Buscar este blog

jueves, 16 de julio de 2009

El sueño de la mariposa

Chuang-Tse, filósofo chino, cuenta: "Una vez soñé que era una mariposa. Al despertar me pregunté si en verdad había soñado que era una mariposa o si era una mariposa que había soñado que era Chuang-Tse".
La metáfora es maravillosa. Pero habría que preguntarse para qué nos sirve en una realidad que no tiene nada de metafórica. Que nos muestra como ciudadanos argentinos sometidos- porque así lo hemos decidido- a los designios de los políticos que arrancan hojas de la Constitución como quien arranca hojas del calendario. (Lo que no deja de ser otra metáfora).
Pienso que puede servirnos para profundizar en lo que intentamos ser de verdad y no en lo que fantaseamos que somos. O para dejar de ser aquella construcción edificada en torno a los deseos de los otros. Sean políticos o no. Lo malo es que, en verdad, muchos hemos dejado de desear.
Tal como me dijo una alumna, hace ya mucho tiempo: "Mariano, en la escuela de monjas me quitaron hasta el deseo de desear".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mariano, me parece bárbaro poder leer en el blog la opinión de uno de los referentes de la Educación Física. Un abrazo desde Uruguay.
Marcelo Salazar
Profesor de Educación Física
profesormarcelosalazar.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hola Mariano, :-) buen día.

Cuentame cuál fue tu intención de citar "el sueño de la mariposa", me interesa saber tu punto de vista, ya que se enlaza con la frase final de tu texto,... nos quitan hasta el deseo de desear.

¿que es un sueño para tí?
¿que tiene que ver con el ciudadano común?
¿en la educación como enseñar a soñar?

Que tengas un buen día

Enrique Romero Pedraza

pd. te recomiendo una excelente pelicula se llama "rojo como el cielo"

Mariano dijo...

Apreciado Enrique: Creo que "Rojo como el cielo" no la pasaron en Buenos Aires. Muchas gracias por la recomendación. Trataré de conseguirla.
Tal como dije, mi intención, al citar al filósofo chino, era profundizar en lo que intentamos ser de verdad: sucede que deberíamos suponer que todos nosotros queremos ser maestros del cuerpo. Sin embargo, en nuestros discursos y nuestras prácticas, dejamos traslucir que preferiríamos ser médicos, especializados en fisiólogía del ejercicio,psicomotricistas, psicoanalistas o entrenadores en el mundo del alto rendimiento. Todas válidas aspiraciones. Pero cada uno debería hacerse cargo de su propio deseo. Y luego, lo más importante: poner a funcionar su voluntad hasta alcanzarlo.
En cuanto a tus tres preguntas, tan interesantes, voy a interpretarlas. Por lo tanto, no esperes una respuesta. Sí una interpretación:
En el contexto imaginario que escribí, sueño es UTOPIA. No entendida como lo inalcanzable sino como aquello que todavía no se logró. Como aquello por lo cual vale la pena esforzarse por conseguir, desde el lugar mismo de acción en el cual nos desenvolvemos y aprendemos.
¿Qué porqué vale la pena?
Porque como ciudadanos de un mundo globalizado vivimos influenciados por la incertidumbre y la desesperanza. Dos sentimientos negativos que no se puede permitir un maestro.
De ese lugar de las utopías, entendidas como te dije, como ciudadanos lúcidos y críticos, no deberíamos permitir que nos echen nunca. O sea: no deberíamos permitir que no nos permitan desear y actuar.
Como ves, no hago una interpretación de los sueños a la manera freudiana. En el mundo que nos toca vivir, me da miedo de que al soñar me ponga a roncar. Por lo tanto, me parece que, al enseñar debemos tanto evitar el optimismo ingenuo como la desesperanza más absoluta. Si se sigue creyendo en el valor de la educación para que cada persona tenga la oportunidad de "llegar a ser aquello que puede llegar a ser", debo educar en el pensamiento crítico y trasmitir la certeza de que es posible un mundo mejor para todos.
Si aprendo, puedo ayudar a otro. Y si ayudo a otro el mundo puede cambiar.
Mariano

mariano dijo...

Apreciado Marcelo: Gracias por tu comentario. No sé bien qué es ser un referente pero supongo que debe significar que algunos profesores me conocen. Es cierto, algunos profesores me conocen. No es extraño, habido cuenta del montón de años que trajino en el oficio de enseñar saberes del cuerpo Me pone contento, claro, que me leas desde el Uruguay: leer se ha transformado en una actividad bastante desusual.
Mariano.