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viernes, 28 de diciembre de 2007

Esteroides Anabolizantes

Los esteroides anabolizantes (anabólicos), se utilizan médicamente con dos grandes fines:


1. Por sus acciones androgénicas, se la utiliza en los casos en los que la persona no posee suficiente testosterona.


2. Por sus posibilidades para aumentar la masa muscular. Por ello se la utiliza en casos de desnutrición severa, tratamiento de cierto tipo de cánceres, anemias, etc.
El prototipo de esteroide anabolizante es la hormona masculina testosterona. Los análogos sintéticos más conocidos son la mesterolona, la metenolona, la nandrolona y el estanozol.



El Abuso de Esteroides
Uno de los primeros usos no médicos de los esteroides ha sido su empleo en el deporte, para aumentar el rendimiento físico. De ahí, su uso fue extendiéndose a todos los que deseaban mejorar su apariencia corporal, a través del desarrollo muscular. Las mujeres, también la usan para reducir la grasa corporal o modificar la imagen corporal. Se olvida que la utilización de la droga siempre producirá efectos virilizantes.


Los anabólicos se administran por vía oral o se inyectan y los atletas, para evitar los trastornos adictivos que los poseen, suelen tomarlos en ciclos de semanas o meses, más que continuamente.



Peligros para la Salud
Los principales efectos adversos incluyen:

  • Tumores hepáticos.
  • Ictericia.
  • Retención de líquidos e hipertensión arterial.
  • Acné.
  • Temblor.
  • En los hombres: reducción del tamaño de los testículos, infertilidad, calvicie y desarrollo de los senos.
  • En las mujeres: crecimiento del vello facial, cambios o cese del ciclo menstrual, aumento del tamaño del clítoris y cambios en la voz.
  • En los adolescentes: cese precoz del crecimiento por madurez esquelética prematura.El abuso de esteroides puede ocasionar importantes trastornos psiquiátricos, que incluyen síntomas similares a los maníacos y que llevan a episodios violentos, incluso homicidas. Muchos usuarios pueden sufrir celos paranoides, irritabilidad extrema, delirio y alteraciones del juicio que surgen de sentimientos de invencibilidad.

No se disponen de datos de nuestro país, pero las estadísticas mundiales alertan sobre el gran incremento en el uso de anabolizantes. En Brasil, se calcula que el 60% de los asistentes varones a los gimnasios se anaboliza.

La lectura como lujo

En 2000 Michael Rogers, periodista del New York Times, hizo un comentario revulsivo que tuvo considerables repercusiones. “En 2020 la lectura será un lujo, no una necesidad”.
Cuando le pidieron que se explicase, realizó una serie de observaciones interesantes. Dijo: “Intentaba hacer pensar a la gente. Lo que expresé no es en realidad lo que yo pienso o algo con lo que esté de acuerdo, sino lo que puede ocurrir en dos décadas si continúa un hecho que hoy es una realidad: el 31% de los estudiantes universitarios norteamericanos no comprende el libro que lee. Observo una caída en el nivel de lectura y no creo que sea porque la gente sea más estúpida, sino que leer es más arduo que otras formas de obtener información, como el audio y el video que pueden ser utilizados en el momento que uno lo desee, una clave de Internet, hoy en día, también merece ser considerada: los textos breves funcionan mejor. Los emails son cortos, los mensajes de textos son aún más breves. Creo que estamos ante una movida hacia textos cada vez más cortos y esto será una gran pérdida”.
Seguramente estas apreciaciones serán de valor cuando evaluemos los resultados de este Blog. En definitiva cada uno de los que participen en él deberán enfrentarse con textos en pantalla para ser leídos.
Mariano Giraldes

jueves, 27 de diciembre de 2007

Tabaquismo, obesidad y disfunción eréctil

NUEVA YORK (The New York Times).- Fumar eleva el riesgo de disfunción eréctil un 50%, y la obesidad casi lo duplica, según nuevas investigaciones que analizaron la dieta y el estado físico de más de 22.000 profesionales de la salud de los Estados Unidos desde 1986 hasta 2000.
Al principio del estudio, los investigadores encontraron que los hombres con función eréctil buena o muy buena tenían una prevalencia menor de tabaquismo, un más bajo índice de masa corporal y menos hipertensión, enfermedad cardíaca y diabetes que aquellos que informaban tener una función regular, pobre o muy pobre.
Entre los hombres que comenzaron el estudio con buena o muy buena función eréctil, aquellos que gastaban un nivel de energía equivalente a correr durante una hora y media por semana redujeron un 30% su riesgo de disfunción eréctil comparados con el grupo de menos actividad física. Pero en cualquier nivel de actividad, tener sobrepeso aumentaba el riesgo de disfunción. Los hombres que tenían sobrepeso y además eran inactivos tenían un riesgo dos veces y media mayor que aquellos que eran activos y de peso normal.
Los hallazgos, publicados en el número de julio de The Journal of Urology, fueron parcialmente financiados por Pfizer, y uno de los seis autores del trabajo tenía lazos financieros con la compañía.
Fumar y ser obeso también aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, pero conducen a la disfunción eréctil a una edad más precoz, a tiempo para comenzar a tomar medidas preventivas.
"La magnitud del riesgo es bastante impresionante -dijo Eric B. Rimm, profesor asociado de epidemiología de la Universidad de Harvard y autor principal del estudio-. Un riesgo dos veces y medio mayor, si uno está excedido de peso y no hace actividad física, debería ser un incentivo poderoso para que la gente comenzara un programa regular de ejercicio físico y un plan alimentario para perder peso."

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Mujeres del mundo... ¡Atención!

Por como viene perfilándose el Blog, les diría hoy que desde nuestra propuesta aparecerán dos tipos diferentes de intervenciones:
1. Aquellas constituidas por artículos o colaboraciones, dirigidas a un público de profesionales de corte más académico-científico.
2. Aquellas referidas a temas de una cultura corporal aptas para todos aquellos interesados en el bienestar, la aptitud física y la salud.
En este último sentido el pequeño escrito referido al entrenamiento muscular femenino que continúa es una de las tantas informaciones que coloco en la cartelera del gimnasio –por lo tanto necesariamente breve- destinadas a desmitificar ciertas presunciones muy extendidas en la cultura de los gimnasios.

Mujeres del mundo... ¡Atención!

Es muy conveniente que puedas diferenciar entre transformación e hipertrofia muscular. Con un buen programa de aptitud física se convierte el tejido graso en tejido muscular. De manera que hay una verdadera conversión y tus músculos aumentan el grado de dureza.
La hipertrofia en cambio es un proceso de crecimiento muscular, casi nunca bienvenido por ustedes, que sólo se produce en la mujer cuando:
1. Toma esteroides anabólicos como algunas deportistas.
2. Posee un biotipo atlético (masculino).
3. Se entrena en un programa de fuerza diariamente y durante varias horas.
Definitivamente, el entrenamiento en la mujer produce transformaciones musculares pero no proceso hipertróficos que dependen, básicamente, de la testosterona.

Semana 49 de 2007

En La Nación del 9 de diciembre pasado, el periodista Esteban Peicovich, nos brinda su interpretación personal de lo que es un Blog que se presta perfectamente para este espacio.
“El Homo Blog ha venido. Nadie sabe cómo ha sido. Pero no hay misterio: zafó de la mordaza. Saltó del idioma al idiolecto. Del chamuyo general, al privado. Ahora es mono editor: edita diario propio. Bastó que Adán comiera chips para que se le ocurriera escribir de nuevo el mundo.
A gusto de su ombligo (ojo dormido a la espera de su hora). Le llegó. Se llama Blog. Bitácora. Diario. Hoja de ruta. Es una Mini Biblia. Un New Yo Time. La pizarrita donde poner a temblar verbos que no verban, y los sueños que sólo unos pocos sacaban a la luz. Un ¡Oh! rotundo se elevó cuando se supo que la especie se entretejía a sí misma con Internet y que se podría tener mil periódicos y mil emisoras en cada casa. O que llegaría al fin la hora y el modo de novelar vida propia y echarla al mundo como botella al mar. Que se podía sumar el universo personal a la conversación del mundo. ¿Cambio de tecnología? Sí, y albricias. Pero ella y su maravilla solas no bastan: también debe cambiar uno. Salirse del ayer verbal, de las frases viejas, de la retórica trucha (que abunda maltratando a la vera). Hoy y aquí (2007, Tierra), el bloguero actúa como vanguardia de un nuevo periodismo y de una nueva narrativa. La historia hace crac. Se vive fenomenal cambio de época. Algo muere. Algo nace. En la función que presta el blog guarda símbolo y mensaje. Rescata la voz individual y colabora a compartir la coral. Hay 113 millones de blogueros en el mundo (un cuarto de millón son argentinos) y una página planetaria (Wikipedia) con 3.000.000 de puertas de ingreso al saber. La nueva educación adoptó al blog. En nuestro país hay ya maestros y alumnos que lo tienen de puente. Cuánticos, genéticos y digitales buscan echar luz en la noche oscura del alma y del cuerpo. Mediante números. O átomos. O células. Queda siempre la reserva de la palabra. La hominización no llegó por palancas, ruedas, compases, número Pi, aviones o Internet. La tecnología matriz de la especie está en la palabra. Ella nos enhebra el relato de la vida. Cada día llegan miles de bebes con software bajo el brazo y vanse miles de adultos con hardware vencido. Tornillo. Palabra. Homo Tecno. Homo Blog”.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Alcoholismo: Una adicción más

El alcohólico es, como el drogadicto, un enfermo. Lo que sucede es que el alcohol es la droga más aceptada socialmente, la más barata y la más difundida. Sin embargo, tanto en los accidentes como en cuestiones legales derivadas de su ingesta, supera con creces a cualquier otra adicción.

Lo que hay que saber:
  • Un bebedor moderado es aquel que ingiere tres días por semana menos de 100cc de etanol. O presenta menos de 12 estados de embriaguez por año.
  • Un bebedor excesivo es aquel que ingiere más de 100cc de etanol por día. (Un litro de vino, 2 litros de cerveza o medio litro de bebidas destiladas).
  • El alcohólico presenta dependencia física al alcohol. Obliga al individuo a no poder detenerse o abstenerse después de haber comenzado a tomar.
  • Se calcula que en la Argentina hay unos 3.000.000 de bebedores excesivos. De entre ellos 800.000 son alcohólicos.
  • Antes el alcoholismo estaba acotado a la edad adulta y adolescencia tardía. Ahora es la adolescencia temprana y la vejez las etapas que aparecen más afectadas por este problema.
  • En el nivel mundial hay dos mil millones de personas afuera del sistema. Ni siquiera son explotables, son material de descarte. Es fácil que se vuelque al alcohol, la droga o la violencia. Es la marginalidad servida en bandeja. Es por eso que se dice que el alcoholismo es una enfermedad social y como tal, el Estado la tiene que tratar. Vale la pena recordar que el presupuesto para salud del país llega a los 20.000 millones de dólares anuales. No es una cifra menor y sin embargo, los presupuestos no llegan a los hospitales.
  • Un enorme porcentaje de los accidentes de tránsito se producen por exceso de alcohol. Los riesgos aumentan en la medida que aumenta el porcentaje de alcohol en sangre. Las señales más evidentes y progresivas son:
  1. Disminución de los reflejos.
  2. Falsa apreciación de las distancias.
  3. Subestimación de la velocidad.
  4. Euforia. Que demora el tiempo de reacción y disminuye la percepción de los riesgos de las maniobras.
  5. Perturbación del comportamiento.
  6. Fuerte fatiga, dificultades en la visión.
  7. Embriaguez notoria.


Las enfermedades más corrientes que produce el alcohol son las siguientes: pancreatitis aguada y crónica, gastritis crónica, úlceras gástricas, úlceras duodenales, infertilidad, pérdida de la potencia sexual, depresión de las funciones cerebrales, cirrosis hepática, retardo mental y malformaciones cráneo-faciales en los hijos.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Hacia una revalorización de la Educación Física

Si bien hoy la educación física está “presente” en los distintos niveles del sistema educativo(inicial, EG.B 1 y 2, Polimodal, etc.); creo que aún no son suficientes la cantidad de horas asignadas a la misma (dos estímulos semanales).
Bien sabemos los especialistas del área que con dos estímulos semanales no podemos desarrollar las distintas capacidades motoras ni las destrezas y/o técnicas de los distintos deportes. Seguramente podemos hacer un poco de todo en una hora sin profundizar nada.
Es indudable que según los niveles, el tiempo y la motivación variarán, eso se puede ver claramente en las clases de polimodal, octavo y noveno año, por lo que se hace sumamente difícil “programar una clase para cada alumno” (cuando los grupos son numerosos: +-36 alumnos) y “conformar a todos”.
A continuación expondré unas sugerencias producto de mi experiencia como profesor y de la observación de distintas clases que creo fundamentales tener en cuenta si queremos revalorizar el área en la práctica y no solamente en los papeles:
1- Capacitación específica del profesor de educación física en los horarios de perfeccionamiento docente.
2- Más horas semanales (tres como mínimo) y hacer todo lo posible para que se den en días alternos.
3- Mejorar la infraestructura existente y construir gimnasios para una mejor calidad de las clases (cuando el clima es desfavorable).
4- Invertir más en material didáctico (pelotas, colchonetas, sogas, etc.).
5- Ser más pragmático a la hora de sacar un mástil porque molesta en el patio, sin tanta burocracia.
6- Concentración de las horas en uno o dos establecimientos con buena remuneración para evitar el “profesor taxi”.
7- Disminuir la matrícula en los grupos numerosos a (28-30 alumnos como máximo).
8- Volver al concepto de disciplina bien entendido, es decir que el alumno no haga lo que se le da la gana.
9- Que el docente sea consecuente entre lo que dice y lo que hace.
10- A la hora de planificar las clases tener en cuenta las motivaciones de los alumnos y las del profesor y no sólo atenerse al documento curricular en boga.
11- Utilizar el recurso de la competencia como medio de superación y respeto de las reglas, como así también de intercambio sociocultural con otras escuelas, clubes, etc.
12- “Aprovechar” el auge que tiene hoy en nuestro país el fitness y las distintas variantes gimnásticas y/o deportivas no para oponernos porque sí sino para integrar y mejorar nuestra educación física, sacándola del “acartonamiento” que sigue heredando de lo “meramente deportivo”.
13- Crear grupos de encuentros entre profesores de educación física para poder disentir y ponernos de acuerdo de qué educación física deseamos para nuestro país y no transferir datos de otros países con realidades muy diferentes a la nuestra.
Resumiendo: durante muchos años estuvimos repitiendo un patrón de comportamiento sobre el “qué hacer” en las clases y “quién o quiénes lo decían”, hoy creo que más que nunca deberíamos concentrarnos en el qué, en el cómo y en el por qué, producto del encuentro, la reflexión, la capacitación, teniendo en cuenta a los alumnos “reales” del sistema educativo, respetando su idiosincrasia sin dejar de lado la responsabilidad que es educar al alumno por y a través del movimiento para que sea una mejor persona y pueda socializarse y disfrutar del ejercicio para mejorar su calidad de vida y tratar por todos los medios de trabajar en forma interdisciplinaria, dejando de lado los egoísmos, vedettismos y demás lacras sociales que lo único que han logrado con nosotros hasta el momento es dividirnos y que cada uno defienda “su quintita...”
Me despido con unas frases para la reflexión:
“No busquemos tamaño en la pelea, sino ser lo mejor en nuestras filas.”Douglas Malloch
“Es el pobre en su horfandáde la fortuna el desecho, porque naides toma a pechosel defender a su raza. Debe el gaucho tener casa, Escuela, iglesia y derechos.”Martín Fierro(verso 4825)

Néstor Fabián Trepode

miércoles, 12 de diciembre de 2007

¿Vivir muriendo o morir viviendo?

Hay personas que eligen vivir muriendo, algo inevitable. Otras, que prefieren morir vivendo.
¿Juego de palabras? No.
Las que mueren viviendo son las que se auto-imponen límites de todo tipo o viven presos del dolor y la conmiseración. Se muere viviendo cuando uno detiene su desarrollo personal, cuando se resignan los proyectos o se estrangulan las ilusiones.

ENVEJECER

Envejecer es un proceso de toda la vida. Uno envejece como ha vivido. Pero, sin dudas, es la única manera conocida de vivir más tiempo.
Definitivamente, envejecer es cosa de jóvenes, los viejos ya envejecieron.
Vale la pena recordar que el 80% de las enfermedades que lleva a la gente a los geriátricos se evitarían con una alimentación razonable y ejercicio para evitar el sedentarismo.
Mariano Giraldes

jueves, 6 de diciembre de 2007

Trastornos Alimenticios

LA EDUCACIÓN FÍSICA COMO DISCIPLINA DE INTERVENCIÓN SOCIAL
El paradigma técnico que dominó la disciplina durante muchos años parece batirse en retirada. Al menos así parecemos entenderlo muchos de nosotros que insistimos en que la Educación Física, sin abandonar la transmisión de sus saberes corporales, más profundamente arraigados en la cultura, debería ser resignificada por sus posibilidades de intervención social.

¿Cuán es socialmente significativa una práctica social como es la nuestra?
  1. Cuando es útil en el aquí y en el ahora de cada practicante, cualquiera que sea su lugar de ejercicio. Tanto vale que sea en la escuela, el club, el gimnasio, la parroquia o el centro comunitario.
  2. Cuando está vinculada al avance del conocimiento científico. Por lo tanto dispuesta a destruir mitos y desenmascarar las trampas de las modas del cuerpo que atraviesan la sociedad, por ejemplo.
  3. Es adecuada a la sociedad y la cultura en la que se inserta el sujeto.
  4. Le sirve para pensarse a sí mismo en forma crítica y eso lo ayuda a tomar decisiones sobre su vida y su salud.
    Es en el marco de esta línea argumental que presentamos en el blog temas como los trastornos alimenticios, que podrían tener destino de charlas, intervenciones breves en las mismas clases o respuesta a interrogantes de alumnos, padres u otros especialistas docentes. El conocimiento está a disposición; lo terrible parece ser que no muchos están dispuestos a utilizarlo.

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
ANOREXIA Y BULIMIA

Los trastornos de la alimentación son desordenes marcados por conductas obsesivas frente a la comida y, por lo general, una preocupación excesiva por el peso y lo que se ingiere.
Una de las más conocidas es la anorexia, cuyo síntoma básico es la negativa a ingerir alimentos, con la consecuente pérdida de peso. Los pacientes se sienten a disgusto con su cuerpo y su peso corporal. En las mujeres, la ausencia de al menos tres períodos menstruales consecutivos puede ser el dato para diagnosticarla. Hay dos tipos de anorexia: la restrictiva (la persona no come) y la bulímica (se dan atracones seguidos de vómitos autoinducidos, o se recurre al uso de laxantes o diuréticos).
Además, existen trastornos alimentarios no específicos y personas que, esporádicamente, se dan atracones.
El gran desafío que la anorexia plantea a los profesionales de la salud está encerrado en una pregunta ¿Cómo curar a quién no quiere curarse? Muchos psicoanalistas narran que han tenido pacientes que les dicen : “No quiero tener el cuerpo que me imponen que tengan”. Lo que es impresionante porque tal concepto puede ser expresado por personas que deberían pesar 20 kilos más. La anorexia, en términos generales es un trastorno que se da en las grandes capitales, en las zonas más desarrolladas del mundo industrializado. En la Argentina, por ejemplo, hay lugares donde ni saben de qué se trata, en contraposición con lo que sucede en Buenos Aires, Córdoba o Mendoza.
Cerca del 1 % de la población mundial está afectada. Nuestro país marcha en segundo lugar -después de Japón- en la incidencia de anorexia nerviosa en su población. Una adolescente de 16 años la reflejó perfectamente con esta frase: “Soy un zoológico: tengo un chancho en la mente, una lombriz en el estómago, un león en la boca y dos elefantes en las piernas”.
Aunque en los últimos años aumentaron los casos de hombres que sufren trastornos de la alimentación, la abrumadora mayoría son mujeres. En la Argentina, un 10 % de los hombres consultan por este tema y sólo un 2 % sufre realmente de bulimia o anorexia.
En muchos casos ocurre que, ante la sensación de falta de control en sus vidas, por las condiciones que imponen las sociedades actuales, las chicas empiezan a controlar sus cuerpos. Es como si se dijeran: “No puedo controlar lo de afuera, controlo mi alimento”.
A la larga, ese esfuerzo trae complicaciones físicas: falta de minerales, amenorrea, deficiencia de la glándula tiroides, osteoporosis, baja presión, descenso excesivo de la temperatura corporal. En algunos casos, el cuerpo, para producir calor, genera un vello muy suave llamado lanugo.

Tratamientos
Las causas que confluyen para originar una anorexia, tal como hemos vislumbrado, son muchas y variadas. Por eso, el mejor tratamiento debe ser encarado por un equipo multidisciplinario integrado por psicólogos, nutricionistas, psiquiatras, especialistas en terapia familiar y médicos clínicos. El trabajo conjunto apunta a lograr un equilibrio entre normativa clínica y escucha. O sea: lo que dice la nutricionista se acata sin discutir. Y en el gabinete psicológico se habla, se protesta, se expresa todo lo que haya por decir. Es un trabajo arduo, delicado, que exige dedicación e infinita paciencia.
Las primeras fases del tratamiento se orientan a restablecer la salud física. Es que no se puede esperar que aparezcan los deseos de comer. Una gran cantidad de pacientes tienen que alimentarse para desarrollarse, dado que tienen edades que varían entre los 13 y los 17 años. Luego, con mucha serenidad y tiempo se trabaja para que aparezca el deseo de comer. Si el deterioro físico es preocupante, el equipo médico puede llegar a disponer una internación médica.
Hasta lo que aquí se conoce, el esquema terapéutico recomendado es uno en el que es tan importante indagar en la difícil zona de los conflictos vinculares como insistir en los más básicos hechos del día a día. Por ejemplo, sentarse a la mesa para comer. Y disfrutarlo.

El testimonio de una paciente
La descripción que hace una paciente de su enfermedad, que sufrió durante 10 años es aterradora: “La anorexia es un infierno en vida. Algunos dicen que es una enfermedad autoinfligida: yo digo que nadie elegiría vivir de este modo. Imaginen tener otro persona habitando su cabeza, criticándolos y calculando constantemente, sin darles jamás un respiro. Así es esto. La anorexia llena la mente, el cuerpo y el alma; no deja espacio para nada más. Cuanto más pequeño uno se hace, menos siente emocionalmente. No tiene que lidiar con la vida nunca más”.

Bibliografía: “Anorexia y bulimia: lo que hay que saber”. Autores varios (Ed. Gedisa).“ Comer todo o comer nada”, J.L. Colombo, (Ed. Lumen)

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Datos de una crisis

Si tuviese que sintetizar desde qué lugar escribo este blog diría que lo hago como profesor de Educación Física, interesado profundamente en pensar una cultura de lo corporal. Es que de esa manera pienso que podríamos concebirnos: como pensadores de un aspecto de la cultura toda que es la cultura del cuerpo. Y como transmisores e intermediarios de la misma. Desde ese espacio espero los aportes, las enriquecedoras oposiciones a líneas teóricas expuestas y las colaboraciones desde otras miradas.
Aquí registro una serie de datos que hablan de las circunstancias por las que atraviesa la Educación Física, desde hace tiempo. Muchas veces, las mismas han adquirido tal notoriedad que es ya un lugar común hablar de una crisis de la disciplina. Pero son tantas las crisis en casi todos los territorios de la actividad humana que, tal como dice el sociólogo inglés Giddens, la idea de crisis está en crisis.
Además, tanto se habla de ellas que hablar de crisis más parece un rezongo que una reflexión sobre lo que suele hacer falta ante ellas: considerarlas un momento de decisión. De manera que ante los datos que expongo, habría que concluir que lo que hace falta es decidirse a enfrentar los problemas expuestos y diseñar una estrategia inteligente para resolverlos en el marco de la realidad profesional que cada uno enfrenta.
Vale la pena recordar que cuando la realidad es muy angustiante lo único que sirve es no mirar para otro lado- una forma de ignorarla- y luego actuar reflexivamente.


DATOS DE UNA CRISIS


1. En el 92 % de los países la EF. es obligatoria. Pero no se cumple esa obligatoriedad y pierde credibilidad.

2. La EF. goza de bajo estatus en relación con otras disciplinas académicas y educativas.

3. Se registra una disminución del tiempo asignado.

4. Como era esperable, esta tendencia ha alcanzado a los fondos destinados a ella.

5. Las instalaciones y materiales son inadecuados o insuficientes. El mantenimiento muy bajo.

6. El grado de formación y especialización de los profesores es frágil.

7. Existe un marco legal adecuado, pero chicos y chicas no tienen iguales posibilidades de desarrollar proyectos personales de educación corporal. El género, la etnia, el lugar de pertenencia social, la historia personal y hasta la capacidad simbólica, determinan las maneras en que cada uno se relaciona con su cuerpo y las expectativas que sobre él se tienen.

8. La integración de personas discapacitadas suele ser mínima.

9. Los alumnos de nivel medio, no privilegian la EF. como una de sus materias favoritas. Expresan, además, una muy mala opinión de la mayoría de los profesores que han tenido.

10. Los profesores de EF. solemos ostentar un pobre convencimiento sobre la dignidad y relevancia de nuestra tarea. Es cierto que hemos fracasado en comunicar un mensaje significativo a una sociedad que manifiesta nuevas demandas en torno a lo corporal. La negativa a considerar dentro de los contenidos, los usos del cuerpo que muestran las culturas juveniles, por ejemplo, constituye un clásico de la historia de nuestra EF.

Mariano Giraldes

martes, 4 de diciembre de 2007

Enfermedades del sedentarismo y ejercicio

Colesterol en la salud cardiovascular.

Habitualmente se asume a las grasas como nocivas para el organismo y no siempre es así. De hecho cumplen funciones muy importantes como formar parte de las membranas celulares, constituir una reserva contra el frío y hasta ser parte de algunas hormonas. Su origen en el organismo es diverso y responde a distintos mecanismos:
1. Se incorporan con la dieta.
2. Se fabrican a partir de sustancias más simples.
3. Se producen por degradación de sustancias más complejas.

En el cuerpo hay movilización e intercambio de grasas entre hígado y el resto de los tejidos a través de la sangre. Para poder circular por ella deben combinarse con proteínas formando las llamadas lipoproteínas. Las más conocidas son:
1. Las LDL Lipoproteínas de baja densidad o colesterol malo.
2. Las HDL (Lipoproteínas de alta densidad o colesterol bueno).
3. Las Liproteínas.

Estas lipo deben mantener un equilibrio en la sangre. Cuando se altera se dice que se está en presencia de una dislipemia que puede ser un índice de enfermedad cardiovascular(aterosclerosis).

Dilipemias que producen enfermedad cardiovascular
1. Hipercolesterolemia.
2. Hipocolesterolemia HDL (bajos niveles de colesterol HDL).
3. Hipertrigliceridemia.
4. Dilipemias combinadas.
La primera es reconocida como la causa más frecuente de ateroesclerosis. De hecho: sin alteración del colesterol no habría ateroesclerosis.

Reducción del colesterol y su impacto en la salud
Los grandes estudios de prevención mostraron evidencia contundente de que la reducción de colesterol. Desminuye el riesgo de eventos tanto en pacientes con la enfermedad conocida, como en individuos sanos pero portadores de Factores de riesgo.

Resultado de los tratamientos actuales
Por cada 1 % que cae el LDL en sangre, el riego cardiovascular se reduce en un 2 %.

¿Cómo reducir el colesterol?
1. Tratamiento farmacológico.
2. Tratamiento no farmacológico.

El tratamiento no farmacológico se basa en la corrección de tres factores:
1. Sedentarismo.
2. Sobrepeso u obesidad.
3. Dieta aterogénica.
El sedentarismo favorece el desarrollo de Factores de Riesgo como exceso de peso, obesidad y diabetes. Realizar actividad física en forma regular reduce la concentración de colesterol malo y eleva los niveles del bueno.
Además, reduce la presión arterial en hipertensos y previene la diabetes. Siempre es conveniente realizar una evaluación cardiológica antes de iniciar un plan de ejercicios, sobretodo si el paciente no está previamente entrenado.
El sobrepeso como la obesidad son factores de riesgo muy vinculados a la presión arterial y la diabetes. Su corrección facilita el manejo del resto de los factores de riesgo y mejora el pronóstico.
Dietas aterogénicas son aquellas que por su alto contenido en grasas saturadas promueven el desarrollo de aterosclerosis y enfermedad cardiovascular. Una dieta que reemplace una proporción de grasa saturada como la que se encuentra en la manteca y en el queso; por grasa no saturadas -mono o polisaturadas- que se hallan en el pescado y en el aceite de oliva suele ser la primera indicación médica.
La ingesta de colesterol no debe ser mayor de 200 miligramos por día y la de grasa saturada no debería representar más que el 7 % del valor calórico total. Cuando la dieta no logra su objetivo al cabo de 2 o 3 meses se puede iniciar tratamiento farmacológico.

  • Una investigación hecha con 590 pacientes en 20 centros de rehabilitación mostró que sólo un mínimo porcentaje del 5 al 8%, cumple con la metas clínicas recomendadas para reducir el riego de un nuevo proble cardiovascular que es del 30 al 50% en diez años.
  • Un 43% de los que se ejercitan abandona el programa antes de los 6 meses.
  • Los factores de riesgo prevalecientes fueron el sedentarismo (76%), el sobrepeso y la obesidad (81%), la dislipidemia (82%), y la hipertensión arterial (64%).
  • El 46% de los pacientes dejó de fumar después del episodio agudo, un 13% siguió haciéndolo.


Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciencias de la vida, a cargo de 30 profesionales dirigidos por I. Kovalsky, M.J de Gregorio, V. Ugalde y F. Holway determinó entre 1.588 chicos de 10 a 11 años de 80 escuelas públicas porteñas que el 96% de los varones y el 92% de las chicas no realizan actividad física programada fuera de clase.

  • La media horaria de presencia ante la pantalla entre los chicos que asisten a escuela de jornada simple es de 3,43 horas. Entre los que asisten a escolaridad completa es de 2,44 horas.
  • Consumen un 15% de calorías más que las recomendadas para la edad. El consumo promedio de los entrevistados era de 2.300 calorías diarias. Con poca fibra y escasa cantidad de frutas y verduras. El 57% no come ninguna fruta por día, el 26% sólo una y apenas el 17% consume dos.
  • La obesidad es ya considerada una epidemia. El síndrome metabólico se encuentra ya en la infancia con colesterol elevado, triglicéridos y el HDL muy bajo e hipertensión.
  • Al mismo tiempo que mira TV el 50% de los chicos hace la tarea. El 30% escucha música, el 10% usa la PC, el 10% habla por teléfono y el 10% lee.
  • Según una encuesta del Ministerio de Educación, de acuerdo al programa de Escuela y medios a cargo de Roxana Morduchowicz, los chicos de entre 11 y 17 años pasan 6 horas por día con los medios.
  • Sólo el 11,4% de los chicos escolarizados concurre a los Centros de EF. a practicar algunas de las actividades gratuitas que se proponen en ellos.

La Felicidad, un preciado bien

Para muchos filósofos las condiciones determinantes para la felicidad son:
1. La autonomía.
2. La competencia personal, el saberse capaz en la esfera profesional, por ejemplo.
3. La calidad de los vínculos con otras personas, comenzando con la propia familia.
4. La auto estima, sin desbordes narcisistas.

Otros, agregan:
1. Tener metas y proyectos propios.
2. Ser físicamente atractivo. (Los que tienen discapacidades severas son menos felices).
3. Recién después ubican el dinero y la popularidad. Que el dinero puede no ser la llave de la felicidad parece quedar demostrado por el hecho de que a medida que aumentan nuestras posesiones, también se amplían nuestras aspiraciones.

Para pensar:

Supongamos que mañana nos suben el sueldo de imprevisto. Nos ponemos, claro, muy contentos. Ahora supongamos que pasado mañana nos enteramos que a todos nuestros compañeros también se lo subieron. Sólo que un poco más que a nosotros mismos. Felicidad evaporada. ¿Somos unos monstruos por sentir así? De acuerdo con los resultados de décadas de encuestas y escaneos cerebrales, esos sentimientos son totalmente habituales en los humanos. Una vez conseguido un nivel de subsistencia, lo que nos importa de verdad es si el pasto del vecino es más verde que el nuestro.

jueves, 29 de noviembre de 2007

¿Existe un por qué y un para qué hacer una actividad física sistemática?

Las sociedades se han convertido en un conjunto de consumidores para los cuales vale el "compro luego existo" y otras personas que miran con la "ñata contra el vidrio" el consumo de los otros. Lo que lleva, aún en las democracias más desarrolladas, hacia un vacío de significación muy profundo que precipita a una subestimación de lo complejo.
En ese contexto las relaciones que se tejen con el cuerpo pueden ser decisivas. Es por eso que vale la pregunta del título.

Los argumentos más utilizados son aquellos que la justifican por:
1. Mejorar la apariencia física. Es decir, razones estéticas.
2. Mantener y mejorar la salud en relación con la calidad de vida.
3. Por prescripción médica, cuando la salud ya está comprometida.
Son buenas argumentaciones. Pero tal como dijo Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros”.
Hay también otras argumentaciones. Por ejemplo:
¿PARA QUÉ hacer actividad física? Sencillamente porque cuando me muevo redescubro como es eso de estar vivo. El movimiento me aproxima a la vida. La quietud a la muerte. Uno elige: Se puede vivir plenamente sabiendo que la muerte llegará o vivir muriendo todos los días, minado por los dolores y aburriendo con las quejas.
¿POR QUÉ hacer actividad física?
1. Por el deseo que existe en todo ser humano de lograr, al menos, pequeños logros personales. En este caso, a través del cuerpo.
2. Por el disfrute que algunos pueden encontrar al moverse, jugar, ejercitarse. Viene bien recordar que la forma en que cada persona se relaciona con el placer, tiene mucho que ver con la forma en que se relaciona con su propio cuerpo.
3. Porque al dedicarse un par de horas por semana a uno mismo, al ser capaz de tomarse un recreo de las presiones de la vida cotidiana, demuestra no sólo una saludable autonomía, sino también la posibilidad de jugar el juego de la vida, con reglas propias.
4. Por el refuerzo en la autoconfianza que significa. Tanto para jugar un partido de “solteros contra casados”, como para animarse a hacer una larga caminata en la montaña. Tanto para subir a caballo como para hacer rafting en las vacaciones.
M.G.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Conferencia La Plata

¿POR QUE NO PODEMOS ENSEÑAR COMO NOS GUSTARÍA?
Por Mariano Giraldes



Este interrogante parece justificarse cada día más. Tradicionalmente, los profesores de Educación Física nos preguntábamos sobre el qué enseñar y el cómo hacerlo. Hoy, por una serie de razones que analizaremos, parece necesario preguntarse por qué no podemos enseñar. La escena tan temida años atrás, aparece en toda su crudeza: no sólo los alumnos no quieren aprender lo que nosotros sabemos y suponemos adecuado enseñarles, sino que, frecuentemente, parecen sin ganas de afrontar cualquier tipo de experiencia con el propio cuerpo. Ese desgano es motivo de preocupación para muchos de nosotros. Más aún: es motivo de sufrimiento. El sufrimiento de todo maestro que no puede constituirse con otro, que no se puede componer, que no puede pensar con otro o dialogar con él. Suele exteriorizarse en todo encuentro docente a través de una insistente pregunta:

¿Que se puede hacer con chicos aburridos, apáticos, desganados?

Hoy los chicos pueden seguir estando oprimidos pero ahora están en la escuela fundamentalmente aburridos. De la opresión, los que nos acunamos con la teoría crítica, algo sabemos. Pero del aburrimiento, no. Lo primero que debemos plantearnos es si el programa de la materia que estamos enseñando es el adecuado; con lo que se abre una vía para preguntarnos sobre la validez de lo que estamos haciendo como docentes. No hay que olvidar que esa gimnasia muchas veces rechazada en la escuela se practica con entusiasmo fuera de ella. Desde luego que reflexionar sobre qué tipo de gimnasia se propone en uno y otro lugar forma parte del mismo análisis.
Luego, vendría bien volver a pensar de qué hablamos cuando hablamos de niños, prepúberes y adolescentes.
Creo que hay que animarse a pensar nuevas formas de pensar. Animarse a pensar nuestras prácticas y nuestros modelos de intervención. Animarnos a pensarnos nosotros mismos, nuestros saberes y también a los chicos, nuestros alumnos. Animarnos a darles nuevos sentidos a nuestra profesión: sencillamente porque las situaciones que enfrentamos son inéditas y así lo requieren.
Por ejemplo debemos preguntarnos si a los chicos no les interesa nada o no les interesa nada de lo que nosotros queremos y sabemos enseñarles.
Buena parte de los cambios necesarios están en nuestras manos. Nosotros somos el cambio que queremos traer. Inclusive en circunstancias muy difíciles como las actuales, que se caracterizan por la incertidumbre y la falta de certezas, propias de las llamadas por Baumann “sociedades líquidas”, (en oposición a las sociedades estables o “sólidas”) los maestros del cuerpo podremos colaborar en producir verdaderas transformaciones sociales y culturales siempre que nos decidamos a admitir las contradicciones que imperan en nuestro propio campo y a producir las grandes modificaciones en la educación corporal que están haciendo falta.
A decir verdad, esas contradicciones, producto muchas veces de nuestras vacilaciones epistemológicas, son aceptadas por casi todos. Lo que está muy bien, porque parte de la tarea de todo pensador de la cultura corporal consiste precisamente en hallar las flaquezas de sus prácticas y tratar de resolverlas.
El término crisis se ha usado y abusado para describir lo que está sucediendo en nuestro territorio disciplinar. Hablar de crisis de identidad, de sentido y hasta de extinción ha sido y es tan frecuente que más parece una queja que un diagnóstico. Por eso, seguramente, Giddens dice que “la noción de crisis está en crisis”.
Si se acepta la interpretación de que una crisis puede estar señalando que se atraviesa un momento de decisión, una vez tomada puede significar un bienvenido cambio y la palabra crisis pierde su tremendismo.

¿De que evidencias se disponen para justificar la noción de crisis?

Analicemos algunas de ellas:
1. Algunas manifestaciones de la cultura corporal tales como el deporte espectáculo -como negocio estrechamente vinculado a la globalización- las prácticas corporales de raíz recreativa ligadas al ocio y el tiempo libre y la llamada industria del fitness gozan, pese a los brutales contrasentidos que demuestran, de perfecta repercusión popular, congregando adeptos y fanáticos por millones. Todo el mundo parece estar interesado en el deporte y las actividades físicas. Así, al menos, lo indican las audiencias y el interés en Campeonatos Mundiales, Masters de tenis y finales de la NBA. El Mundial de rugby y el fenómeno de adhesión popular despertado por los Pumas son un último y válido ejemplo de lo que estoy diciendo.

Los gimnasios rebasan y lo mismo sucede en plazas y calles que se llenan de gente corriendo y haciendo gimnasia. Hasta los gimnasios urbanos gratuitos y al aire libre -financiados por firmas deportivas- gozan de singular concurrencia. En ese contexto tan auspicioso, sin embargo, la Educación Física no es elegida como una de las materias preferidas por los chicos, siguen siendo frecuentes los profesores “control remoto” y las maestras, los directivos y los padres tienen una visión devaluada de la Educación Física. En verdad, muchas veces ella parece haberse:

  • Burocratizado y agotado en rituales que parecen sólo destinados a perpetuarse a sí mismos. Que en las clases los profesores se dediquen solamente a supervisar los juegos deportivos o peor aún, recurran al “clásico patear la pelota” constituyen buenos ejemplos de lo dicho.
  • Alejado del placer y las alegrías que proporcionan el juego, la gimnasia y los deportes a fuerza de transformarse en obligatoria y sujeta a calificación.
  • Mantenido ignorando los usos y abusos que hacen del cuerpo las culturas juveniles. Imposibilitando así su posible acción orientadora en un caso y moderadora en otro. Y olvidando que los contenidos de la disciplina también deben construirse mirando lo que los chicos hacen con sus cuerpos por las calles.
  • Sostenido demasiado fiel a su propia historia como especialidad ligada al disciplinamiento y control de los cuerpos.
  • Convertido, sin darse cuenta, en una favorecedora del sedentarismo a que empuja la escuela: los trámites administrativos, las largas explicaciones, las demoras para tratar problemas de orden o disciplina, las “colas” esperando para ejercitarse, los tiempos utilizados para trasladarse a los lugares de práctica han disminuido a límites mínimos los tiempos reales de ejercitación corporal. Como disciplina escolar que se ocupa expresamente del cuerpo, parece haberse olvidado de interrogarse sobre... ¿qué hace y qué puede hacer?, ¿en qué consiste la propuesta que sobre el cuerpo lleva adelante la Educación Física escolar?, ¿sugiere de verdad ayudar a desarrollar en los alumnos un proyecto personal de gestión del propio cuerpo durante toda la vida?, ¿de qué cuerpo habla y de qué cuerpo se ocupa?, ¿qué cuerpo es el que le interesa?, ¿el cuerpo-arte de tatuajes y piercings?, ¿el cuerpo-salud y belleza?, ¿el cuerpo como objeto de consumo?, ¿el cuerpo apto para el rendimiento deportivo?, ¿el cuerpo relacional?, ¿bajo qué lógicas trata a ese cuerpo?.
  • Hace ya tiempo que esa Educación Física a la que suponemos atravesada por la noción de crisis se ha ligado teóricamente a la comprensión de la importancia de la significatividad de los aprendizajes que realizan los chicos. Pero frecuentemente se olvida que esa significatividad depende de la identidad cultural de cada uno, de las concepciones sobre el propio cuerpo que se posean, de la historia que se pudo tejer con él, de las expectativas de clase, de género, de etnia y de los recursos simbólicos que se dispongan.
De manera que, como primera aproximación, muchas veces no podemos enseñar como nos gustaría por lo que sucede en el propio campo. Y en segundo término, no podemos hacerlo, sencillamente porque el estado, la sociedad, la cultura, la familia, la escuela, los chicos, nosotros mismos y las demás instituciones disciplinarias no son lo mismo en la modernidad tardía que transitamos, que en la modernidad.

EL ESTADO, LAS INSTITUCIONES

Tradicionalmente fue el Estado, la escuela, la familia, en algún momento la iglesia, la sociedad civil, las que aseguraron espacios sociales en lo cuales había disciplinamiento -casi siempre excesivo- pero al menos, las situaciones eran reguladas, estables, se reproducían y aseguraban, tal vez parcialmente, esos encuentros. Ante la “destitución institucional”, cuando no hay instituciones que produzcan encuentros y vínculos, los espacios se vuelven caóticos, dispersos. Lo que nos lleva a preguntarnos...
¿Qué sucede con las instituciones cuando no hay instituciones?. ¿Qué sucede cuando existe un evidente agotamiento del Estado como Meta institución y de allí para abajo un agotamiento de la escuela, la universidad, la iglesia, la familia y el resto de ellas?. Hay que recordar que en la modernidad, la usina práctica fundamental de producción de subjetividad era el Estado, que alcanzaba, albergaba y volvía compatibles a todas las otras.
¿Acaso debemos admitir que la escuela está desapareciendo y junto con ella, nosotros, los maestros?. ¿Qué puede hacerse en situaciones no ya de expulsión de los ciudadanos o de los futuros ciudadanos, sino sencillamente de catástrofe?
De lo que no hay dudas es de que las instituciones educativas han tocado fondo. Ellas se sostienen en una serie de supuestos. Por ejemplo, la institución escolar necesita suponer que el alumno llega bien alimentado, limpio, abrigado. Hoy, la distancia entre lo supuesto y lo que en realidad se presenta es abismal. La escuela no puede menos que suponer el tipo de alumno que va a habitarla; sin embargo, la lógica social no entrega ese tipo de chico en las condiciones imaginadas. ¿Qué posibilidades puede tener un maestro o un profesor de Educación Física cuando, inclusive, debe inventar una serie de estrategias para poder habitar el mismo las instituciones en que se desempeñan?.
Punto clave: Es interesante que sea la escuela la que aún supone que hay poder, que hay transferencia de un saber , que se educa, en tanto los chicos están declarando permanentemente agotado el dispositivo.

LOS CHICOS
Existe una idea muy impresionante de Spinoza: “El concepto de perro, no ladra”. En relación con los niños y adolescentes habría que decir: “El concepto de un niño o un adolescente no es un niño o un adolescente”. Con el concepto sobreimponemos una representación de lo real para después exigirle a lo real que se comporte según la representación. Pero si hay algo que los chicos no hacen, es hablar y comportarse con su cuerpo de acuerdo al concepto. El concepto es un instrumento pero no es saber.
La infancia ha ido variando. Cuando tratamos de entender cómo son los chicos y los adolescentes hoy, nos encontramos con nuestros propios apuntes y con una bibliografía que nada tiene que ver con los chicos reales. Así, por ejemplo, permanece sin reflexionar por qué, en ámbitos familiares y escolares, rara vez se ha dejado lugar al pensamiento de los mismos chicos. Es necesario entonces, revisar ciertos conceptos, históricamente arraigados, que nos señalan cómo debemos pensar a niños y adolescentes.
Rodolfo Braceli en “Hojas del caminante quieto” cuenta dos anécdotas maravillosas:
1. Dimitri tiene cuatro años; rara vez acepta hablar por teléfono. Pero un día lo atendió: “Dimitri, ¿está tu papá? “ “No.” “¿Y tu mamá?” “No.” “Ah estás solito".
“No. Estoy conmigo.”
2. En aquel jardín de infantes, cuatro chicos por cada mesita: uno en cada punta y dos en uno de los lados. Adelante, el escritorio de la maestra, Laurina. Los dos chicos que están en la primera mesita, de cara a la maestra, Esther y Atisbo, se convidan las meriendas. El primer día, entre sus sillas hay buena distancia. Pronto de a poquito las acercan. Sillas y codos y piernitas terminan pegados. Sienten ¡una música de hormigas en el cuerpo! Justo en ese momento, Señorita Laurina pega el grito: “!Separen esas sillas, yaaa! “ Esther y Atisbo, petrificados. La vergüenza que anega al niño lo desmaya. Pierde el conocimiento. Ha sido descubierto para siempre.
“Eso no se hace”, le explica Señorita Laurina cuando vuelve en sí. Y lo alza y lo aprieta y lo aprieta contra sus pechos inéditos, porque ella todavía sucede virgen. Niño Atisbo se deja. Siente el olor de ella, apoya la frente sobre sus pechos... ¡Y otra vez la música de hormigas! “Perdoname, perdoname”, le dice a Esther con la mirada. “Te odio de aquí al Sol, le responde Esther con la mirada, mientras se arranca el bolsillito del guardapolvo. Después sale corriendo; no volverá a esa escuela. No era para menos. Esther conoció el amor, el pecado y la traición en el relámpago de un solo instante.
La transformación contemporánea convierte a ese niño, hombre del mañana, en un consumidor de hoy; o un expulsado del consumo de hoy. Las empresas que comercializan celulares, por ejemplo, consideran que el sector del mercado más prometedor está constituido por los niños de 8 a 12 años, sin que importen las clases sociales. Esas empresas, se manejan con el criterio de que los pobres no son víctimas sino consumidores en potencia. Y también que los niños son puro presente, no proyecto de futuros ciudadanos críticos. La dimensión del futuro es inconcebible para los mercados actuales.
Tener o no una computadora y conexión a Internet pueden marcar una enorme diferencia entre los chicos. Las nuevas generaciones tienen incorporada la noción de virtualidad. Nacieron con escenarios saturados de controles remotos, teclados y pantallas. Sin embargo, el contacto con las nuevas tecnologías no es igual para todos. Algunos chicos tienen acceso a una computadora, otros tienen acceso a algo más importante: al estímulo del pensamiento para utilizar estas herramientas. Las brechas digitales se entrelazan con brechas sociales más profundas.
Las niñas y los niños en situación de calle, pasan muchas horas en los cibercafés y gastan un poco menos del 60% de lo que recaudan en el acceso a las nuevas tecnologías. Juegan, chatean, escuchan música, se comunican. Muchos tienen dirección de correo electrónico a pesar de no tener una dirección fija de domicilio real.
Vale la pena profundizar un poco más en estos chicos que viven en la calle. Para ellos la calle es atractiva, seductora, con mucha oferta cultural gratuita; por ella circula dinero. Funciona como comedor, dormitorio y baño, todo mezclado. El gran desafío es descubrir qué compite hoy con la calle y qué les interesa hoy a los chicos. Una respuesta está a la vista: las nuevas tecnologías de la comunicación. ¿Pueden ser una alternativa de parecido nivel las actividades físicas? Esa es la pregunta que debemos hacernos.
Otra cuestión interesante: otros chicos pueden no vivir en la calle del todo y, sin embargo, no estar intermediados por las instituciones. Van a la escuela para no estar a la intemperie total. Tener un lugar dónde ir, llegar a un lugar es mejor que la incertidumbre total. “Estar ahí” es subjetivamente algo. Produce alguna forma de cohesión. Claro que esto puede no tener nada que ver con las expectativas que todavía tenemos los maestros.
Un adolescente puede estar “en banda” por el abandono en que el que vive pero también porque la banda a la que pertenece y sus códigos, son el único “nosotros” que conoce. Muchos adolescentes, en situación de catástrofe, pueden enfrentar crisis de supervivencia, otros de existencia. Pero para todos vale que si no han aprendido qué es la ley, no pueden establecer lo que está bien y lo que está mal. Los valores caen cuando se agota la institución de la ley. Con esos chicos ¿Cómo hablar del juego limpio, por ejemplo?. ¿Cómo hablar de enseñar el espíritu de la regla?.
Los valores trascendentes de justicia, bien, mal, amor, fidelidad, saber, autoridad le permiten al individuo, esté en la situación que esté, escuela, familia, empresa, manejarse de acuerdo a ellos de manera eficaz, congruente, adecuada. El sentido de la ley y el bien, por ejemplo, era el mismo en todos lados. Lo que aseguraba la identificación con ellos. Y durante toda la vida. Pero... ¿qué pasa cuando ya no hay identificación con esos valores trascendentes?.
Sin familia transmisora de ley, sin escuela formadora de ciudadanos y sin Estado protector... ¿cómo se puede ser un chico hoy? En la modernidad, cuando hablamos de infancia hablamos de las instituciones que las cobijan y albergan. Ante todo el niño es hijo y alumno. La familia lo produce como hijo y la escuela como alumno. Ahora bien: ese niño que “todavía” no es adulto y tampoco ciudadano, signado por un tiempo presente en el que “todavía” no es... ¿cuándo es escuchado?. Inevitablemente hay que contestar que es la familia y la escuela las que no escuchan. Es clásico que tanto en una como en otra se festejen las ocurrencias de los chicos -como en el caso de Dimitri- sin considerarlas su pensamiento. Al pensamiento lo desestimamos clasificando la ocurrencia como “cosa de chicos”. Si estas ocurrencias no ceden a los civilizados intentos de la educación, entonces las llamamos patologías. Puede costar aceptarlo, pero la delimitación entre lo normal y lo patológico es, todavía, un mecanismo profundamente arraigado en las preocupaciones de los padres y maestros. No es exagerado entonces, hipotetizar que: Las instituciones están orientadas para que los chicos piensen de acuerdo a normas, no para que piensen.

Punto clave ¿Qué se puede hacer con chicos apáticos y desinteresados a los que nada parece entusiasmarlos?. ¿Cómo interpretar situaciones nuevas con herramientas antiguas?

Los padres
Dice Sergio Sinai en “La sociedad de los hijos huérfanos”, Ediciones B que existe “un modelo social que hoy se alimenta de manera perversa de nuestros hijos. Es la sociedad de los hijos huérfanos. Y esos hijos viven la peor de las orfandades: aquella en la cual sus padres están vivos”.
Durante centurias, los hombres y las mujeres comunes simplemente construían sus familias y las llevaban adelante hacendosa y obedientemente. Ser padre y ser madre era obligación a partir de una cierta edad. Un mandato social, familiar e ideológico del que sólo era posible liberarse a cambio de entregar la propia vida a una causa más alta. Por ejemplo, a Dios.
Hay que avanzar bastante en el siglo XX para encontrar las primeras nociones de individuo como entidad autónoma, inédita y respetable. Hombres y mujeres comenzaron a comprender que era posible no concebirse como meros ejecutores de un mandato. Ahora era posible interrogarse para qué se elegía una pareja; lo que llevó a que hoy, una de las características más particulares de las familias consiste en que se han convertido en una forma autoelegida de pareja en la cual los esposos -que a veces deciden no ser padres- se protegen de las eventuales perfidias de sus familias respectivas o de los desórdenes del mundo externo.
Ahora bien, cuando se tiene un hijo es porque se lo elige. También se elige no tenerlo, en definitiva. Lo que obliga a plantearse el sentido de la función parental. Los hijos no vienen a este mundo a satisfacer a los padres, ni a cumplir deseos frustrados, ni a ser aplicados actores de guiones ajenos, ni a llenar vacíos existenciales de papá o mamá, ni a ser compañeros de padres solitarios, ni a convertirse en instrumentos funcionales de competencias o rivalidades que sus progenitores dirimen con quien fuere que lo hicieren, ni a ser compañeros de aventuras de sus papás y mamás, ni a dar lustre a un apellido o continuidad a una costumbre familiar.
Los hijos vienen a cumplir un propósito único e intransferible: desarrollar su propia vida convirtiendo en actos las potencialidades que se encierran en su ser.
Ser padre significa trabajar de padres y esa es la terrible carencia actual. Trabajar de padres implica, al menos, plantearse dos interrogantes:
  • ¿Qué clase de ser humano quiero que sea mi hijo?
  • ¿Qué es lo que yo puedo hacer para lograrlo?
Lo que no puede haber en esa tarea es deserción, abdicación y ausencia. Errores frecuentes que aparecen, a veces, como consecuencia de circunstancias sociales catastróficas. Pero otras por proyectos basados en beneficios materiales.
Una de las consecuencias se advierte en que en neuropsiquiátricos, hogares de contención, juzgados y hasta comisarías cada vez se reciben más familias con vínculos disfuncionales que se acercan a estas instituciones públicas para delegar en ellas la crianza de “jóvenes difíciles”. Los adultos aseguran sentirse superados por los problemas de conducta, la ausencia de límites y los cuestionamientos constantes. Los chicos se quejan de falta de atención y el poco diálogo. Estos conflictos que afectan también a los sectores medios, se profundizaron en los últimos diez años.
Muchas veces los padres saben que deberían poner límites, pero no pueden; sienten culpa. Esos padres deben ser ayudados porque, ese no poder es una expresión de un conflicto no resuelto. Se debe diferenciar la puesta de límites en un proceso normal de crecimiento, al intento de poner límites a un hijo que se desborda, que tiene mala conducta, porque en este caso, ya hay un problema y la solución no se encuentra por este camino.
Los problemas de conducta son síntomas. Los síntomas son un modo de comunicar algo que hace sufrir, pero que se lo dice en actos, sin palabras. También puede ser el único camino que encontró ese niño o ese adolescente para sentirse auténtico y fiel a sí mismo. Descubrir el sentido interno es el camino para encontrar el modo de resolverlo.
Para algunos padres, la rebeldía de los hijos es sentida como desautorización, pero mientras más sometidos y dependientes, afectivamente hablando, se sientan los hijos, más duro será el proceso de separación.
No deberían acentuar su atención exclusivamente en la manera equivocada de comportarse de sus hijos, no ocuparse tanto de lo que a ellos les parece mal porque lo terminan fijando en ese rol del “que hace todo mal”.
Ni los adultos deben someterse a los deseos de sus hijos, ni los hijos deben someterse a los padres porque “ellos son sus padres y mayores”. Existe como posibilidad el respeto mutuo, la guía y el consenso. Eso evita que, ante el límite, el chico deba someterse o rebelarse.
Para algunos padres, la rebeldía de los hijos es sentida como una desautorización, pero mientras más sometidos y dependientes, afectivamente hablando, se sientan los hijos, más duro será el proceso de separación.

Nosotros mismos, los maestros.
Enfrentar un diversificado escenario profesional presenta hoy serios obstáculos a nuestro desempeño. Todos hemos vivido la sensación de mirarnos en el espejo a la mañana, antes de salir a trabajar y preguntarnos si nuestras habilidades y saberes profesionales serán suficientes para atender a ese ampliado panorama. Creo que muchos de nosotros, en variadas circunstancias, reflexionamos sobre aquello más distintivo de lo que hacemos, o sea sobre nuestra identidad profesional... ¿qué somos? ¿docentes? ¿entrenadores? ¿especialistas en tiempo libre? ¿o tal vez profesionales que ofrecemos un servicio a clientes y consumidores de un producto?
Lo interesante es que nos hemos interrogado sobre estas cuestiones, por lo general sin darnos cuenta que en nuestro liviano equipaje formativo transportamos una lógica pedagógica grabada a fuego en nuestros genes, que nos impulsa a querer enseñarle a toda persona que se nos ponga por delante, sobretodo si es un niño o un adolescente.
Entre otras cosas, esa lógica pedagógica, señalaba al esfuerzo como un componente incorporado a la tradición pedagógica misma. Cuya esencia consistía en exigir el esfuerzo necesario para sostener cualquier aprendizaje. Más allá de que los alumnos se conectasen, se “enganchasen” o se divirtiesen. Y el esfuerzo se aceptaba por el resultado que iría a alcanzarse. Pero hoy ese esquema está agotado. No para la lógica pedagógica que todavía sustentamos; pero sí para aquellos que parecen ubicarse más como consumidores/ usuarios/ clientes o espectadores.
La frustración es tal, al no poder enseñar, al ver nuestra expectativa siempre defraudada, que las clásicas preocupaciones docentes se fueron desplazando, tal como señalé al comienzo del qué enseñar y cómo hacerlo, al por qué no se puede enseñar.
No es un tema menor. Inclusive, la mirada de la investigación deberá dirigirse no sólo a la intervención pedagógica, sino también a intentar descubrir qué pasa con la subjetividad (1) del que interviene, del que lleva adelante la intervención, del que diseña las estrategias. O sea, de nosotros, los maestros y profesores. Proceso que intentamos llevar adelante en instituciones que muchas veces han agotado su capacidad, precisamente, de producir subjetividad.
Solemos estar tan desbordados que, en verdad, no podemos enseñar. Surgen entonces los interrogantes...
¿Cómo constituirnos subjetivamente como profesores de Educación Física, cuando ninguna de nuestras prácticas parecen tener sentido en muchas circunstancias?.
¿Cómo no sentirnos desbordados cuando sabemos que ciertas propuestas corporales no pueden ser hechas con chicos mal alimentados?. ¿Cuándo no disponemos del mínimo espacio razonable para enseñar nuestra disciplina?
¿Cuándo ante cualquier juego o actividad que implique alegría, bullicio, excitación, molestamos a las maestras que están en las aulas, pegadas al corredor en el cual damos la clase?. ¿Cuándo cualquier caída de un chico hace temer la aparición del padre con un abogado?. ¿Cuándo sabemos que los niños o adolescentes, nuestros alumnos, no están viviendo esas etapas de la vida como se supone debe vivirlas un chico?. ¿Cuándo sabemos que deben trabajar, que roban, que van con armas al colegio, que son golpeados y abusados ? Es decir, que les pasan cosas que no deberían pasarles.

¿Choque de lógicas?
Parece evidente que, inevitablemente, va a producirse un choque de lógicas. Es que, en ciertos ámbitos, se enfrenta la racionalidad pedagógica que sustentamos con consumidores compulsivos. O con alumnos que parecen ser más que nada usuarios de la escuela. (Digo usuarios en el sentido de que se apropian de ella, como un recurso. Pero su lugar es la calle o un hogar que poco conserva de tal). Desde luego que esa operación de uso destituye la institución. Con lo cual quedan destituidos el universo del saber, de la autoridad, de los valores.
Por cierto, estos chicos, tal como ya señalé son TAMBIÉN consumidores de tecnología y de medios, con lógicas y subjetividades de espectador. Para el discurso televisivo, por ejemplo, no hay niños, no hay adolescentes, no hay adultos Hay consumidores de medios.

Punto clave: La televisión hoy, tiene capacidad de producir subjetividad, cosa que la familia y la escuela ha perdido. Los chicos pueden no poseer las destrezas de la lecto escritura, por ejemplo. Pero son expertos en opinar, hacer “zapping” y leer imágenes.

¿QUÉ PUEDE HACERSE?
Tenemos que acostumbrarnos a vivir en la falta de certeza, y al mismo tiempo, tenemos que mantener la esperanza que no debe ser confundida con ingenuidad, en una época que el yo, sujeto de pensamiento, parece en vías de extinción.
La escuela no desaparecerá en tanto haya algo que fundar y algo en lo que creer. Habrá escuela y habrá profesores de Educación Física, aun en las peores situaciones, en la medida que nos decidamos a ser afectados profundamente por unas prácticas llamadas escolares.
Podremos relacionarnos hasta con los consumidores más recalcitrantes, siempre que no abandonemos la convicción en el valor de la educación para ayudar a las personas en el proyecto de constituirse como personas.
Como cierre y recordándoles que no porto recetarios, por lo tanto no extiendo recetas, en muchas circunstancias en las que nos colocan nuestras prácticas, recuerdo una hermosa película, “Gorilas en la niebla”, protagonizada por Sigourney Weaver. En ella, se narra la historia real de una antropóloga, finalmente víctima de los traficantes, en su lucha por preservar y proteger las comunidades de gorilas, en Africa. La protagonista, en su afán de conocer y ayudar lo más posible a nuestros primos hermanos, se introduce en sus comunidades y no sin riesgo, comienza a entrar en contacto con ellos, con los códigos de los mismos gorilas. Entiende rápidamente que esa es su única posibilidad de ayudar verdaderamente. Creo que ese entrar en contacto sobre las bases de las necesidades del otro, radica, en la modernidad tardía, la primera, si no la única, posibilidad de desempeño profesional.
Cuánto más catastrófica sea la situación social en que se produce la intervención, más deberíamos evitar suposiciones teóricas previas (que se transforman con facilidad en anacrónicas), más deberíamos evitar representar a otros. Es decir, no deberíamos suponer quiénes son, sino, como primera medida, ser fieles a su modo de existencia.
Representar es imaginarse al otro, tener una teoría sobre él. Incluso si uno supone que la escuela en la que trabaja apenas existe, que no hay ley ni universo simbólico, está representando, lo que puede dificultar entrar en contacto. Para contactarse hace falta, al menos al principio, correrse de la lógica pedagógica. Hace falta no ubicarse desde un supuesto saber, porque ese saber va a alejarlo de los chicos. O de los adultos consumidores/usuarios/clientes. Claro que hace falta admitir que uno es superfluo y que sólo logrará constituirse como maestro cuando empiece a existir para el otro.

Punto clave: Muchas veces, se intenta ver una demanda de los chicos en ciertas conductas que desarrolla. Es otro intento de representación. A los adultos nos cuesta admitir que podemos no existir significativamente para ellos; que se han declarado autónomos: puede decirse que son pos-familia y pos-escuela.

Umberto Eco, narra en un artículo de su libro “La marcha del cangrejo”, una anécdota que ejemplifica la clave anterior: En la escuela, un adolescente le pregunta a su profesor de historia: “Profesor, en la era de Internet, usted...
¿Para qué sirve?
Para existir para el otro, resulta clave la manera en que se construyen los vínculos y la confianza.
Uno de las dificultades graves que enfrentamos consiste en suponer que existe un vínculo previo con nuestros alumnos/usuarios, garantizado por la institución a la que pertenecemos o por el rol que desempeñamos en la esfera privada. Sin embargo, muy frecuentemente no existe una relación estructural que garantiza -como en la modernidad- que vamos a poder realizar lo que suponemos posible realizar. Eso no sucede ya, en una gran cantidad de circunstancias. En situaciones de catástrofe, no existe otra posibilidad que no sea pensar con el otro el vínculo que nos constituye, a él como sujeto y a mí como maestro. Y nuestra relación se constituye al pensarlo y actuarlo.

Punto clave: Nos cuesta aceptar que los chicos, nuestros alumnos, pueden hacer cosas sin tenernos en cuenta.

Luego, trabajosamente, ganarme la confianza de aquellos a los que sigo considerando alumnos. Puede muy bien ser que lo que surja no sea una relación pedagógica; esa lógica puede no funcionar en todas las situaciones.
Para finalizar, quiero decirles que llevar adelante tales sugerencias, requiere de dotes personales y ciertas habilidades aprendidas por los maestros. Una mezcla de talento y aprendizaje es la creatividad. No se está de acuerdo sobre si la creatividad puede enseñarse. Lo que sí puedo decirles es que una predisposición a desarrollar el potencial creativo que existe en cada uno de nosotros, es imprescindible en el planteo estratégico que acabo de hacer. Y eso sí puede aprenderse. Y si puede aprenderse puede enseñarse.

¿Qué es la creatividad?
Creatividad es juego, humor, comunicación, riesgo; es reaccionar positivamente a pesar del sufrimiento y del desamparo; es poder vivir a pesar del miedo, de la inseguridad, de la desprotección y de la impotencia; vivir de forma activa y amar, crear relaciones, ser tolerante. Habría que decir: “Soy creativo, luego existo”. En esta creatividad así concebida, el papel de los padres y maestros es crucial.

Mi Perfil


CURRICULUM VITAE
Profesor Mariano Giraldes

DATOS PERSONALES
Profesor de Educación Física
Correo electrónico: olimpiagym@sinectis.com.ar

ESTUDIOS CURSADOS

  • Profesor de Educación Física egresado del INEF de San Fernando.
  • Especializaciones en Alemania, Francia, España, Suecia y Estados Unidos.
  • Cursos con gran número de especialistas extranjero que visitaron el país. ( E. Idla, Carl y Liselotte Diem, P. Van der Schot, G. Schmitt, O. Hanebuth, Pierre Parlebas, AndréLapierre, K. Cooper y Jean Le Boulch).

ANTECEDENTES PROFESIONALES
  • Profesor de Colegios primarios y secundarios en la Argentina y en Alemania.
  • Profesor de la cátedra de gimnasia, Introducción a la EF y Teoría del Entrenamiento en el INEF Romero Brest, en el Instituto Nacional de Deportes y en el EFIS HACOAJ.
  • Entrenador de Basquetbol y Rugby de equipos de primera División y del Seleccionado Los Pumas.
  • Director del Departamento de EF. de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y de Obras Sanitarias.
  • Asesor del Comité Olímpico Argentino.
  • Asesor de la Secretaria de Deporte de la Nación en tres administraciones nacionales: en 1973, 1983 y 1998.
  • Representante argentino a la X reunión de la Academia Olímpica Internacional, en Olimpia, Grecia.
  • Representante argentino al Congreso Olímpico, celebrado en Los Angeles, USA, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1984.
  • Profesor de la licenciatura en EF. de la Universidad de Flores.
  • Socio gerente de los gimnasios Olimpia desde 1971 hasta la actualidad.
  • Profesor en la Maestría de Educación Corporal en la Universidad de La Plata.
  • Asesor de la Universidad de Buenos Aires en el proyecto de Especialización en Gestión Deportiva, que se está cursando a partir del año 2002.
  • En 2003 recibió de la Federación Internacional de Educación Física la Cruz de Honor en Educación Física.
  • Jurado en la tesis de maestría en Didáctica de Analía de Capua, presentada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en 2004.
  • Director de tesis de licenciatura en Educación Física de Irene Avalos, presentada en la Universidad de Salamanca en 2005.
  • Director de la tesis de Licenciatura en Educación Corporal de Guillermo Dueñas, presentada en la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata, en 2005.

CURSOS DICTADOS
Cursos y Congresos internacionales en Brasil, Guatemala, Uruguay, Perú, Bolivia, México, Chile, Alemania y en todo nuestro país.

PUBLICACIONES
Numerosos artículos en revistas científicas, técnicas y de divulgación.
Artículos y notas en diarios nacionales y provinciales.
Los libros publicados son los siguientes:
"Del rol a la medialuna”, con el profesor Alberto Dallo; “Metodología de la EF”; “Gimnasia Formativa en la niñez y adolescencia”; “Metodología de las destrezas sobre colchoneta y cajón”, con el profesor Alberto Dallo; “Adolescencia y Obesidad” con el Dr. Alberto Cormillot ; “Didáctica de una cultura de lo corporal”, con los profesores Agustín Madueño y Hugo Brizzi y "Gimnasia, el futuro anterior".