H. Arendt, percibía lo político como un
espacio de libertad y deliberación pública. Otros, en nuestros días sobretodo,
lo consideran un espacio de poder, conflicto y antagonismo.
Es un buen ejercicio, tratar de ubicar en una
u otra categoría, a cada gobierno o propuesta política que se sucede en la Argentina. Podría
evitarnos cometer más de un error; sobre todo en tiempos electorales.
Estas diferentes posiciones ideológicas se
deben a que el clima intelectual y
cultural de esta época permite
marchar tanto hacia una dirección como hacia la otra. Lo demás es cuestión de
elección. Sólo que al elegir, inclusive al elegir como simple ciudadano de a
pie, hay que recordar que todo orden es político,
hasta el que queremos mantener en nuestra propia casa. Y se basa siempre en
alguna forma de exclusión. Lo que
significa que algunas cosas está permitido hacer y otras, no.
De manera que más temprano que tarde, como
ciudadanos, tenemos que decidir cuanta exclusión
por parte del poder político de turno
es lógico que soportemos, en una sociedad democrática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario