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jueves, 5 de junio de 2008

Las relaciones que las personas tejen con sus cuerpos

La diversificación de las prácticas corporales
En las sociedades modernas el deporte era la actividad física por excelencia. Implicaba una relación ascética con el propio cuerpo. Una relación que presuponía el esfuerzo del entrenamiento durante largos años y hábitos de vida espartanos, para que finalmente, pudiese llegar la competencia y quizás el instante sublime del triunfo y el reconocimiento.
Subyacía una concepción del cuerpo que, con matices, variaba entre considerarlo:
  • Maquinaria sumisa apta para el rendimiento deportivo.
  • Objeto de sufrimiento en pro de conseguir objetivos estéticos.
  • Receptáculo saludable del intelecto. (Mens sana in corpore sano)

En las sociedades posmodernas, en cambio, el concepto de cuerpo como instrumento sobre el que se puede disponer pierde peso y aparecen otras concepciones que lo contradicen. Surgen nuevas actitudes frente a él y nuevas formas de cultivo del mismo. Parece razonable incorporar todo aquello que sirva para que una persona viva más a gusto con su corporalidad, que la ayude a no vivirlo como una carga, que no sienta que debe conformarse con menos de lo que realmente desearía. En definitiva, toda persona debería poder seleccionar con libertad lo que hace con su cuerpo, eligiendo de acuerdo a su experiencia personal, a la comprensión y al conocimiento. Y no prefiriendo en función de la escasez de posibilidades que ha tenido durante su vida y de la ignorancia.

Como consecuencia, han comenzado a surgir prácticas que rescatan esos cambios y que implican una relación diferente con el propio cuerpo. Por ejemplo:

  • El modelo hedonista: (Las actividades físicas de aventura en la Naturaleza).
  • El modelo narcisista: (El físico culturismo y todas las formas de gimnasia que buscan la estética corporal).
  • El modelo etnomotriz: (Los juegos y deportes que se basan en otros, muy antiguos, cuya esencia consistía en demostrar las habilidades físicas necesarias para el trabajo cotidiano, característicos de ciertas regiones y culturas como la doma, el pato, enlazar y pialar novillos, el descolgarse de la maroma, el transportar y lanzar grandes pesos, hachar troncos, etc.).
  • El modelo místico: Antes de mencionar las diferentes actividades físicas que integran este modelo comencemos con una breve aproximación al significado de lo místico.

Místico es aquel que a través de su potencial individual logra, una unidad con Dios. O con el alma universal para los que creen en religiones transuniversales, o con la conciencia cósmica para los agnósticos. Dice Javier Olivera Beltran que "En todas las grandes religiones se encuentran corrientes místicas y sorprendemente, las descripciones de estas experiencias coinciden de manera singular a través de las distintas culturas". Las prácticas que representan este modelo son el yoga y el Tai-Chi entre las más conocidas.

  • El modelo escénico: (Las guerras simuladas cuyo objetivo más o menos encubierto era superar los traumas ocasionados por una guerra perdida como la de Vietnam, los combates de moros contra cristianos bastante populares en España, etc.).
  • El modelo de riesgo aumentado: (Los deportes y juegos de alto riesgo como el ascenso de cascadas, el sky-board, el puenting, el descenso en sky en paredes casi verticales).

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