Buscar este blog

martes, 29 de diciembre de 2009

Pildoritas

Los denominados estadios de la enfermedad son conocidos. Señalan etapas que muchas veces no advertimos sumergidos como estamos en estilos de vida nada razonables. Son los siguientes:
  • El cansancio que no logra ser superado luego de una noche de sueño.
  • La fatiga como estado más permanente.
  • El dolor de distinta procedencia y génesis.
  • Las enfermedades del sistema digestivo.
  • Las enfermedades del sistema cardio circulatorio y metabólico.
  • Las del sistema nervioso.
  • El séptimo estadio es el más preocupante: tiene que ver con la arrogancia, la rigidez o la negación de las señales que el propio cuerpo está enviando y que deberían ser consideradas advertencias.

Aunque algunos de nosotros exhibimos un elaborado discurso sobre el arte de vivir, muchas veces vivimos solamente una vidita.

Sin ánimo de sugerir recetas, valdría la pena recordar algunas sugerencias presentes en la cultura, olvidadas muchas veces en la cultura occidental, decidida como parece estar en consumir hasta lo más superfluo, divertirse hasta morir, vivir aceleradamente y sin tiempo para dedicarle a las cosas placenteras y sencillas de la vida como sentarse a la mesa, en compañía de los hijos pero con ausencia de televisor.

Valdría la pena:

  • Darse tiempo para pensar el estilo de vida apresurada y febril que puede estar siguiéndose, en el marco de un ocaso de los afectos. La búsqueda de objetivos materiales, no justifica todo. Desde luego, que para aquellos sumergidos en la pavorosa exclusión que es también una característica de nuestros tiempos y de nuestros país, nada de todo esto vale. Sobre todo porque las formas que adquiere hoy la exclusión son también novedosas.
  • No suicidarse cada vez que uno se sienta a la mesa. Comer razonablemente, sin excluir las cosas ricas que a uno le gustan pero recordando que la obesidad es una pandemia. Los occidentales comen el doble de lo que les entra en el estómago. Los orientales, la mitad.
  • Hacer ejercicio, entrenarse o dedicarse a prácticas corporales significativas, como se prefiera expresarlo, pero llevar una vida activa. Uno no envejece y por eso abandona las prácticas corporales sino que envejece porque no se realizan prácticas corporales.

M.G.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola mariano,Soy ignacio prof de ed. fisica de la ciudad de punta alta, prov. bs as.y actualmente estudiante del ciclo d licenciatura en ed.fisica; solo queria demostrarte que tus articulos son muy interesante y me han servido mucho para darme cuenta e interesarme dia a dia mas sobre lo cuanto los profes de ed.fisica somos tan importantes en las vidas de aquellas personas que pasan por nuestas clases.
te agradezco mucho por tus aportes y en forma gratis por este blog; espero que continues con tus ideas.Saludos.Atentamente Ignacio.