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martes, 25 de noviembre de 2008

CONGRESO DE OBESIDAD

En este mes de Noviembre se realizó en Rosario el VII Congreso de Obesidad y Trastornos Alimentarios. En medio de tanta información contradictoria que circula sobre el tema, las conclusiones que sintetizamos destruyen unos cuantos mitos y ayudan a revisar anteriores opiniones científicas.
CONCLUSIONES DEL VII CONGRESO DE OBESIDAD Y TRASTORNOS ALIMENTARIOS.

1. Se entienden cada día mejor los complicados mecanismos de hormonas y neuro- trasmisores que gobiernan nuestros impulsos alimentarios. De ese conocimiento surgen las explicaciones sobre conductas personales que hacen saltar la balanza.
2. Muchos alimentos prohibidos- como la carne de cerdo- podrían no serlo tanto y otros que consumimos con la conciencia tranquila, se han convertido en prohibidos.
3. Si uno se alimentara como en la época de las cavernas, con plantas, frutas y carnes silvestres, no se producirían las conocidas compulsiones por comer.
4. La comida procesada, con altos contenidos de hidratos de carbono y grasas, generan interacciones químicas que son desconocidas para el organismo y “enloquecen” los mecanismos del hambre y de la saciedad.
5. Así, el cuerpo se transforma en un avaro, que pese a que vive en la abundancia, sigue reclamando más y más comida.

¿ QUÉ HAY QUE HACER?

· No hay que restringir la cantidad sino la calidad alimentaria. Hay que dejar de entrar en contacto con los alimentos que perturban. Un esquema terapéutico razonable es aquel que intenta eliminar esas comidas que disparan conductas impulsivas y reemplazarlas por cantidades más libres de alimentos “paleolíticos”, aquellos primeros interlocutores de nuestros genes que aseguraron nuestra vida. Se puede comer todos los tipos de carnes magras hasta quedar saciado. Pero hay que reemplazar las harinas por opciones que pueden ser rollitos de jamón cocido magro y queso, que también son buena fuente de calcio. También se pueden comer frutas y verduras que contienen algunos carbohidratos, en cantidades limitadas.
· Cuando se aprende a manejar la adicción alimentaria que generan los hidratos de carbono, se puede ir incorporando más alimentos.
Lo que más hace bajar de peso es la restricción calórica. Pero si se tiene en cuenta que la mayoría de las personas excedidas de peso, lo recuperan en poco tiempo, la actividad física es clave. Y lo es porque el metabolismo se hace más efectivo. Un músculo entrenado absorbe el 80 % de la glucosa, mientras que un músculo no entrenado desviará el 80 % de la glucosa hacia el tejido adiposo. Se invierte así el patrón de utilización de los azúcares.

ALGUNAS RECOMENDACIONES NOVEDOSAS....

1. No todas las formas de cocinar los alimentos produce los mismos efectos. Cuando superamos los 140 o 150 grados, durante unos quince minutos, se forman productos de glicación avanzada (proceso de endulzar anormalmente las proteínas). Las altas temperaturas generan una costra que despierta mecanismos de inflamación del tejido adiposo y resistencia a la insulina, que es la hormona que le permite a las células disponer de la glucosa. Por eso, se recomiendan cocciones lentas y a bajas temperaturas.
2. Hay alimentos que, por su propia composición tienen productos de glicación, como las grasas, la crema de leche, la manteca y las sometidas a frituras.
3. La flora intestinal cumple un importante papel en el descenso de peso, que se está investigando. Se sabe, por ejemplo, que la de los obesos es distinta de la de los delgados.
4. Cuando se baja de peso, el organismo pone en marcha estrategias para ahorrar energía porque no quiere desnutrirse. Además, cuando hacemos dieta, bajamos nuestra masa muscular, que es el tejido que- como vimos- gasta el 80 % de las calorías. Una nueva razón para hacer actividad física. No para bajar de peso como muchas veces se cree, sino para mantener la masa muscular. Por eso, muchas veces, no se advierte en la balanza el tratamiento que se está haciendo, sino en el cinturón: el músculo pesa más que la grasa pero mide menos.
5. El sabor dulce de los edulcorantes y del azúcar produce los mismos efectos: activar los mecanismos hedonistas del placer, independientemente de cuántas calorías tienen. Por eso hay que ser cuidadoso con su uso. Predisponen a comerse TODO el chocolate.
6. Se ha comenzado a descubrir todo lo que produce el tracto intestinal después de que recibe los alimentos. Algunas sustancias le van indicando al cerebro que no necesita seguir comiendo. Sí, basados en esos estudios de biología molecular, cada persona aprende a controlar el tamaño de la porción que come, se habrá dado en gran paso en el control de esa epidemia que es la obesidad.

Fuente: Diario La Nación, 09/11/08