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jueves, 24 de enero de 2008

Todo sobre calambres

Siempre estamos expuestos
¿Qué son los calambres?
Los calambres son contracciones musculares involuntarias y dolorosas que aparecen repentinamente y que duran unos minutos, y se presentan en cualquier persona y a cualquier edad, aunque con mayor frecuencia en deportistas, mujeres embarazadas y adultos mayores.
¿Son lo mismo que las contracturas?
No, no son lo mismo. Si bien ambas son contracciones musculares sostenidas, en el caso de los calambres se produce una descarga nerviosa de alta frecuencia y durante un tiempo corto tiempo, mientas que en las contracturas no hay actividad nerviosa y su duración suele ser de entre 5 y 10 días.
¿Por qué se producen?
Es posible que aparezcan asociados a la ingesta de alcohol, café, tabaco y drogas diuréticas. También, pueden producirse por exposición al frío o al calor, lesiones y cambio del calzado diario a zapatillas planas o deportivas, ya que se es cuando aumenta la tensión de la pantorrilla. Las zonas más comunes son el muslo, la pantorrilla y el pie.
¿Cuál es la causa más fecuente en los deportistas?
Los deportistas que transpiran mucho corren riesgo de deshidratarse y, por lo tanto, de sufrir calambres. Lo mismo corre para los que realizan ejercicios con mala técnica o posturas, con entradas en calor insuficiente y quienes tienen fatiga o agotamiento muscular.
¿Se pueden evitar?
Se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de aparición, como realizar una entrada en calor adecuada a la temperatura ambiental, ejecutar movimientos deportivos con asesoramiento profesional, hidratarse antes, durante y luego de la práctica deportiva y controlar que el aporte de nutrientes relacionados con la aparición de los calambres (azúcares, complejo de vitamina B, calcio, magnesio, sodio, potasio, cloro y demás) sea suficiente y adecuada a cada sujeto en particular.
En caso de estar a punto de sufrir un calambre, ¿qué se puede hacer para evitarlos?
Hay que relajar el músculo afectado usando hielo, ejercicios de elongación y masajes. Al mismo tiempo, beber líquidos ricos en minerales y alimentos que permitan reponer el combustible de los músculos. En muchos casos, los deportistas no se alimentan de acuerdo con las exigencias psicofíscias de su actividad, por lo que es necesario una suplementación multivitamínica y multimineral supervisada para alcanzar el equilibrio de nutrientes energéticos (que son los que previenen el agotamiento muscular) y no energéticos, indispensables para la contracción, relajación y recuperación del músculo.
Claudia Maroncelli.
La autora es especialista universitaria en Clínica Médica y Medicina del Deporte, y asesora médica del Comité Olímpico Argentino.
FUENTE: La Nación, 28 de julio de 2006. Edición impresa. Suplemento deportivo.

martes, 22 de enero de 2008

Várices, un trastorno que cada vez preocupa más a los varones.

Las padece el 25% de la población adulta

Los que acuden al especialista suelen hacerlo “arrastrados” por sus esposas.
Las várices están dejando de ser un motivo de preocupación exclusivamente femenino. Si bien las estadísticas siguen siendo desfavorables para ellas –pues por cada varón con várices hay siete mujeres en idéntica situación-, los hombres hoy están empezando a animarse a pisar el consultorio del médico flebólogo, aunque la mayoría de las veces lo hagan de la mano de su esposa.
“Ha crecido la consulta del hombre, que actualmente quiere verse mejor estéticamente -comentó a LA NACION el doctor Roberto Simkin, experto en cirugía vascular, durante un intermedio del XII Congreso Internacional de Flebología y Linfología que se realizó recientemente en Buenos Aires-. Es común que los que consulten sean personas que ya han recurrido a otros tratamientos estéticos, como la cirugía plástica o la toxina botulínica”.
“Hoy en día, hay una presencia importante de varones en la consulta por várices”, coincide el doctor Alberto Deluchi Levene, presidente de la Sociedad Argentina de Flebología, que también presidió el citado encuentro científico. “Se trata, en general, de hombres jóvenes que hacen deportes y a los que no les gusta andar ostentando las várices”, precisó el especialista. Pero así como detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, detrás de cada hombre que acude al flebólogo también suele haber una mujer que lo lleva a los empujones al consultorio. “El hombre tiene miedo de operarse, miedo de que le duela –explicó Simkin, actual secretario del Forum Venoso Latinoamericano-; generalmente lo trae arrastrando al consultorio su mujer, que está más al tanto que él de los tratamientos modernos y menos invasivos.
”Por suerte, los tratamientos mínimamente invasivos ganan más terreno día tras día dentro de la práctica flebológica. “Hay una tendencia al uso de los métodos láser”, confirmó el doctor Kasuo Miyake, flebólogo del Hospital de Clínicas de San Pablo, Brasil, que presentó durante el citado congreso su experiencia con el láser endoluminal.
Esta tecnología se utiliza para el tratamiento de las várices más profundas, y entre sus ventajas se cuenta el permitir una más rápida recuperación del paciente, en comparación con la cirugía.

Antiestético y disfuncional
“Las várices son un trastorno de las venas extremadamente frecuente: el 25% de la población va a tener várices”, apuntó el doctor Deluchi Levene.
Por ser tan comunes, agregó el especialista, a las várices se las acusa de causar una infinidad de molestias y trastornos, que muchas veces responden a otras causas. “Las várices molestan menos de lo que la gente cree –aseguró-. Las personas jóvenes suelen culparlas de causar pesadez, dolor, contracturas, calambres nocturnos, que en realidad responden a otras causas y que recién aparecen cuando la enfermedad ha progresado con el paso de los años.
”En la juventud, explicó, “son más un problema estético que funcional. Pero como constituyen un trastorno que no se revierte solo, de no ser resuelto tempranamente puede dar lugar a complicaciones serias durante la vejez”.
El tratamiento tradicional es la cirugía, durante la cual se extraen las venas varicosas. El procedimiento centenario –el flexoextractor fue creado en 1905 por el doctor Mayo en los Estados Unidos- es altamente efectivo. Más reciente es la escleroterapia, que consiste en la inyección de sustancias que ocluyen la vena enferma. Sin embargo, las terapias más modernas son las que emplean láser, que a su vez se dividen en dos: el láser transdérmico, que se emplea para las várices más pequeñas, y el endoluminal, para las de mayor importancia.

Cuándo recurrir al láser
El láser endoluminal, que arribó a la Argentina hace sólo tres años, consiste en introducir dentro de la vena afectada una fibra láser que fotocoagula sus paredes y la ocluye. “La recuperación del paciente es mucho más rápída que en la cirugía –comentó el doctor Simkin-; además, es menos dolorosa y reduce los riesgos de complicaciones postratamiento.
”Aunque es una técnica “muy buena –agregó- todavía no tiene diez años”. “Faltan resultados a largo plazo”, coincidió Deluchi Levene.
“Aunque cada vez se tiende a usar más el láser, creo que hoy es importante hacer una buena selección de los pacientes –opinó el doctor Miyake-. El resultado estético del láser no es todavía tan bueno como el de la cirugía, por lo que sugiero combinar ambas técnicas.
”Para Miyake, el láser como monoterapia es la opción más adecuada para pacientes en los que otros problemas de salud sugieren no recurrir a la cirugía, o en los que las várices han devenido úlceras. “Aquí, los problemas estéticos han pasado a un lugar secundario y lo que hay que resolver es el problema funcional, y en eso el láser es muy bueno”, aseguró el especialista.Su colega norteamericano, el doctor Lowell Kabnick, director del Vein Institute de Nueva Jersey, Estados Unidos, coincide en que el láser endoluminal es altamente eficaz para ponerles un punto final a las venas varicosas. “Es entre un 5 y un 6% más efectivo en lograr la oclusión de la várice”, dijo este flebólogo que se ha volcado por completo al uso del láser.
Además, agregó el doctor Kabnick, que lleva más de 1000 pacientes tratados en cuatro años, “quienes se someten a una cirugía no quieren repetirla, mientras que le láser es mucho más fácil de tolerar”.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

viernes, 18 de enero de 2008

Cómo nace una paradigma

Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos.
Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos.
La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho.
El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fueron sustituidos.
Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería:
"No sé, las cosas siempre se han hecho así, aquí..."
¿Te suena conocido? No pierdas la oportunidad de pasar esta historia a tus Amigos, para que, de una o de otra manera, se pregunten por qué están golpeando... y... por qué estamos haciendo las cosas de una manera, si quizás las podemos hacer de otra.

"Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto"
Albert Einstein.
Citado en el libro "Matemática... ¿estás ahi?" de Adrián Paenza

martes, 15 de enero de 2008

¿Ejercicios para la buena postura o postura ante los ejercicios?

El dilema que provoca el titulo nos sirve para tomar conciencia de que antes de pensar en una gimnasia para la buena postura, hay que aceptar que los conceptos sobre postura humana ideal están teñidos de posiciones mecanicistas y de criterios militares de lo que es “pararse bien”.

¿Qué es la buena postura?

Para cada persona, la mejor postura es aquella en la que los segmentos del cuerpo están equilibrados en la posición de menor esfuerzo y máximo sostén. Esta es una cuestión individual. De manera que no existe una sola postura IDEAL para todos los individuos.
CADA PERSONA DEBE TOMAR EL CUERPO QUE TIENE Y SACAR EL MEJOR PARTIDO DE EL.
Siempre resulta útil recordar que las maravillosas adaptaciones que realizó el ser humano en los millones de años de evolución, no siempre resultaron totalmente satisfactorias. Así, por ejemplo, las extremidades inferiores se modificaron totalmente pero la pelvis, a la cual está unida la columna vertebral, ha conservado las características del cuadrúpedo. La misma espina dorsal –con sus tres curvaturas- demuestra escasa adaptación y le plantea al hombre reiterados sufrimientos ante el menor descuido.
Inclusive, el sistema de “sostén” de los órganos internos están mejor preparados para la marcha en cuadrupedia que para la bipedestación, lo que ocasiona no pocas perturbaciones digestivas, nerviosas y estéticas. Es que con los años y la falta de ejercicio razonable, los mencionados órganos tienden a depositarse en la verdadera copa receptora en que se transforma la pelvis en la postura erecta, lo que aumenta la presión y la compresión que sufren.
En otras palabras: cuando una especie abandona una posición que la ha caracterizado por 120 millones de años, es inevitable que modifique su sistema muscular, circulatorio, respiratorio y todos sus esquemas coordinativos.

¿Cuál fue la posición tradicional de la gimnasia correctiva?
Los ejercicios que planteaba la gimnasia para mejorar la postura estaban pensados para tonificar sectorialmente masas musculares débiles. Ella, la gimnasia, pensaba al hombre por “pedacitos”. Suponía que aflojando por acá y fortaleciendo por allá, la buena postura vendría como consecuencia. Por eso la acusación de mecanicista, pero hay que tener presente que ese mecanicismo coincidía con las teorías de la época.
Hoy, toda buena gimnasia debería seguir manteniendo una preocupación por la actitud corporal. Entendiendo tal preocupación como preventiva, no hay que actuar cuando la perturbación está instalada sino antes. Todo profesor de gimnasia, de educación física o personal trainer debería comprender que la alteración postural es LA EXPRESIÓN DE UNA ADAPTACIÓN INADECUADA Y HAY QUE ENCARAR UNA ACCIÓN DE RECONSTRUCCIÓN DE ESQUEMAS POSTURALES INCORRECTOS.
¿Cuáles son las características de una buena postura?
La mayor parte de los ortopedistas menciona las siguientes:
  • Mínimo peso a soportar por los distintos segmentos corporales.
  • Óptimo funcionamiento de los órganos internos.
  • Mínimo gasto energético para mantener la postura.
  • Poder mantener una postura tanto tiempo como haga falta, a lo largo de las actividades cotidianas y vocacionales, sin fatiga indebida.
  • Poder asumir una postura y cambiarla con facilidad.
  • Si todos los puntos anteriores están logrados, el factor estético también debe ser considerado, dadas las evidentes connotaciones y resonancias sociales del propio cuerpo. No hay duda que un ajuste razonable a pautas estéticas de la época merecen consideración.

¿Qué ejercicios deberían incluirse en un buen programa de ajuste postural?


Deberían incluirse los siguientes ejercicios:

  • Ejercicios de concientización postural y armonización del esquema corporal.
  • Ejercicios de relajación local y general.
  • Ejercicios de flexibilidad corporal.
  • Ejercicios de equilibración muscular, dirigidos a fortalecer aquellos grupos musculares poco ejercitados por las actividades de la vida cotidiana.
  • Ejercicios para el fortalecimiento y relajación de la capa profunda de los músculos de la columna vertebral.
  • Ejercicios dirigidos a los músculos motores de la articulación escápulo-humeral.
  • Ejercicios abdominales.

Para finalizar: No tiene sentido que le recomienden o recomendar ¡parate derecho!. La buena postura no consiste en tirar los hombros para atrás. Consiste en evitar y corregir actitudes de negligencia neuro-muscular que conducen a las alteraciones posturales. Y recuerde:


¡Mejor postura, mejor salud!

Mariano Giraldes

jueves, 10 de enero de 2008

Un filósofo español dijo ...

Los argentinos están entre vosotros, pero no son como vosotros.
No intentéis conocerlos, porque su alma vive en el mundo impenetrable de la dualidad.
Los argentinos beben en una misma copa la alegría y la amargura.
Hacen música de su llanto -el tango- y se ríen de la música de otro; toman en serio los chistes y de todo lo serio hacen bromas.
Ellos mismos no se conocen.
Creen en la interpretación de los sueños, en Freud y el horóscopo chino, visitan al médico y también al curandero todo al mismo tiempo.
Tratan a Dios como "el flaco" y se mofan de los ritos religiosos, aunque los presidentes no se pierden un tedéum en la catedral.
No renuncian a sus ilusiones ni aprenden de sus desilusiones.
No discutáis con ellos jamás!!!!
Los argentinos nacen con sabiduría inmanente!!!!
Saben y opinan de todo! En una mesa de café y en programas de periodistas / políticos arreglan todo.
Cuando los argentinos viajan, todo lo comparan con Buenos Aires.
Hermanos, ellos son "el pueblo elegido"... por ellos mismos.
Individualmente, se caracterizan por su simpatia y su inteligencia, en grupo son insoportables por su griterío y apasionamiento.
Cada uno es un genio, y los genios no se llevan bien entre ellos; por eso es fácil reunir argentinos, unirlos imposible.
Un argentino es capaz de lograr todo en el mundo, menos el aplauso de otros argentinos. No le habléis de lógica. La lógica implica razonamiento y mesura. Los argentinos son hiperbólicos y desmesurados, van de un extremo a otro con sus opiniones y sus acciones.
Cuando discuten no dicen: No estoy de acuerdo, sino: Usted está absolutamente equivocado!.
Aman tanto la contradicción que llaman "bárbara" a una mujer linda, a un erudito lo bautizan "bestia", a un mero futbolista "genio" y cuando manifiestan extrema amistad te califican de boludo y si el afecto y confianza es mucho más grande, eres un Hijo de puta...
Cuando alguien les pide un favor no dicen simplemente "si", sino "como no".
Son el único pueblo del mundo que comienza sus frases con la palabras NO.
Cuando alguien les agradece, dicen: "NO, de nada" o "NO" con una sonrisa.
Los argentinos tienen dos problemas para cada solución. Pero intuyen las soluciones a todo problema.
Cualquier argentino dirá que sabe como se debe pagar la deuda externa, enderzar a los militares, aconsejar al resto de América latina, disminuir el hambre de Africa y enseñar economía en USA.
Los argentinos tienen metáforas para referirse a lo común con palabras extrañas.
Por ejemplo, a un aumento de sueldos le llaman "rebalanceo de ingresos", a un incremento de impuestos "modificación de la base imponible" y a una simple devaluación "una variación brusca del tipo de cambio".
Un plan económico es siempre "un plan de ajuste" y a una operación financiera de especulación la denominan "bicicleta".
Viven, como dijo Ortega y Gasset, una permanente disociación entre la imagen que tienen de sí mismos y la realidad.
Tienen un tremendo súper ego, pero no se lo mencionen porque se desestabilizan y entran en crisis.
Tienen un espantoso temor al ridículo, pero se describen a si mismos como liberados.
Son prejuiciosos, pero creen ser amplios, generosos y tolerantes.
Son racistas al punto de hablar de "negros de mierda" o "cabecitas negras".
En síntesis.
LOS ARGENTINOS SON ITALIANOS QUE HABLAN EN ESPAÑOL.
PRETENDEN SUELDOS NORTEAMERICANOS Y VIVIR COMO INGLESES.
DICEN DISCURSOS FRANCESES Y VOTAN COMO SENEGALESES.
PIENSAN COMO ZURDOS Y VIVEN COMO BURGUSES.
ALABAN EL EMPRENDIMIENTO CANADIENSE Y TIENEN UNA ORGANIZACIÓN BOLIVIANA.
ADMIRAN EL ORDEN SUIZO Y PRACTICAN UN DESORDEN IRAQUI.
Son un misterio!!

martes, 8 de enero de 2008

El ejercicio retrasaría el Alzheimer y la demencia

La falta de equilibrio y los problemas para mantener un andar sin tropezones pueden ser los primeros indicios de la aparicìón de la demencia y del mal de Alzheimer, un desorden neurodegenerativo progresivo que comienza por afectar la memoria.
Un grupo de investigadores de los Estados Unidos demostró que las personas que no cuentan con un buen estado físico para su edad pueden tener más riesgo de desarrollar demencia y Alzheimer. El estudio publicado en Archives of Internal Medicine también afirma que hacer actividad física retrasaría la aparición de ambas enfermedades.
Estos resultados respaldarían la noción de que los primeros síntomas del mal de Alzheimer serían principalmente físicos y no únicamente mentales.
El equipo dirigido por la doctora Li Wang, de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, examinó a 2288 pacientes mayores de 65 años sin signos evidentes de demencia al comienzo de la investigación. Los investigadores realizaron un seguimiento de los participantes durante seis años, con evaluaciones cada dos para conocer el estado físico y mental.
A los seis años, 319 pacientes habían desarrollado demencia, de los que 221 tenían síntomas de mal de Alzheirme. Los participantes con mejor estado físico al comienzo del estudio tenían tres veces menos probabilidades de desarrollar demencia que aquellos que tenían una actividad física muy reducida.
"Todos esperábamos que los primero indicios de demencia fueran cambios cognitivos sutiles -dijo Eric Larson, director del Centro par Estudios de Salud de la universidad-. Nos sorprendió encontrar que los cambios físicos pueden ser anteriores a la disminución del funcionamiento mental".
Los resultados del estudio "sugieren que en el envejecimiento hay un vínculo estrecho entre la mente y el cuerpo -agregó-. Si se empieza a notar una disminución del estado físico, reanudar el ejercicio ayudaría a frenarla. Y esto reduciría el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo temprano".

viernes, 4 de enero de 2008

El escenario de crisis de la Educación Física

Me permito agregar algunas ideas respecto al escenario de crisis en la Educación Física y su revalorización. Lo hago desde las Ciencias de la Educación, la formación de profesores en Educación Física hace más de veinticinco años y las investigaciones que estamos desarrollando.
No se si aportaré algo demasiado nuevo y menos, respuestas, pero lo que he aprendido a lo largo de mis años de docencia y de vida es la fecundidad del planteo de preguntas, más que de respuestas aparentemente certeras.
Esta posibilidad de interrogarnos desde la que partimos nos advierte primero que las crisis son comunes a las diversas organizaciones sociales, y a la sociedad toda. En este sentido, el impacto parece ser muy grande en las organizaciones educativas, dado su carácter “conservador” en tanto su función de transmisión de la cultura, también de la cultura corporal. Aquí cabría preguntarse:
¿Qué cultura corporal?
¿Cuál es la representación del cuerpo que nuestra sociedad considera necesario transmitir? ¿Cuáles son los intereses hegemónicos al respecto y cómo debieran ser las respuestas contra hegemónicas?
¿Cuál/es es la representación del cuerpo que traen los estudiantes al ingresar a los institutos de formación?
¿Cuál/es la de los profesores? Me parece muy interesante como aporte para virar el giro de la crisis esto que en varios artículos se señala respecto a significar y sobre todo a “resignificar” a la EF como una práctica social de intervención y abrir el debate y las acciones a la multirreferencialidad, a prácticas inclusivas de diversos saberes y destinatarios, conservando el sentido ético.
Apuesto a que la revalorización de la EF en tanto campo de conocimiento y de acción parta del rescate de lo cotidiano, en tanto el movimiento, la expresión, el esfuerzo, la interacción, la corporeidad, son categorías esencialmente “humanas”. La racionalidad técnica que ha primado a partir de la modernidad ha privilegiado las respuestas dadas desde la técnica, la eficiencia, el pragmatismo, y que la cultura corporal a transmitir esté al servicio de ello en pos de una sociedad cada vez mas fragmentada y excluyente a pesar de los discursos de la globalización, que ya nadie se los cree.
Como educadora, soy, debo ser, optimista, aunque no ingenua y esto implica para mí resignificar saberes y prácticas desde una perspectiva histórica, social, política, ideológica. Aquí entraría también el que nosotros, como educadores, nos preguntemos y resignifiquemos prácticas y sentidos, abordando para ello muchos de los significantes y significados que a diario nos contextualizan.
Por ejemplo, es corriente e instituido, el hablar de “alumnos”. Si nos detuviésemos a pensar en su significado etimológico y genealógico, advertiríamos que alude a “los sin luces”, en relación con el contexto del “iluminismo” y la ilustración del S.XVII y XVIII. Mucho tiempo ¿no? ¿Será casual que lo sigamos usando y más aún, que no haya demasiado referencia en la bibliografía especializada?.
Toda nuestra tarea docente está llena de metáforas (la escuela “templo del saber”, “segundo hogar”, “empresa”; la/el docente como “la segunda mamá”, “el pastor del rebaño”, “el apóstol laico”….). Estas metáforas y categorías a explorar, de uso frecuente, nos involucran:
¿como sujetos con posibilidad de deliberación y creación?
¿como ejecutores de prácticas y rituales instituidos?
Probablemente la vigencia de muchas de estas significaciones y prácticas esté relacionada con esta búsqueda de “modelos” perfectos, ideales, y por tanto asépticos, neutrales, no contaminados con los sudores y sentires humanos. Dan cuenta, de una línea que busca legitimación desde afuera del propio campo, en las ciencias duras, o en la psicología experimental, fundamentalmente del conductismo como salvaguarda de la posibilidad de control y eficiencia. Entre estas categorías a debatir y resignificar cabría senalar:
la búsqueda de “competencias” asociadas con una visión pragmatista de la apropiación de los “saberes” y “prácticas”, referirnos a las clases de EF como “estímulos semanales”, naturalizando que cuando hablamos de “estímulos” estamos refiriéndonos a la fórmula E----R acuñada desde el conductismo con lo que ello implica en cuanto a la linealidad, unidireccionalidad, mecanicismo y control en las situaciones didácticas, hablar de “clases” obviando su contenido implícito, que desde la modernidad encierran las organizaciones educativas que buscan delimitar, espacios, tiempos y rangos.
Considerar que la formación docente “inicial” empieza recién en los institutos de formación terciaria, desconociendo la historia escolar y de vida previa de cada estudiante, y de cada maestro…
Hablar de “incentivos” a la investigación, como si fueran zanahorias que cual avezado conejo perseguimos en pos de la recompensa…
Como se ve, hay de todo, para todos, la tarea es ardua…
Finalmente, para seguir pensando, transcribo el siguiente párrafo al que adhiero, con optimismo, y sin ingenuidad:
“El trabajo de la educación, que es el trabajo de las culturas, el trabajo de transmisión, el trabajo de descubrimiento, el trabajo psíquico de elaboración de conflictos socio-cognitivos y rupturas epistemológicas, requiere una pedagogía que no se resigne, que no ignore sus pasados y ofrezca futuros. Un futuro donde el hombre no sea descartable, donde la técnica y la tecnología estén al servicio del bienestar colectivo y no sean usadas para producir exclusión, las producciones culturales sean un bien de uso común y no un privilegio reservado a algunos, la ética, un componente de la acción”.
Graciela Frigerio
Prof. Analía Di Capua