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miércoles, 29 de julio de 2009

Buen comer es bien vivir

Dr. Norberto D`Angelo
Sin duda, el placer de la buena mesa es una de las razones que hace suponer a muchas personas que la vida es digna de ser vivida. No estamos en desacuerdo, pero conocer algunas reglas sencillas acerca del Buen Comer, podría potenciar tal placer.
Ante todo, coincidimos con las experiencias que demuestran la importancia de una dieta restringida en grasas animales y balanceada en hidratos de carbono y proteínas.
Las comidas que ingerimos diariamente son nuestro patrimonio en salud, y por lo tanto como todo patrimonio, debe ser cuidado, si es que a él queremos recurrir cuando nos hace falta.
La exaltación desmesurada del paladar a través de pródigas proporciones en los agregados a la preparación de los alimentos, tal como suelen proponerlo algunos cocineros, de aparición frecuente en los programas de televisión y en la prensa escrita, no hacen más que fomentar una práctica hedonista en nuestra forma de alimentarnos.
Los placeres que si debemos darle a nuestro cuerpo son mucho más sutiles y es necesario aprender a conocerlos.
De las enfermedades se sabe hoy mucho más que antes. En especial las que deterioran la esfera neurocognitiva y que se deben, en un alto porcentaje de los casos, al imprudente descuido de ese patrimonio al que aludimos.
Es muy frecuente ver, cuando observamos comer a algunas personas, como agregan sin probar los alimentos, condimentos de todo tipo, especialmente sal. Lo que se logra con tales preparaciones es, ante todo, un real embotamiento del sentido del gusto, que no nos permite registrar las diferencias de sabores de los que está compuesta nuestra comida.
Si nos encontramos frente a la alternativa de tener que hacer una dieta específica, que atienda a resguardar nuestra salud , no se tendrán demasiadas chances de mantener tales ingredientes.
Las quejas y el desagrado por tener que cumplir con una alimentación que no encontramos “gustosa” y a la que no estamos acostumbrados, serán el principal obstáculo a superar para lograr reparar y mantener una vida de salud alimentaria.
Comer bien, no es entonces, deformar caprichosamente nuestras apetencias, sino más bien educar nuestro paladar para poder registrar el verdadero gusto de las comidas.
De allí en más, nuestro patrimonio de salud, estará a resguardo. Es el mismo resguardo necesario, por ejemplo, para preservar nuestros recursos económicos.
Bueno será en fin, tener en cuenta estos conceptos, para no representar en las estadísticas de salud, el llamado “lote testigo”.#
#fuera del protocolo de investigación.

jueves, 16 de julio de 2009

El sueño de la mariposa

Chuang-Tse, filósofo chino, cuenta: "Una vez soñé que era una mariposa. Al despertar me pregunté si en verdad había soñado que era una mariposa o si era una mariposa que había soñado que era Chuang-Tse".
La metáfora es maravillosa. Pero habría que preguntarse para qué nos sirve en una realidad que no tiene nada de metafórica. Que nos muestra como ciudadanos argentinos sometidos- porque así lo hemos decidido- a los designios de los políticos que arrancan hojas de la Constitución como quien arranca hojas del calendario. (Lo que no deja de ser otra metáfora).
Pienso que puede servirnos para profundizar en lo que intentamos ser de verdad y no en lo que fantaseamos que somos. O para dejar de ser aquella construcción edificada en torno a los deseos de los otros. Sean políticos o no. Lo malo es que, en verdad, muchos hemos dejado de desear.
Tal como me dijo una alumna, hace ya mucho tiempo: "Mariano, en la escuela de monjas me quitaron hasta el deseo de desear".

Alimentación y ejercicio: Claves en la prevención de Alzheimer


Reduce el riesgo de desarrollar la afección

Las dietas que habitualmente se indican a las personas con hipertensión, combinadas con la práctica regular de actividad física, han mostrado ser útiles para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Eso es lo que sugiere un estudio presentado esta semana en la Conferencia Internacional sobre la Enfermedad de Alzheimer, que se realiza en Viena, Austria.
Investigadores de la Universidad Estatal de Utah, Estados Unidos, llegaron a esa conclusión tras estudiar a 3831 personas de más de 65 años, que fueron sometidas periódicamente a evaluaciones cognitivas y a cuestionarios sobre su alimentación.
El estudio mostró que aquellos voluntarios cuya alimentación se asemejaban a la llamada dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension o Abordajes Dietarios para Detener la Hipertensión) obtuvieron mayores puntajes en los tests cognitivos. La dieta DASH hace especial hincapié en la inclusión de granos enteros, verduras, lácteos bajos en grasa y frutos secos, como también en una reducción del consumo de sal.
"Con el avance de investigaciones como ésta va cobrando importancia la prevención de las patologías degenerativas como el Alzheimer u otras demencias, que son consideradas epidemias en la actualidad. Estudios como éste demuestran que a través de pequeños cambios en el estilo de vida reducimos el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo", comentó el doctor Daniel Martínez, coordinador de la clínica de Demencias de Ineco.
Fuente: Diario La Nación

miércoles, 15 de julio de 2009

Tecnología

Hace tiempo que algunos amigos me recomiendan que realice mis presentaciones teóricas a través de un Power Point. Como no soy nacido virtual, hasta ahora me he resistido a seguir tal sugerencia.

La primera línea argumental para tal proceder es muy primitiva:
1. No lo hago porque he observado los rostros de a los asistentes a presentaciones en las cuales se privilegia la imagen y no la palabra, eje fundamental de nuestra vida de relación. De palabras están hechos nuestros compromisos afectivos, políticos, vitales
2. También he presenciado el desconcierto de aquellos conferencistas que han tenido la mala suerte de que les falle el equipo.

Una segunda forma de razonar me lleva a considerar una superchería aquello de llamar “medios de comunicación”, la presentación de imágenes, aun cuando estén intermediadas por las palabras: los espectadores se mantienen fascinados por los que miran y no por lo que escuchan.
Comunicar es poner algo en común con el otro. Una presentación Power Point me parece una excelente manera de “informar”, es decir de “conformar”, pero empuja a la pasividad acrítica y, en definitiva, dificulta la comunicación que posibilita la palabra.
Aturdir o maravillar a una audiencia con imágenes, por ahora, no me parece el mejor camino. Prefiero, sin duda, la palabra, el humor, la reflexión crítica, el enseñar a dudar de lo enseñado; inclusive una buena patada en el culo simbólica, que ayude a pensar.