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viernes, 17 de diciembre de 2010

EL CARISMA

Acabo de recibir , el CV de una profesora que no conozco. Entre sus antecedentes, ubicaba una descripción de sí misma que me parece interesante analizar:

“Me encanta lo que hago, cuido a la gente, soy carismática, tengo buena presencia, siempre estoy a la búsqueda de algo lindo de adquirir y, sobre todo, tengo buena onda.

Tal descripción invita, creo, a interpretaciones diversas. Pero voy a referirme solamente al carisma del cual se dice poseedora la profesora, dado que dicha adjudicación, en temas pedagógicos, siempre me ha parecido digna de análisis.
En el lenguaje cotidiano, carisma parecería ser una especie de magnetismo personal. El Diccionario de la Real Academia Española lo explica como: “Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar”.
K.Mortensen, en “El poder del carisma” (2008) dice: “No es confianza, entusiasmo o personalidad, aunque estos elementos pueden ser una parte del todo. El carisma se evidencia cuando los sentimientos son trasmitidos en su forma más acabada a otra persona. El carisma no se diluye ni se disfraza. Es un sentimiento básico: es el traspaso de energía y pasión puras a otra persona”
Tales aproximaciones permiten plantear algunos interrogantes:
· ¿Deben los maestros del cuerpo poseer una especial capacidad para atraer o fascinar a sus alumnos?
· ¿Deben estar bendecidos por un magnetismo personal para enseñar?
· Al estar la mayoría de los alumnos impregnados de la lógica de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación),… ¿requiere el maestro de dosis elevadas de atracción y fascinación para tener alguna posibilidad?
· ¿Un maestro carismático es más o menos capaz de formar hacia la autonomía, la libertad corporal y lúdica y la creatividad?

El riesgo de trasladar conceptos de un campo a otro
Extrapolar conceptos de valor en un contexto a otro territorio es riesgoso. Que en la política vernácula y en el mundo empresarial, se requieren líderes carismáticos, nadie parece dudarlo. Lo malo es que, por extensión, en las instituciones dedicadas a cualquier forma de enseñanza corporal, se suponga lo mismo. Eso explica porqué la profesora hace referencia a su carisma.
Pienso que en el mundo del fitness ha dado en llamarse carisma a lo que no es otra cosa que pasión por enseñar. Confundir ambos términos puede conducir a intentar fascinar y seducir desde la plataforma, cuando lo que está haciendo una falta inmensa es maestros capaces de transmitir nuevos significados en torno a lo corporal.
En cuanto a los líderes, en ciertos ámbitos de desempeño, no solo son aceptados, sino que son fervorosamente requeridos. En cambio, en cuestiones educativas muchos defendemos el axioma que dice:
“En una sociedad democrática hay que enseñar a prescindir de los lideres”.
(Y más de los caudillos, agregaría yo).

¿Qué habilidades poseen los líderes carismáticos?
Lideres que poseen ciertas habilidades, se los considera carismáticos. D, Nadler y M. Tushman en “Liderazgo y cambios organizacionales”, (1990), consideran que esas habilidades son:
· “La de crear la visión de un futuro deseable para la empresa que genera entusiasmo y con la cual es posible identificarse y comprometerse.
· La de motivar e inspirar para la acción a los integrantes de la empresa
· La de facilitar la acción mediante su habilidad para escuchar, comprender y compartir los sentimientos de los miembros de la organización y demostrar su confianza en que éstos superarán los desafíos que enfrenten”.
Los líderes carismáticos no son unánimemente aceptados
Hay autores que insisten en que los seguidores juegan un papel fundamental en el otorgamiento de la categoría de líder carismático y que su carisma dice más acerca de aquellos que de éste. En forma más o menos velada, opinan que hay personas y grupos más influenciables, más manipulables.
Por lo tanto, el liderazgo carismático parecería, inclusive, tener su lado oscuro. Por ejemplo:
· El de exagerar la influencia que un profesional carismático pudiera tener en el desempeño de un grupo u organización, al simplificar con su intervención, los esfuerzos grupales necesarios para llegar a los resultados esperados.
· El de la búsqueda de un candidato carismático para solucionar problemas que se originan en otro lado.
· El de utilizar criterios estrechos para seleccionarlo, dejando de lado a otros candidatos también adecuados, pero carentes de un carisma que no se sabe muy bien que es. Habría que recordar que una dosis grande de histrionismo- esa capacidad de montar en la vida cotidiana escenarios permanentes de actuación- y una cierta posibilidad de fascinar con la palabra, pueden llevar a caer en manos de manipuladores, tóxicos para todo el mundo.
· El de desestabilizar las organizaciones de enseñanza o empresariales como consecuencia de las exigencias y decisiones de tales líderes.

MORTENSEN K: Carisma Power. Provo. 2008.
NADLER D, TUSHMAN M: Leadership and Organizacional changes. Californian Managment Review. 1990.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta reflexion, me golpea positivamente y la selecciono para guardarla en mi bagaje de conocimientos en este camino hermoso que transito en la Educacion Fisica. Claro que se hace mas hermoso ,logico y coherente leyendo este tipo de pensamientos, que cuesta tanto encontrar, y mas aun, en internet.
Carlos Ramirez.