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martes, 4 de diciembre de 2007

Enfermedades del sedentarismo y ejercicio

Colesterol en la salud cardiovascular.

Habitualmente se asume a las grasas como nocivas para el organismo y no siempre es así. De hecho cumplen funciones muy importantes como formar parte de las membranas celulares, constituir una reserva contra el frío y hasta ser parte de algunas hormonas. Su origen en el organismo es diverso y responde a distintos mecanismos:
1. Se incorporan con la dieta.
2. Se fabrican a partir de sustancias más simples.
3. Se producen por degradación de sustancias más complejas.

En el cuerpo hay movilización e intercambio de grasas entre hígado y el resto de los tejidos a través de la sangre. Para poder circular por ella deben combinarse con proteínas formando las llamadas lipoproteínas. Las más conocidas son:
1. Las LDL Lipoproteínas de baja densidad o colesterol malo.
2. Las HDL (Lipoproteínas de alta densidad o colesterol bueno).
3. Las Liproteínas.

Estas lipo deben mantener un equilibrio en la sangre. Cuando se altera se dice que se está en presencia de una dislipemia que puede ser un índice de enfermedad cardiovascular(aterosclerosis).

Dilipemias que producen enfermedad cardiovascular
1. Hipercolesterolemia.
2. Hipocolesterolemia HDL (bajos niveles de colesterol HDL).
3. Hipertrigliceridemia.
4. Dilipemias combinadas.
La primera es reconocida como la causa más frecuente de ateroesclerosis. De hecho: sin alteración del colesterol no habría ateroesclerosis.

Reducción del colesterol y su impacto en la salud
Los grandes estudios de prevención mostraron evidencia contundente de que la reducción de colesterol. Desminuye el riesgo de eventos tanto en pacientes con la enfermedad conocida, como en individuos sanos pero portadores de Factores de riesgo.

Resultado de los tratamientos actuales
Por cada 1 % que cae el LDL en sangre, el riego cardiovascular se reduce en un 2 %.

¿Cómo reducir el colesterol?
1. Tratamiento farmacológico.
2. Tratamiento no farmacológico.

El tratamiento no farmacológico se basa en la corrección de tres factores:
1. Sedentarismo.
2. Sobrepeso u obesidad.
3. Dieta aterogénica.
El sedentarismo favorece el desarrollo de Factores de Riesgo como exceso de peso, obesidad y diabetes. Realizar actividad física en forma regular reduce la concentración de colesterol malo y eleva los niveles del bueno.
Además, reduce la presión arterial en hipertensos y previene la diabetes. Siempre es conveniente realizar una evaluación cardiológica antes de iniciar un plan de ejercicios, sobretodo si el paciente no está previamente entrenado.
El sobrepeso como la obesidad son factores de riesgo muy vinculados a la presión arterial y la diabetes. Su corrección facilita el manejo del resto de los factores de riesgo y mejora el pronóstico.
Dietas aterogénicas son aquellas que por su alto contenido en grasas saturadas promueven el desarrollo de aterosclerosis y enfermedad cardiovascular. Una dieta que reemplace una proporción de grasa saturada como la que se encuentra en la manteca y en el queso; por grasa no saturadas -mono o polisaturadas- que se hallan en el pescado y en el aceite de oliva suele ser la primera indicación médica.
La ingesta de colesterol no debe ser mayor de 200 miligramos por día y la de grasa saturada no debería representar más que el 7 % del valor calórico total. Cuando la dieta no logra su objetivo al cabo de 2 o 3 meses se puede iniciar tratamiento farmacológico.

  • Una investigación hecha con 590 pacientes en 20 centros de rehabilitación mostró que sólo un mínimo porcentaje del 5 al 8%, cumple con la metas clínicas recomendadas para reducir el riego de un nuevo proble cardiovascular que es del 30 al 50% en diez años.
  • Un 43% de los que se ejercitan abandona el programa antes de los 6 meses.
  • Los factores de riesgo prevalecientes fueron el sedentarismo (76%), el sobrepeso y la obesidad (81%), la dislipidemia (82%), y la hipertensión arterial (64%).
  • El 46% de los pacientes dejó de fumar después del episodio agudo, un 13% siguió haciéndolo.


Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciencias de la vida, a cargo de 30 profesionales dirigidos por I. Kovalsky, M.J de Gregorio, V. Ugalde y F. Holway determinó entre 1.588 chicos de 10 a 11 años de 80 escuelas públicas porteñas que el 96% de los varones y el 92% de las chicas no realizan actividad física programada fuera de clase.

  • La media horaria de presencia ante la pantalla entre los chicos que asisten a escuela de jornada simple es de 3,43 horas. Entre los que asisten a escolaridad completa es de 2,44 horas.
  • Consumen un 15% de calorías más que las recomendadas para la edad. El consumo promedio de los entrevistados era de 2.300 calorías diarias. Con poca fibra y escasa cantidad de frutas y verduras. El 57% no come ninguna fruta por día, el 26% sólo una y apenas el 17% consume dos.
  • La obesidad es ya considerada una epidemia. El síndrome metabólico se encuentra ya en la infancia con colesterol elevado, triglicéridos y el HDL muy bajo e hipertensión.
  • Al mismo tiempo que mira TV el 50% de los chicos hace la tarea. El 30% escucha música, el 10% usa la PC, el 10% habla por teléfono y el 10% lee.
  • Según una encuesta del Ministerio de Educación, de acuerdo al programa de Escuela y medios a cargo de Roxana Morduchowicz, los chicos de entre 11 y 17 años pasan 6 horas por día con los medios.
  • Sólo el 11,4% de los chicos escolarizados concurre a los Centros de EF. a practicar algunas de las actividades gratuitas que se proponen en ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente articulo, muy valioso y refleja a la perfeccion lo que hoy pasa en la sociedad.

Los agentes de Salud debemos trabajar en esto desde la escuela primaria en forma coordinada con los maestros de aula.

Muchas gracias por el artículo!