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jueves, 29 de mayo de 2008

¿Qué hay que saber acerca de sobrepeso, obesidad y ejercicio?

  • Obesidad es un porcentaje de grasa corporal alcanzado en el cual aumentan los riesgos de enfermedades tales como diabetes, hipertensión, cardiovasculares y osteoarticulares.
  • Se habla de sobrepeso cuando el aumento es no mayor del 10% con respecto a un peso determinado por un índice de masa corporal de uso frecuente.
  • Los mejores métodos para diagnosticar la obesidad son lo que miden la cantidad de grasa y su distribución.
  • No es lo mismo sobrepeso que obesidad. Un atleta tiene sobrepeso y sin embargo, no está gordo. Un adulto mayor puede tener exceso de grasa, disminución de la masa muscular y osteoporosis. No pesa más de lo normal, pero no es normal.
  • Ambos son consecuencia de un estilo de vida sedentario y no es frecuente que se trasladen genéticamente.
  • Se puede distinguir entre obesidad ginoide y obesidad androide. La primera también llamada periférica es más propia de las mujeres y trae consecuencia menos graves para la salud, como las várices. La otra, también llamada central o abdominal, es frecuente en hombres y mujeres posmenopáusicas y puede traer complicaciones cardiovasculares y diabéticas, además de subir la frecuencia de cáncer de útero y mama.
  • La anorexia y la bulimia son enfermedades graves.
  • La causa de los fracasos en los programas de descenso de peso se deben a que ellos:
  1. Se estructuran sobre una sola variable: las dietas restrictivas.
  2. No se incorpora el ejercicio.
  3. No se considera que la obesidad es una enfermedad aguda y arbitrariamente se decide bajar de peso en 7 días sin tenerse en cuenta los años de exceso de peso.
  4. La dificultad que presenta lograr cambios en la conducta y en los roles del obeso.

Cuando la variable es la dieta, ocurren 4 fenómenos:

  1. El metabolismo baja.
  2. Sobreviene la sobrealimentación.
  3. Se aumenta por sobre el peso inicial.
  4. Aparecen cambios en la personalidad.

De manera que las dietas fracasan porque la gente deja de cumplirlas. Por eso, los hábitos alimentarios y el ejercicio deben ser mantenidos durante toda la vida. Esto lleva a descalificar las dietas que pretenden grandes logros en poco tiempo o las que se llevan a cabo sin asesoramiento médico.

  • Los aspectos metabólicos se contrarrestan modificando las dietas para reducir proporcionalmente las calorías. Entonces, el paciente no vuelve a engordar. Esto destruye la teoría de que ciertas personas “comen una galletita y engordan”.
  • Muchas de las dietas más conocidas –como la Scardale- por ejemplo, son directamente peligrosas. Una buena dieta es la que, además de complementarse con ejercicio, permite comer todas las cosas que a uno le gustan, pero en distinta cantidad y frecuencia.
  • El estrés también contribuye a la obesidad porque genera en el organismo conticosterona, que favorece a la producción de grasas.
  • No debería seguirse una dieta que proporcione menos de 1200 calorías diarias.
  • La pérdida de peso máxima no debe ser superior a 1 kilo por semana. Bajar demasiado rápido de peso es fatal. Las dietas rápidas han mostrado que pueden acarrear complicaciones cardiovasculares importantes.
  • Para eso hay que proporcionar un equilibrio calórico negativo, sin exceder las 500 a 1000 calorías por día.
  • La actividad física debe producir un gasto de 300 o más calorías de 5 a 7 veces por semana, para que sea eficaz en un programa de descenso de peso.
  • Un descenso de peso conseguido únicamente a través de la dieta, provoca disminución de la tasa metabólica en reposo y sólo se pierde entre el 50 y el 75% de grasa: el resto es masa muscular.
  • En cambio, un descenso producido por el ejercicio supone un aumento de la tasa metabólica en reposo, un aumento adicional de calorías durante el período posejercicio y del consumo calórico que se produce durante los procesos digestivos. Además, el descenso se consigue a expensas del tejido graso, no del tejido muscular.
  • Es bueno tener presente que, frecuentemente, hacer actividad física no se traduce en una pérdida significativa de peso. Eso se debe a un aumento de la masa magra que pesa más pero mide menos que el tejido graso.
  • La solución ideal puede ser un abordaje que incluya dieta y ejercicio.

jueves, 22 de mayo de 2008

Aprendiendo

de Jorge Luis Borges
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...
y con cada día aprende.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo aprendes que las palabras chicas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicado al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Desafortunadamente, sólo con el tiempo...

martes, 20 de mayo de 2008

En un año, reducen un 19% los casos de síndrome metabólico

En Japón, un ejemplo para tener en cuenta

También disminuyen un 14% la cantidad de personas en riesgo de desarrollarlo

En Japón, un tercio del presupuesto dedicado a la salud se destina a atender las consecuencias de enfermedades relacionadas con el estilo de vida de la población.

Según estadísticas presentadas por dos expertos japoneses de visita en el país, en Japón uno de cada dos hombres mayores de 40 años padece síndrome metabólico o está en camino de tenerlo, mientras que entre la población femenina adulta no supera el 20 por ciento. De allí que las autoridades sanitarias de ese país decidieron tomar medidas para reducir la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Según un programa implementado a partir de abril del año último, en diez años deberá disminuir un 25% la cantidad de la población con síndrome metabólico o con posibilidad de desarrollar este conjunto de factores de riesgo cardiovascular.
Y están teniendo éxito: al año de comenzar un estudio piloto, ya lograron reducir en la población tratada más de un 19% el síndrome metabólico y un 14% el riesgo de padecerlo.
"Japón invierte en salud unos 27.000 millones de dólares por año y un tercio se gasta en atender sólo las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como la presión alta, la obesidad, el aumento del colesterol o la diabetes -explicó el doctor Fumihiko Kakuno, presidente de la Asociación Japonesa de Jefes de los Centros de Salud Pública-. Además, el 61% de las causas de mortalidad está relacionada con ese tipo de enfermedades, como el accidente cerebrovascular (ACV), la hipertensión o el cáncer, entre otras."

Los doctores Kakuno y Yamakawa Masanobu, jefe del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Osaka-Kyoiku, participaron de un taller sobre síndrome metabólico en el Hospital de Clínicas. Allí, explicaron cómo lograron mejorar la calidad de vida de la población y reforzar las conductas positivas.

Modelo de reemplazo

El programa, diseñado por Masanobu, reemplaza un modelo de salud "que ya fracasó", como definieron los expertos, porque "toda la responsabilidad de la salud recaía en el individuo". El nuevo modelo, en cambio, incentiva la educación de la población para comprar alimentos más adecuados, caminar los 10.000 pasos diarios recomendados, mejorar el control de la presión arterial y prestar atención al peso corporal.

El estudio piloto previo a la puesta en práctica de este programa de educación y atención individualizado demostró su efectividad al año de comenzar su aplicación. Un equipo dirigido por Masanobu seleccionó a 248 voluntarios en la Prefectura de Shiga, que dividió en dos grupos: a uno se le realizó un examen médico general y se le dio información sobre cómo bajar de peso, comer mejor o hacer más ejercicio si era necesario (grupo control), mientras que al otro se le realizó un examen médico específico, que en el nuevo modelo de atención es obligatorio por ley.

Este examen anual incluye un cuestionario sobre los medicamentos que consume el paciente, si fuma, bebe y si realiza actividad física habitualmente, además de las mediciones antropométricas (índice de masa corporal -IMC-, diámetro de cintura, estatura y peso), el control de la presión y un análisis de orina y sangre para medir el colesterol, el azúcar en sangre, la función hepática y la proteinuria.

Si un paciente tenía sobrepeso, y uno o más factores de riesgo -como la presión o el colesterol alto- se le indicaba cómo modificar los hábitos de vida, un nutricionista le explicaba cómo comer mejor y qué alimentos eran los más convenientes, y se le realizaba un seguimiento para controlar esos cambios. Un IMC alto más un factor de riesgo indicaba que la persona tenía riesgo de síndrome metabólico, mientras que dos o más factores de riesgo señalaban la presencia del síndrome.

A los seis meses, los investigadores incorporaron las intervenciones clínicas en el grupo control y se seleccionó un nuevo grupo de comparación de 209 voluntarios de un centro de salud de la misma Prefectura y al que no se le indicó intervención alguna. Al año, en promedio, los dos primeros grupos habían logrado reducir 0,52 puntos el IMC y hasta 10 mm de mercurio la presión.

"En un año, las intervenciones activas y el seguimiento individualizado nos permitió reducir el impacto del síndrome metabólico en un 19,2% en el grupo que lo padecía y un 13,8% en el grupo con riesgo de desarrollarlo", dijo Masanobu a LA NACION durante la entrevista en la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).

El programa se nutre de tres leyes: una de promoción de la salud que, entre otras obligaciones, establece expresamente la protección de los fumadores pasivos; una de educación alimentaria básica, que promueve que el Estado eduque a la población para que ésta sepa elegir una alimentación saludable, y una de asesoramiento específico de la salud, que obliga al empleador a pedirles a sus empleados el control médico anual.

"Hasta ahora se realizaban exámenes complementarios habituales, como análisis de sangre y orina, y un hepatograma, y se identificaba a la población en riesgo -comentó Kakuno-. Hasta ahora no había un sistema de promoción pública ni de control del paciente para mejorar su calidad de vida. Fue el asesoramiento personalizado lo que permitió reducir los riesgos."

Fuente: Por Fabiola Czubaj. De la Redacción de LA NACION.

¿Qué es?
El síndrome metabólico es un cuadro clínico que aparece cuando se dan tres o más de estos criterios diagnósticos de riesgo cardiovascular:
Presión alta
Valores superiores a 130-85 mmHg o bajo tratamiento antihipertensivo.
Obesidad
Indice de masa corporal (peso sobre altura al cuadrado) a partir de 25; circunferencia abdominal mayor o igual a 102 cm (hombres) y 88 cm (mujeres).
Glucosa en sangre
Nivel de glucemia en ayunas mayor o igual a 100 mg/dl o bajo tratamiento por hiperglucemia.
Triglicéridos
Nivel de lípidos en sangre mayor a 150 mg/dl o bajo tratamiento farmacológico.
Colesterol
Niveles de HDL o colesterol "bueno" menores de 40 mg/dl (hombres) o 50 mg/dl (mujeres).

jueves, 15 de mayo de 2008

¿Han cambiado mucho las cosas?

Casi todos nosotros estamos familiarizados con los disciplinamientos y dominaciones que con la excusa de la racionalidad científica se ejercitaron sobre los cuerpos. Pero no es eso sobre lo que quiero reflexionar hoy, sino sobre el esquema rector que guiaba las dispersas propuestas corporales que se hicieron a partir de mediados del siglo XVIII. Se basaban en tres puntos nada dispersos. Veamos:
1. Actividades que suponían fatiga extrema, de gran intensidad provenientes de diversos lugares del mundo de las necesidades físicas de esa época.
2. Presentación precisa de las mismas, con explicaciones de los desempeños deseados apelando a fundamentaciones científicas.
3. Repetición de esos desempeños técnicos en forma prolongada y monótona, de manera que actúen como refuerzo de los aprendizajes.

Vale la pena preguntarse... ¿Han cambiado mucho los modelos de clases de Educación Física en los últimos 258 años?

Mariano Giraldes

Vida en la naturaleza: Impresiones y contradicciones

Primera impresión y contradicción.

La Educación Física tiene en su haber algunos conocimientos que le son propios, por supuesto que dentro de estos se encuentra lo que se ha dado en llamar Vida en la Naturaleza. Esta configuración de movimiento, sostengo, más allá de su legitimación ganada por y con el tiempo, no posee aún claridad en cuanto a cuáles son los contenidos que abraza. El debate se abre aún más, cuando se observan los diseños nacionales y a partir de estos los jurisdiccionales que sirven de guía para el tratamiento de esta -la vida en la naturaleza-.
Segunda impresión y contradicción

La Vida en la Naturaleza, (afirmo), nos permite contactarnos con diferentes escenarios que recrean nuestros sentidos y que nos dan la grata experiencia, o no, de conocernos y de reconocernos en y con el otro, en y con el compañero, en y con el amigo, en y con el docente, en y con el entorno.
Considero que hay algo de "magia" en este tipo de prácticas, algo que las hace especiales, particulares. Una caminata por un lugar agreste en un día lluvioso, por ejemplo, es dejar que nuestra piel sienta esa humedad y dejar que la brisa nos haga percibir el frío en nuestro cuerpo, y la lluvia deja de ser ciencia explicada en evaporaciones y condensaciones, y en diferencias de presiones atmosféricas, para ser sólo agua que atraviesa y que nos transforma en seres de encanto, de reniego, de fobia o de sonrisa.
El arco iris que aparece allá en el horizonte, no es la refracción de los rayos solares que por la humedad de la atmósfera hace que nuestra vista perciba con diferentes colores, sino que es el signo de que la lluvia ha amainado. Es tan sólo un puente tricolor que une al cielo y a la tierra y el placer se deposita en observarlo hasta que se va desdibujando como dejándose esfumar a paso lento.
El trueno y el relámpago no son luz y sonido que se procura por la diferencia de cargas eléctricas y por la energía que de ellas se desprende, son, tal vez, chispazos que primero encandilan para luego dar paso a sonidos que hacen vibrar hasta nuestras fibras más íntimas; y esta magia, como dije anteriormente, nos da la posibilidad de conocernos y la de conocer al otro, conocer al otro con sus miedos y con sus valentías, conocernos a nosotros con nuestros miedos y con nuestras valentías; nos da la posibilidad de dialogar mientras nos mojamos, o de correr a guarecernos, o de solicitar u otorgar ayuda, ya sea prestando un abrigo u ofreciendo una mano, o emitiendo una palabra o permaneciendo callados.
Los eclipses dejan de ser un fenómeno físico-matemático de transposición de astros y conos de sombra, y se transforman tan sólo en esa bella experiencia de observar como la luna o el sol se van apagando muy despacio, muy suavemente, consumidos por una nube que los cubre perfectamente.
¿Será importante volver sobre esto? Volver a permitir que las personas (niños, adolescentes, adultos y/o viejos) vuelvan sobre estas vivencias de sentir, de observar, olvidándose un poco de lo que el saber científico brinda. ¿Será que las prácticas corporales realizadas en medios naturales tal vez pueden decantar en experiencias que a la vez de diferentes pueden constituirse en gratas y ricas?. ¿Será que la relación que seamos capaces de establecer con nuestros cuerpos también tendrá que ver con aprender a respetar al otro pero además también tendrá que ver con ser cuidadosos con el medio en el cual vivimos?
Hablar de Educación Física y sostenerla como un conjunto de prácticas que nos permiten re-construir nuestra corporeidad permanentemente, en y por el movimiento con el objetivo de proporcionarnos una mejor calidad de vida, ¿no incluirá ser capaces de llenarnos de "magia" respirando, transpirando, sintiendo, observando; en síntesis "amando" el entorno, "amando" la naturaleza?. Naturaleza que por otra parte, en los tiempos que corren, está siendo demasiado matratada, vapuleada, profanada y explotada.
Una carta escrita por el jefe Seattle de la tribu Suwamish, hace 153 años, al presidente de los E.E.U.U., Franklin Pierce, dice en algunos de sus párrafos: "Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo"... "El aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre"... "debéis enseñar que: Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra"... "Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra".
Esto, ¿será posible de enseñar?. Confío en que sí, de lo contrario no escribiría...

Claudio Trigo. Licenciado en Educación Física. Profesor en el Instituto del Profesorado de Educación Física de La Rioja.

viernes, 9 de mayo de 2008

El primer maestro es el padre

Este artículo "El primer maestro es el padre" del Profesor Marciano Durán, editado en la página web "Plaza de Deportes", que me envió gentilmente el Profesor Jorge Tejera, escrito para la realidad uruguaya, se amolda como un guante a muchas situaciones argentinas. Sin duda es cierto aquel antiguo dicho que rezaba: "A los argentinos con los uruguayos nos separa un río y nos junta una pelota".
También es cierto que sería de desear que las separaciones sean sólo aquellas que marca el río, y las aproximaciones se produzcan, por la capacidad de ambos países de resignificar la enseñanza del fútbol.

Mariano Giraldes

El primer maestro es el padre

... ahí comienzan a formarse nuestros futbolistas: en las canchas del pasillo que va a los dormitorios, en el patiecito de hormigón, en la vereda haciendo arco entre un plátano y...

No hay dudas el primer maestro es el padre.

Antes que el de la escuela o el del jardín: los primeros maestros son los padres.

Antes que cualquier pediatra, los primeros médicos son los padres.

Antes que el primer director técnico, los primeros entrenadores son los padres.


Señores por si no lo sabían: los reyes son los padres.


O los padres son los reyes, para nuestros gurises.

Porque están ahí, al lado, siempre a mano, como un celular o como el control remoto de la tele.

Con todo lo bueno y todo lo malo que tiene ser el primero en opinar, el primero en influir, es decir el primero en formar.

Sin dudas por ahí comienzan a formarse nuestros futbolistas: en las canchas del pasillo que va a los dormitorios, en el patiecito de hormigón, en la vereda haciendo arco entre un plátano y la columna de la UTE y los domingos en la placita.

Allí estamos nosotros para decir ¡Presente!: los PFF Padres Futbolistas Frustrados , con mucha intención, con mucho tiempo, con mucho amor y con mu y con dudosa capacidad.

PFF- Padres Futbolistas Frustrados

PFF- Primeros Formadores de Futbolistas


Por eso cuando hace unos meses participamos en el Foro titulado Los Roles del Fútbol Infantil en el Uruguay contábamos con lujo de detalles lo que era la previa de un niño en la víspera de un partido importante.

Textualmente decíamos:

Esta noche no sé si voy a poder dormir.

¡Tengo un partido mañana!

Si le ganamos al Maracaná Juniors quedamos primeros y hasta capaz que pasamos a la final.

Estoy seguro que papá y mamá están orgullosos de mí.

Creo que esta noche no duermo.

- ¿Nicolás preparaste el bolso para mañana? dijo una voz de mujer desde la cocina.
- ¿¡Qué si lo preparé!? Lo preparé y lo revisé cinco veces y por las dudas lo voy a revisar otra vez.
- ¿Estás nervioso?
- ¡Claaaaro! Si ganamos quedamos primeros. A ver , zapatos, medias, canilleras, seeee, vendas, pantalón, mmm camiseta. ¡Prontooo!! Todo pronto, voy a acostarme. ¿Sabés lo que me dijo el Matías? Que parece que mañana no ponen al Pelé, que está con gripe.
- ¿No vas a mirar tele?
- No, me voy a acostar.
- ¡No te puedo creer! Un sábado sin mirar televisión, esto hay que anotarlo en la pared.


A la mañana temprano me desperté solo, sin despertador y sin que nadie me llamara. Tomé la leche y volví a revisar el bolso.

- Anoche te dabas vuelta para un lado y para otro y decías algo del juez y del Pelé
- dijo Matilde parada en la puerta de la cocina. ¿Tenés todo, Nicolás?
- ¡¡Ufaaa!! ¿Otra vez? Te dije que anoche revisé el bolso cinco veces.
- Me parece que no te diste cuenta ¡Te está faltando lo más importante!
- ¿Cómo lo más importante?
- Te falta Dieguito, tu hijo. El que juega es él mi amor, vos sos solamente
- el papá del nene y al nene no hay quien lo haga levantar.
- ¡No te puedo creeeeer! ¿Cóoooomo que sigue durmiendo? Despertalo mamita, despertalo de una vez. ¡¡Tengo todo pronto desde ayer, no dormí en toda la noche y Dieguito no ha bajado los pies de la cama!!

De esa manera pintábamos el papel del padre, (o de los padres) en los primeros pasos de nuestros gurises en el fútbol.
La primera formación a la uruguaya, decíamos, aparecía en casa, antes que en la cancha. La consigna parecería ser:

No deje que ningún director técnico deforme a su hijo hágalo usted mismo.

No se subestime, usted es capaz de eso y de mucho más .

Y contábamos también en ese Foro sobre los primeros consejos paternos rumbo a la canchita, la primera formación camino al partido:

Perfílate mejor en los corner. De frente a la pelota pero también de frente al arco, es como un medio perfil ¿Entendés? Y vos no vuelvas. Que vuelvan los otros. Aunque te llamen de atrás, vos aguántate arriba.

Si tenés que comértela te la comés, no podés alimentar troncos. El que no sabe no sabe y al que no sabe que le enseñen, pero vos no tenés porque regar troncos todos los domingos.

Probá de lejos, el golero del Maracaná Juniors es chiquito. Aflojale con los centros, probalo de afuera del área.

Si el técnico te pide que te vuelques a la derecha no le des pelota esa no es tu pierna, decile que sí pero como bobeando te volvés a la izquierda.

Si hay que poner una plancha ponela, acordate que Lucas, el back de ellos le tiene miedo a la patita. En la primera del partido avisale que estás ahí y que vas a volver. Ningún juez echa por un fau de ataque en los primeros cinco minutos.

Buscalos para que te peguen, si tenés que hablar hablá. El momento ideal es en un corner de ellos. Cuando todos estén atendiendo el área nuestra, te le acercás al Pablo y le decís algo que lo haga entrar.


Tírate si te tocan tirate, buscá el penal. El mejor momento para tirarse es después de una pisada o de un caño. A los jueces les da lástima que le peguen a un habilidoso que acaba de tirar un caño. Ahí caés lesionado. Gritá Dieguito, gritá para que se escuche desde donde están las madres. Si al que te pegó no lo echan, lo dejás justo en el límite y le va a costar mucho marcarte de ahí en adelante.


Los penales son tuyos, aunque se lo hagan al Nacho. No te dejés garronear los penales.

El codito en los corner, acordate del codito, no seas tan inocente. Siempre vas regalado a los corner.

Si se nos complica hay que hacer tiempo, los cordones, desatate los cordones.

Si hay que reventar reventamos, de punta y para afuera.

Si hay que cerrar el partido, hay que cerrarlo cueste lo que cueste.



Fijate de quien te abrazás si hacés un gol. No te regalés al santo botón con el técnico o con algún compañero que no valga la pena. Más vale que corras solo haciendo el avioncito y no te dejes alcanzar. Si te abrazás del técnico en un gol, quedás atado para siempre. El día que no andes bien con él te jodiste, no podés un domingo sí y otro no.


Las manos, se juega también con las manos. Cuando errás un gol te agarrás la cabeza, como diciendo no puedo creer . Si no te la dan, te señalás tus pies cuando termina la jugada como diciendo hermano, pasala, estaba solo En el suelo pegale con el puño a la tierra o una patada a algún cartel de chapa. Cuando hagas un gol golpeate el pecho, señalate el número en la espalda, o apuntando a la hinchada de ellos ponete las manos haciendo pantalla en las orejas como diciendo: A ver! ¿Quién estaba gritando recién?


La gente te mira y esos gestos son importantes.


Y terminábamos con una carta abierta de ese niño a su padre:
CARTA ABIERTA A MI PAPÁ QUE ME LLEVA AL FÚTBOL.
Querido papá, seguro que esta carta tiene algunas faltas, porque sigo confundiéndome la ese con la ce y de los acentos nunca me acuerdo.
Pero sé como se escribe fútbol así que me vas a entender.
Quiero que sepas que me gusta que me acompañes todos los domingos a los partidos y que me lleves a las prácticas.
Quiero que sepas que te siento cerquita por todas esas cosas que hacés por mí.
Quiero que sepas que te quiero mucho.
Pero también quiero que sepas que hay cosas que no hago porque no sé hacerlas, no porque no quiera.
Porque soy un niño, papá.
Por eso me equivoco.
Porque soy un niño.
¿Sabés papá? No te enojes, pero no me gusta que me grites desde el costado de la cancha.
Me da vergüenza que me digas lo que tengo que hacer delante de mis compañeros.
No me gusta que mi técnico escuche tus gritos.
El ya me dijo lo que tengo que hacer en el partido.
Tampoco me gusta que le grites al juez.
El juez no me hizo nada.
Y si me hubiera hecho algo no lo insultes en mi nombre, porque yo no lo insultaría.

Quiero que todos mis compañeros jueguen, incluso los que saben menos que yo.
No me gusta que te enojes cuando me sacan para que entre otro.
Los que entran son mis amigos.
Esto es un juego papá, quiero divertirme.
¿De verdad vos sabías hacer todo lo que me pedís que yo haga?
¿De verdad vos le pegabas con las dos piernas?
¿De verdad eras tan buen jugador como me contás?
Yo sé que nunca me mentiste, así que quiero que recuerdes esas mañanas de domingo, cuando eras niño y trates de ponerte en mi lugar.
Yo se que me amás como a nadie, pero a veces tanto cariño lastima, papá.
Yo no quise errar el gol.
Yo quise hacerlo pero no supe.

Ignacio
¿Te acordás cuál es?
Mi amigo que hace natación.
Me contó que los padres no le gritan cuando nadan porque él no puede escuchar con las orejas abajo del agua.
A veces me gustaría jugar con las orejas abajo del agua.
Y me contó también que lo que dice el juez no se discute, que nadie le dice a un juez que lo está robando, y me contó que aplauden mucho al que llega último, y que nadie se puede mover del agua hasta que no llega el último nadador.

Y Joaquín -que juega al rugby- me contó que cuando terminan el segundo tiempo empieza el tercer tiempo y se juntan los dos cuadros y cantan y festejan. Dice que en el primer y en el segundo tiempo se preparan para ser jugadores de rugby y en el tercer tiempo para ser hombres de rugby y Fede que juega al básquetbol dice que
No, yo no quiero cambiar de deporte, quiero jugar al fútbol, porque el fútbol es el mejor deporte que existe, papá.
Pero quiero tener el derecho a no ser campeón, el derecho a no tener que salvar a mi familia con un pase al exterior, el derecho a que no me griten mariquita si no devuelvo una patada, el derecho a no ser una futura estrella de la televisión, el derecho a que no le digan mujercita al compañero que llora en el partido.

Todavía somos niños, papá.
Quiero que recuerdes que nunca me preguntaste cual deporte quería practicar es más ni siquiera me preguntaste si quería practicar algún deporte.
Me regalaste una pelota y una camiseta cuando apenas si sabía caminar y diste por entendido que me gustaba el fútbol está bien, no te preocupes, claro que me gusta el fútbol, no le erraste papá, es el mejor deporte de todos.

Pero quiero que sepas que hay mañanas en que no tengo ganas de levantarme.
Quiero que sepas que a veces estoy cansado.
Quiero que sepas que no me han enseñado a hacer todo lo que saben hacer los grandes, no han tenido tiempo de enseñármelo.
Quiero que sepas que no soy un hombre chiquito, soy un niño jugando a un juego de niños.
Y por sobre todas las cosas quiero seguir jugando al fútbol y que estés siempre a mi lado para llevarme a las canchas, hasta el día en que empiece a llevarte yo.
Porque a pesar de todo lo que te conté en la carta, el fútbol y vos, son dos de las mejores cosas que me han pasado.


Claaaaro, nuestro pequeño hijo creció y dejó atrás el fútbol infantil.
Y a pesar de nosotros, es decir a pesar de los PFF, consiguió llegar a inferiores.
Así que crecidito el nene tuvimos que cambiar el discurso.
Ya no alcanzaba con los consejos más o menos elementales de cómo pegarle en un tiro libre o como cabecear en un corner.

Los padres empezamos a marcarle caminos un poco más complejos, porque el futuro se presentaba más complejo.
Había que hablar con un gurí de 16, 17, 18 años que como buen adolescente escuchaba poco y hablaba menos.
Había que plantearse objetivos más serios.
Había que pensar en reverdecer los títulos de este país.

Así que con la patrona nos empezamos a preocupar y a prepararnos en serio:
- Dieguito ¿Vos estás seguro que el tipo que te dirige sabe algo? ¿En qué cuadro me dijiste que jugó? ¿Vos no preferís que te oriente yo? Más que yo no te quiere nadie y si a vos te va bien le va a ir bien a tu madre, a tus hermanos y a los abuelos. ¿Te imaginás si nos venden eeeh, si te venden para Italia?
- ¿Vos estás chapita, papá? ¿Vos te crees que es tan fácil que me lleven a Italia?
- ¿Ves? La autoestima por el piso. ¡Viejaaaa! ¡Matildeee! Al Dieguito hay que meterle mentalidad ganadora. Yo tengo que orientarte, Dieguito. Voy a probar con un análisis sistemático a ver si llegamos a un entrenamiento integrado, multidimensional y específico.
- No te entendí un caramelo, viejo.
- Por que no me estás escuchando. Ponete las pilas Dieguito, porque nos va la vida a todos. Tenemos que formarte para que llegues a triunfar. Esto es importante, escuchá: Planificación más rutina más perfeccionamiento ¿es igual a?
- ¡17! Yo que sé a que es igual papá.
- A profesionalismo. Eso es el profesionalismo ¡Y ahí es adonde tenemos que ir!
- Pero papá yo lo que puedo hacer es jugar los domingos y
- ¡Noooo! Tenemos que encontrar la proyección profesional. Mirá, si sumamos capacidad de rendimiento, más capacidad de juego, más educación, más imagen, más relaciones públicas llegamos sin que vos te des cuenta a la Proyección Profesional.
No es difícil, solo tenés que repetirlo hasta que lo sepas decir de memoria.
- Pero papá, yo lo que quiero es jugar al fútbol.
- ¡Y daaaale con la pelotita! Yo me preparé toda una vida para preparar. ¡Vamos! Parate, vamos a ver el perfil metabólico funcional y neuromotriz específico.
- ¿Qué me vas a ver?
- ¡Daaaaaale Dieguito! Mirá, lo primero es que no le des mucha pelota al entrenador, el tipo si supiera algo no iba estar trabajando en este cuadrito de morondanga que a vos te quedó chico hace rato. Vos escuchame a mí. A ver si me hago entender, voy a tratar de ser ameno.
- A menos que no te banque más. Toy pa dejar por acá.
- Pará, tranquilizate. Dejame decirte que la resistencia específica debe respetar el contacto de alternancia de los esfuerzos alácticos predominantes con alta restauración aeróbica y bajas tasas de lactato ¿Sabés para qué?
- No, ni idea
- Para evitar las afecciones producidas por la caída del PH.
- ¿Del PH? Del Pepe Herrera.
- Creo que te negás a aprender. Escucháme Dieguito, tres pasos, solo tres pasos tenés que dar.
- ¿Antes de tirar un penal?
- No, los tres pasos son: 1) Entender correctamente unaituación de juego. 2) Tomar la decisión adecuada y 3) Ejecutar la acción veloz y apropiadamente. ¿Está claro?
- No
- ¿Cómo que no? ¡Involucrate más en el proceso de enseñanza-aprendizaje! No estás metido, Dieguito. Hay que entrar en un proceso cíclico e investigativo de planificación-observación-reflexión. ¡Tenemos que ganar algo!
- Papá
- Sí, Dieguito.
- ¡Hablaste al pepe tanto rato, para decirlo todo al final!
- Ahora el que no te entiende soy yo.
- ¡Tenemos que ganar a algo! Eso dijiste, ese fue el resumen de todo tu discurso.
- No dijiste tenés que jugar bien, ni siquiera dijiste tenés que ganar algo, dijiste tenemos
- No Dieguito, no entendés. Lo que a nosotros nos preocupa
- ¿Nosotros? ¿Qué nosotros? ¿En nombre de quienes estás hablando? No te estarás refiriendo a tu generación ¿no? O peor aún, a varias generaciones juntas. ¿No será que estás hablando de la vida en lugar de hablar de fútbol?¿No estarás hablando del país en vez de hablar del equipo?
- Insisto en que no te entiendo,
- Yo si te entiendo. En este país hace 50 años que están esperando a alguien que los salve, están esperando al 9 que los conduzca a otro Maracaná.
- ¿No estarán pensando que Gustavo Varela desciende de Obdulio y de José Pedro?
- ¿Que Gargano juega en Wanderers y en la cancillería? ¿Que Saravia está en la Mutual y en las cuchillas?
- ¿No estarán mezclando las cosas, no?
- ¿Sabés qué, papá? Me parece que lo que ustedes buscan es un cinco que libere la patria.
- Un volante que traiga prosperidad.

¿Quieren que nuestra generación gane la copa del mundo?
Se les pasó el cuarto puesto de México y se olvidaron de festejarlo.
¿En que cuadro querés que sea titular?
¿En Suiza?
¿En cuál Suiza, en la de América?
- No Dieguito, yo te estoy hablando de formar jugadores.
- No papá, estás tratando que alguien saque las castañas del fuego.
Lo que no le pedís al ciclismo, a la literatura o a la política se lo pedís al fútbol.
Están esperando al salvador que la clave en el ángulo.
No estás formando jugadores, viejo, estás reclamando que hagamos nosotros lo que no hicieron los demás.
Querés que las sub 20 de este país sean la esperanza de todos los post-20.
Y a mí no me interesa ser la esperanza de nadie, yo quiero ser el presente mío.
Solamente quiero jugar al fútbol, no quiero ser parte del equipo que solucione los pasados pendientes.
FUENTE: Grupo Plaza de Deportes. Profesor Marciano Durán.

lunes, 5 de mayo de 2008

Punto de vista

Enrico Udenio, escritor y especialista en comercio exterior en su ensayo "La hipocresía argentina", proporciona algunos puntos de vista que pueden ser útiles en las frecuentes discusiones en que solemos enzarzarnos respecto a la disparidad evolutiva en el desarrollo de países como Argentina, Australia y los Estados Unidos, los cuales en su constitución, parecen mostrar similitudes.
Así, por ejemplo, estas nuevas naciones, nacidas en el siglo XIX, organizadas en grandes extensiones territoriales, se sentían portadoras de destinos de grandeza. Todas fueron fuertemente influenciadas por la cultura, el idioma, las ideas políticas y la fe religiosa de sus colonizadores. Ahora bien: ¿Por qué las naciones colonizadas por Inglaterra se encuentran entre las más desarrolladas del mundo, mientras que la Argentina -al igual que otras naciones latinoamericanas- sigue luchando por su crecimiento? ¿A qué se debe tamaña disparidad evolutiva?
Probablemente el caso argentino sea el más impactante. Fabricó y creyó en la utopía de que podía llegar a convertirse en una nación líder en el mundo y terminó padeciendo uno de los fracasos más estruendosos de la historia moderna. Aún hoy, la Argentina sigue siendo inexplicable, desconcertante, para la mayor parte de los analistas políticos y los historiadores.
No resulta fácil, claro, comprender que en una nación que declara ser republicana y federal, cada gobierno que accede al poder somete a las provincias, no participándolas de los recursos económicos provenientes de los impuestos nacionales y las retenciones. Tampoco que un pueblo como el argentino, que pregona el cumplimiento de la ley, en realidad sólo la cumpla si le resulta conveniente. Probablemente sea cierto -tal como observan muchos- que somos talentosos y creativos. Pero nos hemos dedicado con desmesurado ahínco a cultivar la anarquía y a transgredir. O también a consumir más de lo que nuestras posibilidades nos permiten, lo que lo empuja a recurrentes crisis económicas y, con ellas, a la ruptura moral de la sociedad.
Udenio explora la responsabilidad que le cabe a todos los argentinos en este resultado. Se basa en la idea de que un pueblo no es inocente de aquello que le sucede y que un signo de adultez consiste en hacerse cargo de las consecuencias de los propios actos. Sin duda nuestros dirigentes han tenido -y tienen- una gran cuota de responsabilidad. Pero, por una parte, los hemos elegido nosotros y, por otra, nosotros mismos hemos demostrado abundantemente cuánto nos cuesta cumplir con el trascendente rol de ciudadanos: es decir, el rol de aquellos capaces de gobernar y de ser gobernados.

Síntesis del libro "La hipocresía argentina", de Enrico Udenio.

Razón y Emoción

La corteza cerebral está muy relacionada con el sistema límbico, que es el órgano de las emociones. Nadie va a iniciar una investigación seria e interesante si no está apasionado. Se necesita pasión por la verdad y el conocimiento. Ahora se sabe que, aunque la razón y la emoción son distintas, están relacionadas entre sí.

M. Bunge