QUINTANA ROO. MEXICO. MARZO.2010.<br /></span></div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-67892464792809921202011-06-15T15:14:00.000-07:002011-06-15T15:35:45.775-07:00Credibilidad y Confianza<div align="justify">Aquellos de nosotros acostumbrados a escribir nuestras prácticas, solemos referirnos a lo que nos falta, a lo que nos gustaría saber. Escribimos más producto de la carencia que del exceso. Miramos una porción de la realidad buscando explicaciones.</div><br /><div align="justify">En este caso, me preocupaba una recurrente -y nada agradable- experiencia cotidiana: la falta de <strong>confianza</strong> y el poco <strong>crédito</strong> que otorgan algunos alumnos a sus maestros.</div><br /><div align="justify">Pensando en el tema y sus implicancias, leí en el diario una noticia interesante. El 31 de Mayo pasado, se celebró el día del Marketing. Con ese motivo, la Asociación Argentina organizó en Buenos Aires un Congreso Internacional destinado a profundizar el conocimiento sobre sus actuales manifestaciones. Tanto desde la óptica del consumidor, como desde las estrategias, la innovación y las tendencias.</div><br /><div align="justify">El marketing se ha convertido en una actividad que mueve una cantidad inmensa de dinero, difícil de precisar debido a sus múltiples ramificaciones. Sólo una de sus herramientas, la publicidad, origina una inversión mundial de US$ 550.000 millones. Los analistas arriesgan que la actividad madre, el marketing, llegaría a la cifra de US$ 55000 millones.</div><br /><div align="justify">El tratamiento que hicieron los especialistas en lo referido a “<em>Tendencias</em>” fue sugerente:</div>Se escuchó decir, por ejemplo que:<br /><br /><div align="justify"><em>“Hay un retorno a lo esencial, por sobre lo superficial. La sociedad anhela llenar con sentimientos reales, genuinos y auténticos el vacío existencial en el que siente que se vive”.</em></div><br /><div align="justify"><em>“Se debe recuperar la idea del proyecto de mediano plazo frente a la lógica del vivir aferrado al presente. Frente al desconcierto total, la gente busca anclajes de credibilidad, necesita desesperadamente encontrar a quién creerle para dejar de sentir que todo es una gran mentira. No se puede vivir sin creer. No se puede vivir sin confiar. La confianza y la credibilidad son hoy los grandes vectores de diferenciación, capaces de consolidar o destruir los vínculos entre los individuos y las marcas”.</em></div><br /><div align="justify">No se puede menos que declarar bienvenida tal aporte discursivo, aunque uno siempre pueda reservarse el derecho de suponer que, en el fondo, lo que sugieren esos especialistas es solamente cambiar de estrategia, pero siempre para aumentar los deseos sin pausa y poder <strong>vender más.</strong></div><br /><div align="justify">No hay que olvidar que el marketing se desarrolla en el marco existencial que se conoce como <em>sociedad de consumidores</em>. Tal sociedad se caracteriza por transformar las relaciones humanas a imagen y semejanza de las relaciones que se establecen entre consumidores y objetos de consumo. Tamaña empresa solo se alcanza si el mercado logra colonizar ese espacio crucial en el que se anudan los lazos afectivos que unen a los seres humanos. <em>El yo no soy yo, sin el otro</em>, desaparece como concepto.</div><br /><div align="justify">Tal concepto no trata del <em>bien del otro</em>, que es una categoría muy complicada. Se trata, más bien, de un pensamiento y una acción responsable, que el no desentenderse del otro se pone de manifiesto en el ocuparse de <em>uno mismo</em>, que es la única manera en que puedo ocuparme del <em>otro</em>. La santidad es para unos pocos elegidos.</div><br /><div align="justify">Lo que me llamó la atención fue que, tanto en las conferencias como en las conclusiones, aparecieron esas dos palabras que mencionaba al principio: <strong>confianza y credibilidad. Por lo visto, no nos preocupan solamente a nosotros.</strong> Vale la pena preguntarnos:</div><br /><br /><div align="justify"><strong>¿Están unidos hoy, maestros y alumnos, por recíprocos vínculos de confianza y credibilidad?</strong></div><br /><br /><div align="justify">Si tomamos en consideración el clamor que resuena entre los maestros, y refiere a las dificultades que enfrentan en sus prácticas y también aquello que expresan los alumnos en sus intervenciones y acciones, tales vínculos están muy debilitados.</div><br /><div align="justify">No me parece descabellado considerar que niños y adolescentes nos han declarado <strong>prescindibles</strong>. Tal distanciamiento dificulta o imposibilita que podamos constituirnos como maestros. Porque para que el maestro aparezca, el alumno tiene que estar presente.</div><br /><br /><div align="justify"><strong>Punto clave:</strong> <em>A los adultos, maestros o padres, nos cuesta admitir que podemos no existir significativamente para nuestros alumnos o hijos. La verdad es que, en muchos casos, se han declarado autónomos: puede decirse que son pos familia y pos escuela.</em></div><br /><br /><div align="justify">Nos enfrentamos entonces a la escena más temida por todo maestro: que nuestros alumnos no quieren aprender aquello que nosotros queremos, sabemos y podemos enseñarles.</div><br /><div align="justify">A su vez, en el ámbito hogareño, los padres encuentran que la imprescindible <em>transmisión</em> se dificulta. Sencillamente porque para <em>transmitir</em> se requiere una autoridad aceptada. El ámbito familiar ha pasado a ser, más que otra cosa, un lugar de intercambio de opiniones.</div><br /><div align="justify">Pueden arriesgarse unas cuantas explicaciones. Pero entre todas, a los efecto de esta nota, repetiré un concepto que me parece necesario: la hegemonía política del Estado nación está agotada. Por lo tanto la eficacia práctica de su discurso queda también alterada.</div><br /><div align="justify">Sin Estado nación que asegure las condiciones de operatividad, la escuela en particular- y las instituciones disciplinarias en general- ven alterada su consistencia, su sentido, su campo de implicación, en definitiva su propio ser. Sin paternidad estatal ni fraternidad institucional, la desolación prospera. Y el sufrimiento en las viejas instituciones y en sus habitantes se hace sentir.</div><br /><div align="justify">Escuelas sigue habiendo, desde luego; pero no son las mismas. No son ya instituciones disciplinarias, aparatos productores y reproductores de subjetividad ciudadana. Más bien parecen organizaciones ligadas a la prestación de un <strong>servicio</strong>. Una Empresa más en el mundo de las empresas. Dedicadas a contener socialmente a los chicos, sacarlos de la intemperie, darles de comer, impartirles una serie de normas de convivencia y de ecología de sus hábitos, que el hogar ya no proporciona. La subjetividad que resulta de estar en una escuela cuando el mercado y los medios parecen la instancia dominante de la vida social, es absolutamente otra. La enseñanza de calidad se resiente en forma inevitable.</div><br /><div align="justify">Sin proyecto general educativo en el cual implicarse, se hace necesario pensar en nuevas funciones, tareas y sentido para las escuelas. Hoy, en ellas, las condiciones para que se produzca un encuentro en torno a un proyecto educativo, entre alumnos, maestros, padres y autoridades nos están aseguradas.</div><br /><strong>En tales contextos, los maestros debemos preguntarnos…</strong><br /><br /><div align="justify">¿Cómo llegar a nuestros alumnos si ellos no nos otorgan una mínima <em>credibilidad</em>? ¿Que estrategia seguir con chicos aburridos, a menudo apáticos, desinteresados y hasta mal educados si no tienen <em>confianza</em> ni en la propuesta ni en su maestro?</div><br /><div align="justify">¿Qué hacer cuando, en tanto que herederos de la subjetividad estatal, suponemos que la ley- justa o injusta- preexiste y nuestros alumnos suponen la hegemonía de sus opiniones? </div><br /><div align="justify">Pienso que en muchas situaciones, se hace imprescindible replantearse el concepto de ley trascendente y de su reemplazo por la precariedad de las reglas compartidas, cosa que no nos resulta nada fácil. La regla no se relaciona con el bien, ni tiene que ver con la totalidad de sentido, sino que es regla de juego, tiene que permitir jugar a lo que queremos jugar. Es, sin duda, una base de acuerdo. Hay una pura necesidad de que todos declaremos que ASÍ NO SE PUEDE, PERO DE ESTA OTRA MANERA, SÍ.</div><br /><div align="justify">Se puede transgredir la ley, como por otra parte hacen nuestros gobernantes a la vista y paciencia de todos, pero no se puede transgredir la regla porque es regla de juego y la aceptamos previamente todos. Al menos, es el comienzo de una acción consensuada y democrática. </div><strong>Además de este mínimo comienzo, sugiero lo siguiente:</strong><br /><br /><div align="justify">Primero que nada, todo maestro, cualquiera que sea su ámbito de desempeño (1), debe asumir que solo logrará constituirse como tal cuando comience a existir para sus alumnos. Para “existir” para el otro, para “servirle”, resulta clave la manera en que se entra con él en <strong>contacto con tacto</strong>. Es la manera en que comienzan a construirse los <strong>vínculos afectivos</strong> entre el maestro y los aprendices. Aquí aparece otro obstáculo. Es que una de las dificultades más graves que enfrentamos, consiste en que, por lo general, suponemos que existe un vínculo previo con nuestros alumnos. </div><br /><div align="justify">Por tradición. ese vínculo está garantizado por la institución a la que pertenecemos o por el rol que desempeñamos en la esfera privada. Sin embargo, muy frecuentemente, en la modernidad tardía, no existe esa relación estructural que garantizaba, años atrás, que íbamos a poder enseñar. (Inclusive podíamos enseñar, aun en el marco de nada recomendables arbitrariedades pedagógicas, a las que solíamos dedicarnos con fruición).</div><br /><div align="justify">Eso no sucede ya, en una gran cantidad de prácticas de enseñanza. De manera que no veo otra posibilidad que no sea pensar con el otro el vínculo que nos constituye, a él como sujeto y a mí como maestro. Y el vínculo se constituye al pensarlo y actuarlo.</div><br /><br /><div align="justify"><strong>Punto clave:</strong> <em>Nos cuesta aceptar que nuestros alumnos, no acepten la autoridad de nuestro saber y decidan hacer cosas con su propio cuerpo o demandar otras, sin tenernos en cuenta.</em></div><br /><br /><div align="justify">Luego que se ha entrado en <strong>contacto</strong>, cuando se ha logrado construir un incipiente vínculo, debo prepararme para el arduo camino de ganarme la <strong>confianza</strong> de mis alumnos a quienes, por cierto, no les dispenso tal como estoy sugiriendo, un tratamiento convencional. Por ejemplo, evito tener una teoría previa sobre ellos, evito representármelos de una determinada manera, lo que es bastante novedoso. Puede muy bien ser que lo que surja no sea una lógica pedagógica, que la relación asimétrica entre enseñante y aprendiz que debe seguir existiendo, se teja sobre otras bases, nada tradicionales, por cierto.</div><br /><div align="justify">Sugiero calurosamente pensar una relación maestro/alumno, basada en un régimen de <strong>confianza</strong> en vez de en uno de <strong>autoridad</strong>. La autoridad se instituye y se transfiere. De alguna forma de poder político o económico hacia el maestro. La confianza no. La autoridad estatal emanaba de la escuela y del cargo docente que se ostentaba. <em>Mientras que la confianza se genera en el sostén que ofrecen los proyectos, en la <strong>credibilidad </strong>de las propuestas que se hagan y en la coherencia personal sin claudicaciones del maestro.</em> La confianza es una relación “contractual” entre dos. No es instituida, puede darse y puede perderse por alguna contingencia. El problema de la autoridad no es nunca cómo instalarse; más vale la pregunta que hay que hacerse hoy es cómo no sucumbir a ella.</div><br /><br /><div align="justify"><strong>Punto clave:</strong><em> La confianza es un régimen de relaciones que, en realidad, se genera en el mercado, pero a la cual, nosotros como maestros del cuerpo, podemos ayudar a que se construya con todos nuestros alumnos. Es un modelo de dos que se hacen fiables entre sí, sin la intervención de terceros.</em> </div><br /><br /><div align="justify">Eso sí: ganarse la <strong>confianza</strong>, hacer <strong>creíbles</strong> nuestras propuestas, requiere de dotes personales y de ciertas habilidades aprendidas por los maestros. Una mezcla de talento y aprendizaje es la creatividad. De manera que una predisposición a desarrollar el potencial creativo que existe en cada uno de nosotros, es imprescindible para llevar adelante el planteo estratégico que acabo de hacer. Y esa predisposición sí puede aprenderse. Y si puede aprenderse puede enseñarse. </div><br /><br /><div align="justify">(1). Les recuerdo que toda vez que consideramos que un saber del cuerpo, un bien de la cultura, merece transmitirse con el objetivo de que determinados sujetos se apropien del mismo, estamos enseñando. Podemos hablar, con todo derecho, de enseñante y de aprendices y que la lógica del mercado diga lo que quiera.. Aunque el ámbito no sea escolar, prefiero no hablar de <strong>clientes</strong> sino de alumnos. Con todo, aquel que elija suponer que en ciertos espacios profesionales tiene clientes, puede analizar si las estrategias que sugiero siguen o no, teniendo valor.</div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-26562727415652136202011-05-17T15:09:00.000-07:002011-05-17T15:18:28.159-07:00Ginecoestética, una disciplina en auge<div align="justify"><em>Crece la demanda de sus procedimientos, muchos de los cuales dan respuesta a problemas funcionales que dificultan la vida sexual.</em></div><br /><br /><br /><div align="justify">Ni borrar las arrugas del rostro ni modelar la cintura ni deshacerse de la celulitis. Nada de eso. La última tendencia en medicina estética es el llamado rejuvenecimiento vaginal -o, en términos más abarcativos, la ginecoestética-, que busca desandar el paso de los años y de los partos en el aparato genital femenino, así como también resolver algunos problemas funcionales que puedan estar obstaculizando la vida sexual.</div><br /><br /><div align="justify">"Esta es una nueva tendencia que surge de la propia demanda de las pacientes, que comenzó en los Estados Unidos y en Europa, y que ahora se está desarrollando en la Argentina", dijo a La Nacion el doctor Raúl Pinto, presidente del XXI Congreso Argentino de Medicina Estética que se realiza desde el viernes y hasta hoy en la ciudad de Buenos Aires.</div><br /><br /><div align="justify">Pero a diferencia de las pacientes que visitan el consultorio del especialista en medicina estética, la edad de quienes recurren al rejuvenecimiento vaginal es sensiblemente menor: "Se trata de mujeres que consultan a veces a partir del primer parto, mujeres que pueden tener 25 años, aunque en la mayoría de los casos la edad oscila entre los 35 y los 45 años", agregó el doctor Pinto.</div><br /><br /><div align="justify">"El rejuvenecimiento vaginal propiamente dicho es una cirugía plástica que se realiza para estrechar el canal vaginal, que muchas veces se agranda con los partos. Dado que el placer durante una relación sexual se produce por el rozamiento del tercio inferior de la vagina, si el canal es más grande no se produce el rozamiento", explicó el doctor Leonardo Imbriano, ginecólogo especializado en estética, que disertó ayer en el citado congreso.</div><br /><br /><div align="justify">Imbriano comentó que el rejuvenecimiento vaginal es una técnica que ha ganado popularidad -"según la Academia Norteamericana de Cirugía Cosmética, las cirugías de estética genital son las que más aumentaron durante el último año"- en parte debido a la difusión de cirugías realizadas en personalidades del espectáculo. Pero la ginecostética no se agota en este procedimiento.</div><br /><br /><div align="justify">"Atendemos pacientes desde los 18 años, que consultan porque tienen problemas congénitos de labios menores [de la vagina] más grandes, que les molestan para andar en bicicleta, tener relaciones o usar ropa ajustada -comentó-. Pero también tenemos pacientes de hasta 65 o 70 años, que a partir de la menopausia tienen problemas de sequedad vaginal, lo que causa dolor durante las relaciones."</div><br /><br /><strong>Algo más que rejuvenecer</strong><br /><br /><br /><div align="justify">La lista de procedimientos que abarca la ginecoestética es amplia, e incluye desde tratamientos mínimamente invasivos hasta cirugías como el ya mencionado rejuvenecimiento vaginal. "Los más sencillos son la infiltración con ácido hialurónico del punto G, para permitir más satisfacción durante la relación, o de los labios mayores y menores de la vagina, para devolverles la turgencia que pudo haberse perdido", señaló el doctor Pinto.</div><br /><br /><div align="justify">El ácido hialurónico que se emplea para "amplificar" el punto G es el mismo que se utiliza en estética facial para rellenar pómulos, y algo similar ocurre con la toxina botulínica. La ginecoestética contempla su uso para el tratamiento del vaginismo, una contracción de los músculos de la vagina que impide la penetración durante el coito; al igual que cuando se aplica para borrar las líneas de la frente, aquí la toxina permite la relajación de los músculos problemáticos.</div><br /><br /><div align="justify">Uno de los procedimientos más novedosos es el uso del plasma rico en plaquetas para el tratamiento de la sequedad vaginal. "Se obtiene a partir de la misma sangre de la paciente, que es filtrada para aumentar la concentración de plaquetas, que, aplicadas dentro de la mucosa vaginal, estimulan la secreción de ácido hialurónico, colágeno y elastina, lo que mejora la lubricación del canal vaginal y evita el dolor durante la relación", explicó Imbriano.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">FUENTE: Diario La Nación - Sebastián A. Ríos</div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4422322838063627562.post-66644770721963625042011-05-11T15:04:00.000-07:002011-05-13T13:27:24.259-07:00Drama y Hallazgo<div align="justify">El jueves 5 de Mayo, en un noticioso por TV. escuché la trágica noticia de la muerte de un obrero de la construcción, como consecuencia de un derrumbe. Entrevistado por un periodista, uno de los bomberos que se había encargado del rescate del cadáver, queriendo confirmar la mala noticia dijo: “Bajo los escombros, encontramos el cuerpo que se encontraba en el hombre”.<br />Acostumbrado como estoy a la extraña jerga que utilizan policías y bomberos cuando informan en público, casi me río, pese al drama que había costado una vida. Hasta que me di cuenta de que esa construcción de la frase bien podría considerarse un hallazgo semántico.<br />Es que posibilitados como estamos de construirnos el cuerpo soñado gracias a la ayuda de la ciencia y la tecnología, parecería que podemos suplir aquello que la naturaleza, poco pródiga con algunos de nosotros, no nos otorgó. A mano tenemos un arsenal de recursos que puede convertirnos en propuestas sexuales insoslayables, capaces de cotizar alto en el mercado del deseo. Gimnasias de todo tipo, aparatos computarizados que valen más que un automóvil, bicicletas y cintas que no llevan a ningún lado pero que nos pasean por bosques y lagos, entrenadores personales, maestros del cuerpo y gurúes con métodos infalibles, cirugías estéticas y tratamientos revitalizadores destinados a anclarnos en una edad que ya no tenemos, lipo aspiraciones que sólo logran que la grasa que se quita, emigre hacia otro lado, injertos de colágeno que a veces resisten y otras explotan, vitaminas, suplementos, anabólicos que colaboran a desarrollar “gordos musculares”, candidatos al infarto y a la impotencia, dietas con efecto rebote asegurado, cremas y productos de belleza de todo tipo, están tan al alcance de la mano que inevitablemente uno se hace, al menos, dos preguntas:</div><br /><div align="justify"><br /><strong>¿Dónde queda el hombre genuino, escondido como puede estarlo detrás de ese cuerpo fabricado por tamaño bricolaje corporal?</strong></div><br /><div align="center"><br /><strong>¿No puede entonces resignificarse la frase del bombero?</strong></div><strong><br /><div align="right"><br /></strong><br /><em>Mariano Giraldes</em></div>Mariano Giraldeshttp://www.blogger.com/profile/11308844947255346121noreply@blogger.com0